miércoles, 30 de diciembre de 2015

Alianza impía y cordón sanitario

La costumbre o moda política española tiene dos características que la hacen rara avis entre los países de su entorno. No soy partidario del manido discurso de pintar una España diferente, pero he de reconocer que debido a nuestra construcción política e historia reciente sí existen dos asuntos que nos hacen un poco diferentes. En los últimos tiempos la gravedad de esto se ha reducido porque, en pocas palabras, la autonomía legislativa de un estado miembro de la UE es escasa, así que nuestra política interna cada vez tiene menos importancia.

La alianza impía

(Tomado de un blog sobre Premín de Iruña).
La primera cosa es que en España los movimientos disgregadores de la unidad nacional utilizan principalmente las referencias estéticas y sentimentales de lo que llamamos izquierda política. Lo que en la historia moderna de Europa se entiende como varias generaciones de movimientos nacionalistas que responden a contextos históricos concretos y definidos (fin del Antiguo Régimen, fin de los imperios centrales de Europa, proceso de descolonización de posguerra y lo que hay ahora que probablemente responda al proceso de construcción europea y a la desaparición de las fronteras) siempre se ha interpretado como la reclamación de las élites periféricas de sus privilegios perdidos (con el sabroso corolario de aquellos lugares donde si no hubo privilegio, se lo inventan, creando así un "pasado glorioso" a la medida).

La reclamación de privilegios de las élites y la búsqueda de la justificación política en un pasado inventado o adornado (por ejemplo, que un trozo de un país actual fuera la propiedad de un señor feudal en la Edad Media o que en los años 60 se pudiera caminar "tranquilamente" por la calle) es a la izquierda política —en cualquiera de sus acepciones, generaciones y facetas— lo que el binomio de Newton a mis zapatillas. Si por algo se ha caracterizado la izquierda política ininterrumpidamente desde su invención hace doscientos años es precisamente por la denuncia de los privilegios de vecindad, labor, renta o nacimiento. Estos privilegios "naturales" eran la base de lo que conocemos como Antiguo Régimen. A mediados del XIX, con el Antiguo Régimen cayendo a trozos, se establece una nueva centralidad y las coordenadas políticas cambian. La nueva izquierda pasará a categorizar a la sociedad política en distintas clases, pero sin recuperar nunca la demanda de privilegios "naturales" (al menos en teoría).

Que levante la mano quien tenga pérdidas de orina.
Pues bien, todavía hace falta explicar cómo es posible que en España lo que entendemos por izquierda —una etiqueta-coartada en la que cabe de todo— tenga más fácil aliarse con quienes reclaman privilegios "naturales" —como los reaccionarios de toda la vida— que con aquellos a los que el asunto de la disgregación les tira de un pie. Ya expliqué en su momento que el centralismo (unitarismo de la nación) es asunto central en la izquierda de todas partes, pero no está de más insistir en ello.

Creo que la cuestión se entiende mejor si se explica que la disgregación es un residuo reaccionario de los procesos de nacionalización de hace ciento cincuenta años. No es casualidad que en la historia del conflicto obrero de Estados Unidos y de la lucha por los derechos civiles, los agentes federales tuvieran el papel de hacer de freno frente al poder local del gobernador de turno. En España la primera ley que vagamente universaliza la educación tuvo que venir "impuesta desde Madrid" y la Guardia Cvil —otra cosa ajena a la costumbre provinciana— fue la que paulatinamente acabó con el bandolerismo en aquella España de guerras civiles entre liberales y reaccionarios.

Como aparece Mahoma hoy la izquierda censuraría esto.
El problema aparece al mismo tiempo que nuestra diferencia de horarios y nuestra alta tasa de vivienda en propiedad, es decir, con la guerra civil. En este conflicto se ve muy claramente cómo los principales movimientos nacionalistas que reclamaban privilegios perdidos frente a la modernidad, se arriman en todo momento al árbol que más sombra da: basta buscar quiénes financiaron a los militares golpistas y la facilidad con la que se adaptaron a la nueva situación una vez terminada la guerra. Ciertamente existían otros movimientos nacionalistas en aquella época que encontraron aliados en las filas comunistas por la coincidencia de querer derribar al "estado burgués". Esto no se entiende si se ignora que aquel estado burgués era la España republicana, culpable en todo caso de seguir siendo España. A este caldo le podemos espolvorear cierta tradición republicana que tiene que ver con la mala interpretación del federalismo que venía de América: así, nuestros primeros intentos republicanos por aprobar una cosa "federal" o cantonal —véase el Sexenio Democrático— que era y sigue siendo lo menos federal del mundo (el federalismo americano se fundamenta en el gobierno federal fuerte y la inexistencia de privilegios territoriales, que es lo contrario de lo que pasó y pasa aquí).

El cordón sanitario

La segunda cosa que nos hace diferentes y quería comentar se apunta en este artículo. El conocido como "cordón sanitario" que la mayoría de partidos políticos importantes le hacen al Partido Popular. Esa palometa constante a un partido político que ha gobernado varias veces este país y que gobierna la mayoría de sus administraciones. Un ostracismo impostado que se queda a medio gas pues en ocasiones por motivos de avidez de poder inmediata ni PSOE ni IU han tenido reparos en buscar su apoyo. Un apoyo que por cierto el PP no rechaza (el ostracismo no existe en la otra dirección).

Entrevista en ElMundo a Agarzón (4-V-15). «Yo soy partidario de las mesas porque creo en las mesas» (la entrevistadora tampoco estuvo fina).
Esta marginación se plasma en el sorprendente y vergonzoso hecho de que a algunos partidos les baste llevar en su programa electoral la frase "que no gobierne el PP", arrebatando así al ciudadano su derecho a que exista un debate informado sobre las cuestiones que afectan a la vida pública y a la marcha del país y sus instituciones en general. Este "hurto del debate" con la excusa del ostracismo al PP es una cuestión que yo considero que afecta negativamente a la calidad de nuestra vida institucional: mientras un barón socialista random dice "que no gobierne el PP" y le sacan fotos, los ciudadanos no sabemos cuál es la alternativa política o qué pruebas tenemos de la honradez de la alternativa. La fe, supongo. La fe mueve montañas.

La antidemocrática respetabilidad de este "cordón sanitario" tiene derivadas que se dejan notar en los medios de comunicación. Así, se aceptan con normalidad las notas de humor que en prensa y televisión dedican a miembros del PP. Cosas que serían inaceptables aplicarlas a miembros de otros partidos o de otras profesiones se pueden aplicar a miembros del PP bajo la excusa de la aceptación de este ostracismo público: meterse con defectos físicos (como pueden ser defectos en el habla), reírse de atentados terroristas sufridos (como el atentado que sufrió el ex-presidente Aznar), hacer chistes sobre accidentes fortuitos (como aquel aparatoso accidente de helicóptero) y dedicar hasta espacios fijos al PP en programas diarios de entretenimiento mostrando cualquier comentario de cualquier concejal de pueblo como un asunto de gran importancia que por sinécdoque se extiende a todos los miembros de ese partido.

"We do hate race mixing". Peñistas del Athletic de Bilbao.
Lo paradójico del caso es que el cordón sanitario en política es un instrumento que tiene sentido cuando el afectado es alguien que se quiere cargar el sistema democrático. Así los socialistas franceses pidiendo el voto para los conservadores en segunda vuelta para impedir a los populistas ganar poder o aquella ley de partidos que en España logró durante un tiempo que los altavoces políticos de un grupo terrorista accedieran a las instituciones. Aplicar un cordón sanitario al PP está enviando el mensaje de que el PP es un partido "ajeno" al sistema, extremista, cuando por inercia política y arquitectura institucional el PP es un partido básicamente moderado en las cuestiones cuantitativas y temeroso en las cualitativas.

Reformas higiénicas

Hace mucho que no pasáis por Lugo.
Me sumo como otros muchos a la idea de que nuestra vida pública mejoraría con ciertas reformas: la despolitización de la justicia, la revisión de los mecanismos de concesión de obra pública, la autonomía educativa, etc. A estas reformas, que son comunes encontrarlas de vez en cuando en el debate público, hay que empezar a sumar estas dos particularidades de nuestro sistema político: hay que empezar a dejar de catalogar de izquierda a quienes aceptan principios reaccionarios y defienden los privilegios "naturales" o de cuna y hay que rechazar a quienes impiden el normal funcionamiento de las instituciones con cordones sanitarios a partidos que defienden el sistema.

Desterrar estos dos vicios de nuestra vida pública no impedirá que izquierdas y reaccionarios puedan pactar donde les venga en gana y que continúen existiendo motivos de peso (motivos políticos, no de fe) para no llegar a acuerdos con el PP. Pero al menos las razones para hacer estas cosas tendrán más sentido para los adultos, escaso grupo de electores en los que algún día habrá que pensar.


domingo, 27 de diciembre de 2015

De la ridícula historia de Inglaterra XI

El siglo XVIII, llamado Siglo de las Luces o de la Ilustración, comienza el 25 de abril de 1707 en los campos de Almansa. Todo el conflicto europeo que se alargará hasta desembocar en el periodo revolucionario es consecuencia de la Guerra de Sucesión Española que con la victoria borbónica establecerá los llamados Pactos de Familia entre el Reino de Francia y la Monarquía Hispánica.

Solamente una semana después de su espectacular derrota en la batalla de Almansa (apenas sus aliados portugueses opusieron una resistencia honorable cuando los casacas rojas comenzaban a huir como niñas) se aprueba el Acta de Unión que crea el Reino de Gran Bretaña. Los ingleses, aliados puntuales de los Habsburgo en esa guerra, dejarán de ver al continente como parte de sus intereses estratégicos y se dedicarán a explotar lo que les funcionaba mejor: el comercio internacional de esclavos y productos de lujo. Era comprensible: los ejércitos franceses no tenían rival en el continente una vez que Francia selló la alianza con España.

Toda la política expansiva inglesa que llega hasta los procesos de descolonización del siglo XX comienza en Almansa y curiosamente en aquella batalla el ejército borbónico estaba dirgido por un inglés, el duque de Berwick, célebre mercenario que tiene muchas aventuras de matar gente a cambio de dinero.

Tratados de Paz


Hacia el final de la Guerra de Sucesión Española, con todo el pescado vendido, se van firmando sucesivos tratados de paz entre las potencias europeas. El Tratado de Utretch de Paz y Amistad entre el reino de Gran Bretaña y España garantiza a los ingleses que Felipe V no reclamará el trono de Francia y que estos dos países no se unirán en una unión personal y además establece la paz cristiana universal (una idea que décadas después Manuel Kant desarrollará en su ensayo sobre la paz perpetua). El Tratado de Utretch de Paz y Amistad entre Gran Bretaña y Francia cede las posesiones italianas y de los Países Bajos Españoles a la casa de Habsbrgo y establece ciertas compensaciones territoriales así como la garantía del monopolio del comercio de esclavos para los ingleses.

Estos tratados de paz les confirmaron a las potencias europeas que Inglaterra no tenía honor ya que se había unido a una guerra en ayuda de los austríacos y firmaron la paz por separado. El emperador austríaco tuvo que firmar varios tratados de paz por separado y renunciar a sus pretensiones sobre la Monarquía Hispánica. La segunda década del XVIII ve nacer, por tanto, la hoy secular ojeriza entre la Europa continental y los ingleses.


Pero hay más. La Guerra de Sucesión Española de la que huyen los ingleses es causa directa del primer gran crack económico de la historia inglesa. Los ingleses habían fundado la Compañía comercial de los Mares del Sur como una entidad con privilegio real en la que cualquiera podía participar comprando acciones. Esta compañía asumió la deuda pública inglesa en el trascurso de la guerra contra España a condición de obtener el monopolio comercial con las plazas españolas en América. Millones de ingleses invirtieron millones de libras en esta empresa. Los mecanismos financieros modernos todavía no estaban muy pulidos así que muchos compraban acciones con el aval de poseer otras acciones. Cosas.

El caso es que la paz con España sólo permitió el monopolio comercial con el comercio de esclavos. Los beneficios de este comercio no pudieron cubrir las deudas asumidas y muchos ingleses acabaron con su patrimonio reducido a un montón de papelitos sin valor. El estallido de esta burbuja se compara con la crisis holandesa de los tulipanes (cosas del paleocapitalismo protestante). Una vez que los ingleses aprendieron que no pìntaban mucho en América (y sobre todo después de la Revolución Americana), emprenderían el camino de la India donde se apalancaron durante cien años de persecución, lágrimas y muerte.

Hanoverianos


Al poco de firmar la paz con el resto del mundo la reina Ana muere (1714) y por la Ley de Sucesión inglesa de 1701 sus docenas de posibles sucesores católicos son ignorados hasta encontrar al primer sucesor protestante. La lotería le toca al elector de Hanover, de 54 años, que reinará con el nombre de Jorge I. Esta carambola decide la sucesión inglesa en el trono hasta nuestros días: básicamente príncipes alemanes con dos guerras mundiales contra los alemanes por el medio, asunto que no deja de tener su gracia.

Los dos partidos políticos que empiezan a tomar forma por esta época no son completamente estúpidos y tratarán de ir a más con los cambios políticos que habían comenzado desde el final de la Guerra Civil. Un fuerte Parlamento frente al poder arbitrario de reyes que no son completamente fiables será el tratamiento a seguir (es más, a partir de esta época ya existen datos electorales ingleses al estilo de los que estamos acostumbrados en la Edad de la Ideaca, la de nuestros días).

Tener reyes extranjeros aumenta el poder del Parlamento, pero hay otra consecuencia más importante: un fuerte Parlamento a su vez evita las veleidades revolucionarias de fin de siglo. Cosas que hay que ir apuntando.

«No sé quién es Isabel de Farnesio, pero si hay que machacar ingleses me apunto».
Jorge I, como rey inglés y príncipe alemán, no duda en ponerse de parte del emperador Carlos VI cuando al rey de España le apetece recuperar las viejas posesiones españolas en Italia. Es una movida que muy poco tiempo después de la Guerra de Sucesión Española, España le declare la guerra al Sacro Imperio, Francia, Gran Bretaña, Saboya y Portugal. Los españoles desembarcan en Escocia y activan sus contactos con los clanes de las Highlands y los jacobitas. La empresa no tiene éxito pero esto no es razón para que no exista ninguna película sobre el asunto.

La muerte de Jorge I lleva a su hijo Jorge II al trono. Otro rey alemán que estará más pendiente de la política imperial que de los asuntos británicos, ya en manos de la política parlamentaria interna. Durante su reinado tiene lugar la última batalla campal en suelo inglés, la batalla de Clifton Moor (1745) que enfrenta a los realistas con las tropas del pretendiente jacobita, católicos, escoceses y demás gente que no estaba muy contenta con el curso de las cosas.

A Jorge II le sucede su nieto Jorge III, un rey que ya nace en Inglaterra y que es famoso porque los estadounidenses ganaron la Segunda Guerra Mundial.

Revolución Americana


Se le da muchísima importancia a la Guerra de Independencia de los Estados Unidos y se suele vender como un conflicto épico. Como ésta es una historia de Inglaterra y no de los Estados Unidos no profundizaré en el asunto.

Para hablar de la independencia de las Trece Colonias hay que hablar de la formación de Prusia, de su conflicto con Austria por el control de Silesia y de cómo la Guerra de los Siete años arruina a Francia y obliga al Reino Unido a exprimir a impuestos a su población colonial.

Mosquete Charleville, causa y solución de las guerras de fin de siglo.
Para poner las cosas en perspectiva y restar épica al conflicto, hay que conocer que la mayor parte de la riqueza colonial británica provenía del Caribe (de las islas que les fueron quitando a los franceses durante todo el siglo anterior). En las Trece Colonias había una gran población que se dedicaba a tratar con esclavos y a producir de la tierra. Muchos de estos súbditos descendían de sectas expulsadas por la Madre Patria. Los conflictos internos eran comunes y hay que recordar que las primeras rebeliones en las colonias las ganaron los defensores de la corona y la Iglesia de Inglaterra. A todo esto hay que sumar la ojeriza por los ingleses de las naciones indias del norte y el este y la poca simpatía que los ingleses despertaban en España y Francia.

Al comienzo del conflicto vivían en las Trece Colonias aproximadamente un millón y medio de personas a los que hay que sumar cerca de medio millón de esclavos. Esta población se repartía por aproximadamente un millón de kilómetros cuadrados (dos veces la España peninsular). La guarnición inglesa en tiempos de paz era de unos 10.000 soldados.


Esta guerra de independencia es un mito fundacional como otros tantos. El sentimentalismo, el nacionalismo y el uso florido de la exageración y la mentira son habituales en estos casos. Sobre aquello de que todos los americanos estaban en contra de los ingleses y que ganaron la guerra practicando la guerra de guerrillas y la genialidad de Jorge Washington no hay mucho que comentar. Este relato florido y los hechos históricos están a años luz.

Ciertamente había muchos más milicianos por la independencia que tropas británicas. Pero no hay que olvidar que una cantidad similar de leales a la corona eran un mayor problema que las tropas británicas. La bella prosa legal que las asambleas de los estados van aprobando con bonita caligrafgía incluye sin excepción requerimientos de lealtad. Gran cantidad de colonos se negaban a jurar lealtad por los levantados y las nuevas leyes permitían a los independentistas no pagarles las deudas, expropiar su patrimonio y expulsarlos de la vida pública. Hay una historia poco estudiada sobre las decenas de miles de colonos americanos que tuvieron que sufrir el destierro tras la guerra.


También hay que decir que sin la flota francesa y sin que los españoles abrieran un frente de tierra por el sur los revolucionarios habrían perdido con toda seguridad. El 90% de la pólvora, los uniformes, las botas, la inteligencia y los repuestos fueron aportados por Francia y España. Esta fue una guerra ganada por desgaste y logística (como todas las guerras, por otra parte). Los ingleses no perdieron demasiado (no eran sus colonias más importantes, aunque hablamos de una época donde todavía se valoraba el honor) y la aparición de un nuevo país en Norteamérica no tuvo mayor importancia para nadie en aquel momento.

Lo importante viene después. Toda guerra es la antesala de la siguiente guerra. Las ideas de la Ilustración, los impuestos de guerra, la bancarrota francesa y la experiencia democrática incendiarán la Francia de la siguiente década. Los fuegos artificiales prenderán en la campiña inglesa, cosa que trataremos en el siguiente capítulo.


miércoles, 23 de diciembre de 2015

Ojalá volvamos a votar en tres meses

Yo entiendo que hay argumentos razonables para defender una gran coalición. No sólo existe mucha experiencia en España de gobiernos de coalición, sino que además en nuestra principal fuente de legislación —el Parlamento Europeo— los votos coincidentes de nuestros grandes partidos son la norma, no la excepción.


Si se cruza los Pirineos y se va hacia la medrosa y pusilánime Francia e incluso más allá, hacia las tierras donde el Sol es oscuro como las almas de los herejes que contempla, los gobiernos nacionales de coalición son también la norma. Y no hablo de gobiernos de varios partidos pero de la misma familia política, sino de gobiernos de partidos de diferente familia política.

Por alguna razón desconocida esa gente no se tira los trastos a la cabeza (o sí lo hace, pero no trasciende). Básicamente los sistemas de partidos de nuestros vecinos están formados por cuatro bloques políticos (que a su vez tienen su reflejo en el Parlamento Europeo): los cristiano-demócratas o conservadores, los socialdemócratas o laboristas, los reformistas o liberal-demócratas y los ecologistas o retardocomunistas. Hay que notar que la mayoría de los países europeos son un puñado de ciudades y las casitas que hay en el medio, pero los países normales también tienen gobiernos de coalición. Estos gobiernos los encontramos en países que son de mayoría católica y de mayoría protestante. No hay por lo tanto un criterio claro para decir dónde se dan estos gobiernos y dónde no.

Somero e impreciso repaso:
  • Austria: gobiernan en coalición el Partido Popular y el Partido Socialdemócrata. Pese a que la anterior coalición de estos partidos sacó menos votos en las precedentes elecciones, los dos se comprometieron a no dejar gobernar a los populistas (Alianza para el Futuro y Partido de la Libertad). Y como no sumaban para gobernar ninguno en solitario, lo hacen juntos. 
  • Bélgica: políticamente Bélgica no es un ejemplo válido para nadie, nunca. En 2010 votaron y en su congreso aparecieron 11 partidos, ninguno con más del 20% de los votos y estuvieron casi dos años negociando la formación del gobierno (no hay plazos como en España). Ahora les gobierna una sopa de siglas en las que predominan los flamencos de centro derecha, quedando los valones de izquierda como oposición (estas no son barreras estrictas).
  • Bulgaria: gobiernan dos partidos de centro derecha y un nuevo partido de izquierdas escindido de los socialistas. O al menos eso creen los búlgaros.
  • Croacia: hace poco hubo elecciones. Hay dos coaliciones (derecha e izquierda) y un tercer partido de centro que ha decidido no apoyar a nadie "hasta que vea reformas".
  • Chipre: después de que la crisis bancaria se llevara por delante al anterior gobierno comunista, ahora gobierna una coalición de dos partidos de centro derecha.
  • Chequia: gobiernan socialdemócratas (dos partidos), populares y liberales.
  • Dinamarca: en este reino sorprendentemente gobiernan en minoría los liberales (los gobiernos solían ser de coalición), con el apoyo puntual de los partidos de centro derecha de la Cámara.
  • Estonia: gobiernan juntos socialdemócratas y liberales.
  • Finlandia: en la horrible Finlandia gobiernan juntos la derecha, los liberales y los populistas.
  • Francia: en el consejo de ministros tenemos a los socialistas y algún miembro del Partido de la Izquierda Radical, que si lo dices en francés parece que estás vendiendo una colonia.
  • Alemania: la CDU (CDS) y el SPD.
  • Grecia: comunistas y extrema derecha.
  • Irlanda: coalición de centro derecha y laboristas.
  • Italia: el que más sale en las fotos es el Partido Democrático (socialdemócratas), pero en el gobierno participan ochocientos tíos de 3.000 partidos diferentes. Italia mola.
  • Letonia: en 2009 una turba estuvo a punto de prenderle fuego al Parlamento, después de eso se formó una coalición de cinco partidos en el que encontramos desde ecologistas hasta populares pasando por nacionalistas.
  • Lituania: laboristas y extrema derecha.
  • Luxemburgo: ecologistas, liberales y laboristas.
  • Holanda: liberales y laboristas.
  • Polonia: dos partidos de centro derecha.
  • Portugal: gobiernan los socialistas con el apoyo de dos coaliciones comunistas.
  • Rumanía: creo que en el gobierno están todos los partidos con representación en la cámara. No estoy seguro. No importa.
  • Eslovenia: socialdemócratas, liberales y el partido de los pensionistas (?).
  • Suecia: creo que gobierna el tercer partido en votos y necesita el apoyo de socialistas y ecologistas.
(Se nota que según avanza la lista me voy cansando).


¿Ventajas de una gran coalición en España? Se me ocurren varias: estabilidad de los votos en las cámaras, legislación que saldrá con mayor respaldo multipartidista (actualmente hay cosas que votó el PSOE con el PP y que ahora quiere derogar el PSOE), mensaje de normalidad institucional al exterior (ya que esto es lo más normal para los seres exteriores), un relajamiento del tono en el debate público y la reforzada legitimidad con la que se podrían aprobar las reformas más profundas que espera el sistema.

El caso es que las desventajas de algo así también hay que valorarlas: un gobierno de coalición mal diseñado dejaría la oposición en manos de un cualquiera, un gobierno de coalición suele perjudicar electoralmente al lesser partner, existiría la tentación de que los partidos no se quemaran en reformas importantes y por lo tanto se limitaran a una agenda legislativa poco ambiciosa, se crearía una sensación de enrocamiento ya que los principales partidos de esta coalición representan desequilibradamente a la población (prácticamente a todos los mayores de 60 y sólo a una pequeña parte del resto).

Nuevas elecciones


Yo antes de una gran coalición soy partidario de ir a nuevas elecciones. No sé por qué la gente bufa como los caballos cuando se habla de ir a nuevas elecciones. Las elecciones no son un hastío ni una incomodidad, sino el mecanismo con el que resolvemos estos entuertos. Sé que muchos pensarán que unas nuevas elecciones no van a desenrocar la situación pero yo no lo tengo tan claro. Sí coincido con aquellos que piensan que pueden reforzar a los populistas, pero ya hemos visto de quiénes dependen estos populistas y para quiénes trabajan en realidad. Solamente dos meses después de las elecciones de diciembre, el escenario político y la información disponible ya será diferente.

Cada vez que los buenos decimos que tenemos miedo a unas elecciones, estamos diciendo que los malos no lo tienen. Pero las elecciones son lo nuestro, son lo que nos gusta a quienes entendemos que el vecino pueda tener una opinión diferente. Quienes no entienden esto sólo buscan ganar unas elecciones para que esas sean las últimas elecciones. Somos mejores que esos, y lo que es más importante: somos muchos más.

Reconozco que mi posición puede estar motivada en parte por un desconocimiento del riesgo que sí se encuentra en gente de más experiencia, pero la audacia no debe ser patrimonio de unos pocos. La prudencia es muy buena consejera pero también puede ser paralizante. Como decía Paracelso, el veneno está en la dosis.

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lunes, 21 de diciembre de 2015

20D: la presión crea diamantes

Menudo cristo habéis armado en estas elecciones. Con lo fácil que era salir de misa, votar a los de siempre y luego ir al bar a tomar el vermú y la tapa de callos. Pero no, había que ser original y hacerse el interesante. Pues muy bien. Viva lo moderno. Ahí lo tenéis. Nos van a acabar gobernando por correo. Los marcianos.


En un país como España en el que la socialdemocracia es una imposibilidad empírica y en consecuencia la respuesta a la socialdemocracia se diluye en una gris posición tecnócrata, finalmente se ve que la manida diferencia izquierda-derecha deja paso a otras líneas de frente político más caracterizadas por la zanja generacional y la idea de la soberania nacional. Unas coordenadas políticas diferentes, ya no heredadas de la caída del muro ni de la posguerra europea y en las que el liberalismo, a mi humilde entender y viendo lo que hacen en otros países, se tiene que posicionar en el replanteamiento del Estado del Bienestar y en la descentralización política. Son nuevos espacios, nuevas coordenadas que nos suenan a chino pero que de algún modo han estado latentes en los últimos años: la posición liberal en España pasa por defender la soberanía nacional dejando sin excusas a los nacionalistas y por adaptar el sistema de Seguridad Social a la nueva realidad demográfica.

El partido con planteamientos liberales que mejores resultados ha obtenido, Ciudadanos, decidió utilizar la palara "centro" y no hacer hincapié en aquello que los caracterizaba: una posición de absoluto rechazo a los reaccionarios. Por su parte, los reaccionarios nacionalistas están diluídos en una sopa de siglas tercermundistas y pseudocomunistas detrás de un programa que causa orgasmos democráticos a la familia Le Pen.

Que alguien busque el registro de votaciones en el Parlamento Europeo. Cositas.
Este escenario es muy fácil de interpretar pensando en la demografía y las pensiones. Todos los partidos están en el mismo cuadrante de defensa de un modelo de pensiones que simplemente no se puede pagar si no se habla de abrir la mano a la inmigración o de convencer a nuestras parientas de ponerse a parir como conejas (sugerencia que no recomiendo plantear por la merecida colleja que provoca). La movida de la inmigración —de la que no se ha hablado nada en campaña— es un terreno por explotar en nuestra política (tanto a favor como en contra).

Pero menos cháchara y más ir al asunto.

Tengo una cosa que decir antes que nada. Esas caras largas que veo en la derecha son otra forma de comprar el discurso a los malos. Si un fulano en chancletas que apenas sabe concordar sujeto y predicado dice que ha ganado por sacar 70 escaños (40 de los cuales se los debe a chiflados con programas opuestos entre sí), puede venir a mi cuarto de baño con una cuchara sopera y comer lo que yo descomo. Esta es parte de una conversación más larga que tiene que ver con asumir el lenguaje de los malos.

Si los malos pierden —y pierden por mucho— pero tú empiezas a hablar como ellos, les estás regalando posiciones del campo de batalla. Esas cotas para la artillería son fundamentales pues dan ventaja táctica en las próximas refriegas. Uno no gana la guerra si regala posiciones al enemigo. Primera lección: los malos han perdido por mucho. Sus castillitos en el aire y sus discursitos tercermundistas se los pueden ir a contar a los ayatolás o a los bananeros.

De estos días que te levantas y tienes un día histórico.
Segunda lección —también sobre los malos— el PSOE no aprende de la derrota ni entiende que se acabó su idea del mundo en un mundo sin fronteras. La Soe sigue haciendo campaña "contra la derecha" que sólo existe en sus sueños. Sueños que datan de 1995. Ni siquiera hacen propósito de enmienda. Cuarta fuerza en la CAM y su candidato pretende seguir. Genio y figura. El partido chavista de los pijos por su parte se queda como cuarta fuerza política y vende como éxito quedar segundo donde se presentó como apoyo a los nacionalistas o tercero en algunas plazas. Es importante recordar que en Galicia o la Comunidad Valenciana los coletas no son los que lideran la coalición, sino que son una muletita.

Tras estas pinceladas vamos con un desglose de los partidos:

PP

—¿Otra vez almóndigas?
—Se dice «albóndigas».
—Se dice como yo quiera.
El partido de los pensionistas ha ganado las elecciones. Con más de un tercio del Congreso y la mayoría absoluta en el Senado tiene poder de veto sobre cualquier intento comunista de arrancar páginas de la Constitución, por no hablar de su capacidad para realizar un filibusterismo épico si nos gobiernan los colegas de los dictadores tercermundistas. Bien, el no hacer nada al PP se le da de lujo. La historia aquí es que lo más jugoso para su oposición es que forme un gobierno minoritario al que sea fácil lanzar piedras. Al PP le pueden dejar gobernar y eso es un regalo envenenado para el PP.

Creo que no resulta justo comparar estos resultados con los de las últimas elecciones de 2011 cuando el PSOE decidió prenderle fuego a las cosas y hacer misas negras y la gente salió huyendo despavorida hacia el PP. Habiendo gobernado durante la crisis resulta incluso sorprendente que apenas haya sido tocado: tiene más de siete millones de votantes repartidos por toda España y un número de escaños (123) bastante normal en términos históricos para un partido del turnismo. Se puede decir que al PP le pasa lo que a Nueva Democracia: pierde mucha más cuota de poder que apoyo electoral. El paso de oca austrohúngaro les sigue funcionando aunque no tienen ni ánimo ni iniciativa para la remontada. Son incapaces de poner de moda palabritas y discursitos y les acabarán por comer la tostada otros que sí sean capaces.

PSOE

El de la trompeta es Leguina. :)
Voy a pedir a John Oliver que haga un especial "How is this still a thing?" con el PSOE. Gente gris muy enfadada hablando de tapiporlas y batallitas que no le interesan a nadie. Para ser históricamente el principal partido del turnismo, sus 90 diputados son un fracaso. En número de votos sus 5,5 millones son un mal resultado pero no un absoluto desastre. La pérdida de importantes bastiones les ha abierto en canal desde el ombligo hasta la glotis y en lugar de cerrar la herida se han puesto a bailar la macarena, la alfombra está para tirarla y los invitados abandonan la sala. El PSOE va a cumplir una década sin nadie que lo dirija. No soy nadie para dar consejos al PSOE pero poner a un adulto en la Secretaría General y dejar la imbecilidad de "ganar a la derecha porque la derecha es una cosa mágica que es pecado" no les haría ningún mal.

Hay una cosa que el PSOE y la izquierda nacional (PCE) en general no aprenden de este país: no se puede estar colaborando con las fuerzas de la reacción por llevar la contraria al PP. Es mucho más lejano al PSOE un ERC o un BNG que un PP. Esto no lo entienden y mientras no lo entiendan su suelo de votos está en cero.

Ciudadanos

Esta era la idea.
Tres millones y medio de votos para el partido de mujeres a las que dan ganas de poner un pisito. Ciudadanos ha obtenido 90.000 votos más en Andalucía que en Cataluña. Cuando en 2008 UPyD se estrena en el Congreso, lo hace con un escaño y el 1,21% de los votos. Rivera saca 40 y casi el 14% de los votos. 3,5 millones de votos es el mejor estreno de un partido en el Congreso, si no me equivoco. Yo alabo que dijeran cosas en esta campaña que se alejaran de la hipocresía cotidiana e intentaran explicar su programa en lugar de limitarse a concursar en Gran Hermano. Pero lo mismo les digo eso que les digo que si la próxima vez vuelven a faltar al respeto a sus votantes con candidatos provinciales oligofrénicos les va a votar su prima.

Si una cuestión clave en Ciudadanos y en España es el tema territorial, no lo puedes dejar como algo secundario en una campaña electoral. Aquí tenemos a unos tíos que desfilan con antorchas y creen que los señores de Albacete son bajitos y vagos. Tienes a huevo saltar con cada bastardada pronazi que sueltan nuestros cerriles y te pones a hablar de ilusión. Ciudadanos tiene que plantearse desde ya qué quiere ser de mayor y no dejar en manos de paracaidistas su estructura territorial. La gente ve mucho a Rivera en la tele, sí, pero en su pueblo ve al fulano que se presenta por su partido y ese fulano es medio idiota. Hay un millón de personas en posición de votar a Ciudadanos pero no a ese medio idiota de su pueblo. Que se lo miren.

Pablemos

Nuevos diputados.
Algo más de tres millones de votos y 42 escaños (de los que uno es para Taniemos Punto no voy a entrar en Pablemos Punto). Un excelente resultado para los castrofascistas —aunque no tan bueno como el de C's—, que debería hacernos reflexionar sobre el tipo de país que tenemos. España es uno de los países más prósperos, seguros y libres del mundo y sin embargo hay millones de personas que creen que es gracioso tirarlo todo por la borda y experimentar con la miseria, el miedo y la violencia.

Por alguna extraña carambola de nuestro sistema político se permite a auténtica gentuza ascender "de porco a marrán", como decía Vicente Risco. Un partido político que tiene notable éxito en las ciudades de rentas más altas y que mejor han lidiado con la crisis. Son los privilegiados del sistema los que coquetean con un "voto rebelde" de jijí y jajá. Gente que yo me temo que no saben nada de historia (o demasiado de una historia apócrifa) y que creen que se puede jugar con un bate de béisbol en mitad de una cristalería. Sobre su campaña y su discurso no hay mucho que decir: referencias sentimentaloides, una idea adolescente del mundo, adanismo mágico impregnándolo todo, desprecio por el trabajo y opiniones ajenas. En fin, hace años que en algunos lugares ya conocemos a esta purrela. A estos no les doy ni una miajita de legitimidad mientras las grúas presidan el paisaje de Teherán ni mientras nuestros hermanos venezolanos tengan que vivir con ocho cerraduras en sus casas. Asco y desprecio.

En común Pablemos


Un millón de votos (no llega) y doce escaños (nueve de Barcelona) para la coalición que incluye a Ada Colau, ICV, las sandías, EUiA y el hijo de la Prudencia. Son reaccionarios que rechazan la soberanía nacional, pero lo hacen con la boquita pequeña y jugando a la confusión. Con las coñas, un grupo local es el quinto del Congreso. Parece que nuestros vecinos de Barcelona han encontrado la manera de trolear al resto de España.

Compromiso Pablemos Es el momento

Uy esas banderas.
Sí, parece un telegrama y no el nombre de una coalición. Gente que debe a Jordi Évole y al PP valenciano unas buenas cestas navideñas. En un sitio en el que el PSOE no existe y el PP se parece a una organización mafiosa, puedes sentarte a orillas del río a esperar que vengan tus votos sin hacer nada. Fue eso lo que hicieron y les salieron nueve escaños con los que en su vida soñarían si tuvieran enfrente a alguien que no se cagara en los pantalones.

ERC

Esta imagen fue muy fácil de encontrar.
Pasan de tres a nueve escaños con los que nos darán la vara gritando cosas como que no distinguen entre un zulú y un asturiano. Les sugiero que vayan uniformados con camisas pardas para completar el cromo.

Convergencia

Esta también es muy fácil. :)
Yo diría que a estos altramuces la jugada les ha salido regular tirando a mal. Pierden la mitad de votos y escaños respecto a las últimas elecciones. Cuarta fuerza política en Cataluña en número de votos y primera en número de sedes embargadas. Su suelo electoral está en cero escaños.

En Marea

Integralismo.
El mejor resultado del independentismo gallego. Esta coalición de Beiras, Izquierda Unida y como patita lejana los dos tíos que tiene Pablemos en Galicia (uno creo que trabaja en Ponferrada y se acerca los findes en el Alsa) saca seis escaños, condena al Bloque a las ollas de Pedro Botero y ahora se prepara para las acusaciones de "españolista" (por ir con IU a las elecciones) que le va a lanzar... el PP de Galicia. Hay elecciones autonómicas el año que viene y no descarto que esta pablémica coalición sea la primera en hacerse pedazos.

Pene Uve

A ver cuándo demonios abren el primer zoológico humano en Bilbao.
A lo suyo, bajan un poquito pero ganan un escaño. Seguirán los domingos por la tarde haciendo estudios frenológicos en los batzokis.

Unidad Popular Izquierda Unida Unidad Popular en Común

Yo no sé qué les pasa a los comunistas con los nombrecitos. Agarzón regresa a los resultados de Gaspar Llamazares o lo que es lo mismo, al rincón de llorar. No descarto que una coleta gigantesca acabe por hacer desaparecer a este partido.

ETA

Los doscientos mil fulanos que al paso de oca votan siempre a estos tíos desde los años 70 lo han vuelto a hacer. Eso sí, por el reparto y los traidores pierden representación en el Congreso, se quedan con dos diputados que siempre enviarán una cesta de Navidad al PP por —sorprendentemente— dejarles presentarse.

Coalición Canaria

En Canarias son cinco partidos los que obtienen escaños en estas elecciones. Los de CC se resienten al perder la mitad de votos y escaños (repite Ana Oramas). En esta comunidad ha sido mucho más perjudicado el PP.

¿Y ahora qué?


Pues después de Franco, las instituciones. Todos vemos en la prensa las posibilidades de coaliciones extrañas con las que periodistas sin escrúpulos intentan vender periódicos. El caso es que aquí no ha habido un empate, sino un ganador que es el PP y al que le faltan 53 escaños para investir un presidente. Es sabido que no obtendrá esos votos extra así que habrá que ir a una siguiente votación en la que las abstenciones pueden darle la presidencia.

También puede darse el caso de buscar el bloqueo permanente, jugar bien esa carta y acabar convocando nuevas elecciones. Esto le puede salir muy mal al PP o muy bien. O todo lo contrario. Lo que menos le interesa al PP es que unas nuevas elecciones generales coincidan con algunas de las autonómicas del próximo año.

Actuar bajo la máxima de ser recordados como en nuestro mejor momento.
Otra cosa más: si el PSOE pierde la iniciativa y el discurso de ser oposición la Coleta le come las bragas. Como decía Shakespeare en Ricardo III: cuando todo lo que te queda es morir, la forma de morir importa mucho. Esto que lo recuerden en Ferraz.

Otra más (y termino): el tío aquel que se presentaba por el PP y le pedían dimitir por cobrar comisiones se ha pasado la campaña en el Caribe, ha salido diputado y ahora no lo echa ni la Brunete. Genio y Figura. Así el PP no va a ningún lado. Claro que esto es poca cosa en comparación con la larga docena de proetarras que se han colado en el Congreso. Tema que habrá que tocar. Porque cuando esta gentuza se pone a hablar de derechos sociales mientras les tutean los reporteros de ciertas televisiones, yo me pregunto dónde quedan los derechos no ya sociales sino a la integridad física y a la vida de las víctimas del terrorismo.


martes, 15 de diciembre de 2015

Canto de cisne del turnismo

No se vende la piel del oso antes de cazarlo, pero inevitablemente y digan lo que digan las urnas en unos días, el mundo político español ha cambiado. Y en esto, nuevamente, el caso español no es distinto al de sus países homólogos. El gran problema político que viven los mejores países del mundo (exclusivo club del que forma parte España) es el gran problema que han vivido las sociedades políticas desde que algún sumerio las inventó allá por el año en que Jordi Hurtado hizo la primera comunión.

El PP.
Las formas políticas del poder están más vinculadas a las costumbres generacionales de lo que nos pensamos. Hay factores que nunca se tienen en cuenta en el debate político pero que sin embargo indican por dónde van a ir los tiros. Los grupos en el poder cortan lazos con la gente que gobiernan, desconectan, se perpetúan y al final entre gobernados y gobernantes aparece una brecha que solo sorprende a los gobernantes.

La Soe.
Esta zanja generacional que separa distintas esferas de experiencias vitales explica no sólo algunos cambios políticos a lo largo de la historia, sino hasta cosas tan prosaicas como las rachas de los equipos deportivos o los éxitos musicales. Sospecho que la mayor disonancia se produjo en la Crisis del Bronce, un hecho histórico al que si yo fuera un país de la UE le prestaría atención. Ok, no me desvío del tema.

Cara a cara


Aunque las encuestas llevan meses dando a cuatro partidos más o menos un empate, alguien tuvo la feliz idea de organizar un "cara a cara" entre los dos tipos más famosos de los dos partidos que hace cuatro años obtuvieron más representación en Cortes. Por la misma razón podían haber organizado un "cara a cara" entre los dos candidatos de las elecciones de 1996. Es un misterio para mí lo de organizar debates entre partidos que hicieron no sé qué hace cuatro años. Como si en estos cuatro años no hubiera cambiado nada. Me parece una actitud propia de aquellos que creen que cuatro años es poco tiempo. Y esto me lleva a hablar de la sensación del paso del tiempo.

¿Os acordáis de cuando teníais diez años? Para un niño de diez años, uno de nueve es muy pequeño y uno de diez es muy mayor. La diferencia percibida por la criatura es de un 10% de todo el tiempo que ha estado en el planeta Tierra. Sin embargo, para un señor de 100 años, a uno de 99 o de 101 lo considera de su edad (la diferencia percibida es de un 1% de su tiempo vital).


Esto lo podemos trasladar a los partidos turnistas. La desconexión apacible que sufre todo el que está en el poder es consecuencia de la confusion entre los conceptos "estar en el poder" y "ser el poder". Esto provoca aversión al cambio pues la sensación del paso del tiempo es diferente si uno es archiduque de una diputación provincial o antipapa de un cabildo insular. Por esto el turnismo organiza un debate —"como siempre se ha hecho"— y se sienta en el campo a ver crecer la hierba mientras los turcos escalan las otrora formidables murallas de Bizancio.

Crisis de la Segunda Restauración

Es muy tentador trazar paralelismos con otras épocas de cambio de la historia de España. El primero que se nos puede ocurrir, por una sencilla coincidencia de epígrafes, es el de la Primera Restauración. Se suele decir que la crisis de la Primera Restauración tiene que ver con los problemas que ésta no resuelve. Algunos resolvió, ojo, como el golpismo, que fue el principal problema político de antes de 1876, pero otros como el problema social, el de Marruecos o el de los nacionalismos acabaron por agotar a aquel sistema político.

La crisis de la Segunda Restauración —y sé que es arriesgado historiar el presente— tiene que ver con una crisis que desborda nuestras fronteras. Otros países europeos están sufriendo grandes cambios en sus sistemas políticos. Véanse los casos de Italia, Francia, Reino Unido o Grecia. Hay una serie de factores que explican en parte estos grandes cambios que, como se producen ahora mismo, no somos capaces de identificar.

Podemos hablar del invierno demográfico: como si de un mecanismo de seguridad termodinámico se tratara, nuestro éxito en alargar y mejorar la vida de la gente envejece nuestras sociedades. El cambio demográfico ya es irrefrenable a estas alturas de la partida y en todo caso sólo se puede aliviar con un influjo de sangre nueva. Esto nos lleva al segundo factor de cambio.

La prosperidad del mundo. Pese a la propaganda de los fraticelli el mundo está viendo desaparecer la miseria de forma acelerada. Esto hace que cada vez más personas estén en disposición de buscar mejores expectativas de vida fuera de su casa. Si nuestras sociedades están envejecidas y esta gente es joven, parece que los intereses de los dos coinciden. Pues va a ser que no. A nosotros no nos gustan sus costumbres aberrantes y a ellos no les gusta la condición de ciudadanos gamma. De momento lo negativo para ambas partes pesa más que lo positivo. El sentimiento tribal de todos contribuye a ello, claro. Mencionar a las tribus me lleva al siguiente factor.

El fin de las fronteras tradicionales. La interconexión de información y la interdependencia de capitales hace que el mundo sea cada vez un lugar más pacífico —"el comercio trae la paz" que diría aquel—. Sin embargo, la erosión de las fronteras causa un considerable trastorno para aquellos países cuyas sociedades y sistemas políticos son el resultado de décadas de prestar atención a esas fronteras. Pensad en Europa occidental: un conjunto de países cuyos sistemas políticos y económicos se basan en el llamado Estado del Bienestar para cuya existencia es imprescindible que haya fronteras. Hoy queremos en Europa Estado del Bienestar y globalización económica y, lo siento, las dos cosas no pueden ser. Este es el gran elefante en la sala que explica la crisis que atravesamos con el resto de Europa.

Sistema político de Europa occidental, dramatización.
En resumen, hemos percibido el paso del tiempo de forma distinta a la del resto del mundo. Y esto curiosamente es algo que además sólo nos pasa a nosotros: los países árabes desconocen el estado-nación, los países hispanoamericanos tienen todo a su favor para la integración continental, en África no hay países y Asia es un juego de esferas de co-prosperidad postcoloniales. Lo trágico de nuestra situación es que ante este nuevo mundo no tenemos nada en lo que basarnos. Como mucho la Crisis del Bronce, pero os recuerdo que aquel colapso sumió en la oscuridad al Mediterráneo oriental unos cuantos siglos. Eso sí, después aparecieron los conceptos de imperio y de religión organizada, básicos para las tardes de lluvia.

Vuelvo con el debate


Volviendo al debate entre los turnistas, quede aquí constancia de que ninguno de estos temas fue tocado por los participantes. Ahí dos señores se dedicaron a competir por quién cobraba menos —como si fuera algo bueno que nuestros representantes cobren menos que un directivo medio de una gran empresa—, por quién tenía más casos de corrupción —recordad que hay tramas en las que están metidos los dos turnistas: Enredadera, Pokemon, Campeón...— y por quién prometía gastar más dinero que no es suyo.

En fin, un debate de tarados que están en órbita. Con su pan se lo coman. Siento no poder analizar nada de lo que dijeron, pero es que no hay nada que analizar. Como mucho tiene cierto interés que inmediatamente después los amigos de la prensa dijeran quién ha ganado, como si un debate sin argumentos se pudiera ganar. Y esto tiene interés porque nos llevaría a una reflexión más amplia sobre el papel que los medios han desempeñado para defender al sistema turnista. Lo digo y lo vuelvo a repetir: el periódico sólo sirve para envolver el pescado.

La defensa del turnismo:

martes, 8 de diciembre de 2015

Imitación e innovación en la creación distópica

Toda disciplina artística tiene varias facetas, caras hacia las que aproximarnos. Si vamos al arte literario, yo mencionaría dos modos principales: imitar lo que ya está hecho o innovar. Los dos modos de creación no solamente es que sean legítimos sino que han mostrado su validez y su popularidad en varias ocasiones (no hablo de "éxito" porque cuando se crea, el éxito depende del observador).


Acercando todavía más el zoom, en las historias distópicas dentro de la ciencia ficción, hallamos igualmente estas dos aproximaciones de las que os hablo: la imitación y la innovación.

"Imitar" es una palabra que por alguna razón tiene mala fama. Supongo que tiene que ver con la promesa de ser héroes y el valor de destacar siendo únicos. Imitar —que no repetir o copiar— es una forma de aprender y mejorar. Imitar exige conocer y comunicar en dos direcciones. Imitar es recorrer una senda abierta por gente que siempre está en el pasado con lo que al ejercicio de imitar le acompaña inevitablemente una derivada creativa. En un sentido más amplio, imitar nos recuerda al concepto de lo clásico: se imita lo que funciona, es agradable y bueno. En la escultura helenistica no encuentras dos estatuas iguales, pero todas nos recuerdan a un estilo: se trata de la imitación de un canon, de la exploración de un conjunto de temas dados. Todos convenimos en que nada de esto le quita mérito a esas obras. Obras que son ecos.

En muchas distopías vemos microsociedades con morales completamente diferentes a las del resto del mundo. No parece tener mucho sentido.
"Innovar", al contrario que imitar, es un concepto popularmente deseable. Sin duda abrir un nuevo camino es atractivo y audaz. El problema de innovar es que es más riesgoso y las posibilidades de fallar son mucho mayores. O uno domina los rudimentos, la técnica de su arte o no es recomendable lanzarse a la innovación, porque, seamos francos, la inmensa mayoría de las veces las innovaciones son poco originales bostas de vaca. Y es que se produce un efecto muy curioso entre tanto innovador audaz: la falta de experiencia, lecturas y práctica hace que descubran el Mediterráneo cada dos por tres. Obras que para los autores —y por qué no, también para la crítica— son grandes ejercicios de imaginación y exploracion, no pocas veces resultan ser en realidad mediocres revisitas a temas ya rastreados. Es esto lo que explica que para quienes ya han visitado esos temas que les descubran el Mediterráneo resulta un ejercicio soporífero. No es que nos hagamos los interesantes, es que aburrís a las ovejas: entre Ulises, Jesucristo, el Quijote y dos o tres personajes más, tenemos al 90% de las historias de aventuras supernuevas e innovadoras que nos venden hoy en día.

Aun con todo, y como elección personal, a mí me gusta la aproximación innovadora a la creación. Yo entiendo la innovación no como el resultado de un cuarteto de musas tocando la lira sino como un trabajo que puede ser hasta correoso. Por ser gráfico: mi idea de innovación tiene que ver con exactamente lo contrario de lo que la gente suele interpretar como innovación. La innovación no es el feliz alumbramiento de una explosión imaginativa, sino más bien el resultado de aplicar técnicas creativas y de poner en práctica los rudimentos derivados de la experiencia (normalmente de una experiencia basada en la imitación). Puede que esté utilizando la palabra innovación como efuemismo de "proceso creativo", un divertido sintagma que os recuerdo que lleva la palabra "proceso" ahí metida.

Creando mundos distópicos

Entre uniformes bonitos y convertir a tus soldados en dianas con patas tiene que haber un punto medio.
La creación de mundos es el típico ejercicio de taller literario de ciencia ficción y fantasía. Como en nuestros días la distopía está de moda (a.k.a. hay dos señores que se lo llevan crudo), lo más in —y también lo más vago— es la creación de mundos distópicos. Repasando los puntos propuestos por varios talleres y descartando las recomendaciones atípicas o especialmente estúpidas, llego a destilar muy poquitos puntos que serían los que definen al mundo distópico en la ciencia ficción (y en la fantasía, aunque la distopía en la fantasía creo que es un tema aparte, ya que como hay magia, nada tiene sentido (a no ser que la magia cumpla leyes)).
  • La historia se ubica en el futuro.
  • Existe un gobierno totalitario.
  • Lo que separa al lector de ese mundo es un cataclismo plausible.
  • Las personas de ese mundo no tienen mucho contacto con el medioambiente.
  • A esas personas se les vende que están en el mejor de los mundos posibles.
Si nos colocamos en la casilla de "imitación", estos cinco puntos nos recuerdan a una docena de historias similares. El canon clásico que marca este modelo puede ser "Mil novecientos ochenta y cuatro". Se puede por tanto imitar esta obra y hacer cosas potables.

Echando la tarde en el batzoki.
Pero como digo, lo que me interesa es la innovación. Hay quien señala que no se puede enseñar a ser creativo. Normalmente esto lo dirá gente que o bien no tiene ni idea de enseñar, o no es creativa o ha sido derrotada por la indolencia (o las tres al mismo tiempo).

Si nos colocamos ern la casilla de "innovación" podemos aplicar una técnica muy sencilla: yo he destilado ahí arriba cinco reglas en la creación de mundos distópicos y he dicho que estas reglas encajan en muchas obras. Pues bien, se trataría de crear un mundo que rompiera estas reglas sin salirse del género. Se trataría de jugar con los límites del género, de explorar la definición del género y quién sabe, hasta de crear un nuevo género.
  • ¿Por qué la historia se tiene que ubicar en el futuro? ¿No puede ubicarse en una línea temporal alternativa? Pensad en una distopía en la corte del rey Arturo o en una historia de romanos. 
  • Que en toda distopía haya un gobierno totalitario es una consecuencia de haber tenido el siglo XX que hemos tenido. Presentar al estado como un instrumento del bien o un instrumento del mal es enviar un mensaje a cuenta del autor. Creo que en este punto romper la convención del género significa que el gobierno no juegue un papel relevante. Si la historia se ubica en el pasado, la ausencia de burocracia ayudará a desdibujar al gobierno.
  • Como las historias se ubican en el futuro, hay algo que justifica nuestra separación de ese mundo: la guerra atómica, el virus malvado, el meteorito, la erupción de los volcanes, etc. En nuestro caso, si no ubicamos la historia en el futuro, bastaría con explicar (o no) el punto de divergencia: cómo ganaron los japoneses la Segunda Guerra Mundial, cómo llegó Calígula a los setenta años, etc.
  • Buena parte de las historias apestan a moralina enlatada cuando nos hablan del medioambiente. Al medioambiente que le zurzan. Creo que el medioambiente, como el gobierno, no debe cumplir un papel relevante ya que la invención del medioambiente como problema es algo muy concreto de nuestra época. A mí me gusta que las historias no caduquen.
  • Curiosamente me parece más sencillo explicar al lector que los personajes creen estar viviendo en el peor de los mundos posibles. Creer que se está peor de lo que realmente se está no es un camino muy explorado en la literatura.

Ir rompiendo cada convención del género va creando un mapa por donde movernos. Este es el método más básico que se me ocurre para hacer aparecer la imaginación donde antes no la había. Soy incapaz de comprender a la gente que dice que no sirve para imaginar historias o que no se les da bien. Lo dicen como si crear no estuviera al alcance de todos. Ojo, otra cosa es la inspiración. Beethoven hay muy pocos y no pasa nada.

Todo esto es parte de una reflexión más amplia sobre una cosa que siempre me sorprendió: la diferencia que hay entre el número de personas que leen y el número de las que escriben. Supongo que un día de lluvia volveré con el tema.


viernes, 4 de diciembre de 2015

Partidos que se presentan a las elecciones del 20D

Algo que me gustaba de los cómics de Marvel eran las fichas de los personajes. Marvel sentó el estándar de los cómics de gran consumo que conocemos por dar una informacion de trasfondo de los personajes que no era relevante para sus aventuras. Cuando en el primer número de Los 4 Fantásticos nos enseñaban el edificio Baxter como en 13 rue del Percebe, cuando unos años después empezaron a aparecer las fichas de los personajes, todo eso apuntaba maneras, sentó un nuevo estándar y convirtió a Marvel en el productor del canon clásico del cómic de superhéroes (no es relevante pero dejo apuntado que otro factor del éxito de la Casa de las Ideas fue inventarse relaciones personales entre los personajes y un sentido del paso del tiempo).


Vale, esto no tiene nada que ver con los cómics. Ya sabéis lo que ocurre con los primeros párrafos de los artículos: son como el movimiento de llevarte la taza de café a los labios: forma parte del proceso de beber aunque todavía no hayas bebido (¿os habéis fijado en que he escrito dos veces dos puntos en la misma oración?). Como digo, esto no tiene nada que ver con los cómics, aunque sí un poquito con la fantasía. Vamos a hacer las fichas de los partidos que se presentan a las elecciones generales más navideñas desde las últimas que se celebraron en Navidades.

Notas:
  • no todas estas listas se presentan en todas las circunscripciones.
  • no todas las candidaturas se presentan con el mismo nombre en todos los sitios donde se presentan.
  • en total hay 29 candidaturas que se presentan en algún sitio. Si aquí veis menos es porque no pongo todas.

Partido Popular 

Esta es toda la campaña que necesita Mariano.
Habilidades: desde que tienen a Mariano Rajoy como cabeza visible, el PP nunca innova en sus campañas. Tratan de vender que el resto de candidaturas son una banda de botarates que no juega en su liga. Presentan sus contradicciones como aspectos de la realpolitik: si no cumplen su programa es porque se ven obligados a adaptarse a unas condiciones ambientales adversas y no previstas. Otra habilidad no muy conocida es conseguir que la política nacionalista que hacen en Galicia no trascienda al resto de España donde venden un discurso antinacionalista.

Poderes: la demanda interna del país ha aumentado como consecuencia del ajuste que el sector privado ha realizado en estos años de crisis. Esto junto con la recuperación del ritmo de las exportaciones hace que se cree empleo. El PP, como todo partido en el gobierno, atribuye el éxito de los creadores de riqueza y empleo a su gestión. También es conocido el bonus que el partido maneja en el sector de mayores de 60 años, una cohorte demográfica en la que no tiene competencia. Pagar cada mes las pensiones y sacar a pasear a la policía por los parques los domingos por la mañana son dos cosas que al margen de campañas garantizan al PP más de la mitad de sus votos.

Limitaciones: se pone en duda que durante los últimos veinte años el Partido Popular se haya parecido más a una organización mafiosa que a un partido político. Que todos tus tesoreros puedan recitarte de memoria las prisiones de España es indicativo de algo. Repetir el programa electoral de las pasadas elecciones y decir que esta vez lo vas a cumplir es como si perdonaras que tu señora te ponga los tarros con un compañero de trabajo y ella te lo agradeciera y a continuación te dijera que tiene un viaje de trabajo con su amante el próximo finde. No sé, allá cada cual.

PSOE

Casa del pueblo un martes por la tarde.
Habilidades: desde que desapareció en las elecciones locales de 2011, el PSOE se ha transformado en un personaje de The Walking Dead. Es como un zombi sin piernas que se arrastra por un jardín esperando atrapar a alguna ardilla despistada. Se postula al gobierno pero no depende de sí mismo. Otra habilidad es que nadie sabe qué quieren ser de mayores (quizás como los zombis no envejecen esto tiene sentido).

Poderes: tienen de candidato al yerno del Julio Iglesias de los años 80, eso igual juega a su favor. Aunque por otra parte alguien tendría que recordarle al candidato que estamos en diciembre y que lo de llevar camisa remangada como que no. Son capaces de pactar hasta con la suegra del Isis de Freddy Krueger con tal de no apearse del coche oficial.

Limitaciones: lo que se gastaron en putas y coca en Andalucía equivale al PIB de una pequeña república centroamericana. De hecho, la prueba del éxito de su gestión de gobierno la tenemos en esa comunidad. Andalucía es la única comunidad autónoma que desde los años 80 dejó de converger en renta con la media nacional. Alguien dijo una vez "hechos, no palabras".

Ciudadanos

No me importa que vuelva el walkman, pero lo de los pantalones de pata de elefante no lo veo.
Habilidades: con su origen barcelonés han sido capaces de poner nerviosos a los que creen que España es Madrid. Venden una alternativa política muy concreta como "sentido común" y, en caso de que alguien tenga dudas, como "centro" (el centro político es como el año 0, no existe. O mejor dicho: existe pero es una tomadura de pelo). Poner de moda la ducha y la colonia es bienvenido, como también lo es jalear el nombre de uno de los países más bonitos del mundo sin ser señalados por ello.

Poderes: por no tener una pesada mochila a cuestas han logrado liderar la oposición democrática en Cataluña. No tener pasado juega a su favor allá donde sus rivales fallan. Es creíble su promesa de no pactar con nacionalistas y la propuesta de cambiar las cosas sin romper la vajilla tiene un buen timbre en una sociedad socialmente conservadora como la española.

Limitaciones: pese a que en las últimas elecciones locales se han implantado en todo el país, son un partido que depende de su cúpula. Sus líderes regionales son desconocidos y el número de caras conocidas del partido en general es muy limitado. Centrar la atención en dos o tres personas es quemarlas y ponerles una diana política en sus cabezas, facilitando así la labor a sus rivales. Cuando los sacas de las nubes de colores y los colocas delante de decisiones en las que hay perdedores, asoman la patita. La política no es álgebra, aquí no existe el neutro.

Pablemos

«Estarás hueco. Te vaciaremos y te rellenaremos de... nosotros».
Habilidades: son lo que Izquierda Unida siempre quiso ser y nunca logró: la absorción de los movimientos de extrema izquierda en un grupo político unitario. Tienen una cúpula de aspecto juvenil y el niño de la beca habla rápido, con lo que parece más listo. Han sabido llevar la idea del reality show a la política. Vimos delante del televisor las discusiones entre el candidato aragonés y la Coleta Suprema durante las nominaciones, nos encandiló la historia de amor entre Kichi y la Teresa Rodríguez y —¡ay!— ahora Taniemos en contra de lo que prometió en su día está en Pablemos ¿recuperará el amor de la Coleta? Si quieres que aparezcan juntos en la gala del día de las elecciones manda PABLEMOS al 22503, el coste del mensaje es de 2€ que irán a patrocinar las grúas desde las que cuelgan homosexuales en Irán y los Kalashnikov con que los colectivos motorizados amedrentan a los venezolanos.

Poderes: hablar en un tono constante y bajar la voz cuando en el debate de Gran Hermano Pablemos hay una fuerte discusión sobre las bragas de alguien. Repetir, repetir las palabras para que, para que calen en la audiencia y den tiempo, den tiempo a pensar. El uso de coletillas (!) también es importante: "en última instancia", "el terrorismo de ETA tiene explicaciones políticas", "nosotros los demócratas" (decirlo con la o muy abierta, como si te comieras un helado de trolebús). Que analfabetos como el candidato que llevaron a las catalanas, el tío de barbita que pusieron de eurodiputado, la Tere, el Kichi et al. hayan accedido por la vía rápida a la clase business de los aviones es una promesa para los tunantes del mundo. Es como la versión tenebrosa del sueño americano.

Limitaciones: su vía intravenosa de adrenalina les dura lo que duran los tuits de un programa de televisión el fin de semana. La gran duda de este partido era saber qué pasaría cuando gobernara. Ya lo vemos en los ayuntamientos de las ciudades más ricas de España y Cádiz: van sin corbata a los plenos pero dentro del pecho tienen a caciques decimonónicos, bajitos y con bigote: la Iglesia es un horror, eso sí, las procesiones no me las toquéis, las Navidades tampoco, etc. Hay que regenerar la política, eso sí, empezaremos subiéndonos el sueldo. Vamos a municipalizar ciertas contratas privadas, eso sí, hoy no, mañana. Etc.

Los que se juegan la permanencia


En el grupo de gente que se juega la permanencia tenemos de todo, como en botica o en la cazadora del camello del barrio.

IU

Unidad Popular Izquierda Unida es uno de los nombres de candidaturas peores pensados de la historia. Tras saltar por los aires algunas de sus federaciones regionales, el PCE vuelve a presentarse a unas elecciones aprovechando que es un partido legal, no como sus homólogos Skinheads. La movida es que compiten contra alguien que son una copia mejorada, que conoce los medios, mientras que IU se ha quedado en los años 90, con sus profes de religión malhumorados y sus prejubilados del ferrocarril más de derechas que las farolas de Serrano.

CiU

No fue un sargento de la Guardia Civil el que se cargó al partido nacionalista más importante de España, sino los propios nacionalistas catalanes. CiU ya no existe y la gente de bien se alegra. Ahora por un lado irá Duran i Lleida y por el otro Convergencia... no, que Convergencia tampoco existe. El partido que sustituye a Convergencia es la respuesta a la pregunta ¿debe un partido burgués echarse al monte?

PNV

Los del PNV necesitan mimitos. Con tanta atención focalizada en Cataluña, los seguidores de uno de los racistas españoles más conocidos de la historia buscan sus cinco minutos de fama elevando el tono pero sin dejar de aprender de los fallos de CiU. El poder del "voto útil" a este partido mengua al estar la pugna entre partidos de ámbito nacional. En Navarra se presentan dentro de Geroa Bai.

UPyD

Se presentan a las elecciones lo mismo que el Getafe al título de campeón de Liga.

Nós Candidatura Galega

El BNG trata de ocultar sus siglas diciendo en su nombre que no son canadienses. Compiten contra el Komintern de Pablemos y Beiras y dejan muy claro que son una candidatura "100% gallega", como cuandio compras ternera en la carnicería. Yo es que no entiendo a los racistas.

Minipablemos

Pablemos se presenta en varios lugares con otros nombres: En Marea, En Comú Podem, Ès el moment, etc. Se trata de coaliciones con Beiras, la loca de Compromís y los perdedores de ICV. Usan estrellitas provincianas y así los visires pueden centrarse en los asuntos del sultán.

ERC

Estos tienen a su grupo de fieles seguidores y su objetivo es el Lebensraum en la Comunidad Valenciana donde se presentan coaligados con un grupo de ecologistas sandías.

Más

Hay otras 18 candidatuiras que podréis encontrar en las tapas de los yogures.