miércoles, 12 de diciembre de 2018

Cómo calificar políticamente a Vox

Tradicionalmente la calificación política de una persona o de un partido político se realiza de forma sencilla planteando una única variable o una única escala graduada. El mejor ejemplo lo tenemos en los barómetros de opinión del CIS donde se pregunta por la autoclasificación del encuestado en una escala de cero a diez siendo cero "extrema izquierda" y diez "extrema derecha". Esta clasificación, que no se suele discutir, tiene muchas carencias, plantea muchas dificultades y su utilidad es más bien nula.


Para salvar los problemas de la dicotomía izquierda-derecha se usa en ocasiones el diagrama de Nolan. Este diagrama utiliza un eje cartesiano en el que por una parte tenemos una graduación individualismo-colectivismo y por la otra liberalismo-estatismo. La ubicación vectorial bivariable da lugar a cuatro grandes bloques que vendrían a ser:
  • Estatismo/colectivismo: resultado para quienes favorecen pocas libertades individuales y una economía que tiende a ser cerrada.
  • Liberalismo/colectivismo: opción para quienes defienden un estado pequeño, poco coercitivo en la economía y están a gusto con la costumbre y moral dominantes donde esperan que no haya sorpresas.
  • Individualismo/liberalismo: opción para quienes defienden un estado pequeño que deje la economía en manos de la sociedad y al mismo tiempo un amplio abanico de libertades personales y capacidad de elección del estilo de vida.
  • Individualismo/estatismo: resultado para aquellos que promueven un estado fuerte y protagónico en la economía y que sorprendentemente esperan que esto no les afecte a sus libertades personales.
Esta clasificación da más información que la escala unidimensional y ya tenemos ante nosotros los principales bloques políticos divididos según posiciones de libertad económica y de libertad personal. Así, tendríamos a los rojeras, los progres, los liberales y los anarquistas. Nótese que aunque las posiciones extremas siempre son las más graciosas lo normal en nuestro tiempo es que la inmensa mayoría de la población se ubique cerca del centro, con posiciones más o menos moderadas debido a que llevamos mucho tiempo sin pasar hambre.

Si nos vamos a Vox, que es de lo que toca hablar, parece que este partido estaría ubicado en el liberalismo-colectivismo (¡etiquetas confusas! ¡emoción!), es decir partidarios del liberalismo económico y defensores del tipo de sociedad de nuestros abuelos. Claro, el problema es que la sociedad de nuestros abuelos no tenía nuestro actual sistema económico así que las contradicciones están ahí y yo creo que a Vox le ocurrirá lo que a otros partidos conservadores: tendrán que adaptarse y claudicar ante los cambios sociales. A no ser que haya una guerra y la ganen. O bien adaptarse en la otra dirección y trocar su discurso económico liberal por uno más próximo a los parámetros proteccionistas y del nacionalismo económico como ya hacen sus homólogos europeos (el FN francés, por ejemplo, creo que no así de momento el FPÖ austríaco).
 
Existe un problema de base con este tipo de clasificación en España por varios motivos: en España casi nunca se habla de política, ningún partido plantea ningún cambio fuera de los consensos de la Transición, a lo sumo existe un seguidismo de la política comunitaria debido a la fragilidad de la sociedad civil. Fragilidad en el sentido de que la sociedad española no está organizada más allá del corporativismo de las asociaciones y gremios que viven en simbiosis con el poder político. Me cuesta encontrar un ejemplo de cambio político que haya partido de la sociedad civil.


Otro motivo, puede que más importante, nos diferencia de otros países y si no se tiene en cuenta para la clasificación política esta clasificación resulta inútil. Se trata de la cuestión territorial. Cualquier partido que quiera gobernar España tiene que definirse en este tema. Aquí tenemos a los partidarios del statu quo (otrora progresistas y ya hoy en una posición conservadora), quienes abogan por una reforma del sistema tanto en fiscalidad como en cierre competencial (¡hola!) y, ahora sí, la posición de Vox que es una enmienda a la totalidad del sistema territorial.

Tengo para mí que esta es la gran diferencia de Vox con el resto de partidos porque en el resto de temas Vox se mueve dentro de los consensos habituales (no plantean un cambio en el modelo económico y en lo social son conservadores no mucho más allá de una hoja parroquial). Ciertamente ya hay un partido que quiere el fin de los privilegios al País Vasco y Navarra pero Vox va más allá y pide la desaparición de las comunidades autónomas.

Con el tema territorial sobre la mesa y regresando al asunto de la clasificación, un estado unitario es una aspiración jacobina que en un sistema democrático consagraría la igualdad de derechos y deberes de todos los ciudadanos. Si usamos la terminología tradicional aquí Vox sería un partido de izquierdas. Esto nos sorprende porque en España, a diferencia del resto del planeta Tierra, al estado unitario se le considera "de derechas".

España no siempre fue una excepción en este tema. En el XIX cuando se empieza a plantear la cuestión territorial quienes pasan a plantear la descentralización política son las élites locales cuyos privilegios se vieron aminorados por la llegada de los funcionarios del estado. El sistema caciquil por el cual el señor local proveía al pueblo a cambio de no perder su posición de poder se vio afectado por las nuevas escuelas, los postes de telégrafos y el cuartelillo de la Guardia Civil.

No podemos olvidar que entre los movimientos más importantes que defienden cierta forma de autogobierno regional tenemos a la burguesía catalana y al carlismo. A este tipo de movimientos se les añade en las dos últimas décadas del XIX otro tipo de movimientos relacionados con el etnicismo y el racismo, donde situamos tanto el origen del PNV como del nacionalismo gallego.

¿Entonces qué pasó? Pues que hubo una guerra en la que los separatistas se equivocaron de bando. Aun así hay que decir que hubo importantes excepciones y no me refiero a cuando el PNV buscó con fruición el pene de Adolfo Hitler sino a los mecenas del ejército de Franco entre quienes se encontraban nacionalistas catalanes de la Lliga. Colocados a partir del "contubernio de Munich" en la oposición al franquismo, al nacionalismo se le permite participar en la Transición y a partir de ahí es una historia conocida.

Tener una posición maximalista en política es un caramelito: cuanto mayor el órdago mayor convicción se transmite. A esto se le suma el discurso antiélites, pérdida de dinero relativa de las viejas clases medias y el amarillismo en los medios de comunicación. Y en el caso concreto de España además tenemos a gente que trabaja activamente para darles de comer a los de Vox: esa gente que trata de incorporar al sistema a los violentos golpistas que buscan la guerra civil.

Al final te pueden gustar más o menos pero es comprensible que cuando no sabemos cómo funciona el estado (recordad lo que dije antes: en España casi nunca se habla de política) y aparece un tipo que dice que esto lo arregla de forma muy sencilla, la gente tiende a creer al tipo y a desconfiar de ese lento y burocrático estado cuya respuesta es proporcional, poco testicular y que por definición no puede contentar a todos (es lo que tiene el estado democrático: gobernar para gente muy diferente siempre enfada a alguien).

Extrema derecha


Respecto al epíteto "extrema derecha" poco hay que comentar. En Alemania, que desde hace tiempo se preocupan por este tema (me pregunto por qué será), el Tribunal Federal Constitucional tiene una doctrina en la que distingue entre "extremismo" y "radicalismo". El radicalismo comprende a aquellos partidos que se oponen a la Constitución y más allá de esta a los principios que ésta promueve: derecho a la vida, al libre desarrollo, la soberanía popular, la separación de poderes, la responsabilidad del gobierno, la legalidad de la administración, la independencia de los tribunales, el principio multipartidista, la libertad de afiliación y el derecho a oponerse al gobierno. Por su parte el extremismo sería lo mismo pero con la posibilidad de afectar a la Constitución y a alguno de estos valores. Así, en Alemania hay partidos neonazis o comunistas que se toleran porque no son extremistas sino radicales.

En el caso de Vox se puede decir que se oponen al derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones del artículo segundo de la Constitución Española pero son incapaces de afectar este derecho y por lo tanto serían radicales, no extremistas como esa gente que deroga de facto la Constitución en un parlamento regional y unilateral e ilegalmente trata de sustituir el poder legítimo por una algarada.

Luego está lo de "fascistas", que se comenta solo: el fascismo es una ideología política de culto al estado que nace en Italia tras el desencanto de la Primera Guerra Mundial y que se caracteriza principalmente por el uso de la violencia en política o por motivos políticos. Lo más parecido al fascismo que tenemos en España está en muchos pueblos vascos y catalanes donde se emplea la violencia implícita o explícitamente por motivos políticos.  Luego hay otro tipo de violencia en política que puede darse en una huelga o en una protesta-botellón de estudiantes con tiempo libre que dudo que se pueda calificar de fascismo más allá del sentido coloquial de la palabra como sinónimo de tonto.


Un término que sí puede dar más que hablar es el de "populista". Como comenté antes a Vox le falta la parte del antiliberalismo económico para ser considerado completamente un partido nacionalpopulista como el FN francés. Yo creo que es muy posible que vayan inclinándose hacia esa opción ya que es dificil ver cómo los españoles pueden "ir primero" y sus productos no. Creo que aquí se halla una contradicción fundamental dispuesta a ser usada por quienes se les quieran oponer, si es que alguien quiere, claro, porque se vive muy bien en política con un malo oficial al que señalar.

Por último, el gran tema tapado de Vox que es el de la Unión Europea. Desde hace tiempo los filósofos que apoyan a la Fundación para la Defensa de la Nación Española (fundación de la que creo que es patrono Santiago Abascal) vienen defendiendo la tesis de Gustavo Bueno de "España frente a Europa" que viene a decir que la desaparición de la nación española no solo es un proceso interno de separación o partición sino también externo de disolución. Aquí Vox podría distinguirse también del resto de partidos que defienden el consenso unión-europeísta, consenso que para mí es la muestra más evidente del bajísimo nivel político que existe en España.

Por carambola y viniendo de otras coordenadas Vox en la cuestión de la integración europea acabaría al lado de partidos etnicistas, nacionalpopulistas, putinistas y demás. Aunque este será un asunto a discutir el año próximo en el que hay elecciones al parlamento europeo, elecciones que en España son especialmente graciosas porque nadie sabe qué es ni cómo funciona la Unión Europea, los políticos en campaña hablan de temas de la tele de aquí y la gente vota por el que le cae mejor y confía en que las cosas sigan funcionando en automático.



jueves, 22 de noviembre de 2018

El comodín del populismo o por qué nos gustan los villanos

Llevamos años tratando de explicarnos cómo es posible que en el periodo de mayor prosperidad y seguridad que ha conocido el ser humano surjan movimientos que pretenden volcar la mesa y tirar el tablero. En un reciente debate de la Fundación Munk entre Steve Bannon y David Frum, el primero situaba el origen de la actual corriente populista en el inicio de la crisis de 2008: los estados, según Bannon, protegieron a la élite económica antes que al peatón y el populismo vendría a ser una respuesta defensiva del peatón frente a la élite.

Es una explicación conocida y compartida por muchos: las viejas clases medias en el mundo desarrollado han prosperado a un ritmo menor que las nuevas clases medias en el mundo en vías de desarrollo, que es básicamente la China roja y las zonas de frontera con el mundo libre. Esta falsa sensación de pérdida unida a la nueva prosperidad de países que salen de la pobreza y que por tanto son capaces de aumentar sus flujos migratorios pone a nuestras poblaciones a la defensiva y la gente cuando está a la defensiva es porque se siente amenazada. Cuando una persona está amenazada su cuerpo activa mecanismos automáticos de defensa que básicamente son los de huir o contraatacar (esto sería otro tema pero hay quien sugiere que a día de hoy hemos roto este mecanismo: al no estar expuestos a amenazas nuestra defensa automática está estropeada y eso explica que normalmente nos quedemos paralizados sin saber cómo actuar).

Me gusta el análisis narrativo, el análisis de cómo el hombre cuenta historias, por eso con una pizca de imaginación y perspectiva puedo ver este problema del populismo como una historia. Y esta historia comparte características con muchas otras historias que nos llevamos contando desde hace un porrón de siglos. Otra cosa que me gusta hacer es poner en relación cosas que no tienen relación y entonces al pensar en el populismo pensé en Darth Vader, Lex Luthor, Vegeta o el Doctor Muerte.


En las historias que siguen el argumento de la epopeya del héroe no es raro que haya un antagonista, un villano. Es curioso porque en realidad las historias de héroes son las historias de los villanos. En la epopeya del héroe tenemos a un personaje que vive en su mundo y se encuentra con un problema que es incapaz de solucionar si no evoluciona. Una vez evolucionado el héroe regresa a su mundo inicial ya cambiado. Bien, el protagonista no es el héroe sino el problema que se encuentra el héroe, en muchos casos un villano. En La Guerra de las Galaxias el protagonista no es Luke sino Darth Vader. En El Quijote el protagonista no es el Quijote sino la locura de Alonso. En la Europa de la Segunda Guerra Mundial los protagonistas fueron los alemanes (en el Pacífico los japoneses). En Caperucita Roja supongo que ya intuís quién es el protagonista.

Mi punto: ¿y si parte de la explicación del atractivo del populismo tiene que ver con nuestra milenaria fascinación con el villano? Pensad conmigo: ser un héroe es aburrido. Si Willow no se encuentra con un bebé buscado por la hechicera jamás saldría de la aldea. Frodo podría pasarse la vida en su aldea de no ser porque Sauron era un buen joyero.

El villano es activo, el héroe es reactivo.

Todo héroe tiene la alternativa de quedarse sentado en su casa pero no lo hace porque hay un villano que previamente hizo algo que desencadena el problema y pone a funcionar la trama de la historia. Los malos hacen cosas.

El populismo tiene mucho de esto porque habla de hacer cosas, de buscar atajos, de soluciones sencillas a problemas complejos. Superman, héroe por antonomasia, es invencible y súper poderoso pero ante un problema no actúa sin ataduras ni contención. Cuando se enfrenta a unos malandrines no los quema vivos con sus rayos sino que los deja inconscientes y los entrega a unos agradecidos agentes de policía. Superman se pone límites éticos y por eso es el bueno.

Al comienzo de La Guerra de las Galaxias los buenos están en el senado presentando mociones. Los malos destruyen un planeta.


Hay una parte de nosotros mismos que no nos gusta reconocer: la parte que nos informa de cómo saltarse los límites éticos en ocasiones es deseable. De cómo eso nos reconforta porque pensamos que nos puede proteger mejor cuando nos sentimos amenazados. No se trata exactamente de querer ser el malo sino de actuar como el malo, sin límites, sin cortapisas para lograr un buen fin.

Ahora pensemos que nuestro actual sistema de democracia liberal aparece como respuesta al absolutismo y se confirma tras la guerra también como respuesta al totalitarismo. Es decir, nuestro sistema es el sistema de los límites. Es el tipo de sistema político que diseñarían Superman o Luke Skywalker, esos aburridos héroes.

Quienes defendemos la democracia liberal frente al populismo (las treinta y ocho personas en todo el planeta que la defendemos, no veo que seamos muchos más) partimos con esta desventaja inicial: la desventaja de las manos atadas. Somos los tipos aburridos, reactivos que decimos "esto no lo puedes hacer".

¿Cómo superar esta desventaja? Si me preguntas a mí estás realmente desesperado pero te respondería como respondería al autor de un cuento cuyo protagonista es aburrido o aparece desdibujado en comparación con el antagonista: mata a un personaje. No, espera, esto aquí no nos sirve. Rompe algo, cambia algo del mundo de tal forma que no haya vuelta atrás y que el protagonista se vea obligado a buscar otra zona de confort o que añada motivo e intención. Tienes que lograr que el protagonista no sea simplemente reactivo, tienes que conseguir que logre hacer cosas. Recuerda cuando Indiana Jones rescata a su padre y está a punto de llevarlo de vuelta a América pero necesita el diario que está en Berlín. El autor ahí cambia el universo del héroe y el héroe deja de estar a merced de lo que hagan los malos, toma las riendas de la historia.




viernes, 9 de noviembre de 2018

¿De qué habla la gente?

Tradicionalmente las fuentes documentales históricas nos hablan de la vida de personajes importantes y de sus proezas. Reyes, obispos, filósofos, generales y emperadores que conquistan, ganan batallas o logran que los confundidos vean la luz. También gracias a ellas nos enteramos de la vida de grandes constructores, arquitectos y artistas y tratamos de entender y disfrutar de sus obras: catedrales, cuadros y sinfonías que navegan las aguas del tiempo y nos llegan como el primer día para que pensemos en ellas o nos deleitemos.

El cambio de "Vida de los filósofos" o "Vida de los reyes" a "Historia de la Filosofía" o "Historia del reino" se produce por razones muy concretas en el siglo XVIII pero ese no es el tema de hoy.

El tema de hoy tiene que ver con lo mucho que cuesta hallar noticia de lo cotidiano y efímero de hace siglos. Sabemos por ejemplo que los romanos barrían sus casas no porque nos lo cuente una obra histórica contemporánea sino por personajes secundarios, apenas parte del escenario, que se dibujan sobre mosaicos. Así, en un mosaico de tiempos de Cristo en el que se ve a Hércules peleando con el león de Nemea vemos que la escena está enmarcada por árboles, animalitos y un chiquillo con una escoba. El objetivo del autor era mostrar un trabajo de Hércules para decorar una sala pero gracias a ese fondo del paisaje tenemos idea de que había escobas y se utilizaban como hoy en día. Ninguna gran obra de la literatura romana antigua nos habla de las labores domésticas (hasta donde yo sé). Ahora que lo pienso, puede que el autor quisiera también recordar al chiquillo que barría pero ese sería un argumento para una novela histórica soporífera.

Ocurre algo similar con eso que hacemos todos los días y de lo que hablamos muy poco: cagar. Incluso en un primer momento estuve tentado de emplear el más formal "defecar" pero qué diablos: caga el rey, caga el Papa, de cagar nadie se escapa. Sabemos cómo cagaban los romanos porque han sobrevivido algunos cagaderos. Sabemos que la de cagar era una actividad social. Los cagaderos comunes recuerdan a los comedores comunes: uno satisface una necesidad natural y al mismo tiempo comenta la jugada con el vecino. Ninguna obra nos habló de esto pero lo sabemos gracias a la arqueología.

Ya en el Bajo Imperio cuando especialmente a los anglosajones les gusta decir que el Imperio estaba en crisis y en decadencia empezamos a tener obras de autores romanos cristianos que hablan de la vida de los plebeyos. Siguen sin hablar de barrer o de cagar pero sí comentan (tengo una obra en la cabeza pero no recuerdo el autor, me suena del siglo V) el incordio que es el tráfico en las calles de Roma (un problema que la ciudad eterna jamás resolvió: en tiempos de la república ya hay normativas sobre urbanismo y tráfico, se conoce que en mil años no resolvieron el problema. Incluso hoy en día Roma no me parece la mejor ciudad para desplazarse). En un tono quejoso aparecía la crítica al comportamiento cotidiano de los romanos que se contextualiza en una mezcla de defensa del cristianismo y nostalgia por la gloria pasada. Así, estaban los romanos llenando las tabernas, apostando y hablando de carreras de caballos todo el día justo por la época en que vivía el último emperador o el primer rey ostrogodo de Italia.

Muralla de Lugo. Construida durante la crisis del siglo III. Dos kilómetros de perímetro, 12 metros de altura, 80 torres. Tenía que ser impresionante ver el material de asedio de los bárbaros (?) que no se cansaban de perder batallas contra los romanos. Casi tan impresionante como la hacienda pública en esa época de crisis (?) para costear algo así. Luego estaban las plagas de la época y lo de poner en cuarentena a la ciudad, cosa que seguro que no tuvo nada que ver con la aparición de estas construcciones en las ciudades más ricas del imperio después de la mortandad que hubo en Alejandría por ejemplo, que perdió con la plaga de Cipriano la mitad de su población. Plagas por cierto que también afectaron a los bárbaros, los debilitaron y que hicieron ganar batallas a los romanos.
Muralla de Lugo, Semanario pintoresco español (1850).
Esta imagen de la época choca con la imagen popular que tenemos de desesperación, decadencia, crisis y lucidez absoluta y plena de toda la población sobre el momento histórico que vive.

—Hola buenas, una hogaza de pan.
—Aquí tiene. Menuda movida que se nos esté cayendo el Imperio Romano.
—Yo la verdad es que le voy a poner nombres germanos a mis chiquillos solo por joder...  ¡Doscientas unidades monetarias! ¡Esto es un robo!
—Oiga qué quiere, es que estamos en plena decadencia y caída del Imperio Romano de Occidente.
—Grmpf, lo de ser plenamente consciente del instante histórico en que vivimos se nos va de las manos.
—Reprímase, puede hablar con el herrero. Al menos los estribos y las espuelas están baratas.
—¿Los qué?
—Los estribos y las espuelas. Ya sabe: instrumentos que mejoran el control del caballo y la seguridad del jinete. Son inventos germanos que contribuyen a la caída del imperio. Bueno, en realidad son inventos chinos que han traído los hunos y otros pueblos turco-altaicos que en sus peleas trasladaron a magiares, búlgaros y eslavos y estos a los germanos gracias a los cuales nos llegan a nosotros.
—Ostias, cuánta información.
—No puede ser de otra forma: se está cayendo el Imperio Romano, señor.

Obvia decir que una conversación así no tuvo lugar, a todo lo que se llegaba en el Bajo Imperio era a un cierto tono nostálgico del que solo se preocupaban cuatro escritores. Tono nostálgico que siempre existió en la literatura romana por lo que no nos da ninguna información. Sí, antes las cosas eran mejor, los hombres más honestos y las mujeres más decentes. Los jóvenes escuchaban a sus mayores, etcétera. Estos temas han existido desde que existe la escritura.

Es fascinante cómo la gente que vive en una época se cree que la suya es la más importante de la historia. Siempre se repiten los mismos arcos narrativos: "estamos en nuestro mejor momento pero hay quienes quieren arruinarlo todo". "Antes las cosas eran mejores e iniciamos nuestra decadencia". "Tenemos una responsabilidad generacional de enmendar el curso de la historia". Siempre son los mismos temas. Siempre las mismas admoniciones.

¿Por qué esto?

Se me ocurre que en cada instante el hombre vive en el presente. En cada instante tiene el mayor conocimiento acumulado de la historia hasta ese punto. Sin embargo tampoco existe la idea de que se pueda ir a mejor porque no podemos obtener información del futuro. Nuestra referencia forzosamente está en el pasado. Entonces se produce una paradoja formada por dos sintagmas:

estamos en nuestro mejor momento + el pasado era mejor

La paradoja se suele resolver situando ese pasado en una época que desborde la memoria de los vivos. Y la idea del hombre en la historia pasa a ser: nuestros antepasados estaban guay, hubo una decadencia, nos estamos recuperando gracias a la gente mayor viva hoy y cuidado que puede haber otra decadencia.

Por tanto esta idea del hombre en la historia tiene una utilidad práctica en la gerontocracia en que vivimos: haz lo que tus mayores te ordenan y envejecerás y entonces serás tú el que de las órdenes. La promesa del dominio. Una promesa que se resquebraja cuantos menos hijos nacen y más envejece la población.

De acuerdo, he dicho que siempre se está advirtiendo del fin del mundo, así que no tenéis que hacerme caso. Aunque sería conveniente tomar nota de que esta vez el problema es nuevo. Siempre hubo guerras y pestes pero por primera vez no está habiendo remplazo de la siguiente generación.

Imaginaos entonces plantear el problema del hombre en la historia formando parte de la última generación del hombre. Bueno, eso ya se lo dejamos a los autores de ciencia ficción.


viernes, 19 de octubre de 2018

Un paseo por la extrema derecha

Si la etiqueta "extrema derecha" en el contexto europeo del que España es pieza clave y esencial se caracteriza en nuestros días por el rechazo a la inmigración, el rechazo al multilateralismo (en concreto la integración europea pero también a acuerdos de libre tránsito y libre comercio con otros países), el nacionalismo y la estética nacionalista entre otros no llama la atención que no exista en España un movimiento relevante de extrema derecha salvo cuando concretamos en algunas regiones que sí cuentan con movimientos políticos organizados sostenidos en el tiempo y con amplio apoyo popular.

Extrema derecha.
Que la extrema derecha exista a nivel regional pero no a nivel nacional tiene una explicación muy sencilla: si el núcleo de un movimiento de extrema derecha es al fin y al cabo la totalización, sistematización y homogeneización ("holización" creo que dirían en la Escuela de Filosofía de Oviedo) del "pueblo elegido" (un subconjunto arbitrario de la población al que se le atribuyen características aleatorias que por tradición inventada se conciben como mágicas en una suerte de "fetichismo con personas") en España no se puede dar pero en una región española sí por varios motivos:
  • Casi cuarenta años de dictadura franquista que sustrae los símbolos de la identidad nacional construida desde siglos antes (bandera e himno son del siglo XVIII, la Guardia Civil es de mediados del XIX, la tauromaquia aparece con la civilización minoica, etc). Quien está en contra de la dictadura debe rechazar estos símbolos (recordemos el célebre caso del político que quería destruir un escudo de los Reyes Católicos por ser "franquista"). Tras la Transición Democrática el empleo de símbolos nacionales se relaciona con la "ideología franquista", esto no sucede con símbolos regionales ya tengan estos su origen en época anterior a la dictadura de Franco o en la hiperbórea y ancestral época de la década de 1980 que es cuando se redactan los Estatutos de Autonomía. Estatutos de Autonomía que se presentan como "constituciones nacionales" y no como leyes orgánicas que aprueba el Congreso de los Diputados (esto lo digo porque todo suma).
  • Esta debilidad de los símbolos nacionales se compensa con el fortalecimiento de los símbolos regionales. La única forma que tenemos en la Edad Contemporánea de que una persona pague servicios que recibe otra es convenciendo a las dos de que están en el mismo equipo y esto a nivel de impuestos y servicios públicos se hace con la idea de "país". A falta de la idea nacional se emplea por tanto la idea regional a la que se sublima a la categoría de "nacional".
  • La propia configuración político-administrativa del estado hace que sean las regiones las proveedoras de los servicios cotidianos a los que accede el público (escuelas, consultorios, marquesinas de bus). Por tanto en la vida diaria no existe una presencia del estado sino una presencia de la región, de la región sublimada ya en nación. A este problema político se le suma la nula intercomunicación entre regiones: el ciudadano regional sabe que hay un estado que le cobra impuestos y gasta en tanques pero no que hay otras personas que tienen exactamente sus mismas inquietudes en otra región y que la provisión de servicios es posible porque todas forman parte de un todo (curiosamente esto fue algo esencial en la construcción nacional decimonónica: cosas como el servicio militar eran los únicos instrumentos para que el campesino ampliara su reducida idea del mundo).
Indirectamente, más allá de los motivos de que la extrema derecha prospere a nivel regional pero no a nivel nacional, está el asunto de la oferta política. Las ideas políticas y los temas de debate no son nubes de colores flotando en un éter metafísico esperando a que partidos o asociaciones los capten y usen para sus fines. Suele ser al revés: gente con ideas similares se organizan para promover su debate. Pues bien, en España la oferta de extrema derecha (a nivel nacional, insisto) es escasa o nula. Es decir, no hay gente suficiente en aptitud ni actitud capaz de organizar de forma práctica a la extrema derecha; lo que queda son residuos nostálgicos del franquismo, clubs monotemáticos de jubilados, grupos de adolescentes que igual están en la extrema derecha como podían estar jugando a Dragones y Mazmorras, etc. La incapacidad de orden práctico, la interiorización de una pose antisistema, las ideas sectarias o conspiracionistas ("nos censuran", "el sistema es corrupto", "las elecciones están amañadas", "en realidad nos gobiernan los bancos/illuminati/Soros/el butanero"), todo ello impide que cualquier secta de extrema derecha rebase una capacidad numérica más allá de la cantidad de personas que el líder o los líderes pueden controlar personalmente.

Del Real Instituto Elcano.
Todo esto es conocido pero hay una cosa que no suelo encontrar en los estudios políticos que tratan este tema o bien es algo en lo que no hacen suficiente hincapié: la extrema derecha suele ser tonta. Ojo, no lo digo por las ideas que defienden sino por su actitud general, su forma de expresarse, su descripción de la realidad y las continuas excusas y quejas que forman el 99% de su corpus doctrinal (vamos, que no es un corpus doctrinal).

El otro día me di un paseo por la extrema derecha, algo que se parece mucho a darse un paseo por los foros de gente que se disfraza de peluches. En tertulias infinitas dedicaban muchos minutos a quejarse de un presentador de televisión que había empleado unas palabras soeces para hablar de la Hispanidad (la extrema izquierda tampoco es muy lista pero no es el tema de hoy). Luego estaban los asuntos veleta: asuntos en los que al carecer de doctrina no saben muy bien qué opinar. Es el caso de Israel: por un lado bien porque se cargan a terroristas moros pero por el otro son judíos y "ya se sabe".

Luego están las cosas que consideran muy serias e importantes y que a mí me dan igual y que porque ellos piensan que a mí no me importan ya me califican de antiespañol (trasládese esto exactamente al separatismo y entra como un calcetín).

—Este baile de mierda que nos acabamos de inventar tiene mil años, es celta y lo vas a pagar tú.
—Oiga, déjeme en paz.

De aquí se deriva su incalificable amor a España. Dicen defender a España pero suelen caer en aspectos negrolegendarios o en cantinelas clásicas del tipo "es que este país ya se sabe", "esto no pasa en ningún otro país del mundo", "es el país con más gilipollas del mundo". Igual es cosa mía pero llenársete la boca de patriotismo y luego insultar a tus compatriotas es un poco raro a no ser que tu patriotismo sea un fetiche sexual o una excusa para aliviar la tensión.

En parte de la extrema derecha hay una insistencia enfermiza en el franquismo. Bien me parece hablar de historia y debatir pero la nostalgia constante no crea futuro. Y es que no usan la historia para aprender sino para regodearse. No puedes ver la Guerra del 36 como una gran victoria de la cristiandad frente al bolchevismo internacional sin tener presente el coste en vidas humanas (en su mayoría españoles). Si luego a esto añades que hay que ocupar militarmente una zona de España yo inmediatamente pienso que el antiespañol eres tú.

Esto último es de un señor mayor al que otros señores mayores llaman "mi general". Y no me vais a tirar de la lengua porque no me toques las palmas que me conozco porque etcétera.

Otra parte de la extrema derecha está de acuerdo en todo con los nostálgicos pero no centra su atención en el pasado. Son más tech-savvy (un anglicismo que empleo sólo para molestar) y tienen una idea del mundo que por más actual desborda nuestras fronteras. Están con el rollito del identitarismo frente al globalismo que es un eufemismo para hablar del judaísmo internacional y son sin duda los más numerosos pero peor organizados. Hijos de su tiempo, actúan como células aisladas cuyos hilos se unen en algunos referentes online de los que repiten mensajes, en esto no están muy lejos de los aficionados a disfrazarse de peluches. Se identifican con una banal estética que consideran tradicional y como todo aficionado a los peluches si les hablas de peluches te vienen en tromba a hablarte durante horas de peluches.

El furzi es la sublimación de siglos de pensamiento político.
Si tengo que identificar la relación o contacto entre los dos grupos podría señalar:
  • El rechazo a las formas representativas de gobierno excepto cuando les beneficia.
  • Autoritarismo basado en la sospecha de la autoridad actual. Conspiracionismo.
  • Confusión entre fortaleza y autoridad (esto es algo muy ruso).
  • Idealización del pasado, pesimismo sobre el futuro. Tendencia al milenarismo.
  • No saber matemáticas: sobre todo cuando se trata de estadística sus conclusiones no son falsables pues elevan el número de conclusiones al número de observaciones. Nunca se equivocan.
  • Una idea débil del estado. Les preguntas sobre la limpieza de sentinas en zonas de costa protegidas y su respuesta varía según la fase lunar. En esto son iguales a sus homólogos de la extrema izquierda.
El roce entre la extrema derecha nacional y la regional

Un pequeño tema que surge a veces charlando con esta gente es su queja de que los equipare a sus primos separatistas. Me dicen que el objetivo separatista es crear otro país para meterlo en la UE y desde ahí hacer lo que le dicte el judaísmo internacional (el Ibex35, los mercados financieros, etc) y ellos no están de acuerdo con eso.

Aquí hay otro tema (y es otro debate diferente) sobre intención y resultado. Ellos dicen que el resultado que se busca es diferente pero desde mi punto de vista la intención es la misma. ¿Cómo clasificamos: por intención o por resultado? Ellos dicen que los separatistas están a favor de la inmigración y yo veo que los separatistas rechazan a quienes no comparten los rasgos mágicos del "pueblo elegido". Básicamente los separatistas quieren a un tipo de Pakistán pero no de Lérida que no comulgue con ellos.

Para la extrema derecha eso no contribuye a la formación del etnoestado pero desde mi punto de vista eso da igual ya que yo no manejo una clasificación humana más allá de la nacionalidad (otra forma de señalar el "universo de leyes"). Por lo tanto, desde mi punto de vista liberal, cualquier clasificación arbitraria de la gente más allá de quién emite su DNI o pasaporte ya es algo que rechazo y que pasa a formar parte de un bloque que no es el mío. A ese bloque, con las características descritas anteriormente, le llamo extrema derecha.

Adenda

Una diferencia esencial que anoto es la que tienen con la extrema izquierda: pesimismo del pasado, optimismo del futuro. En casi todo lo demás, excepto en la estética, las posiciones son intercambiables.

Ah, la estética. Me pregunto si algún griego de hace 25 siglos habló de ella.

lunes, 24 de septiembre de 2018

El lugar del periodista

Cuidadito con lo que escribes, cuidadito con lo que dices, cuidadito con lo que piensas. Simplicísimos periodistas de El Mundo divulgan su falta de comprensión lectora al denunciar en carta pública a Arcadi Espada (columnista del medio) por su lenguaje "homofóbico y grosero". Tal vez su intención no era dar a conocer al público su inoperancia a la hora de analizar un sencillo texto sino reivindicarse como constructores de altares morales. Quieren ser Jorge de Burgos pero para ser Jorge de Burgos antes hay que leer y entender lo que se lee y por ello se quedan a medio camino, más o menos a la altura de una mediocre institutriz puritana.

¡No os riais! ¡Reírse deforma la cara!
Así ataca hoy la que estrictamente podemos identificar como reacción: la construcción del altar moral implica recurrir al tabú, a la prohibición de palabras, al encorsetamiento del pensamiento. Arcadi Espada no nació ayer ni empezó a escribir ayer. Cualquiera que haya seguido su trayectoria sabe que Espada no es homófobo pero aunque lo fuera no es denunciado por su trayectoria sino por un texto muy concreto... cuyo tema no es ese.

A mí me parece importante tener en cuenta el tema del artículo que se denuncia: la columna denunciada por los gorriones y la Fe Militante trata de una comisión de investigación (creo que sobre la corrupción del PP. Interludio: asunto que merece consideración es que el tema de la comisión haya sido lo de menos tanto para los diputados como para los periodistas. El problema de nuestro país con la miopía es grave) y básicamente Arcadi Espada denuncia el paripé que supuso esa comisión por parte de ciertos diputados. Cuando le toca el turno de hablar del diputado Gabriel Rufián, Espada plantea entrecomillada la forma en que uno debe dirigirse a este señor diputado.
Ah, pero el periodista de sansoniana cabellera cometió el error de escribir palabras prohibidas: ⓜⓐⓡⓘⓒⓞⓝⓐⓩⓞ y ⓟⓞⓛⓛⓐ. Imagino que lo de homófobo viene por la primera palabra y lo de grosero por la segunda (no estoy seguro, Arcadi Espada también usa las palabras "implícita" y "fáctica", igual esas son las palabras prohibidas: siempre ha sido difícil seguirle el ritmo a los imbéciles).

Me mola que subrayen "the Bible".
Reconozco que me hizo gracia la respuesta de Espada. Tres días después en su misma columna el señor Espada publica íntegra la carta de los periodistas reaccionarios enemigos de los libros de lengua que estudian los niños en Educación Primaria (se me agotan las metáforas para llamarles analfabetos).
Es un recurso elegante que ya usó Espada alguna otra vez: dejar que el público juzgue. Claro, un análisis mínimo de ese texto deja a esos periodistas a la altura del betún pues no se sonrojan en presentar joyas como "respetamos la libertad de expresión PERO hay líneas rojas", "los trabajadores y trabajadoras", "no juzgamos opiniones PERO sí expresamos rechazo", "publicar columnas INTOLERABLES en DEMOCRACIA" (me gusta mucho esta frase pues implica que en una dictadura puede haber más tolerancia). También por el medio meten una cita del libro de estilo con un descontextualizado ejemplo intercalado entre guiones porque básicamente les sale de los huevos.

En fin.
Bah, por meter más patatas en el caldo: la carga de la denuncia por homofobia viene de asociaciones. Ya sabéis: cuarenta mil asociaciones que en total suman tres socios, dos de ellos hermanos. Añado que esta no es la primera vez que se intenta hacer una caza de brujas por motivos políticos. A nadie se le escapa que la significación política de Arcadi Espada está detrás de esto. Ningún ofendidito denuncia cuando las palabras prohibidas las usan quienes ideológicamente están en el lugar adecuado. Si en el fondo la homofobia, la grosería y lo que venga les da igual. A quien vive en la mentira sólo le queda la pose.


lunes, 10 de septiembre de 2018

Aniversario del golpe de estado pancista

El alzamiento violento contra los españoles y nuestra Constitución por parte del separatismo vivió hace un año su Rubicón. Tras la limpieza en el gobierno regional catalán de los que no apoyaban la unilateralidad (incluyendo a uno que sí la apoyaba pero que expresó "dudas" sobre su efectividad. Las purgas de estos tíos son de nivel horda mongola), el secuestro del parlamento regional por una turba alzada y con el necesario ruido de apoyo de organizaciones protofascistas ricamente subvencionadas para silenciar y amedrentar a los incómodos disidentes (dos líneas y todavía no tengo sujeto y predicado en esta frase), los separatistas (sujeto) decidieron darse a sí mismos poderes especiales sobre todas las leyes vigentes (predicado) al autoaprobar la ombliguista ley del referendum y la juanpalomista ley de trasitoriedad.

Típica Diada en Barcelona. Que las comunidades autónomas tengan días oficiales y banderas es algo que nadie se ha replanteado.
Y por esto es un golpe de estado. Un golpe de estado supone un cambio de régimen político de forma violenta (o con amenaza de violencia, que es en sí una forma de violencia). En el instante en que la minoría separatista (si fueran el 99,9% de la población daría exactamente lo mismo) se autoconcede poderes especiales, comienza el parque de atracciones de Mad Max.

Añádase a este un golpe paralelo que se analiza menos: el golpe a la inteligencia, a la estética, a la educación, etc. Toda la fanfarria, los disfraces, la gente que tiene serios problemas mentales, las mentiras de medios que viven de los impuestos de todos, los viperinos retorcimientos extremos de argumentos en filosofemas y silogismos imposibles, el absurdo gasto de neuronas (recordemos que el esfuerzo en desmontar una patraña es de un orden superior al esfuerzo en inventarla)... ese teatro diario también se debe analizar y detener.

Como vía paralela a todo esto tenemos los andamios del aparato que es la violencia y amenaza diaria y constante. Día sí y día también, las SA en chanclas recuerdan a sus vecinos que "no tienen derechos", que son "de fuera" o que son menos que ellos porque no siguen unas liturgias mágicas un tanto tontainas. Quien no comulgue con el separatismo es un traidor a una indescriptible idea metafísica de Cataluña. Y esta es una tragedia diaria: por mucho que nos intenten vender el cuento de que una región se enfrenta al resto de España, en realidad se trata de que unos paisanos no muy listos intentan separarse de otros paisanos dentro de pueblos, barrios y calles. No se trata de separación o ruptura sino de femto-guerra civil.

Tener claro esto último es fundamental y si eres de Madrid o Pucela lo puedes entender perfectamente (hasta el gorro estoy de "como no eres de aquí no lo entiendes") pero en mi caso al ser gallego añado la experiencia vital cotidiana: el desprecio del nacionalismo hacia los propios paisanos y vecinos, que trata de "iluminar" mediante la coerción, el retorcimiento de la palabra y el machacar constante de propaganda para lerdos sin recibir respuesta... porque a este lado la respuesta es la ley (tampoco ayuda que por parte de las autoridades siempre se mime al que patalea. Entiéndase "autoridades" como "PP y PSOE en Madrid").

El desprecio a la ley es un virus que se multiplica y lleva a la degradación del espacio público y de ahí a la degradación de la convivencia. Nadie evalúa la cantidad de consecuencias no previstas que encierra el desprecio a la ley.
La política del bipartidismo hacia el nacionalismo es importante tenerla en cuenta porque es munición gratuita para los malos: todas las imbecilidades de "hay que mimar a " o hay que "encajar a en España". Oigan, que en esa división administrativa o en ese topónimo también vivimos muchos otros, que estamos aquí, que existimos. Tenebrosa política de la sinécdoque.

Los leales en las provincias rebeldes somos incómodos para los traidores y para los acomodaticios que en Coruscant quieren deshacerse del problema y llegar a ententes (o usar el problema como combustible). Por lo tanto creo que a un año del golpe de estado la revelación de que hay una sociedad catalana que no va a dejarse pisotear es una excelente noticia. Como también es buena noticia que algunos instigadores del golpe estén en prisión. Pero en el haber de las buenas noticias no tenemos mucho más: con o sin intervención del gobierno autonómico la política autonómica catalana sigue secuestrada y paralizada, los medios de comunicación públicos siguen usándose como altavoces partidistas, del dontancredismo hemos pasado al bobaliconismo ("probemos a repetir lo que hemos hecho mil veces a ver si tenemos un resultado distinto") y seguimos encontrando metilfenidato en grandes dosis en la traída de agua pública de Cataluña.

¿Solución? Ninguna a la vista. ¿Pasos en la buena dirección? Condenas ejemplares a los cabecillas del golpe, apoyo a los leales y elecciones regionales y nacionales. El orden de los factores no altera el producto.

Más:
  • Andrea Mármol - Sin aceptación no hay rectificación. «Lo cierto es que se han autodenominado soberanistas pero lo que verdaderamente complica su plan antidemocrático -además de ilegal- es el propio demos catalán, cuya mitad no independentista, me atrevo a vaticinar, cada vez opondrá mayor resistencia a conceder nada, pues ya andan sin careta».
  • Miguel Giménez - Balance a un año vista del golpe de estado. «Porque si el orden público se ha deteriorado en Cataluña, si los medios del régimen han intensificado su propaganda al servicio del separatismo y si los políticos del gremio amarillo no han cejado ni un segundo en sus provocaciones, la sociedad civil, ese más del cincuenta por ciento de catalanes que no son separatistas, han sabido entender que había que salir de casa y plantar cara a aquellos que solo saben ejercer de matones, desfilar con antorchas e intimidar a sus vecinos».
  • Federico Jiménez Losantos - El sanchismo leninismo, con el golpismo catalán. «Doña Diáloga dijo como ante el de Artur Mas: que legalmente la votación no valía. ¡Como si jugara al parchís! Lo que no valía era lo que siguió haciendo el ruin gobierno de Rajoy, secundado por la abyecta oposición: hacer como que no había Golpe. Para no combatirlo».

jueves, 23 de agosto de 2018

Cotidiana Leyenda Negra

Tan adjetivado titular como patético contenido el de un artículo negrolegendario del diario británico The Independent que firma un periodista que se dedica a producir documentales de historia patriótica británica y calentamiento global (el chavo no pasa hambre).

Sirva este caso como ejemplo de la rabiosa actualidad que tiene la Leyenda Negra. Una Leyenda Negra que obvio calificar de antiespañola pues aunque muchos otros países tengan propaganda fantasiosa en su contra sólo en el caso de España esta se entremezcla y se reconoce como historia oficial incluso por las propias víctimas.

Carnicería de Jallianwala Bagh (1919), en la que 90 fusileros ingleses disparan contra 20.000 indios desarmados. Había un pozo al que algunos se lanzaron para evitar las balas. Se encontraron 120 cadáveres en ese pozo.
El contenido del artículo es lo de menos porque es una estupidez: unos investigadores anglos "desvelan" el origen del comercio trasatlántico de esclavos africanos y lo sitúan en un privilegio de Carlos I de 1518, un privilegio que ya era conocido (vamos, que no hay noticia). De aquí el autor del artículo inventa una historia fantástica que da a entender que prácticamente España inventó el comercio triangular atlántico (esclavos de África, materias primas de América, manufacturas de Europa). Es especialmente desternillante el video que acompaña al texto pues muestra el famoso diagrama del barco negrero Brookes, inglés y del siglo XVIII. Ups.

Más que la "noticia" en sí me interesa la forma del panfleto. Se hace hincapié que entre 1519 y 1521 se transportan 200 esclavos africanos y que Carlos I estaba muy interesado en el beneficio económico de esto y que prácticamente aparece de la nada esta nueva política de estado con el Habsburgo frotándose las manos aviesamente. Echo de menos que en esta historieta metan piratas-robots-zombis, la haría más interesante.

Lo que sabemos del asunto es que Carlos I concede un asiento a su mayordomo flamenco y este a su vez lo revende a unos comerciantes genoveses que tratan con portugueses. España ni tenía puertos en África ni dedicó barcos al comercio de esclavos (incluso en época posterior España no crea una compañía comercial real para el comercio de esclavos, como sí harán los ingleses, sino que usa los asientos o concesiones). Pero para el inglés esta era política de estado y asunto muy relevante para el rey-emperador. Esperad, que la cosa mejora porque en este momento de la historia ni siquiera Portugal tenía puertos en el África negra. Como mucho tenía un puesto comercial en la isla de Arguin, frente a la costa mauritana. Y los portugueses llevaban unas décadas transportando esclavos a Portugal. Estos esclavos provenían a su vez de las rutas de comercio esclavista musulmán (que siguió operando durante siglos desde el África negra hasta la costa berberisca y con los consabidos asaltos a las costas europeas, ya que los esclavos blancos (sobre todo esclavas jóvenes) se cotizaban mejor para los harenes árabes).

Hasta el año 2009 se desconocía que existieron órdenes explícitas del Foreign Office para ocultar las torturas y las ejecuciones sumarísimas a los Mau Mau en Kenya. Este asesinato británico en masa de keniatas se produjo en la década de 1950. O sea, ayer. Los de las leccioncitas. Podría seguir hablando de Adén o Irlanda pero creo que captáis la idea.
En el artículo que da a entender que España inventa la esclavitud nos hacen una recopilación del comercio de esclavos temprano desde Arguin, Santo Tomé y Cabo Verde. Ninguno de estos lugares era propiedad de los españoles. Pero es que incluso si nos vamos a la segunda mitad del XVI y primera del XVII (la unión con Portugal) estos lugares comerciaban con esclavos con los territorios portugueses en América (por cierto, pese a la unión de las coronas la política comercial interna seguía siendo dirigida por el Consejo de Portugal). España, que mediante asientos (privilegios, monopolios) sí podía subcontratar la importación de esclavos tampoco estaba particularmente interesada pues en esta primera época no se dedicaba al monocultivo de la caña, del tabaco o del café. La limitada importación de esclavos se dirige a Cuba, Puerto Rico y La Española pues eran islas que se estaban quedando sin población. En tierra firme, pese a la reducción demográfica de la población local debido a la enfermedad, seguía habiendo mano de obra para construir cosas como puentes y molinos.

El hilarante artículo negrolegendario remata haciendo un juicio moral general de lo mala que fue la esclavitud para África, una esclavitud que se debió a la creciente demanda de mano de obra de "los imperios europeos".

Ejem.

"Europeos". Gentilicio. Terráqueos. De la Vía Láctea.

En el siglo XVIII desde los tres principales puertos ingleses (Liverpool, Londres y Bristol) parten 11.000 barcos negreros. Del resto de todo el continente europeo (por tanto incluyendo a participantes muy activos del comercio de esclavos como Portugal, Francia y Holanda) parten 450. (Y esto es del Museo de la Esclavitud de Liverpool, imaginaos cómo deben ser las cantidades reales).

Si nos vamos a otros datos más globales nos podemos ir al destino de los esclavos negros. Según un estudio de la Universidad de Harvard (la primera universidad inglesa en América, fundada en 1636, cien años después de la primera española fundada en Santo Domingo. Los españoles en 1636 ya teníamos quince universidades en América) los destinos de los esclavos fueron Brasil (38,5%), las colonias inglesas (29%), los virreinatos españoles (17%), las colonias francesas (13%), colonias holandesas (2%) y las colonias danesas (0,3%). Porcentajes que dan más información si comparamos el territorio controlado por cada imperio.

Por esto decía que me interesaba mucho la forma del artículo, es decir, el continente y no tanto el contenido. El manido truco de los ingleses es decir lo que les interesa y callar lo que no les interesa. Así, amigos, se crea un relato. Y este relato que vemos vivito y coleando afecta a tantos aspectos de nuestra vida diaria que tenemos la obligación de corregirlo. Ya no por honestidad académica (razón que por sí sola ya exige una llamada a la acción) ni por dopaje moral sino porque afecta a la economía, a la disputa política, a la posición negociadora de nuestras empresas en el mundo y a un montón de factores.


martes, 31 de julio de 2018

El juguete de la inmigración

Estar a favor o en contra de la inmigración es como estar a favor o en contra de los fonemas o del color azul. Uno puede puede apoyar u oponerse a estas cosas pero no parece que tenga mucho sentido.

Cuando se habla de inmigración a mí me gustaría saber de qué se está hablando. De qué ley o reforma concreta trata el debate, si no tenemos algo sobre lo que trabajar es imposible llegar a ningún tipo de conclusión. No descarto que el fin del debate impostado sea precisamente el de aparentar tener un debate pero en realidad evitarlo y marear la perdiz.
Heraldo de Aragón
Si planteamos argumentos a favor y en contra de la inmigración al menos ofrezcamos algo sustancioso detrás de la palabra inmigración. Algo sobre lo que podamos emitir una opinión. Por ejemplo, por inmigración podemos entender varias cosas partiendo de la base que es la acción de llegar desde otro país a España para quedarse:
  • Desconocer fronteras.
  • Detener la inmigración completamente.
  • Un punto intermedio entre las dos anteriores:
    • Prohibir/permitir la inmigración solamente desde ciertos lugares de origen o a personas con ciertos perfiles.
    • Prohibir/permitir la inmigración en función de factores objetivos que se deban a acciones que realiza el inmigrante o que haya realizado en el pasado.
Deshaciendo la madeja podemos descartar el primer punto en el debate. Desconocer fronteras obligaría a reformular la definición de país y el límite del Derecho. Además no parece muy práctico discutir esto ya que simplemente no es algo que dependa de nosotros.

Existen varias razones por las que descartar el segundo punto para el debate: sobre todo razones de orden práctico y que tienen que ver con la tecnología disponible. La detención completa de la inmigración supondría en primer lugar convertirnos en un estado paria pero es que además no veo la forma de llevar esto a cabo: habría que controlar miles de kilómetros de costa con satélites que no tenemos y cientos de kilómetros de montaña con policías que se demandan en otros menesteres.Por último, nadie propone esto así que no tiene sentido debatirlo.

El quid de la cuestión creo encontrarlo en los dos últimos puntos: el criterio a seguir para aceptar a un inmigrante.

Pasaportes de la Soberana Orden militar y hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta.
En la cortísima historia de la inmigración (recordemos que antes del siglo XX era extremadamente difícil migrar de una aldea a otra, ya ni hablemos de un país a otro. El primer fenómeno de inmigración contemporánea sería el vivido en Estados Unidos en el XIX en una época en la que los países todavía no emitían pasaportes. Los pasaportes tal y como los conocemos son un invento de la Primera Guerra Mundial) se han seguido básicamente dos conjuntos de criterios que podemos clasificar en arbitrarios y objetivos.

Como criterio arbitrario tenemos las cuotas de países de procedencia: del país X se aceptan tantos, del país Y otros tantos, etc. Es por ejemplo lo que hacen los países árabes con los israelíes, aceptar cero israelíes. O, es una de las políticas del presidente Donaldo: imitando a lo que hace Arabia Saudí con Israel, coge a cinco países y no acepta ningún inmigrante procedente de allí. Muchos países siguen estos criterios arbitrarios en los que las personas son perjudicadas por motivos de los que no son responsables.

Luego están los criterios que llamo objetivos. Aquí una persona es o no admitida en el país según su perfil personal (cosas de las que es responsable). Las señoras que están en la lista de más buscadas de Interpol pues van a tener problemas para inmigrar. Un señor que quiere entrar con varios kilos de explosivo plástico atado al pecho es razonable que se le pida por favor que se marche a su casa.

En España creo que la ley actual está dentro del último grupo. La mayoría de países de nuestro entorno entran en esta categoría. Ciertamente en la Unión Europea hay grupos que abogan por empezar a aplicar criterios arbitrarios. Así que yo imagino que el debate es este.

:D
Bien, entonces tratemos de ver argumentos a favor y en contra de la aplicación de criterios arbitrarios para aceptar a inmigrantes.

Toda persona tiene capacidad y/o voluntad de obrar y de relacionarse con sus semejantes. Las personas normalmente son responsables de sus actos y de los efectos que estos provocan en lo que les rodea. Una condición externa a la persona no es la que determina su grado de responsabilidad en la relación con sus semejantes y el medio que la rodea.

Desciendo al fango para que los del fondo me entiendan: un moro, un aficionado del Betis o un sexador de pollos no tienen más o menos derechos o deberes por esas circunstancias que les rodean. Mejor dicho: nuestras leyes en principio no les aplican un Derecho diferente o un trato diferente a la hora de inmigrar a España. Defender esto es defender la base misma de nuestro sistema legal que puede que sea el pilar más importante de lo que nos define como sociedad política. Defender nuestra sociedad política me parece un argumento fuerte en contra del criterio arbitrario.

Ahora viene lo difícil, ¿qué argumentos puede haber a favor del criterio arbitrario? Vale, el primero sale directamente por oposición del argumento en contra: el criterio arbitrario es deseable si se persigue el fin de destruir nuestra sociedad política y nuestro sistema legal. Esto se ve muy bien con los independentistas: quieren crear diferentes categorías de ciudadanos porque su fin es la destrucción de la sociedad política.

Hay más argumentos. Por ejemplo, se puede decir que imponer criterios arbitrarios simplifica el sistema. Es mucho más sencillo controlar la inmigración de personas si a grupos grandes te los cargas de entrada, por ejemplo Testigos de Jehová o señores que midan más de un metro ochenta. En cinco segundos el guardia que está en la pecera en Barajas ya lo manda a la sala verde y de ahí al lugar del que procedía. Simple y dinámico.

Hay otro argumento que es bastante horrible que tiene que ver con el efecto tranquilizador. Un 10% de la población española es inmigrante y entre los delincuentes los inmigrantes constituyen el 30%, por tanto, cualquier niño pequeño que no sabe de estadística te dirá que los inmigrantes tienden a cometer más delitos. No importa que sea muy común que en los últimos años en que aumentó la población inmigrante el número total de delitos haya descendido (algo que se repite en varios países) o que delito e inmigrante sean sucesos independientes. Intuitivamente parece que el inmigrante tiende a cometer más delitos y por lo tanto se pueden crear perfiles de peligrosidad y bloquear la inmigración ajustándonos a esos parámetros. Por el camino pagarán justos por futuros pecadores pero los precognoscientes estarán tranquilos en su baño de fotones y la econogente/el campesinado se sentirá mejor al saber que no son los últimos monos aunque su situación sea exactamente la misma que antes. De esta forma se logra un pacto inmediato entre la base y la cúspide de la pirámide social sin que realmente cambie nada. Obtener beneficio sin riesgo o coste es algo a lo que mucha gente dedica su vida, como esos banqueros de Londres que lavan dinero del narcotráfico y de la venta de armas a países africanos de broma y duermen tranquilos por la noche que es cosa notabilísima.

Normalmente este último argumento es el más común: durante la Guerra de Secesión una de las revueltas de Nueva York se cobró la vida especialmente de negros e irlandeses a los que se les culpaba de forma arbitraria por la situación inmunda en que vivían los vecinos. Tenemos también la Noche de los Cristales Rotos, las guerras de los Balcanes o el genocidio ruandés. Crear una categoría de personas a la que culpar de cosas y hacer que pague los platos rotos es tan viejo como el mear. Lo hicieron también los japoneses con los cristianos, etc. Esto último lo añado para que se vea que es un fenómeno universal.

Yo puedo entender que en el momento de machacar a alguien te sientas bien, el problema es que a los cinco minutos no sólo no has solucionado nada sino que igual has creado un problema nuevo. Es decir, aparte de malvado aún por encima has sido idiota.

Ok, sé que no es así cómo queríais que planteara la cuestión. Sospecho que tenía que hablar de si los inmigrantes nos quitan o no el trabajo (¿qué trabajo?) o de si van a pagar las pensiones o no (¿qué pensiones?). El problema es que esto es secundario: no solamente nuestro saldo vegetativo es negativo sino que entre los países de origen de nuestros inmigrantes el saldo vegetativo también empieza a alejarse de la tasa de reposición. Este fenómeno inaudito en la historia es a lo que tendríamos que dedicarle cinco minutos por muy efectista que sea la imagen de un montón de fulanos saltando una valla para entrar ilegalmente en el país que cuenta con los mejores policías del mundo.


jueves, 26 de julio de 2018

Problemas del colapso social en la ciencia ficción

El principal problema que plantea el escenario post-apocalíptico en las historias de ciencia ficción es que los autores carecen de referencias reales en las que basarse. Es cierto que tenemos una idea a escala local del aspecto del colapso (Nueva Orleans durante el huracán Katrina, por ejemplo) e incluso podemos tener ciertas pistas de su aspecto a escala regional (RD Congo), sin embargo carecemos de información sobre un colapso a escala global y es en esta categoría donde entran las historias más populares de este género.

Tarde o temprano esto tenía que pasar.
Creo que el gran problema que sobrevuela este escenario es que la filosofía de la historia que maneja es excesivamente deudora del punto de vista anglosajón de la historia. Ese punto de vista que extrapola de lo concreto a lo general una idea de Alta Edad Media que llaman "dark ages" (edad oscura) y que apuntaría al colapso social vivido en Britania desde la retirada de la guarnición romana hasta la unificación normanda. Una idea, por cierto, que ni siquiera es original de la historiografía anglosajona pues pide prestado a lo escrito por autores renacentistas y pre-renacentistas (Petrarca echando de menos la antigüedad clásica).

La idea esencial es que tras las luces de una civilización esplendorosa (que puede encerrar en su seno o no la semilla de su decadencia: el famoso Untergang de Spengler) llega un colapso que borra toda influencia y prácticamente todo testimonio de esa civilización en muy poco tiempo.

Esto nos lleva al primer problema.

El concepto de pasado

En muchas ocasiones el colapso se produce de forma súbita de tal modo que gente que vivió antes del apocalipsis sigue viviendo en el post-apocalipsis. Muchos de estos puede que hayan sido niños antes (el protagonista, Cole, en 12 monos o el cartero en El Cartero, el libro de Mensajero del futuro). Curiosamente también puede haber gente que fue adulta antes del apocalipsis y que después son ancianos (también presentes en esas dos obras citadas).

Esta continuidad generacional es completamente pasada por alto e ignorada. Estos supervivientes se adaptan silenciosamente al dominio político de punkis y psicópatas sin plantear ninguna discusión. Es más, sobreviven al proceso de adaptación sin hacer ningún intento de reconstrucción.

Pese a tener memoria viva del mundo pasado, prefieren guardársela para ellos, cosa que me llama la atención porque estas sociedades de ficción suelen ser ágrafas y toda sociedad ágrafa se construye sobre la memoria viva de los ancianos o de los sabios, que ejercen de libros.

Los carroñeros

Vuestro nuevo ministro de Hacienda.
Este es el principal aporte al escenario de ficción post-apocalíptica que hicieron los australianos a partir de Mad Max y la diferencia esencial entre el viejo canon de este escenario (páramo radiactivo, insectos gigantes) y el canon actual (punkis).

Punkis y anarquistas tienen el dominio social y político del yermo. Es más, estos son los únicos que parecen prosperar y pasárselo bien en un mundo de escasez. Su organización se basa en normas sencillas, casi biológicas: ley del más fuerte, oportunismo, satisfacción inmediata, etc. Estas normas tan tontas, inútiles para la sociedad humana, parecen servirles mágicamente en este nuevo mundo. Puedo aceptar por suspensión de la incredulidad este componente mágico si la historia es entretenida, ahora bien, hay algo que nunca me cuadra y es la economía.

La economía

La economía en este mundo se basa en dos fuentes: la gente y la basura. La gente es un recurso porque trabaja para ti (o es comida, que al fin y al cabo es otra forma de trabajar para alguien) y la basura es un recurso en sí mismo: un palo es útil porque te sirve para matar a ese gatito tan mono que compite por tu comida.

Lo que no me explico es que los punkis sobrevivan tanto tiempo cuando su principal fuente de ingresos son otras personas y ellos son tan psicópatas. Es decir, si hay poca gente en el mundo y robas y matas a los pocos que producen de la tierra o de su ingenio, lo que logras es poco a poco colapsar tu economía (contraargumento: sí conocemos sociedades que trabajan activamente para colapsar: Los rapanui contra la propiedad privada, pero estos rapanui no tenían nada con qué compararse).

El problema de fondo es que el autor maneja un concepto erróneo (o como mínimo mejorable) de sociedades supuestamente carroñeras: tanto los reyes mezquinos de la Alta Edad Media como los jefes mongoles que vivían de tributos pensaban más a largo plazo y eran muchísimo menos violentos que estos punkis que tienen tiempo para tatuarse pero no para plantar una patata.

La referencia aquí debería de ser la de micro-sociedades carroñeras como la de los piratas somalíes (pescadores que piratean desde que les sale a cuenta haciendo un cálculo muy ramplón y que difícilmente serían útiles sin elementos externos a los que carroñear (momento en que volverían a la pesca)) o la gente que vive en los vertederos de Manila (opuestos a la anarquía y con horarios de trabajo dickensianos).

La generación perdida

Tras el ruido viene el silencio.
La idea de generación perdida que tomo prestada de Hemingway para mi tiene dos vertientes:
  • Los que ya no están: podemos entender por generación perdida al fenómeno que consiste en que el colapso se traga a las capas más productivas de la sociedad precedente y empleo "productivo" en un amplio sentido: hablo de los mejores soldados, artistas, intermediadores culturales, periodistas, sociólogos, ingenieros, etc. Los aristócratas del mundo post-industrial, la élite. Aquí me gustaría señalar el efecto de la Primera Guerra Mundial sobre los Junker alemanes o el genocidio comunista de los kulaks. La pérdida de la élite produce dramáticos cambios en los incentivos de las sociedades (una "democratización" para mal, una igualación por abajo: el triunfo del mediocre y del hombre pequeño. Secretamente en la serie "Colony" este es uno de los temas principales y se explica muy bien).
  • Los que sobreviven: quienes sobreviven al colapso son una generación perdida en el sentido de que carecen de rumbo. Es irremediable un periodo de transición hasta que surja una nueva sociedad que produzca sus propias élites que dirijan al cuerpo social y creen comunidad. ¿Dónde esta el problema? Que en este escenario en muy poco tiempo y de forma sorprendentemente sencilla pequeños dictadorzuelos parecen tener sus objetivos muy claros y su posición muy asegurada, sin casi competencia por el poder.
Altruismo

Es común en este escenario observar una competencia darwinista por los recursos en una especie de animalización del hombre pero por lo que sabemos de los colapsos locales esta es solo la mitad de la historia. Los actos de altruismo son comunes en las sociedades humanas y especialmente importantes en situaciones de desesperación y tragedia: es frecuente ver actos de orden espontáneo y ayuda mutua.

En muchas sociedades humanas los mecanismos de ayuda al desconocido son habituales: casi toda sociedad nómada tiene algún tipo de norma moral que exige la ayuda al desconocido. Las sociedades de pescadores, enfrentadas al impuesto vital del mar, suelen rescatar y acoger al desconocido. En general cuanto más en el filo de la navaja vive una comunidad humana más normas morales de altruismo espontáneo desarrolla pero esto por alguna razón no lo vemos en escenarios post-apocalípticos.

Estasis

La detención de todo tipo de progreso humano en normas, técnicas y costumbres crea sociedades en estasis que son sencillas de manejar para el autor pero no tienen mucho sentido. Es difícil encontrar ejemplos de estasis en la historia: como mucho tribus de cazadores-recolectores en África o algún grupo de esquimales, así como tribus prehistóricas en Nueva Guinea. Esto no es ni de lejos lo común y habiendo un pasado de tecnología y conocimiento acumulado es todavía más impensable que se produzca la estasis en el escenario que discutimos.

Y aquí retomo mi queja sobre la imitación bastarda de lo altomedieval: la Europa que va del año 500 al año 1000 es un mundo en constante cambio en el que hay pequeños reyes mezquinos pero también repúblicas urbanas, donde hay parlamentos estamentales, existe el inmenso contrapoder eclesiástico, se crean obras arquitectónicas y de ingeniería más avanzadas que las romanas y donde las amenazas son paulatinamente aminoradas por superioridad militar (repulsión de musulmanes en España e Italia) o por medios no militares (incorporación de norteños, sajones y eslavos orientales a la cristiandad).

Idea de progreso

Más fácil de construir de lo que la gente supone.
Si me quejo de la estasis es porque echo de menos que se muestre el progreso, la evolución, el cambio. Es muy raro que una obra post-apocalíptica enseñe la evolución a la que sus personajes se ven obligados. Por ejemplo: si mágicamente toda tecnología eléctrica no funciona, no entiendo cómo no se desarrolla tecnología basada en el vapor y en los principios de la mecánica.

Conozco un contraargumento fuerte a esta idea: las minas de carbón y metal más sencillas de explotar están agotadas y con medios del siglo XIX es realmente complicado explotar las minas actuales que trabajamos gracias a nuestra tecnología actual. Aún así hay cosas que pueden construirse en casi todas partes como molinos de agua y viento y no olvidemos que en este escenario existe menos población con lo que las necesidades energéticas son mucho menores que las actuales.

Los derechos de la mujer

Los cambios que no se ven son los más difíciles de enseñar. Durante toda la historia hubo mujeres en posiciones de poder: desde las reinas chinas de la piratería hasta las abadesas del Sacro Imperio pasando por emperatrices y regentes. El caso es que en general no hubo una igualdad de derechos hasta la Primera Guerra Mundial en la que la mujer se hizo fundamental en la retaguardia para mantener la economía industrial en funcionamiento mientras los chavales eran descuartizados en el frente.

En un nuevo mundo preindustrial no sería raro que la mujer no tuviera la misma consideración o derechos que en nuestra época precisamente debido al cambio tecnológico. Así, si bien cosas como el nacionalismo o el racismo no tendrían sentido, la misoginia podría tener alguno ya que el valor individual de cada persona podría basarse en la capacidad física y el aporte particular que se pueda ofrecer a la comunidad. Creo que este punto es debatible ya que no hablamos de una nueva edad media sino de un nuevo mundo donde hubo un pasado tecnológico. ¿Qué normas morales se podrían conservar y aportar utilidad en este nuevo mundo? Al menos mi sugerencia es que se explore la posibilidad de la misoginia con las salvedades expresadas antes (básicamente la negación de la estasis).



martes, 19 de junio de 2018

La era de los gobiernos WYSIWYG

Cuando en los dibujos animados todavía se podía maltratar animales a veces uno de esos monstruos antropoformes tragaba algo muy grande y la piel se le estiraba marcando la forma del objeto tragado. Retengan ustedes esa imagen en sus cabezas porque esa es la forma en la que el Partido Popular perdió el gobierno de España el primero de junio del corriente.


Fueron avisados por activa y por pasiva, una y otra vez, insistentemente, desde la legítima posición traidorzuela de sus adversarios políticos hasta desde las filas de sus correligionarios más independientes, por los que quieren agradar y por los que no. Todos les avisaron excepto los chupatintas, los paniaguados y los agradecidos, es decir, la gente menos confiable que o bien está en el partido o está en su órbita. Efecto caja de resonancia.

El PP tenía que pagar políticamente por la corrupción. No, las medidas normativas contra la corrupción no me valen porque fueron medidas dictadas desde Bruselas como parte de la respuesta a la crisis económica. Por mucho que aquí se hayan vendido como preocupación por la corrupción en realidad no fueron eso. En ese partido se ha repetido aquello de "tal o cual caso no definen a todo el partido", confundiendo alegremente responsabilidad penal y política. Oigan, es que han sido un caso aquí, otro allí, otro más allá y así docenas y docenas de casos de corrupción. ¿Cómo no iban a recibir una torta?

Lo trágico (para ellos, acaso tengan sangre en sus venas) es que pudieron haber asumido el coste político de la corrupción mucho antes, realizar una voladura controlada, controlar los tiempos, estimar las bajas y prever las consecuencias. Pero no. Henchidos siguieron adelante esquivando las balas, convencidos de que la soberana estupidez de sus adversarios políticos les hacía invulnerables. Puede que la estimación de la oposición fuera correcta pero entonces fallaron al estimar su propia fuerza. En el momento en que condenan a su ex-tesorero con una sentencia que da por probada una contabilidad paralela y las encuestas muestran un voto de sustitución con el partido Ciudadanos saltan las alarmas pero ya es tarde.

Antes se lo merecían y ahora se lo merecen doblemente por burros.


Así, desde las tinieblas de la irrelevancia aparece el PSOE que ha destacado en esta legislatura pasada por no existir y presenta una obligada moción de censura que gana por cuatro votos sumando a todos los que no pueden ni ver al PP, entre los que se encuentra lo peor del populismo xenófobo europeo y los que organizan homenajes a asesinos. Ah, pero resulta que esta no es una moción de censura instrumental sino una que, ya ganada, se anuncia como un cambio de gobierno con intención de agotar lo que queda de legislatura.

Con el gobierno más débil de nuestra historia democrática observaremos año y medio de campaña electoral para dar a conocer al candidato, comprar favores y plumillas y tomar medidas propagandísticas de consumo interno. De momento ya tenemos un ministro dimitido en menos de una semana, publirreportajes en la televisión pública, cambio editorial en Lo País y chotis con la momia de Franco. Esta será la tónica, presentar leyes ya es otro cantar que el PSOE dejará a los adultos cuando dentro de año y medio las aguas vuelvan a su cauce.

El caso es si nos podemos permitir este interludio cuando lo cierto es que para varios temas graves ya estamos en tiempo de descuento. Véase la despoblación y sus efectos en el sistema de pensiones, la inmigración ilegal y sus efectos en las tensiones políticas europeas, el decreciente aumento de la productividad en todo el primer mundo que ya no se puede ocultar y la debilidad frente al pensamiento mágico que ayuda a emponzoñar el resto de temas. Y ciñéndonos a nuestras fronteras los dos grandes asuntos que tienen que ver con el mercado laboral y la política territorial. Mucho me temo que con 84 diputados todo lo que le queda al gobierno es salir mucho en la tele y hacer como que gobierna. Aunque tratándose de un gobierno del PSOE tal vez hasta sea una bendición, ya que así no rompen nada.

Y también creo que Cartago debe ser destruida. Vale.


lunes, 28 de mayo de 2018

Nuestra seguridad y nuestra salud dependen de unos tíos que se mueven por sobornos

Lo que ha cambiado es que un tribunal ha puesto negro sobre blanco que el PP opera desde su nacimiento con una contabilidad paralela fraudulenta con la que se lucra. Por muchas piruetas que den y por mucho hierro que quiten es algo realmente grave. Igualmente es grave que no haya ni un solo movimiento en ese partido para tapar la alcantarilla por la que desborda plasma fecal. Mientras esperamos la resolución judicial de otras causas del caso Gürtel lo ideal sería ver una mínima voluntad de mostrar un poco de decencia por parte de ese partido. Pero no. Como quien oye llover.

Y los altos cargos del PP están muy tranquilos anotando en libretas amarillas de Barcelona'92 el último pago especial (guiño, guiño) de Villar Mir porque se saben políticamente invulnerables debido a que su situación no consideran que dependa de ellos sino de los demás: otros grupos políticos están bloqueados por los resultados de las elecciones de hace dos años y por tener intereses discordantes. En el PP respiran gracias a esto, añadiendo otra muesca a su falta de responsabilidad.

Oigan, ustedes no dependen de los demás para limpiar su porquería. Que no pueda haber un gobierno alternativo porque los racistas catalanes no pueden ser tenidos en cuenta y porque los aliados del narcoterrorismo que está matando de hambre a Venezuela están autoinhabilitados para ser tomados en serio no es motivo para dormir tranquilos.

Proclama ser el partido de la responsabilidad, la estabilidad y la credibilidad esta banda de mangones. ¿Dónde está la responsabilidad cuando tienes tu casa llena de porquería la que como nadie viene a limpiar tú no la limpias? ¿Qué estabilidad obtiene un país pendiente del próximo exministro del PP saliendo esposado por robar? ¿De qué credibilidad hablan cuando la conclusión a la que llega el público es que se trata de una organización que se mueve por sobornos?


Estabilidad, credibilidad, sentido común, seriedad. ¿Y si mañana el soborno en lugar de venir de Villar Mir viene del Kremlin? ¿Y si en lugar de cobrar comisiones por adjudicar parques eólicos se le ocurre a uno de estos chorizos empezar a cobrarlas de alguna farmacéutica china? Nuestra seguridad y nuestra salud dependen de unos tíos a los que les enseñas un billete y se abalanzan.

Y el presidente del Gobierno explicando en la tele la irresponsabilidad del PSOE por plantear una moción de censura que ha hecho subir la prima de riesgo.

Prima de riesgo, ya. Menuda banda.

Es que nadie dentro del propio PP se levanta. Y quien lo hace es visto como rara avis, casi como con un comportamiento traicionero.

Oh, sí, esto no puede acabar sin hablar del PSOE y su plan maestro de ganar en los despachos lo que no puede ganar en el campo. Como un equipo de segunda B. El caso es que a mí el PSOE me da igual. Es el PP el que está en entredicho y hablamos de la corrupción que afecta al PP y de su actual falta de sentido común, credibilidad y seriedad para gobernar el país.

Resulta lamentable cómo al tratar de este tema la conversación se extiende a cálculos partidistas, explicaciones del bloqueo político y especulaciones sobre los motivos de cada partido. Volvamos el foco a donde debe estar: la necesdad de crear un revulsivo en el PP y esto solamente se consigue con un castigo electoral ya que es el único lenguaje que entienden.

A elecciones y a sacarlos de ahí.

Que sí, que hay un montón de golpistas, racistas y comunistas dispuestos a robar de forma oficial y dispuestos a prenderle fuego a las cosas. Estoy de acuerdo pero cada día tiene su afán. Cada cosa a su momento. Sacar al PP va a tener costes, claro, como todo en esta vida. Calculemos también lo que nos cuesta no sacarlo.