Tratar de averiguar qué aspecto tendrá el futuro con unas reglas de juego diferentes es muy complicado. Una cosa es el futuro y otra cosa es cómo ven ese mismo futuro distintos actores. Por ejemplo, tenemos este artículo del FT en el que un ganadero irlandés respira aliviado por el fin de la cuota de producción: "es como si todo este tiempo estuviéramos conduciendo con el freno de mano puesto", dice. Y luego tenemos a los sindicatos ganaderos, aterrados e histéricos.
Para tratar de averiguar qué aspecto tendrá un planeta Tierra sin cuota de producción láctea europea —pues es idiota pensar que esto no repercutirá en el mercado mundial— tenemos que irnos a la época en la que se aprobó el sistema de cuotas. En 1984 se propuso el sistema de cuota láctea en el Mercado Común con el objetivo de estabilizar los precios y contener la producción. Este plan era temporal y duraría unos cinco años. Pero a algunos supongo que les venía muy bien esta copia del CAME soviético porque lo que nació como plan temporal ha durado tres décadas.
![]() |
Mickey Mouse, menudo pájaro. |
Establecer una cuota de producción limita el crecimiento de las granjas más competitivas, obligándolas a pagar una multa si se pasan de una cuota establecida en función de su tamaño. Si eres el dueño de una de estas granjas, esto es una guarrada, pero lo más probable es que seas dueño de una granja menos competitiva, así que este sistema no te parece mal.
Vacas lecheras. (MAGRAMA). |
El caso es que durante tres décadas nadie daba un duro por la cuota láctea —los sindicatos que hoy protestan contra su desaparición, protestaban antes por su implantación—, salvo las explotaciones más ruinosas nadie tenía incentivos para defender un sistema de alteración de precios y producción que castiga a los mejores y recompensa a los peores. Hoy existen otros modos de fijar gente al territorio —turismo, diversificación de la producción— y a estas alturas ya era demasiado evidente que la cuota no funcionaba para lo que fue establecida. A pesar de la cuota, el número de explotaciones ganaderas ha disminuido a una fracción mínima de lo que era hace treinta años.
![]() |
Supongo que detrás también había un mercado para las coberturas de riesgos crediticios de las cuotas. |
—Es que queréis tener un sistema de cuotas y que la industria no abuse de su posición negociadora y las dos cosas no pueden ser.
—Pero, pero... ¡que la administración intervenga en los contratos y nos compense los precios!
Y así todo el santo día., pero ese día acaba hoy.
![]() |
Ministerio de Agricultura y Comida (Moscú, URSS). Cada mañana tenían que mirar en el WSJ el precio de la comida. Así les fue. |
La industria, por su parte, encargada de recoger cántaros de leche de acero inoxidable en casas donde todavía creen que vive Franco y transformarla en productos consumibles para los débiles estómagos urbanitas, está de enhorabuena. La mayoría de las pequeñas explotaciones han desaparecido, con lo que los costes de producción de la industria han bajado; el previsible aumento de la producción en un mercado con una demanda que dificilmente puede bajar —somos mamíferos peludos— y la apertura de nuevos mercados como el chino o el indio hace que dificilmente se entristezcan sus accionistas.
![]() |
¿Alguna vez visteis una vaca china? Exacto. |
Supongo que ya intuís que aquí habrá perdedores. Básicamente las explotaciones más pequeñas, con menos capacidad negociadora y aquellas en lugares donde el campo para forraje sea limitado (zonas más o menos montañosas, ¡hola Asturias!). O inventan nuevas fórmulas de cooperativismo para aprovechar economías de escala o diversifican la fabricación de productos con mayor valor añadido (queso, yogur de piña) o venden modernidad en forma de caros productos "ecológicos" para divorciadas y vigoréxicos o pueden decir adiós a esas bonitas vacas y dedicarse al fracking que es lo que todos esperamos.
Claro que tampoco hay que ponerse tremendistas. El efecto del mercado libre sobre pequeñas explotaciones en España no es nada en comparación con lo que les ocurrirá a millones de europeos del este y sus granjas preindustriales. Y aquí hay un detalle gracioso: aquello de "proletarios de todos los países, uníos", pasará a llevar la coda "pero no compitáis en los mismos mercados".
Todas las explotaciones, tanto pequeñas como grandes, tendrán que empezar a pensar —si no lo hacen ya— en que su competencia ya no está en la parroquia vecina, sino en un mundo que de la noche a la mañana se ha vuelto inmensamente grande. No me sorprenderá ver episodios dramáticos como cuando cierran una mina en una comarca minera. Las presiones que recibirán nuestros legisladores son fáciles de prever: salvar empleos y no personas. Pero esa es una parte del problema que tocará analizar cuando llegue.
Más:
- Alan Mathews - Milk market on track for soft landing following quota removal
- Croatian Week - EU Milk Quota Removal No April Fools Joke for Croatian Farmers
- Rabobank (jiji) - New Dawn for European Dairy: The Morning After Milk Quotas: «production will become further concentrated in the key milk-producing regions of Northern and Western Europe».
- Effects of abolition of the EU milk quota system for Dutch agriculture: «the removal of the EU quota system will result in 21% more milk production in the Netherlands».