jueves, 30 de abril de 2015

De la ridícula historia de Inglaterra VIII

El final del XVI e inicio del XVII viene marcado para la historia de Inglaterra por los sucesos de la guerra contra los españoles. Esta guerra comenzaría con las cartas en contra de los ingleses: por una parte, la pérdida de la oportunidad de invadir Inglaterra en 1588 supuso para los españoles la mejora de su ingeniería naval, por otra parte, el gigantesco fracaso de la Contraarmada inglesa inauguró un largo periodo de derrotas navales de los ingleses frente a los españoles. Ni con la superioridad numérica con la que trataban de asaltar las flotas de galeones transoceánicos hispánicos los vasallos de la reina tenían mucho que hacer.

Tocotó.
Similar fracaso sufrieron los más publicitados almirantes ingleses en su intento de asaltar las plazas españolas del Nuevo Mundo. Hasta tal punto sienten los ingleses la necesidad de ocultar sus fracasos históricos que en las biografías de sus prohombres restan importancia a sus enfrentamientos con los españoles. Así por ejemplo, Martin Frobisher pasará a la historia como el descubridor del Paso del Noroeste y no como un mediocre marino inglés que solía perder en superioridad numérica frente a los españoles (de hecho, murió en Flandes en una de las muchas batallas cuidadosamente olvidadas por la historiografía anglosajona).

Jacobo I

Jacobo I de I)nglaterra y VI de Escocia.
La última década del XVI, en el contexto de la guerra angloespañola, vio el desembarco de españoles en Inglaterra e Irlanda (la católica Irlanda, cuyo deporte nacional es acuchillar ingleses). Inglaterra no podría aguantar mucho más tiempo frente a los españoles y cuando murió Isabel I se puso fin al Siglo Tenebroso de los Tudor y su reinado de sangre y venganza. La providencia quiso que el hijo de María Estuardo accediera al trono inglés. Así es como Jacobo I, rey de Escocia, pasa a incluir entre sus títulos el de rey de Inglaterra.

Naturalmente lo primero que busca el rey Jacobo es poner fin a la guerra y por ello firma un tratado de paz en 1604 en el que se cumplían todas las exigencias de los españoles: persecución de la piratería, mayor tolerancia hacia los católicos ingleses y rotura de la alianza con los holandeses. Lograda la paz con España, el reinado de Jacobo I fue un paréntesis de prosperidad para Inglaterra. Por un momento se alejó el espectro de las continuas guerras civiles que asolaron el país durante la oscura etapa de los Tudor, los teatros se llenaron de gente y famosos piratas cayeron en desgracia (célebremente a Sir Walter Raleigh le separaron la cabeza del cuerpo en este periodo).

Pero dura poco la alegría en la casa del pobre e Inglaterra era pobre: una potencia de segunda fila al albur de los sucesos continentales. Por ello, cuando estalla la Guerra de los Treinta Años Jacobo se ve incapaz de prestar socorro a su yerno Federico y a la causa protestante. Simplemente el parlamento no le aprueba los presupuestos. Jacobo I convocará sucesivos parlamentos durante su reinado y una y otra vez se enfrentará a la hostilidad de los aristócratas por su connivencia con los españoles. Las relaciones entre Parlamento y Trono llegan a su punto más bajo y la sed de venganza no se extinguirá fácilmente, dando así a lugar al inicio de de un periodo de inestabilidad política que tendrá amargas consecuencias.

María Ana de Austria.
Otra de las formas que Jacobo ideó para obtener financiación fue la propuesta de boda entre el príncipe de Gales y la infanta María Ana de Austria, hija menor de Felipe III. La dote de una boda así podría salvar los muebles. Este episodio es el escenario de fondo del primer libro de Alatriste. Como sabemos la boda no se lleva a cabo, pero no temáis por la infanta María Ana: acabó casándose con el rey de Hungría y de Bohemia y emperador del Sacro Imperio.

Muere Jacobo y le sucede su hijo Carlos junto a su íntimo valido el duque de Buckingham. Los desencuentros con el Parlamento continuaron. Aunque se aprueba una partida para atacar a los españoles en ayuda de Holanda la expedición fracasa en la bahía de Cádiz y vuelta la burra al trigo. Así que un día Carlos se levanta de cama y decide mandar a esparragar al parlamento y a todos esos insolentes vasallos que no hacían más que quejarse. Se inicia así el periodo de gobierno personal de Carlos.

Lo interesante estaba pasando en Alemania. En Nördlingen, por ejemplo, en septiembre de 1634 los tercios españoles se enfrentaron al ejército sueco. Les dejaron la cara bonita.
Gobierno personal

La nobleza vio cómo sus privilegios menguaban y los fanáticos religiosos, llamados puritanos, tuvieron que exiliarse al Nuevo Mundo lejos de las rutas comerciales españolas. Por fin el rey gobernaba como un caudillo y usó su poder para... poner fin a las guerras contra España y Francia.

Carlos I de Inglaterra, Irlanda y Escocia.
Como era habitual en aquella época, la paz exterior viene acompañada del hervidero interior. La prerrogativa real de nombrar obispos para asentar el poder del rey en Escocia lleva al enfrentamiento armado entre presbiterianos y episcopalianos. La llamada "guerra de los obispos" que enfrenta al rey con sus súbditos escoceses culmina en una reunión del parlamento escocés en el que se declara que los obispos no pueden ejercer un mandato temporal. En la práctica esto significa que el rey no tiene poder absoluto sino que está limitado por los derechos del parlamento. Esto, que se hace efectivo en Escocia (lugar de origen de todo lo salvable de la historia inglesa), será aprovechado por los lores ingleses.

—Majestad, si en Edimburgo no tenéis poder absoluto, ¿por qué razón lo tenéis en Londres?
—Pues porque... ¡no seáis ingenioso con vuestro rey! ¡Traedme más pastelitos!

Carlos I navegó lo mejor que pudo (o que le dejaron) las complejas aguas de la política británica. El rey tomó la complicada decisión de respetar a la dieta de Edimburgo para ganarse su favor y asegurarse el trono, como contrapartida debió autorizar poderes nunca antes vistos para el parlamento inglés: revocación de los impuestos aprobados durante el gobierno personal, el parlamento podría reunirse sin la presencia del rey y además su disolución debía ser aprobada por el parlamento mismo. En la práctica se puso fin al gobierno absoluto en Inglaterra.

Guerra civil


El problema de tener poder absoluto es que crea afición. Carlos urde una trama para cargarse a unos cuantos parlamentarios díscolos, pero el espionaje de sus enemigos alerta al parlamento. Cuando entran los soldados en el parlamento se lo encuentran vacío. Rota por el uso de las armas la relación entre los dos poderes, uno y otro bando comienza a sumar partidarios. Comienza la guerra civil, cuyo primer acto finaliza con la separación de la cabeza de Carlos de su cuerpo.


La larga guerra civil inglesa se ve dividida por un corto periodo de interregno, en él Inglaterra pasa a denominarse Commonwealth o Mancomunidad. El país está dirigido por un Consejo de Estado que se encuentra con las mismas dificultades de la separación de poderes con que se encontraba el rey. A esto se suma un nuevo periodo de guerra alentado por los partidarios del hijo de Carlos, tocayo de su padre. Este segundo acto de guerra civil culmina con el llamado Protectorado.

WAT
Dictadura

Uno de los héroes de la guerra civil que además tenía un piquito de oro fue nombrado Lord Protector. Oliver Cromwell pasa así a tener poderes extraordinarios especialmente sobre el ejército. De hecho, el protectorado queda dividido en regiones militares a cuya cabeza coloca Cromwell generales partidarios de su causa. El nuevo protector del reino decide suprimir el parlamento por las mismas razones que lo hizo el anterior rey, suprime las fiestas de Pascua y de Navidad y cierra los teatros ¿qué podía salir mal?

Oliver Cromwell
A la muerte de Cromwell el general encargado de vigilar Escocia llega a Londres acompañado por la tropa, reúne al parlamento y supervisa que nombren a Carlos II rey de Inglaterra poniendo fin a ese experimento puritano (hoy diríamos talibán) que acabó siendo largamente impopular. Como nota graciosa hay que decir que se exhumó el cadáver de Oliver Cromwell tres años después de su muerte para colgarlo de unas cadenas, quemarlo y cortarle la cabeza. Ah, la flema inglesa.


El incendio de 1666 ayudó a combatir las plagas por el método basto.
Plan de reconstrucción de Londres de Cristóbal Wren.
Restauración de los Estuardo

Carlos II gobierna durante 25 años después del Protectorado pero la perniciosa semilla de la libertad personal ya estaba plantada en el corazón de sus súbditos. De hecho, tras décadas de disputas entre el poder del parlamento y el poder del trono y con el amanecer de las monarquías absolutas en el continente, durante el reinado de Carlos II aparecen las primeras definiciones de partidos políticos en el sentido contemporáneo del término. Si en el caso francés —un siglo después— aparece la izquierda y la derecha según se sentaban los asamblearios en la sala del juego de la pelota en función de aumentar la prerrogativa real o limitarla, en el caso inglés las bandas partidistas se organizan en esta época en torno a su posición política sobre la llamada Ley de Exclusión.

Os comento: resulta que Carlos tenía por heredero a su hermano Jacobo, quien se convierte al catolicismo. Los tories (del irlandés tóraidhe, bandolero) defendían la prerrogativa real de que heredara quien le tocaba por derecho dinástico —es decir, Jacobo—. Por su parte los whigs (del gaélico whiggamor, cuatrero) eran los que proponían la Ley de Exclusión, que venía a decir que ningún católico podía ocupar un puesto oficial.

Los partidos políticos no dejan de ser agregaciones de voluntades políticas, así que las diferencias se extendían a más asuntos. Los tories, por ejemplo, rechazaban el periodo de la Dictadura y defendian que las tabernas y los teatros estuvieran abiertos. Los whigs, sin embargo, se caracterizaban por rechazar a los católicos y defender las reformas de la Dictadura.


En su lecho de muerte Carlos II se convierte a la Verdadera Fe y tras palmarla, le sucede su hermano, que ya era católico de profesión.

Inició Jacobo II su reinado con el respaldo de los tories, reformó el ejército, aumentó el tráfico de esclavos (hablaré de la escalofriante América británica en otra ocasión) y hasta tuvo tiempo de ahorcar a su sobrino pretendiente al trono. El caso es que Jacobo era católico y los tories tenían un aguante limitado. Una cosa era recibir al nuncio papal —cosa que no sucedía desde María I— y otra nombrar obispos católicos para cargos oficiales. Lo cierto es que lo que en Inglaterra se interpetó por parte de los anglicanos como un favorecimiento de los católicos, fue en realidad la mayor defensa de la libertad religiosa en todo el siglo.

Revolución Incruenta

Sigue leyendo, ya queda poco.
Ah, pero cuando se trata de libertades para los ingleses la libertad religiosa carece de importancia. Así, cuando Jacobo tuvo un hijo varón que fue debidamente bautizado por el rito romano, partidarios protestantes llamaron por teléfono al yerno del rey, Guillermo de Orange, para ofrecerle a él y a su santa (hija de Jacobo) la corona. Mejor tener un rey extranjero pero protestante que uno de aquí pero católico.

Jacobo huyó a Francia con su mujer y su hijo. Los descendientes de la pareja real serían conocidos como jacobitas. Salvando las distancias vendrían a ser conceptualmente como en España los carlistas. El nuevo rey Guillermo III no obtuvo la corona de forma pacífica. De hecho, cada vez que hay un cambio de corona, irlandeses y escoceses se levantan en armas. El ascenso al poder de Guillermo se conoce como la Revolución Incruenta y hoy en día los unionistas en el Ulster todavía pasean estandartes naranjas para celebrar el ascenso al poder de Guillermo lubricado con la sangre de católicos irlandeses y escoceses.

De todas formas, se debe añadir que al ser el parlamento el que nombra al nuevo rey, este nuevo rey no podrá tener el poder absoluto de sus antecesores. De hecho, al poco de tener éxito la Revolución Incruenta el parlamento aprueba la Declaración de Derechos, que es uno de los documentos constitucionales del Reino Unido actual. Esta Declaración es uno de los más importantes monumentos a la persecución de los católicos. Cuando se publica en las colonias americanas, los fanáticos religiosos que por allí mataban indios y esclavizaban africanos leen la declaración con cuidado. Dios escribe recto con renglones torcidos: los argumentos de la Declaración contra los católicos serán utilizados un siglo más tarde por los coloniales contra los realistas de la metrópoli.


Pero de la vida de las colonias inglesas en América y de cómo el asesinato masivo de millones de personas logró capitalizar la moderna banca inglesa sobre la que se contruyó el Imperio Británico tocará hablar en otra ocasión.

martes, 28 de abril de 2015

Paisaje electoral a un mes de las elecciones locales de 2015

Vamos a comentar un poquito las encuestas porque esto es un sindiós. Un somero vistazo a las diferentes encuestas que están publicando los medios con la vista puesta en las próximas elecciones locales nos arroja un paisanaje a la cara insólito en la historia política española. Nuevos partidos aparecen tan gordos y lustrosos en las encuestas que las comparaciones con resultados de anteriores convocatorias electorales resultan inútiles.

La letra pequeña de algunas encuestas tampoco nos ayuda a disipar la niebla de los datos democópicos. Ahí está el observatorio de la SER, realizado con mil encuestas online en un país en el que toda la población de menos de 40 años utiliza Internet de forma habitual, pero donde sólo el 30% de los que tienen 65 o más también lo hace (Barómetro del CIS, marzo 2015). Si miramos el voto por edad, esa franja de la población poco cercana a responder una encuesta online, es la que precisamente vota PP y PSOE.

Vía El Español
Prevenidos pues de las cenagosas aguas de las catas demoscópicas (cómo mola decir "catas demoscópicas"), vamos al lío y empezamos precisamente por la encuesta que publica precisamente esa emisora de radio que el 11M nos contaba una historia de capas de calzoncillos y terroristas suicidas (esta corre a cuenta de la casa).

La situación de partida de las elecciones de 2011 no nos aporta ninguna información de interés más allá de ser reflejo de cómo ha cambiado el panorama tras tantos años de crisis. Es en las elecciones europeas de mayo de 2014 cuando el 15M hecho partido aparece en escena como una especie de IU con esteroides.

El otro gran cambio que vemos en la evolución de la intención de voto para unas elecciones generales se produce en febrero de 2015, cuando el yerno de España empieza a aparecer en la tele. El resultante escenario de esta primavera es ya conocido: una situación de empate a cuatro que considero más un espejismo que una situación real. No insisto en las razones que me llevan a pensar que esto es un espejismo —con visos de realidad, pero espejismo al fin y al cabo—: ley electoral, voto oculto, resultados del desempleo tras la temporada estival, etc. Sin duda los casos de corrupción y una ciudadanía más exigente con los políticos significarán cierta consolidación de los nuevos partidos, pero la inercia de los poderosos mitos que circulan entre el sabio pueblo todavía pesan una barbaridad. Ahí está por ejemplo la apelación a la seriedad de gobernar o el canto de cisne de los regionalistas andaluces que en una época conocíamos por las siglas PSOE.

Esta situación de cuádruple empate no la considero realista en su traducción a escaños también por razones endógenas. En Pablemos se enfrentan a la dura realidad de un juego en el que ellos no dictan las reglas. El clásico equilibrio entre idealismo y pragmatismo y la competencia de una marca novedosa que no pretende romper vajillas es un freno considerable para ese partido. Por su parte, Ciudadanos todavía es ese bebé al que todos le pellizcan los mofletes, pero con el suficiente tiempo esos bebés tan riquiños acaban fumando porros o peor, trabajando de abogados.

Si hacemos zoom para ver el ámbito local, el análisis se parece más a la lectura de los posos del café que a otra cosa.

Madrid:

Domingo por la mañana en Las Vistillas.
Sondeo de la Cámara de Comercio para el consistorio donde la mayoría absoluta está en los 29 concejales: el PP pasaría de 31 a 21, de segundo estaría Ahora Madrid (supongo que es Pablemos) con 14 concejales, el PSOE pasaría de 15 a 11, Izquierda Unida pasaría de 6 a 4, UPyD que ahora tiene 5 concejales desaparecería y Ciudadanos aparecería con 7 concejales encantados de ir a comer los domingos a casa de la suegra.

¿Combinaciones con este resultado? Un Frente Popular de Chichinabo liderado por los aficionados a Juego de Tronos que incluiría a PSOE e IU o una gran coalición entre PP y PSOE.

El mismo sondeo para la Asamblea Regional (mayoría absoluta en 65) nos da que el PP pasaría de 72 a 39 (ouch!), el PSOE pasaría de 36 a 30, Pablemos tendría 28 escaños, Izquierda Unida sobreviviría con 8 de los 13 que tiene y Ciudadanos aparecería con 24 tipos que se toman un vasito de leche antes de acostarse.

¿Combinaciones con este resultado? Gran coalición PP+PSOE. No hay más combinaciones.

Ojo que el escenario de gran coalición puede tener un erótico resultado.
Sondeo del ABC para el ayuntamiento: PP 21-23, PSOE 13-14, Pablemos 11-12, Ciudadanos 9-10 e IU 0-3 (estaría bailando en el umbral del 5%).

Para la Asamblea los del ABC dan el siguiente sondeo: PP 44-46 (ja!), PSOE 32-33 (re-ja!), Ciudadanos 24-26, Pablemos 23-24, IU 0-6 (en el umbral).

Barcelona:

En Barcelona sólo votan al ayuntamiento (mayoría absoluta en 21 escaños). Según un sondeo de Sigma Dos-El Mundo la fuerza más votada sería Barcelona en Común, que es la pablémica marca que absorbe a ICV entre sus tentáculos. Los de Ada Colau tendrían 10 concejales (ICV tiene 5), CiU pasaría de 14 a 10, Ciudadanos aparecería con 7 concejales, el PSC pasaría de 11 a 6 (no se lo creen ni ellos), ERC pasaría de 2 a 5 y el PP pasaría de 9 a 4 (¡buen chiste!). Total, que en Barcelona van a necesitar de alcalde a un ejecutivo de la compañía malvada de las pelis de Robocop porque ningún "bloque natural" es capaz de tener mayoría.

—Oye, Ada, vente el miércoles a protestar contra un desahucio del Sabadell. —Uy no, que ese día tengo que hacer otras cosas.
Galicia:

No puedo evitar detenerme en las loquísimas encuestas que circulan por las ciudades gallegas, lugares donde todavía los señores saludan a las señoras llevándose la mano al sombrero. De las encuestas que hay, la más completa suele ser la que hace Sondaxe para el Grupo Voz.

Ahora quiero que me analicés morfosintácticamente la siguiente cosa:


Para las locales de Santiago, el PP —que acabó con casi todos sus concejales visitando al juez de guardia— apenas pierde apoyos (dramatización de la sede del PP santiagués en estos momentos). Aparece en segundo lugar el Pablemos de Compistola (que incluye a AGE, o sea Beiras e IU), el PSOE se va a esparragar, el BNG sobrevive dándose con un canto en los dientes y asombrosamente a Ciudadanos le dan un concejal por alguna razón. En la misma localidad, para las generales, aparece el moderno cuatripartito (Ciudadanos de segundos) con clara ventaja para los de la gaviota. A IU la ponen por separado y los de Beiras no aparecen porque nadie sabe si se presentan o no, o si irán con IU o en solitario. Con este panorama estaríamos ante un ejemplo de la imposibilidad de trasladar unas elecciones a otras.

Pero vayamos a Pontevedra y Vigo, diáfanos ejemplos del efecto que tiene el caudillaje local sobre las atribuladas mentes de los pequeños electorcillos.

Pontevedra


Sorprendentemente la encuesta de Sondaxe no pregunta por Marea Pontevedra (Pablemos+AGE). No importa: a poco que alguien les vote (y con un 20% para las generales seguro que obtienen concejales) el actual alcalde revalidará su mandato. Un pacto psicocomunista que está cantado pues curiosamente los hijos de Pablo Iglesias no hacen campaña contra el actual alcalde, sino contra Feijoo y contra el hecho de que en la ciudad se ven pocas lesbianas por la calle. El 17% para Ciudadanos que les dan en las generales no sé de dónde sale. Respecto a las elecciones europeas PP, BNG y PSOE no aprecian grandes cambios, por su parte, AGE y Pablemos obtuvieron un 10% cada uno. En la encuesta no aparece AGE porque ese día el becario estaba cambiando el tóner a la impresora.

Vigo


La ciudad más mentada por la afición del Deportivo de La Coruña revalida el mandato de su mini-dictador local según la encuesta de La Voz. De hecho, no me sorprendería que Vigo fuera la ciudad más importante que los socialistas retendrían en toda España. Para las generales se repetiría la situación de Santiago de Compistola.

Sépase que en esta ciudad pasa una cosa curiosa y es que AGE se presenta como Marea de Vigo pero por otro lado hay unos revenidos que se presentan como Gañemos Vigo. Hay que recordar que la marca Gañemos/Ganemos/Guanyem iba a ser la marca instrumental de Pablemos para las locales, pero en Vigo yo creo que pedirán el voto para Marea de Vigo. Da igual, en Vigo la política local no importa mucho: uno de los temas de debate de la ciudad es si derribar una cruz o no.

Se presentó una petición para dinamitar esta cruz, PSOE y PP vigueses se opusieron.
La Coruña

Para La Coruña el truco está en distinguir la amalgama que significa AGE, Pablemos y la Marea Atlántica. Hay que tomar a este grupo como un todo porque si no no podemos comparar encuestas ni resultados previos.

Mezcla de resultados y de encuestas de Sondaxe y de la Facultad de Sociología.
El PP lleva varios meses piruleando en el límite de la mayoría absoluta (de un total de 27 concejales le hacen falta 14, un 40% de voto le está otorgando 13 concejales en las encuestas más recientes). La nota es que las últimas encuestas están dando a la marca de Pablemos bastante por debajo del PSOE, cuando en varias elecciones (europeas y gallegas) AGE les había superado holgadamente. Está por ver si Paco hace una aparición en la campaña de Ciudadanos e implosiona el universo.

***

La gran fotografía a un mes de las elecciones es que el PP va a perder la exagerada primacía local que obtuvo en las elecciones de 2011. No sé si os acordáis de aquel año, pero fue una época en la que no había nuevos partidos y andaba Zapatero pululando. El PP sólo tuvo que hacer engañosas promesas y sentarse a esperar a que le cayeran los votos del cielo. Un escenario como aquel hoy es impensable.

Estas elecciones por lo tanto son unas elecciones del "día después". Si Pablo Iglesias sigue pensando que el PSOE es algo distinto al PP, el PSOE podrá recuperar parte del poder perdido, si no, estará en manos de Albert Rivera otorgar alcaldías al PP. Aplicando un símil futbolístico, PP y PSOE no dependen de sí mismos para pasar la eliminatoria.


viernes, 24 de abril de 2015

Déficit comercial y problema de Europa

El cuento de las transferencias norte-sur en Europa es más o menos tal que así: la imposibilidad de devaluar la moneda en los países del sur hace que se busquen otras vías para llevar a cabo una devaluación interna. Las vías más conocidas son la contención salarial en el sector privado y sobre todo el manejo de la política fiscal para aumentar los impuestos y hacer que los pepitos tengan menos dinero.

Una vez conseguido aumentar la competitividad por medio del empobrecimiento, la balanza comercial brilla tenuemente con superávit. La salida de la crisis conlleva un aumento paulatino de la capacidad de compra, lo que hace que estos países del sur vuelvan a aumentar sus importaciones, se regresa así a la balanza comercial crónicamente deficitaria que se compensa con transferencias de capital e importación de dinero vía turismo, Real Madrid, Museos Vaticanos o lo que proceda en cada caso.


Por sí solo tener una balanza comercial deficitaria no es malo. Estados Unidos lleva décadas con una balanza comercial en números rojos y no parece que sufran demasiado. El problema no lo suele tener la balanza, sino el que analiza la balanza como analiza las cuentas de una casa. La economía de un país postindustrial volcado en el sector servicios es un poquito más complicada que la economía doméstica de una ama de casa, por mucho que haya gente que se forre vendiendo libros diciendo esta parida.

Todo el que tiene una empresa sabe que cerrar algún ejercicio en negativo por sí solo no tiene nada de malo: puede que hayas invertido en una nueva máquina o en una nueva nave para aumentar tu producción en el futuro, o puede que hayas contratado nuevo personal y lo estés formando con vistas a crecer el siguiente ejercicio. Es una pena que se compare más la economía de un país con la de una casa y no con la de una empresa, que, aunque la comparación esté pillada por los pelos, exige un poquito más del escuchante.

Pues bien, se suele oír hablar mucho de las transferencias norte-sur, pero no tanto de las transferencias oeste-este. ¿Os acordáis que hay como cien millones de personas muy mañosas en el tema de la fontanería y con cierta tendencia a vestirse como en las películas de Eddie Murphy ahí al lado? Ya ha transcurrido una generación desde que aquellos países dejaron atrás un largo periodo de persecución y tortura. Su evolución en estos ultimos veinticinco años ha sido desigual y cierta literatura revisionista trata de culpar de sus males a su incorporación al mundo libre. Que digo yo que si el desempeño ha sido desigual, lo que tienen en común esos países no habrá podido ser la causa de que algunos no lo hayan hecho del todo bien.


Si excluímos del bloque oriental a los países que no son países, sino ciudades grandes y dispersas, y quitamos también a los países que son errores del Derecho Internacional, bromas de la historia y demás trapalladas de la geopolítica, al final nos quedan básicamente dos países sobre los que hacer un análisis: Polonia y Rumanía. Rumanía es un caso especial. Su actual sistema político-económico es una curiosa mezcla entre el coqueteo con el anarquismo post-Ceacescu y la experimentación de la dipsomanía como fundamento de su moderno nation-building. Si en un país tienes que pagar sobornos para recibir cualquier tipo de servicio público o privado, es que no estás en un país, estás en otra cosa: una pesadilla kafkiana, Venezuela... llámale como quieras. Dicho esto es verdad que en los últimos años han aparecido bolsas de prosperidad y por muy mal que vaya Rumanía, nadie cree que pueda ir a peor.

El gran tema en el este es Polonia. Hay que aprovechar para hablar de Polonia pues vivimos en una de esas raras épocas de la historia en que Polonia existe: ya sabéis que el país-Guadiana suele ser repartido entre Alemania y Rusia más o menos cada cien años. Viendo los recientes movimientos de esa organización mafiosa que conocemos como "Federación Rusa", no es una locura pensar que Polonia pueda volver a desaparecer en este siglo.

Finalistas Miss Polonia 2014.
Si nos fijamos en la balanza comercial polaca, en sus intercambios bilaterales con sus principales socios comerciales, vemos que se produce un fenómeno curioso: Polonia presenta un saldo positivo con casi todos (especialmente con Reino Unido, de 7.000M€). Con Italia (que es un pobre y triste país del sur aplastado por los alemanes según la nueva teoría euroescéptica progre), presenta un saldo negativo (apenas -1.000M€). Los malvados alemanes que se supone que juegan al medievo con los culos del resto de países de la UE sacan de Polonia un saldo positivo de 2.000M€.

Balanza comercial polaca.
Polonia no tiene un déficit crónico con el resto de la UE (al menos en los últimos años), su déficit de temporada se debe más bien a Rusia, con quienes muestra un saldo bilateral negativo de -12.000M€ (petróleo y gas, recordad que Rusia es un país pobre, condenado a exportar materias primas, como Namibia).

Vaya, según los teóricos de la condena europea de las balanzas comerciales, parece que Polonia debería de tener un saldo muy negativo con Alemania y sus provincias (Holanda, Dinamarca) pero no lo tiene. Polonia está condenado igual que el resto de países de la UE a importar petróleo. Misma condena que sufrimos en dos de los más bonitos países del mundo: España e Italia. En comparación con "el sur", "el este" lo tiene ciertamente más complicado: no pueden compensar sus déficits con transferencias de capital ni tienen a los jubilados "del norte" comprando apartamentos en la costa, ni decenas de millones de turistas sacándole fotos a la comida y a las iglesias como si estuvieran en un exótico safari. Es decir, tienen problemas graves, sin duda, pero estos no se deben al comercio intraeuropeo. Cuando una teoría no se prueba en todas partes, hay que empezar a pensar en otra teoría. Pero eh, vender el enfrentamiento norte-sur es muy pintón porque alude al instinto tribal y al pequeño xenófobo que tienen entre las tripas todos los ignorantes.

Purrela ignorante y servil.
España tiene un saldo comercial positivo con Francia (6.000M€), Italia (400M€), Reino Unido (4.000M€), Portugal (8.000M€) y Estados Unidos (100M€). Ciertamente tiene un saldo comercial negativo con Alemania (-8.000M€), pero no parece ser este el gran peso de nuestra balanza comercial. El gran peso se trata, una vez más, del petróleo. España está importando cada año 40.000M de euros en petróleo (durante el boom importábamos cerca de 55.000M). Y lo importamos de países a los que no compramos nada: Nigeria (6.000 millones), Arabia (otros 6.000 millones), México otros 6.000, Libia (3.000M€), Irak otros 3.000, Argelia (1.500M€), etc. Por la santa Pomona, algunos de estos ni siquiera se pueden llamar países.

El problema de las balanzas comerciales en la UE no es que cuando los países más bonitos salen del hoyo comienzan a comprar coches a los países cejijuntos, el problema es de materias primas. Ese siempre ha sido el problema. Y es un problema compartido por toda la UE. Podemos poner todos los aerogeneradores que queramos, podemos cubrir nuestros desiertos con placas solares y espejos para centrales termosolares. No se trata de electricidad (que también: obtener energía quemando combustibles fósiles es una forma razonable de obtener energía, nadie lo duda), se trata de los productos refinados: cosas que van desde los cordones de los zapatos hasta las llantas de los automóviles pasando por medicamentos, detergentes, asfaltos, ropa, aislante de cables, perfumes, insecticidas, etc.

¡Nuestro amigo el petróleo!
Siendo el gran elefante en la sala de las balanzas comerciales el petróleo, no me explico cómo se puede dirigir exclusivamente la mirada del análisis del problema de la convergencia europea a las balanzas entre países dentro de la UE y no tanto a la balanza con los países de fuera de la UE. Las galácticas importaciones europeas de petróleo nos ponen sobre la pista de las relaciones de sus miembros con los mercados exteriores. Y ahí está China con sus cientos de millones de esclavos formando la sucia trastienda del mundo desarrollado.  Alemania tiene un déficit bilateral con la China roja de 9.000M€ y Francia de 30.000M€. En conjunto, la UE tiene un déficit comercial anual con China de unos 140.000M€, que ni de lejos compensa el superávit en servicios (unos 8.000M€ hace un par de años). Este sí es el tema, porque China se ve favorecida en este intercambio por sus políticas proteccionistas, la venta por debajo de los costos de producción y las restricciones a la operatividad de empresas extranjeras en suelo chino (buena suerte importando materias primas desde China).

¿Quieres resolver el crónico problema europeo? Pues deja de culpar a Alemania, empieza a defender el fracking (¿y el hidrato de metano tal vez?) y reclama a los chinos que jueguen con las mismas reglas de juego que todos los demás. Ah, pero eso no lo vamos a hacer ¿verdad? Se vive mejor instalados en la queja y con un enemigo cercano al que culpar.

Kazajistán parece razonable:



lunes, 20 de abril de 2015

El disparate es votar al PP o tomárselo en serio

Si rascais un poco os daréis cuenta de que el PP lleva cuarenta años haciendo siempre la misma campaña. Ellos son la seriedad, la gestión, lo adulto y los demás son una banda de jipis desorejados que "no saben" lo que es la gestión pública ni lo que realmente necesita el país. Siempre trata el PP de ubicar el debate en estos términos, sus términos.

Mientras nos podamos tomar el vino tranquilos, ir al club Edén los días de cobrar la pensión y en el pueblo no haya negros, todo va bien. Nada de courrencias ni disparates. ¡Que siempre sea 1971! ¡Viva antes!
Así, un mitin de Fraga del Pleistoceno lo pones hoy en boca de Rajoy y nadie advierte el cambio. Hablaba Fraga por ejemplo en la campaña del 79 de "juzgar conductas y no promesas". Hoy nuevamente el PP repite la cantinela de las últimas cuatro décadas: votar a quienes no han gobernado pone en riesgo a España, optar por nuevos partidos es un "disparate", España no puede caer en "ocurrencias" y mi favorita: "gobernar es serio".

Mariano, si gobernar fuera serio tú no serías presidente.


Siempre ha sido esta apelación a la "seriedad" una constante en el Gürtelpartido. Las hemerotecas imploran una muerte rápida pues todas sangran con este hit parade popular que se repite en 2003, 2004, 2008, 2011... Después de tanto tiempo uno se pregunta qué diablos quieren decir con eso de la seriedad.

Por ejemplo, tenemos al PP de Orihuela levantando el estandarte de la seriedad en 2009, una seriedad que al poco tiempo se reveló como la excusa que tenían para atracarnos y robarnos dinero. Esta historia se repite siempre: se trata del Eterno Retorno de buscar excusas para seguir robando, cosa que es grave, pero también para seguir insultando nuestra inteligencia, cosa que algunos no soportamos. No nos gusta que nos roben. Que nos roben y nos llamen imbéciles a la cara, menos aún. Brea y plumas. Fuera de aquí. Vía. Ahí tenéis la puerta y no volváis jamás.

Soez, pero efectivo. Como los buenos cafés.
"¿A dónde pretenden ir estos con disparates y ocurrencias?", "¿qué clase de circo quieren montar?", "nosotros somos la espada en la oscuridad, el escudo que defiende los reinos de los hombres". Una y otra vez siempre la misma canción. La Canción de Robo y Saqueo en el Juego de Ñordos del PP.

En el mejor lugar de España oíamos la canción mientras se sucedían las mayorías absolutas del PP. No es que ese discurso tuviera un efecto directo, es que veías a la oposición y el PP podía quedarse sentado bajo un roble mascando hierba. La inutilidad galáctica de la oposición para enfrentar un discurso que no diera vergüenza ajena fue el mejor arma del PP para revalidar continuamente sus resultados electorales. Resultados electorales que se revelan como un simple trámite para defender los intereses públicos. Intereses públicos que resultan ser robarnos e insultarnos.


Siempre me ha parecido que quienes hacen campaña "contra el PP" hacen un flaco favor al debate público. Hacer campaña contra un partido político es estúpido y no aporta nada. Las elecciones no pueden reducirse a elegir entre votar contra el PP o votar a favor del PP. Eso no es política, eso es hooliganismo. Un hooliganismo que nos hurta el debate, que empobrece los puestos de la administración y que al final del día supone un perjuicio económico y político para el conjunto de los ciudadanos.

No se trata pues de establecer bloques compactos entre la seriedad con que nos roba el PP y las ganas de echar al PP que tienen los continuos frentes populares de chichinabo que se suceden con regularidad. Se trata de limpiar las telarañas que se encuentran en los recovecos de la administración (y aquí la crítica la extiendo a partidos tradicionalmente próximos a las administraciones, incluso la extiendo a esa parte de la sociedad civil que parasita el sistema).

El PP apela a su experiencia política frente a lo n00bs que son los nuevos partidos. Ellos se supone que "saben" cómo funciona la administración y cómo se debe gobernar. Pues precisamente eso que ellos venden como una fortaleza es una buena razón para no votarles. Yo no quiero que gente que lleva décadas en el poder siga estando en el poder. Y no me refiero a que haya que limitar mandatos. Hablo de algo más sutil, algo que pasa inadvertido pero que todos podemos identificar.

Cuando llevas diez o treinta años de concejal de Latveria, de asesor de la dirección general de Relaciones con Mordor, de vicesecretario ejecutivo de la comisión permanente de la diputación provincial de R'lyeh, etc., inevitablemente y de forma paralela a la actividad cotidiana de cara al público, va apareciendo una red de intereses parapolíticos, un tráfico paralegal de influencias, una tupida malla de silencios, confianzas, discreciones, deudas y relaciones.


Y no me refiero exclusivamente a los puestos políticos. De las ciudades, de las autonomías y de la administración central salen ramas por distintas empresas públicas y contratas privadas. Sucede lo mismo en la universidad y en los colegios profesionales. Hay redes de intereses creados que forjan una estructura de poder que no consta en los papeles oficiales. Si esto tuviera como fin defender lo bueno y bello no habría problema, sería incluso deseable, pero las más de las veces esto se usa para defender intereses particulares y saciar complejos y carencias que tiene esta gente.

En cuanto esta capa cortical se emplea para vulnerar la ley es muy dificil ponerle remedio. Afortunadamente España no es un país bananero y aquí el control y la supervisión funcionan de una manera razonable. Pero no podemos confiar siempre en estos mecanismos de control, porque mientras esperamos que funcionen ya se está haciendo daño. Es por ello que no hay que ponérselo fácil a los malos. Es mejor dificultar que aparezcan estas redes y se consoliden. Es mejor, cuando la opción está al alcance, elegir no alimentar al troll.

¡Uuuh, fiestón!
Me hace gracia cuando dicen "es que alguien sin experiencia es un riesgo". Oiga, más riesgo tiene el que lleva décadas mamando de la teta del paraestado cortical. Que tú eliges a alguien sin experiencia y lógicamente puede tardar en arrancar, pero por lo menos su falta de experiencia es una garantía de que no sabe muy bien por dónde empezar a tejer la telaraña.

Hay una variación de esto —no quiero desviarme del tema, pero no puedo evitar traerlo a colación— que es lo de "nuestros candidatos tienen que tener X años de experiencia en el sector privado". En serio, ¿de dónde sale la gente que dice estas alpargatadas? Un pìlar del sistema es que todos los ciudadanos son electores y elegibles independientemente de otros factores, sólo por el hecho de ser ciudadanos. Si pides X años de experiencia la gente que tiene 20 años no puede ser elegida. Me pregunto de qué clase de academia zulú salen estas ideas de bombero. Y hay otra variación similar: "nuestros candidatos son en un Z% titulados superiores". Lo mismo. Empezar a discriminar por circunstancias personales es lo mismo que cagarse en el sistema. Oiga, yo igual quiero elegir a un bachiller de 18 años. Total, ya tenemos bastantes analfabetos con títulos y experiencia laboral sentados en los escaños. Y a la hora de hacer un trabajo de gestión pública o de representación legislativa ya se cuenta con un ejército de funcionarios que están para algo. Además, la simple estadística aleatoria y los procesos internos de votación en los partidos ya se encargan de que haya cierto equilibrio natural en las capacidades de los cargos electos.

Viñeta que podría aparecer perfectamente en el Völkischer Beobachter pre-1933.
Todas estas babosadas a las que peligrosamente nos estamos acostumbrando responden a una estrategia de marketing político basada en el fortalecimiento de mitos cotidianos. "Tener experiencia en el sector privado es garantía de algo", "tener un master en cosas es garantía de otralgo". Elija usted su mito preferido. Yo me cago en esos mitos lo mismo que en el de la homeopatía.

Regreso al tema con el que estábamos.

El PP tiene una legión de abogados del estado que los escuchas desfilar por los pasillos de los negociados de la administración como tropas austrohúngaras. Y cantan su canción "somos serios, vótanos, los demás son un circo". ¿Serios de qué? Alabando a Rato cuando os era útil y ahora haciendo como que no lo conocéis. Mandando mensajes a Bárcenas y ahora haciendo como que no lo conocéis. Sois rémoras, eso es lo que sois. Que me parece estupendo y no prejuzgo que un empresario de casinos e hipódromos sea ministro de Justicia o que un fabricante de armas sea ministro de Defensa. El problema no es de Fulanito o de Menganito. El problema no son las puertas giratorias —en todo caso son parte de un problema mayor—. El problema es que se venden como una especie de empresa para el poder. Una especie de monopolio de oferta y la mayor parte de culpa la tiene la oposición.

Con candidatos malos y campañas malas lo peor que te puede pasar es que la gente te vote.
Vosotros analizáis los lugares donde existen mayorías estables durante largo tiempo y los encargados de hacer oposición recuerdan a los franceses en la Segunda Guerra Mundial. "Estos alemanes son muy malos, pero tampoco nos vamos a molestar mucho en echarlos porque al menos los trenes salen a su hora". Esto que digo del PP, insisto, es válido para el PSOE o para CiU o para la cosa esa que es el PNV. Toda organización que prospera al amparo del poder sobre lo que se conoce y lo que no se conoce es una rémora para todos.

El problema es encontrar la posibilidad de romper este círculo vicioso. Encontrar la salida. Aunque sea una alternativa instrumental, temporal. Lo de "en mi pueblo siempre se hicieron así las cosas" se tiene que acabar. De algún modo hay que acabar con esa idea. Y el razonable miedo de "si no sale el PP los comunistas convertirán la iglesia en un casino" tratar de combatirlo. Si en tu pueblo el PP (o el PSOE o quien sea) es malo y su alternativa es mala, pon los medios para que aparezca otra opción. Aunque el día de las elecciones la vote tu gato. Que un partido tradicional se pase una temporada sin contratar a sus cuñados para limpiar los arcenes del pueblo, al pueblo le va de perlas. No se trata de hacer una revolución ni de cambiarlo todo, se trata de que sientan que el poder no les pertenece. Se trata también de evitar el triunfo de la antipolítica que se oculta bajo el disfraz de "hay que echar al PP", echando al PP (nota: sustituid "PP" por lo que proceda).

sábado, 18 de abril de 2015

Liberalismo y polémicos debates políticos

Da igual que Rallo escriba en Vozpopuli o que lo haga en su blog, los comentarios que recibe siguen siendo como irse de picnic por Mordor. Aparecen bucles argumentales constantes, salpimentados por prejuicios, insultos, falsas peticiones de principio y las consabidas falacias habituales de los Uruk-hai que habitan Internet.


Algunas de las cosas que dicen esos comentaristas ya la encontramos en Primo de Rivera: "¿que libertad tiene alguien cuya única prioridad es tener algo que comer mañana?". Esta gente tan solo repite argumentos prestados (esta vez del falangismo, pero en sus críticas al liberalismo también encontramos argumentos socialistas, etc). Claro, la cuestión es preguntarnos por qué la única prioridad de alguien es comer mañana. Qué es lo que hace que una persona tan solo piense en comer. Descartado el problema mental, debemos preguntarnos por qué esa persona no tiene cuatro ferraris y plantaciones de algodón, supongo.

Es como si estos falangistas en el armario supieran lo que tiene que necesitar esa persona mejor que esa persona. Podemos pensar que el problema de fondo es el problema de la falta de prosperidad. Este es un tema tan gravoso y pesado que una caquita de comentario en Internet no puede despachar. Como poco podemos apuntar que si defiendes la política de Robert Mugabe, lo que obtienes no es Suíza, sino Zimbabue.

Andalucía con esteroides (uf, esto no va a gustar nada a la gente).
Otro de los comentarios que recibe Rallo por parte de las huestes de Saruman también es un viejo conocido: "el obrero que busca trabajo y el empresario que contrata no tienen la misma libertad de elección" (otra variación joseantoniana del antiliberalismo habitual que no habla de la evidente asimetría de información, sino de Charles Dickens). Claro que no parten de la misma situación y por eso existen leyes, asociaciones de trabajadores y de empresarios. Y también existen los libros y un mejor conocimiento de las cosas del mundo del que hay en los cuentos de Dickens. Todos conocemos casos de empresarios que tratan a sus trabajadores como poco más que objetos inanimados, cierto, pero ni de lejos esa es la norma porque hoy no vivimos en el siglo XIX. Además, precisamente el liberalismo nace y se desarrolla para combatir la idea de la esclavitud y de la servidumbre.

Pero no es momento de enfangarme en los habituales comentarios antiliberales. Para un liberal siempre es más entretenido discutir con otro liberal y hacer ver como que existen insalvables diferencias de principios. Las discusiones entre liberales siempre acaban siendo diatribas sobre el Derecho Natural y el rol del Estado. Temas emocionantes. Vamos a ello.

Los derechos individuales no son una licencia o una concesión que cada Estado-nación les otorgue a sus súbditos, sino el reconocimiento de la igualdad moral entre todos los seres humanos. En tal caso, no será el Estado el legitimado para decidir quién circula por el interior de sus arbitrarias fronteras políticas, sino que debería ser cada ciudadano quien dispusiera de la potestad para invitar, contratar o relacionarse con cualquier otra persona del globo.

Yo encuentro dificil hablar de derechos sin un código legal donde estén descritos esos derechos y sin legionarios romanos a su alrededor velando por ellos. Reconozco el interés que tiene el debate teórico sobre el derecho de las gentes, pero hacerlo ignorando al elefante en la sala es poco productivo.

Efectivamente el derecho de la persona nace antes que el Estado y no depende del Estado... pero sólo se puede defender dentro de un Estado (un Estado que puede ser una urbanización comunitaria con cuerpo de seguridad contratado, pero Estado al fin y al cabo).

El principado de Sealand tenía que haber montado un casino.
Reconocer la igualdad moral entre todos los seres humanos es una petición de principio del liberalismo con la que todos los liberales estamos de acuerdo. Pero esta petición de principio sólo cobra sentido en el momento en que la igualdad moral con la que nacen los seres humanos se transforma en igualdad política que comparten los ciudadanos. Cuando en Cádiz votaron la Pepa, los diputados no dijeron "venga, ya está, ya tenemos la Pepa, vámonos a casa", sino que tuvieron que organizarse para defender la nueva comunidad política. Los terroristas franceses de finales del XVIII no se fueron a casa a ver Betty la fea después de cortarle la cabeza al rey, sino que se quedaron en París a organizar el naciente estado.

Es decir, se trata de convertir el principio en ley porque si no lo conviertes en ley ese principio tan solo servirá para adornar una camiseta jipi. ¿Y cuál es la implicación de la ley? La existencia de un estado donde se aplique esa ley (y puedes estirar el concepto de Estado lo que quieras, que seguirá siendo Estado. La Atlantis de John Galt era un estado, un estado de capitalismo jipi, pero estado al fin y al cabo).

Muros para que la gente no salga. El concepto.
Efectivamente, en el tema de la inmigración que comenta Rallo no es el Estado el que decide quién circula por el interior de sus fronteras, sino cada ciudadano, como miembro de esa comunidad política, el que participa en la creación y defensa de las leyes que luego dicen quién camina dentro de sus fronteras.

A continuación viene el espinoso asunto de la eutanasia o suicidio pactado. Esto no es que sea un asunto liberal, es que ni siquiera es un asunto político. ¿Por qué? Porque en ningún caso se trata de una decisión. Una decisión implica una duda, una alternativa. En la muerte no hay la posibilidad de echarse atrás. Un muerto no puede decir que ya no quiere ser muerto. Si alguien está en las orillas del Aqueronte y no hay nada que hacer, eso lo decidirá un médico, Dios o el inventor del Trivial Pursuit. Lo que ocurra al otro lado de la puerta verde no es un asunto político. No es que esté a favor o en contra de una ley de eutanasia, es que sencillamente es algo que se queda fuera del ámbito de decisiones de la comunidad política. No existe, en tales términos, el concepto de "ley de eutanasia".

¿Cómo evitar la pendeinte resbaladiza?
Ahora bien, aunque coincida con la conclusión de Rallo, no comparto la idea de la propiedad de la vida (que aquí no comenta, pero es algo que se suele escuchar). Uno no es propietario de su vida porque uno es su propia vida. Si alguien fuera propietario de su vida podría venderla o comprarla a otros. Incluso alguien con mucho poder podría robar las vidas de muchas personas. Eso se llama comunismo. La vida no es un "bien" que posea nadie.

En el asunto de las drogas tan solo llamar la atención sobre el concepto de "restricción razonable" (Rallo comenta lo de no conducir borracho). Aquí sí que tenemos un asunto político: ¿en qué forma el hecho de estar drogado afecta a la libertad de terceros? Alguien drogado que camine por la calle puede andar tropezándose con las señoras. ¿Debemos multar a esa persona o prohibir caminar drogado? Se trata de un asunto que la comunidad política debe administrar. No sé si a nivel municipal, por barrios o a nivel estatal, lo que sé es que la actual legislación sobre drogas sólo beneficia a los narcos. Es más, algo que no se suele decir es que en el momento de legalizar el consumo de alguna sustancia, el número de adictos disminuye. Esta es la típica cosa que todo el mundo sabe pero que nadie arregla porque la economía sumergida ofrece galácticas rentabilidades (echad un vistazo al enlace).

Ilegalización de las drogas, creando prosperidad en Londres desde los tiempos de las guerras del opio.
Después viene la prostitución. Lo dicho: combatir la esclavitud y proveer el ambiente para que la gente no tome decisiones desesperadas. Más allá no encuentro gran diferencia entre la prostitución y la psicología.

Luego hay una cosa que se llama "gestación subrogada" (vientre de alquiler) que desconozco la razón por la que es un tema de debate. Lo que hagas en tu dormitorio o en tu laboratorio con personas adultas que consientan fuera de la esclavitud y el abuso, es cosa tuya. Ahora bien, si nace un niño de ese arreglo, lo de las abejitas se lo explicas tú.

No juzquéis si no queréis ser juzgados.
En general veo que muchos de estos temas tienen el problema de ser o no considerados políticos. Hay algunos otros temas fuera del ambiente económico en los que el liberalismo también ofrece alternativas fuera de las corrientes dominantes. Está el asunto de las lenguas oficiales, el mero concepto de lengua oficial tiene poco sentido. Está el asunto del aborto, en el que jamás habrá un acuerdo y es más fácil encontrar insultos que soluciones. Está todo lo relacionado con la Kultur, que es una gran excusa para crear élites que favorezcan discursos políticos (o simplemente la creación de una religión civil). Está el asunto del papel del deporte en la política, que no parece tener mucho sentido. E incluso más allá el tema educativo, el de la política territorial (el olvidado papel de los ayuntamientos) y por último el asunto de la política internacional, la intervención y el alineamiento.

El problema es que el liberalismo no da una solución compacta a todos estos temas, sino que tan solo aporta ciertas líneas de pensamiento iniciales a partir de las cuales la gente va tomando partido. Esta heterogeneidad es una debilidad intrínseca del liberalismo, pero al mismo tiempo es su fortaleza en el sentido de que el liberalismo requiere de un rigor intelectual más exigente que otras líneas de pensamiento de nuestra época como la del tecnocaciquismo ladrónico, el retrosocialismo católico o el neotradicionalismo bioparticularista.

Retorno a lo clásico




jueves, 16 de abril de 2015

Todas las líneas de tren llevan a Madrid

La palabra "tren" aparece en el Diccionario de la Lengua Castellana de 1780 con varios significados. El primero, como sinónimo de "aparato" aplicado al concepto de "viaje". Es decir, la organización previa de un viaje (tener preparadas las maletas, saber el recorrido, llenar la bota de vino, etc.). El segundo significado se refiere a la ostentación o pompa (como en "vivir a todo tren", supongo). En 1817 se incorpora a estas definiciones "tren de artillería" como conjunto de piezas de artillería y de todo su servicio que pueda necesitar un ejército. No llama la atención este nuevo significado ya que entre 1780 y 1817 cambia el concepto de ejército. El fin de la Edad Moderna es el fin del protagonismo de la caballería y el ascenso de la infantería. El pueblo en armas, etc. La defensa ya no es cosa de nobles a caballo, sino de ciudadanos a pie. Ah, los diccionarios.


Es conocido que el primer tren español impulsado por una máquina comienza a operar en Cuba en 1837. Uno de sus promotores será el encargado de organizar la segunda línea de Barcelona a Mataró. Este segundo proyecto no sale tan bien como el primero y una compañía inglesa debe hacerse con la mitad de las acciones de la empresa. El nacionalismo particularista catalán sin embargo contará después alguna historieta del "espíritu emprendedor" de los catalanes, etc.

Durante la construcción del Barcelona-Mataró comienzan a construirse paralelamente otras nuevas líneas desde la capital del reino hasta los sitios reales y en la cuenca minera asturiana para facilitar el trasiego de carbón. Compañías inglesas empiezan a su vez a sufragar pequeñas líneas que pondrán en contacto sus centros de extracción con la costa, sobre todo en Andalucía.

Leer De modernos, frapuchinos, innovación y carreteras del XIX

El tren en España se inicia por tanto no con el arrojo de unos aventureros probando heroicamente una tecnología revolucionaria, sino con el desmayo inexpresivo del plácet burocrático a una serie de compañías próximas al poder político y conocedoras de las alfombras de palacio. Compañías en no pocos casos participadas o dirigidas por inversores extranjeros y en otros participadas directamente por ministros y diputados (con el erótico resultado que esto suele tener).

"The Modern Colossus of Railroads" (Joseph Keppler, 1879). La imagen muestra a Cornelius Vanderbilt en primer plano. En pequeñito aparecen Jay Gould y Cyrus W. Fields, otros magnates de los ferrocarriles.
Es una vieja historia que a todos nos suena. Mientras el nation building en Estados Unidos se debe a ciertos apellidos como Vanderbilt, Morgan o Rockefeller (y a decenas de miles de irlandeses y chinos muertos en charcos de fango a edades trágicamente tempranas), en España el marqués de Salamanca pega el braguetazo con la hija de un rico comerciante inglés que debía su fortuna a la primera industrialización malagueña. El marqués de Salamanca se traslada a Madrid, se codea con el poder y entabla relaciones y lealtades que le llevan a poseer algunas de las primeras líneas de ferrocarriles, así como el monopolio de la sal, que alquila al estado convirtiéndole en uno de los tipos más ricos de su tiempo (hay una ciudad en Nueva York que lleva su nombre).

A partir de la década de 1840 se dispara el crecimiento de población en Madrid pasando del 1% del total de España a casi el 2,5% en 1870 (de 150.000 a 400.000 habitantes). Todavía es una cantidad pequeña respecto al total pero el problema era que a su alrededor no había grandes núcleos urbanos. Se tiene así la necesidad de establecer una estructura radial alrededor de la capital ya no sólo por necesidades de gobierno (correos) sino para alimentar a su población.


Una disposición radial similar a la española la encontramos en Francia, lugar oscuro de donde acostumbramos a importar todo lo malo que desgracia esta noble tierra.


Esto no es una coincidencia. En un número de la Revista de Obras Públicas de 1864 no sólo se compara la organización de los ferrocarriles con Francia sino también sus cuerpos de ingenieros, sus cuadros y sus salarios (pdf). Es decir, existió una voluntad política de imitar el modelo francés. El problema es que Francia no era España. Sea una conclusión precipitada y maniquea, pero cada vez que España importa modelos del exterior, lo hace sin tener en cuenta particularidades o condicionantes endógenos. Por eso solemos fallar.


Perfil topográfico entre París y Madrid.

 La industrialización española en 1850 y 1860 no repercutió en grandes capas de la sociedad. Un puñado de plutócratas como Salamanca o el Duque de Alba sí participaban en estas empresas industriales, pero la mayoría estaban dirigidas por accionistas extranjeros. Así, las primeras grandes empresas ferroviarias españolas se deben a una acción exterior. Cosa que no quita para que fueran debidamente aprobadas por los cambiantes y saltarines gobiernos de la época.

Serán estas grandes empresas (Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España, Compañía de los Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y Alicante (MZA), Sociedad de los Ferrocarriles de Almansa a Valencia y Tarragona, etc.) las que vayan conformando el mapa del ferrocarril en España que llega a nuestros días. Pero la primera explosión de empresas de ferrocarriles de mediados del XIX se topa con una crisis económica que provocan unos caballeros de Carolina del Sur (la misma crisis que hizo a los rusos conquistar Tayikistán). La congelación del mercado mundial del algodón provoca una crisis en las empresas textiles españolas (responsables en buena parte de la acumulación del capital necesaria para la industrialización). Los inversionistas se resienten y el ferrocarril, sobre el que se habían colocado las esperanzas de la modernidad sufre las consecuencias de no poder aliviar sus deudas. Los bancos entran en una situación delicada y en nada ayuda el final del reinado de Isabel II y la situación de incertidumbre política que domina el país, que culminará con La Gloriosa y el inicio del Sexenio Democrático.

Dentro de cien años dedicarán películas y barrios de Madrid al Pocero o a Jesús Gil.
Las empresas que sobreviven a esta etapa de crisis saldrán más reforzadas en el siguiente periodo. Con la Primera Restauración aparecen nuevas compañías ya en muchos casos de capital español que serán poco rentables pero que hacían honor al concepto de utilidad marginal y de subvención pública. En la Restauración —cómo no— también se produce algún que otro pelotazo como el del The Málaga and Gibraltar Railway Company (pdf), una forma civilizada de dejarnos robar por los piratas ingleses como cualquier otra.

A grandes rasgos la historia del ferrocarril español no es muy diferente a otros países de la época: iniciativa privada mezclada con los intereses financieros de quienes ostentan el poder político. Capitalismo de amiguetes, pasillos ministeriales, reservados en restaurantes madrileños y recepciones en casa de algún banquero metido a duque. La historia nos suena.

Con el final de la guerra contra Estados Unidos, España se recapitaliza y si a esto unimos la inmediata Guerra Mundial gracias a la que España sale de su déficit comercial crónico, entenderemos cómo a comienzos del siglo XX existe el capital y la tecnología para la electrificación de las nuevas redes.

Estación de Canfranc, inaugurada en 1928 (cosas nazis en este enlace).
Sería durante la dictadura "de derechas" de Primo de Rivera cuando se comienza a hacer público el transporte por ferrocarril en España. Ya se sabe que lo de la "derecha" en España tiene poco o nada que ver con la propiedad de los medios de producción y con el crecimiento de las atribuciones del estado.


La más reciente guerra civil que sufre España se lleva por delante buena parte de la infraestructura ferroviaria. Una curiosidad geográfica durante la contienda: las líneas del ferrocarril público son las que en un primer momento quedan en manos de los golpistas. Las grandes compañías de Andalucía, Aragón y Levante quedan cortadas por las líneas del frente y serán las que sufran más los efectos de la guerra. Una guerra que duró mucho tiempo hasta la caída de Madrid tras un primer intento en el otoño del 36. El bando franquista trató de sitiar Madrid por lo que los del Frente Popular tuvieron que recurrir a prisioneros de guerra para construir apresuradamente una vía que conectara la capital (Valencia) con Madrid.

Tras la guerra, la descapitalización del país (financiera y humana) y el hecho de que el mundo iniciara otra guerra por los problemas de impotencia de un cabo austríaco impedirían que las empresas ferroviarias españolas pudieran continuar operando. Así, será la siguiente dictadura "de derechas" la que nacionalice los ferrocarriles españoles con la creación de RENFE en 1941. Caray, históricamente las dictaduras militares "de derechas" son el único modo de ver qué aspecto tiene el país si fuera gobernado por Izquierda Unida. Ups.

Puente de Enclavamientos y Señales, a la salida de la Estación de Francia (Barcelona).
Desde la década de los 1920 hasta la actualidad —dejando al margen la alta velocidad— serán pocas las nuevas líneas que se abran. Las reformas serán sobre todo en el campo de la tecnología (abandono de la tracción a vapor en los 1970) y de la gestión (cesión de competencias en vía estrecha y cercanías).

Aquello que en los 50 decía Galbraith de la "sociedad opulenta" (affluent society) también repercute en España. El crecimiento económico, el aumento del poder adquisitivo de los españoles y la estabilización de la gran clase media pone a los trenes en desventaja frente a los automóviles. En los 1980 la entrada en el Mercado Común conllevó un proceso de desindustralización para ayudar a traer a 16 millones de alemanes orientales del tercer mundo al mundo desarrollado, con las sabidas consecuencias que tuvo para el transporte. La descentralización política del gobierno de Aznar da lugar a nuevos servicios de cercanías y a la aparición de nuevos aeropuertos locales en una "carrera por las infraestructuras". No se dejan de lado mientras tanto las grandes obras en torno a la capital: construcción de la nueva terminal de Barajas y diversas e hilarantes vías de circunvalación a la ciudad de Madrid cuya área metropolitana concentra a más del 12% de la población española.

La España terminal.
El vaciamiento del interior, la crisis demográfica y la precipitada conversión de España en un país de servicios dan lugar a una sensación de sobreequipamiento de infraestructuras de transporte. Una capital obesa conectada con la periferia costera que incluye, para los trenes de alta velocidad, paradas en Tardienta o Antequera. Esta situación provoca que haya dos visiones contrapuestas del modelo de conexiones ferroviarias en España. Por un lado, corredores por lugares de menor dispersión poblacional (Cantábrico, Mediterráneo), por otro lado la tradicional disposición radial que imitamos a los franceses del XIX. Como es dificil ponernos de acuerdo, se decidió implementar los dos modelos al mismo tiempo.

En 2007 España estaba recaudando 175.000 millones de euros más que en 2001. No sólo gastamos anualmente ese dinero "extra" en un montón de cosas sacrideliciosas sino que además pedimos prestado más dinero a los españoles del futuro. En la primera década del siglo XXI España invirtió en infraestructuras de transporte 120.000 millones de euros. Nos convertimos en el país con más kilómetros de autopista, con más kilómetros de alta velocidad, con más kilómetros de oleoductos y con más aeropuertos de la UE. No habría ningún problema con esto si el uso de estas infraestructuras estuviera en sintonía con las inversiones realizadas. De regreso al 24% de paro en España estas infraestructuras parece que no están siendo explotadas de una forma que justificara tal gasto.

Sea como fuere, España en los últimos 150 años no sólo no ha aprendido la lección, sino que continuamos cometiendo los mismos errores, pero esta vez esos errores los pagamos todos y nadie discute que estas infraestructuras deban de ser públicas.