martes, 31 de marzo de 2015

Fin de la cuota láctea

Hoy finalizan 31 años de cuota láctea en la UE y cientos de miles de personas andan con el culo más torcido de lo habitual porque el futuro es siempre aterrador. Desde que hace unos cuatro años se comenzó a plantear el fin del sistema de cuotas de producción, han sido innumerables las reuniones, conferencias y simposios que reunían a ganaderos, industria, vendedores y administraciones para tratar de atisbar una pizquita de ese futuro y cortarle el paso al miedo.


Tratar de averiguar qué aspecto tendrá el futuro con unas reglas de juego diferentes es muy complicado. Una cosa es el futuro y otra cosa es cómo ven ese mismo futuro distintos actores. Por ejemplo, tenemos este artículo del FT en el que un ganadero irlandés respira aliviado por el fin de la cuota de producción: "es como si todo este tiempo estuviéramos conduciendo con el freno de mano puesto", dice. Y luego tenemos a los sindicatos ganaderos, aterrados e histéricos.

Para tratar de averiguar qué aspecto tendrá un planeta Tierra sin cuota de producción láctea europea —pues es idiota pensar que esto no repercutirá en el mercado mundial— tenemos que irnos a la época en la que se aprobó el sistema de cuotas. En 1984 se propuso el sistema de cuota láctea en el Mercado Común con el objetivo de estabilizar los precios y contener la producción. Este plan era temporal y duraría unos cinco años. Pero a algunos supongo que les venía muy bien esta copia del CAME soviético porque lo que nació como plan temporal ha durado tres décadas.

Mickey Mouse, menudo pájaro.
¿Y por qué iba a querer nadie estabilizar los precios? Bueno, la respuesta corta es que la producción del sector primario es muy fluctuante. El problema está en que las vacas comen forraje y pienso complementario. Tanto el forraje como el cereal del pienso son recursos escasos: tu cantidad de forraje te limita el crecimiento y el precio del cereal es una montaña rusa. Durante milenios el hombre ha explotado animales en el campo, pero cierto día a alguien se le ocurrió inventar el ferrocarril y entonces el hombre tuvo la oportunidad de dejar el campo y viajar a la ciudad. Ya sabéis, ese sitio donde las luces son más brillantes y puedes olvidarte de los problemas, como dice Petula Clark.

Establecer una cuota de producción limita el crecimiento de las granjas más competitivas, obligándolas a pagar una multa si se pasan de una cuota establecida en función de su tamaño. Si eres el dueño de una de estas granjas, esto es una guarrada, pero lo más probable es que seas dueño de una granja menos competitiva, así que este sistema no te parece mal.

Vacas lecheras. (MAGRAMA).
Evidentemente el motivo de establecer cuotas de producción no sólo tiene que ver con lo que reclamen granjeros que a nadie importa, también hay objetivos políticos para establecer la cuota: básicamente garantizar que la gente no abandone el campo. Esto es un tema más complicado que tiene que ver con la dispersión de la población en el territorio, las migraciones internas y el regreso del conselleiro de turno tras un viaje a Bruselas tranquilizando a sus paisanos.

El caso es que durante tres décadas nadie daba un duro por la cuota láctea —los sindicatos que hoy protestan contra su desaparición, protestaban antes por su implantación—, salvo las explotaciones más ruinosas nadie tenía incentivos para defender un sistema de alteración de precios y producción que castiga a los mejores y recompensa a los peores. Hoy existen otros modos de fijar gente al territorio —turismo, diversificación de la producción— y a estas alturas ya era demasiado evidente que la cuota no funcionaba para lo que fue establecida. A pesar de la cuota, el número de explotaciones ganaderas ha disminuido a una fracción mínima de lo que era hace treinta años.

Supongo que detrás también había un mercado para las coberturas de riesgos crediticios de las cuotas.
Existe un largo y doloroso proceso de concentración de la producción en cada vez menos manos que hoy nos preguntamos si el mercado no hubiera determinado igualmente. Ah, pero estamos en Europa y aquí el mercado es una curiosidad de museo. El sistema de cuotas de producción llevaba aparejado un sistema de incentivo económico por el que cada productor podía alquilar o vender su cuota. Además, la industria, emocionada con el infinito número de pequeñas explotaciones familiares que la cuota mantenía en la subsistencia logró con ella un gran poder negociador para fijar los precios de compra que les saliera de las ubres. Por ello, era tradición anual —como las grandes ferias de ganado— que los sindicatos protestaran por la posición de fuerza de la industria. Posición de fuerza debida al mismo sistema de cuotas que los sindicatos defendían. ¡Qué cosas!

—Es que queréis tener un sistema de cuotas y que la industria no abuse de su posición negociadora y las dos cosas no pueden ser.
—Pero, pero... ¡que la administración intervenga en los contratos y nos compense los precios!

Y así todo el santo día., pero ese día acaba hoy.

Ministerio de Agricultura y Comida (Moscú, URSS). Cada mañana tenían que mirar en el WSJ el precio de la comida. Así les fue.
Naturalmente —impasible el ademán— los sindicatos ya están haciendo presión para que el aterrizaje sea suave, lo que en cristiano significa que debes echarte mano a la cartera.

La industria, por su parte, encargada de recoger cántaros de leche de acero inoxidable en casas donde todavía creen que vive Franco y transformarla en productos consumibles para los débiles estómagos urbanitas, está de enhorabuena. La mayoría de las pequeñas explotaciones han desaparecido, con lo que los costes de producción de la industria han bajado; el previsible aumento de la producción en un mercado con una demanda que dificilmente puede bajar —somos mamíferos peludos— y la apertura de nuevos mercados como el chino o el indio hace que dificilmente se entristezcan sus accionistas.

¿Alguna vez visteis una vaca china? Exacto.
El consumidor final está de enhorabuena exactamente en la misma medida que la industria: más producción, más competencia, bajada —o al menos contención— de precios. Me pregunto si el aumento previsible de las exportaciones compensará los precios en el mercado interior, eso todavía está por ver.

Supongo que ya intuís que aquí habrá perdedores. Básicamente las explotaciones más pequeñas, con menos capacidad negociadora y aquellas en lugares donde el campo para forraje sea limitado (zonas más o menos montañosas, ¡hola Asturias!). O inventan nuevas fórmulas de cooperativismo para aprovechar economías de escala o diversifican la fabricación de productos con mayor valor añadido (queso, yogur de piña) o venden modernidad en forma de caros productos "ecológicos" para divorciadas y vigoréxicos o pueden decir adiós a esas bonitas vacas y dedicarse al fracking que es lo que todos esperamos.


Claro que tampoco hay que ponerse tremendistas. El efecto del mercado libre sobre pequeñas explotaciones en España no es nada en comparación con lo que les ocurrirá a millones de europeos del este y sus granjas preindustriales. Y aquí hay un detalle gracioso: aquello de "proletarios de todos los países, uníos", pasará a llevar la coda "pero no compitáis en los mismos mercados".

Todas las explotaciones, tanto pequeñas como grandes, tendrán que empezar a pensar —si no lo hacen ya— en que su competencia ya no está en la parroquia vecina, sino en un mundo que de la noche a la mañana se ha vuelto inmensamente grande. No me sorprenderá ver episodios dramáticos como cuando cierran una mina en una comarca minera. Las presiones que recibirán nuestros legisladores son fáciles de prever: salvar empleos y no personas. Pero esa es una parte del problema que tocará analizar cuando llegue.

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jueves, 26 de marzo de 2015

Las murallas de UPyD

La explicación que el sector del búnker de UPyD emplea para explicar su mal resultado electoral en Andalucía y su sangría en el resto de España es cuanto menos audaz e imaginativa. Según dicen, existe una conspiración que involucra al Estado y a las empresas del IBEX 35 en frenar el ascenso de Pablemos y proporcionar una vía de escape a los turnistas apoyando a Ciudadanos. ¿Y por qué esta gente malvada, este club Bilderberg garbancero, apoya a Ciudadanos y no a UPyD? Pues porque UPyD les hace daño ya que plantea denuncias en los tribunales contra los más sonados casos de corrupción que se relacionan con los poderes fácticos del país.


Sí, es asombroso: su explicación es que existe una conspiración. Esto es como si en un partido de fútbol a tu rival le expulsan a dos jugadores, aún así te mete cinco cero y luego vas y le echas la culpa al árbitro.

Yo la verdad es que no me enteré de ninguna propuesta política de UPyD durante la campaña andaluza. Tampoco me enteré de ninguna de otras partes de España en los meses previos y eso que soy consciente de que ya tienen a gente haciendo precampaña y soy ciertamente friki de la actualidad política. Puede que esto se deba a que en mi entorno geográfico jamás existió UPyD, partido con vocación nacional desconocido en gran parte de la nación.

Partido monotema

Lo que si me llegó en los últimos tiempos desde UPyD fue su campaña de denunciar casos de corrupción. No es dificil encontrar en las redes sociales propaganda al respecto:


Estoy a favor del bien y en contra del mal. Personarse como acusación en sonados casos de corrupción parece una buena idea. Ayudar a cruzar la calle a las ancianas también es una idea estupenda. Montar bancos de alimentos es algo común durante las fiestas de Navidad en varios partidos políticos. Todo el mundo está a favor de estar a favor del bien.

Ahora, presumir de ello ya me parece regular. Es como esa panda de acémilas que piden retuits o likes en Facebook y por cada uno donan cinco céntimos a alguna oenegé de negritos. Me parece regular tirando a mal. Que UPyD presuma de lo que se gastan en estos litigios resta fuerza moral a esa campaña. Pero eso no es ni de lejos lo grave del asunto.

Lo grave del asunto es confundir hacer política con involucrarse en causas judiciales. Un partido político no es una "asociación de víctimas de" ni una "plataforma de afectados por". Un partido político es la suma de personas que comparten diagnósticos sobre la situación del país y tienden a compartir sus posibles soluciones. A mí me pueden gustar los helados de pistacho, pero en mi vida votaré al partido de la gente a la que le gustan los helados de pistacho. ¿Por qué? Porque entiendo la política como algo más amplio. Lo de los helados de pistacho está bien, pero ahora háblame del AVE, de guarderías, de software libre y de crecimiento de empresas. Cri cri.

Pero sé que convertirse en un partido monotema "anticorrupción" no es la única causa que lleva a UPyD al suicidio. Está la cuestión estética. La cuestión estética no solamente tiene que ver con aparecer guapos en las fotos sino con las formas de relacionarte con tus competidores... y con tus ex-empleados. Tú echas a alguien del partido dando un portazo y poniéndolo a parir y te has ganado su enemistad para siempre. Esta situación ha ocurrido en prácticamente toda España con UPyD, pero no es grave mientras se trate de personas anónimas. Es grave cuando se trata de tu eurodiputado más conocido. Llamaron a Sosa Wagner corrupto. Sosa Wagner será muchas cosas y defenderá ideas con las que no estás de acuerdo, pero de ahí a ponerle a parir...


Partido antipático

Más importancia tiene la forma de relacionarse UPyD con los demás partidos. En un programa de televisión estaba doña Inés Arrimadas (Ciudadanos) y un señor del PP que la estaba poniendo a caldo. Doña Inés le decía "¿no te das cuenta de lo importantes que son las formas? No estás debatiendo, estás insultando y la gente ya no traga con eso". El señor mayor del PP, evidentemente víctima de una época mental diferente, insistió con su estrategia (tal vez correcta si su público lo forma gente enchufada a una bombona de oxígeno).

¿Os parece esto una tontería? Esta es la puta clave hoy en día. Tiramos el muro, pusimos una moneda en Europa y compaginamos amplios programas de Seguridad Social con rascacielos de la banca de inversión. La diferenciación política hoy aquí tiene mucho que ver con las formas y los modelos en que se ve reflejado el personal. No me extiendo con este tema, tan solo planteaos por qué las personas se compran un coche y no otro.

Paso de comentar nada.
En esto UPyD falló más que el tipo que vendió el coche para comprar gasolina. No puedes alzar la bandera anticorrupción y llamar corrupto a todo el mundo porque estás siendo el tipo desagradable que insulta a la gente. A nadie le cae bien ese tipo. Si quieres luchar contra la corrupción monta un lobby, haz presión, presenta informes, etc. O preséntate a las elecciones y que uno de los puntos de tu programa sean medidas anticorrupción, gana peso legislativo y trabaja en el parlamento.

Conspiración de los medios

Una de las locas razones que dan los del bunker de UPyD para su fracaso electoral fue que existe una conspiración en la prensa. Es decir, aparte de insultar a los otros partidos y a sus electores, también se divirtieron los magentas insultando a la prensa. "No nos sacan en los medios porque nosotros somos especiales, cómprame un pony, corrupto cabrón", suelen decir.

Hace veinte años al BNG no lo sacaban mucho en los medios. En el año 97 superaron al PSOE en escaños y votos en Galicia. Gente de derechas de toda la vida votaron a estos carpetovetónicos malandrines. Beiras estaba en forma y la corrupción asolaba al PSOE. Era la época en la que gente del PP se sorprendía del trabajo que hacían los militantes del Bloque. Creo que a IU le pasó algo parecido en algunos sitios: gente muy comprometida, liderazgos estables, estructuras fiables, etc. Trabajo de calle y aunque no ganes elevas tu suelo electoral, te asientas.

Si tienes a partidarios en todas partes y te fías de ellos, una campaña se hace sola. Pondría de ejemplo las elecciones europeas en las que aparece Pablemos pero como han recibido dinero de la dictadura venezolana puede que no sea el mejor ejemplo. Se entiende lo que digo.

Si organizas un acto durante la campaña que consiste en levantar una carpa y hacer que tu candidato se entreviste con paisanos en la calle y la prensa no informa de eso, el problema no es de la prensa, es que ese acto es malo, no llama a nadie, no atrae a la gente. Yo alucino bastante cuando el búnker dice "excelente campaña", ¿de qué campaña están hablando? Porque la campaña de UPyD fue una basura, con perdón. Pero si hasta ataban bayetas de color rosa en la puerta del parlamento en plan "vamos a limpiar la corrupción". Quiero pensar que a estas horas el responsable de campaña y de comunicación están de ejercicios espirituales en el Tibet.

Si esto lo hacen unas juventudes del partido o algo así, pues bueno. Pero no.
Y no, aquí no hay "post hoc, ergo propter hoc". No digo esto sabiendo que los resultados fueron malos. Hay más cosas.

Némesis

Tache lo que no proceda.
Antes os puse un enlace al informe de daños semioficial del sector búnker de UPyD. Entre los calificativos que su autor dedica a Ciudadanos encontramos "rancia política ibérica del cacique" y "red clientelar interna". Ciudadanos no tiene nada de especial sólo que estuvieron a punto de llegar a algún tipo de entente. Recordemos que terminada la reunión UPyD entregó un informe de 42 páginas explicando por qué la reunión no tuvo éxito.

Este desacuerdo con Ciudadanos hoy sabemos que tiene que ver con su estrategia de implantación: ir fagocitando a pequeños partidos locales. Bien, algún día alguien tendrá que explicarme qué es lo malo de fagocitar a partidos pequeños (¿problemas de redes clientelares quizás?), por el momento Ciudadanos ya no depende de otros para crecer. Ya es marca por sí mismo. Y una marca que vende el producto "ni partido turnista, ni romper la vajilla". Es decir, marca que vende el producto que hasta hace unos meses vendía UPyD.

En la pugna por el mal llamado centro político con vocación nacional (el centro político es un mito), la cúpula de UPyD tiene mal perder, por eso se meten tanto con Ciudadanos. Cosa que desvía el mensaje de meterse con quienes nombran al CGPJ. Que yo sepa Ciudadanos ni pincha ni corta ahí. Ya veremos lo que hace, de momento hablan de despolitizar la justicia, punto con el que coinciden con UPyD. Es decir, es que te metes con el único partido que hace un diagnóstico similar al tuyo y propone cosas similares a las tuyas. ¿Cómo llega esto a los ciudadanos? Pues llega mal, claro, porque es incomprensible.

Más allá de cúpulas enrocadas y bunkerizadas, dudo que la gente comprenda que es lo que los separa. En la batalla de la imagen, UPyD trata de decirnos que Ciudadanos actúa como los turnistas, pero no parece que sea así percibido por la gente. Y Ciudadanos dice que sus puertas están abiertas pero que ya no van a insistir con un pacto. ¿Conspiraciones del IBEX 35? Por Dios, mirad a unos y a otros.

jijiji
El administrador de la miseria

Hay un artículo de Pablo Simón en Politikon que no va exactamente de este tema, pero del que se puede extraer alguna idea provechosa.

Un partido lleva perdiendo elecciones desde hace décadas (...) y los líderes posponen la propia victoria como principal – y complicado – objetivo frente a la más inmediata garantía de su supervivencia personal. (...) La derrota continuada hace que cada vez haya menos militantes en el partido, que a su vez pierden el interés y que, por lo tanto, tanto numérica como cualitativamente terminan siendo más fáciles de capturar desde las cúpulas para abortar cualquier intento de renovación.

Un círculo vicioso. Una espiral descendente. Pierdes y tus incentivos no se dirigen a la renovación.

También es cierto que por otra parte las peticiones de dimisión (o de simple votación) para renovar la cúpula llegan en el peor momento. UPyD está condenada a sufrir un año electoral con una dirección cuestionada y sin mucha posibilidad de renovarla.

Espera, ¿y si el búnker tiene razón?


¿Y si de verdad hay empresarios que ofrecieron a UPyD una campaña promocional extra en los medios y que se postulen como alternativa "sensata" a los bolivarianos y los turnistas y UPyD les dijo que no porque ellos son insobornables?

Todos intuimos que hay conchabeo partidos-medios-empresas. Lo único malo que tiene una propuesta así es qué esperan a cambio los malvados empresarios. Si un ofrecimiento así es cierto, habrá que ver cómo responde Ciudadanos (ya que se supone que ellos sí han aceptado). Viendo su programa yo no descubro nada de trabajo infantil ni matar gatitos. Es evidente que las empresas tienen unos intereses, si esos intereses coinciden con actitudes políticas y se lo ponen más fácil a un partido, ¿hasta qué punto eso es malo? O mejor: ¿hasta qué punto es idiota rechazar ese ofrecimiento?

Claro que a mí me cuesta creer esta teoría: ninguna conspiración puede contar con periodistas por el medio. Además, de ser cierta esta teoría, ¿por qué no lo denuncian públicamente desde UPyD? Ah, ya.

No perdamos la retórica



lunes, 23 de marzo de 2015

PSOE y PP se la pegan en Andalucía

También en el tema de las elecciones andaluzas todo el mundo menos yo se ha vuelto loco. Mi conclusión de estas elecciones es contraria a casi todo lo que se está diciendo. Más o menos la conclusión que nos tenemos que creer viene a decir que el PSOE aguanta el chaparrón, obtiene un buen resultado que aporta oxígeno al partido, la candidata socialista es la gran vencedora, etc. Y dos huevos duros.


El PSOE Partido Regionalista Andaluz obtiene el peor resultado de unas elecciones andaluzas de su historia. En porcentaje esto es claro: un 35%, cinco puntos menos que en las anteriores elecciones en las que todo el mundo decía —justificadamente— que se había pegado un batacazo. Si en 2012 el PSOE se pegó un esmorrón al perder medio millón de votos, en estas elecciones ha perdido 150.000 votos más.


Entiendo que la gente hable de la (pírrica) victoria socialista: en Andalucía se ha creado un bloque de oposición que no se puede poner de acuerdo ni para ir al baño. Esto es bueno para un gobierno en minoría, pero vamos, que no están para fiestas. Con 1,4 millones de votos en Andalucía y el partido hecho trizas en Cataluña, el PSOE está tan cerca de llegar a la Moncloa como el ISIS de recibir el Nobel de la paz. La agridulce victoria tan solo sirve a los regionalistas andaluces para quedarse en eso, en ser regionalistas andaluces. Un partido cuyo fulcro de poder ya no estará en Madrid sino en Sevilla. Un partido en el que el reparto de rentas se queda en Andalucía, el secretario general se queda como el chico de los recados y la tela de araña andaluza se reserva el poder decisorio último.

Claro, no parece tanto batacazo cuando el partido del gobierno se mete un esmorronazo todavía mayor. El PP ha perdido casi treinta años de lenta y costosa progresión en Andalucía. Un millón de votos pelaos y 33 escaños, la edad de Cristo. En escaños.


En las elecciones que lo cambiaron todo en España, las municipales de 2011, el PP andaluz había obtenido más votos que el PSOE. Menos de una legislatura después el PP ha perdido la mitad de esos votantes. La mitad. Es que encerraron a sus votantes en una iglesia y les prendieron fuego. El PP ha sido más castigado que el PSOE, claro que ese castigo ha tenido ayudas en forma de otros partidos, alternativas a las que puteaba el PP en una estrategia suicida. Y siguen puteándolos. Ok, sépase que el suelo electoral de cualquier partido es cero votos. También del PP.

En tercera posición "irrumpe" —qué poco me gusta ese verbo para este tema— Pablemos. El partido de los pijos con hormonados cerebros adolescentes tiene un buen resultado a secas con 590.000 votos, casi un 15% del total. Un resultado esperado por las encuestas y que coloca a la formación coleta en una excelente posición para ser una IU con esteroides. Aújn así, quedan lejos de obtener el mejor resultado para una tercera fuerza en Andalucía: en 1994 IU llegó a tener 700.000 votos, un 20% y 20 escaños. Agridulce estreno para los pablemitas andaluces.

Probablemente el peor cartel electoral de la historia.
370.000 votos y cuarta posición para Ciudadanos, que pese a su limitada —y francamente mala— campaña se estrena en el Hospital de las Cinco Llagas con 9 diputados. Habrá que ver con calma de dónde salen esos votos —intuyo que de las ciudades— y las posibilidades que tienen de tener concejales en las próximas elecciones locales para asentarse y comenzar a repartir favores y rentas. En el umbral del 10%, con posibilidades de tener mejores resultados en comunidades más competitivas, la ambigüedad de Ciudadanos los coloca en una posición muy complicada: apoyar al partido equivocado es un veneno que solo se puede tomar en pequeñas dosis. Cuando estén algo más rodados, los naranjas tendrán que empezar a asumir sus contradicciones y ambigüedades. Dependen de sí mismos para entrar en UEFA.

Con cinco diputados IU obtiene sus peores resultados en Andalucía desde que a alguien se le ocurrió la broma de hacer de esas provincias una comunidad autónoma. Esta vez son los hijos los que se comen a Saturno. El desgaste de pactar con el PSOE que hace diez años se llevó por delante al Partido Andalucista, ahora comienza a llevarse por delante a IU. Quien no aprende de los errores del pasado está condenado a repetirlos.

Imagen sacada de twitter de un simpatizante de UPyD. Vasito de leche y a la cama.
Ya fuera del parlamento tenemos a UPyD con unos resultados sorprendentemente buenos. Pierde 55.000 votos respecto a las anteriores elecciones, pero todavía les han votado 76.000 andaluces tal vez intoxicados por algún tipo de sustancia opiácea. Éxito absoluto para un partido que a cada lección moral que da se acerca más a la irrelevancia y desaparición. Que sigan así, que a la gente le encanta que le echen la bronca.

Y ahora qué

La Antigua República Yugoslava de Macedonia tiene un tercio del paro de Cádiz.
Ahora le tocará gobernar en minoría al PSOE. Según vaya habiendo elecciones en el resto de España veremos si Susana decide postularse como candidata a las generales o no. En Andalucía podrá pactar puntualmente con quien le de la gana ya que el bloque opositor es inexistente debido a su heterogeneidad.

En lo importante, que son las leyes de presupuestos, podemos esperar hasta otoño, con un mapa electoral más definido para ver con quién decide buscar un pacto el PSOE. Y ahí hay tres novias: PP, Pablemos y Ciudadanos. Yo no descarto el pacto con cualquiera de ellos.

Si deciden pactar con el PP estarán poniendo negro sobre blanco el fantasma bipartito de la gran coalición, algo común en países de nuestro entorno que aquí se interpretará como una bajada de pantalones porque aquí nos gusta mucho interpretar las cosas de forma púbica. Este pacto le haría media campaña a Pablemos y Ciudadanos.

Si deciden pactar con Pablemos, en la contabilidad B del PP aparecerán un montón de botellas de cava para celebrar el favor que supone su diferenciación del PSOE. El PP podrá hablar del Frente Popular y de que votar al PSOE es lo mismo que votar a Fidel Castro. Es la estrategia que emplea el PP de Galicia desde tiempos de Sisebuto: o nosotros o el caos. No os riáis, desde el punto de vista de la ingeniería es una estrategia excelente: lo sencillo suele funcionar mejor.

Si deciden pactar con Ciudadanos, el PSOE absorberá los puntos de maná mágico de Ciudadanos en lo que se refiere a su imagen de tolerancia, centrismo y "sensatez". Pero para Ciudadanos una boda con el PSOE será lo más parecido a pegarse un tiro en la sién. Si la gente vota a Ciudadanos es porque no son ni PP ni PSOE.

Tirana tiene la mitad de paro que Andalucía.
Conclusión

Estas elecciones son el prólogo inacabado de un largo año electoral. PP y PSOE salen sangrando del ring, Pablemos se dibuja lejos de ser alternativa a los partidos turnistas y Ciudadanos está saliendo del huevo, lejos también de ser alternativa a los turnistas. UPyD e IU guay, gracias por peguntar.

Lol



jueves, 19 de marzo de 2015

Fiscalidad madrileña y problema de España

Puede que sea un poco comunista porque no acabo de comprender la política fiscal de la Comunidad de Madrid. Es decir, la política fiscal la entiendo. Entiendo la inspiración que motiva tratar de tener impuestos bajos, contener el gasto para ciertos asuntos (no así para otros) y poder permitirte ciertos lujos extra por el plus que otorga la capitalidad. En general, es sencillo gestionar la abundancia (o como poco es más fácil que gestionar la precariedad. Esta es una lección de política económica que aprendes a los 20 minutos de jugar al Sim City).

Revista mexicana de sátira política | Vía
Lo que no acabo de entender es el manejo politico de esa fiscalidad. El gobierno de la CAM inició en 2012 una campaña que continúa años después y que fundamentalmente se centra en denunciar la discriminación que sufre la comunidad en el reparto de la financiación autonómica y en los agujeros del cinturón que imponen los malvados Oompa Loompas del ministerio de Hacienda.

Así, en 2012 se quejaba el consejero de Hacienda de Madrid de lo perjudicada que salía la comunidad en la financiación autonómica. El acento lo ponía sobre todo en que Cataluña y Andalucía salían extremadamente beneficiadas, rindiendo así sincero homenaje a la larga tradición hispana de quejarse por el éxito ajeno. Es curioso que este consejero se quejara de la financiacióna autonómica cuando él mismo fue director adjunto del Departamento de Organización, Planificación y Relaciones Institucionales de la Agencia Tributaria antes de ser consejero. Es decir, él negociaba la financiación autonómica con las comunidades antes de quejarse de la financiación autonómica al pasar a trabajar para una comunidad. Por eso digo que hay cosas que no entiendo.

Enrique Ossorio.
En 2013, este mismo consejero (y no es por personalizar mis dudas en él, pero al fin y al cabo es el que habla de estos temas en el gobierno de la CAM) extendía sus catilinarias más allá del modelo de financiación y metía en el saco de quejas el concepto de recursos disponibles (el reparto total después de la recaudación de la Agencia Tributaria, más allá de las partidas destinadas a financiación autonómica). El prisaico Cinco Días lo comentaba así:

Madrid es la región que obtuvo un menor incremento de la financiación. Entre 2009 y 2011, recibió un 5,25% más de recursos, frente al aumento del 12,25% de media para el resto de comunidades. (...) El consejero madrileño sostuvo que pese a contar “con los mejores datos macroeconómicos, ser la más solidaria y tener las mismas competencias que el resto”, Madrid solo recibió un 17% del IRPF, el IVA y los impuestos especiales recaudados en su región, en 2011. Mientras que el resto obtuvo al menos el 50% de sus ingresos. Es más, Ossorio dijo que 12 comunidades consiguieron más del 100%, entre ellas Canarias que logró el 242% de la recaudación en su territorio y Extremadura, un 315%.

Somos la comunidad más solidaria y los extremeños son unos pedigüeños, olrait. Ciertamente en la última reforma de la financiación autonómica del peor gobierno de España desde Fernando VII, la del año 2009, me acuerdo que en el reparto debido a la población definia la población de tal forma que Madrid salía con menos habitantes (lol) y por tanto recibía de ciertas partidas menos dinero. El gobierno de la CAM se quejaba de un trato desigual y se apoyaba en los números.

La católica Baviera siempre está ahí para desmentir el mito de la ética protestante, aunque lo malo se pega, claro.
Nuevamente, y ya con las elecciones a la vista, se volvía a quejar la CAM de las supuestas pérdidas de ingresos debidas a la financiación autonómica. Un sistema de financiación que el PP no ha modificado en esta legislatura ya prácticamente agotada. De no estar financiados de forma injusta, dicen en Madrid, no habría que aumentar la deuda autonómica para pagar a proveedores. La malvada financiación autonómica está en su contra y ellos, los pobres, se ven obligados a emitir deuda para cumplir con sus compromisos de pago. Me llama la atención que más allá de la ley de morosidad y de negociaciones en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, el gobierno del PP no haya modificado en lo sustancial la financiación autonómica y se haya conformado con apechugar con las quebradas haciendas de la mayoría de las autonomías, asumiendo el estado los intereses de la deuda autonómica y poniendo morritos en las fotos. Si fuera malvado diría algo sobre el número de autonomías del PP que en la práctica están quebradas y necesitan ese rescate.

Territorios y dineros

Los mecanismos contables de las normas de financiación autonómica en España son una de las cosas más complejas que circulan por los pasillos de nuestra burocracia. Tú no lo sabes, pero estás metido en arcanas variables de largas ecuaciones sobre las que se calcula el dinero que de una partida u otra recibe el gobierno de tu comunidad para sorprenderte con deliciosas rotondas y máquinas de diálisis. Los grises burócratas del ministerio soviético para la maquinaria agrícola eran boy scouts comparados con nuestros Oompa Loompas del ministerio de Hacienda. Si con nuestra loca-loca financiación autonómica y nuestro paro extremo todavía no hemos implosionado, el día que arreglemos estos problemas estaremos en condiciones de empezar a colonizar planetas y jugar con agujeros de gusano. Pero volvamos al tema, que me pierdo.

Existe una razón por la que la CAM se queja de la financiación y de las plagas de Egipto: han disparado su deuda. El supuesto gobierno liberal de Madrid se ha abonado a la ultraneosocialdemócrata manía de tirar de deuda pública.

Vía | datosmacro
Cuando una administración anda escasa de recursos tiene varias alternativas: bajar el gasto, subir el ingreso y emitir deuda. Normalmente se hace una combinación de las tres cosas. La más arriesgada siempre es la emisión de deuda porque estás creando gasto futuro sin poder predecir cuál será tu estado contable en el futuro. Esta opción también es la más querida por los políticos ya que te ahorra las quejas de las subidas de impuestos y del recorte de gastos. El recorte de gastos en las autonomías es particularmente doloroso porque básicamente ellas gastan en sueldos de sanitarios y profesores (más del 50% de cualquier partida presupuestaria son gastos salariales y las más gordas en una autonomía son sanidad y educación). La tercera opción, la subida de impuestos es algo extraña en Madrid.

Madrid es una comunidad en la que el impuesto de Patrimonio está bonificado al 100% (es decir, no se recauda por Patrimonio, aunque se declara). El impuesto de Sucesiones se bonifica al 95% para vivienda habitual y bienes de patrimonio histórico, al 100% para los beneficiarios de un seguro de vida y al 99% para descendientes, ascendientes y adoptantes. El impuesto de Donaciones está bonificado al 95% en la transmisión de patrimonio histórico y negocio familiar y al 99% en el caso de familiares de primer grado y adoptados. El impuesto de Transmisiones Patrimoniales se grava por regla general a un 6%. Por su parte, en el IRPF, el tramo autonómico madrileño es el que deja el impuesto de la renta más bajo de las autonomías de régimen común.

Estos porcentajes dichos así no nos sirven para nada. Lo que hay que saber es que en el resto de autonomías las bonificaciones son menores y los impuestos un poquito más altos. Madrid ha elegido tener impuestos más bajos, una recaudación en teoría menor que compensa con salarios más altos y por tanto tipos aplicables más altos. Me explico: una comunidad llena de gente pobrísima ingresará la mayor parte de su impuesto de la renta en el primer tramo y las herencias serán la huerta del abuelo y un reloj estropeado. Pero en Madrid hay un mayor patrimonio y tipos efectivos sensiblemente más altos por tener los asalariados mayores ingresos.

Tache lo que no proceda.
Pero incluso con esto —y aquí llega mi gran duda— en la CAM se jactan de bajar impuestos y tener las bonificaciones que hacen más felices a la gente que come caliente todos los días. Siendo así, se quejan de tener que tirar de deuda porque el malvado estado no les da el mismo trato que al resto. Bueno, igual no reciben el mismo trato porque no son iguales que el resto. Madrid es la comunidad con la media de ingresos más alta y creo que no es una locura que reciba del estado menos dinero per capita que una comunidad que alegremente se desliza hacia el tercer mundo como puede ser la arrasada Andalucía o la arrasada gerontoAsturias.

Lo tiene muy fácil Madrid para arreglar sus cuentas y no condenar su felicidad futura con deuda: subir los impuestos. Ah, no hija no. Eso es comunismo. Lo liberal es emitir deuda y echar la culpa al estado central de favorecer a comunidades que están mendigando para poder seguir construyendo rotondas o naciones imaginarias. También pueden bajar los gastos, pero eso echaría por tierra sus clientelares transferencias de renta. Transferencias que en Madrid no se realizan a jornaleros o pensionistas, sino a tipos más discretos.

Desde cierto punto de vista puede resultar hasta gracioso que se queje Madrid por... ser más rica que las demás autonomías. Pero no dejo de oler cierto tufo cuando hablan de cómo tiran el dinero otras comunidades: que si embajadas por ahí, que si paguitas por allá. Las autonomías, dentro del ámbito de sus competencias, son muy libres de coger su dinero y quemarlo en la plaza pública igual que lo quema la CAM detrás de su pose de tecnócrata. Lo que hay detrás de esta pose es tratar de aparentar que la CAM no dilapida sus recursos y no tiene una esquizofrénica política fiscal en la que se quejan de tener el agua al cuello, no hacen nada para soluciionarlo y echan la culpa a los demás.

Operación de márketing

Y hay un problema de fondo además. El problema de no realizar una critica a la gestión del gobierno de Madrid. En la CAM lo tienen fácil para defenderse como buenos gestores porque los del PER madrileño no andan a rebuznos parando el tráfico. Los negocios funcionan con la discreta lubricación burocrática que dan los amigos y los lazos de confianza. Da igual que se quejen de estar mal financiados y de al mismo tiempo tener impuestos bajos: no hay nadie en la grada de enfrente. Y no sólo critico la falta de oposición política. Si rascamos un poco nos daremos cuenta de que toda la prensa —incluyo a la paleoizquierdista, que son los que más ayudan a la CAM con sus bobadas y sus poses gremiales— le hace ojitos a esa gran operación de marketing que consiste en convencernos de que en Madrid se hacen bien las cosas.

Es muy fácil diferenciarte y hacer campaña contra esta gente.
Un misterio que todavía está por desvelar es saber cómo ha logrado triunfar esa operación de marketing. Sabemos que la paleoizquierda madrileña critica unicornios de privatizaciones imaginarias y se lo pone a huevo al PP para defenderse desde el sofá de su casa. Sabemos que gran parte de la imagen que transmite el gobierno de la CAM nos llega a través de la prensa generalista. Aquí se produce una curiosa mezcla de intereses: los principales diarios de este país, todas las televisiones nacionales, etc. trabajan desde Madrid.

Guía de caminos de Pedro Pontón de 1705 | Vía (un interesante ejercicio es el de superponer ríos y cordilleras).
No, no entro en el juego de la crítica fácil a Madrid. Podría hablar de cómo a partir de mediados del XVIII las vías de transportes en España pasan a tener un diseño radial y cómo el plus capitalino comienza a elevar una villa al rango de gran capital. Podría hablar de cómo los cuarteles generales de las grandes empresas se sitúan en el mismo lugar que los cuarteles generales de los ejércitos. Pero no hablo de esto. No se trata de criticar al gobierno de la CAM por gestionar una abundancia que se debe a toda España. Normalmente no hay críticas al gobierno de la CAM porque éstas se confunden con las críticas a Madrid, lo que me parece un error propio de quienes tienen la boina enroscada.

Pero sí hay algo que echo de menos: la defensa de cierta idea nacional sin que esa idea necesariamente deba de construirse en Madrid. Ningún periódico cuya sede central no esté en Madrid tiene lectores relevantes en toda España. Y al revés: periódicos que no venden nada fuera de Madrid (hola, Marhuender) se ponen en las revistas de prensa (en teles, radios), como si nos importaran algo al 90% de españoles que no somos madrileños o no vivimos ahí.

Y ahora a ver si soy capaz de reconducir los hilos.

Palacio de Fomento (1897), hoy sede del ministerio de Agricultura.
Mi hipótesis es que de existir una defensa de la idea nacional tan fuerte que no necesite anidar en la protección que da la capital, el gobierno de la CAM las pasaría canutas, porque podría ser criticado de forma razonable sin el guiño-guiño-codazo que tanto debe a que en el fondo todos los que tienen algo que decir en Madrid son exactamente los mismos que los que tienen algo que decir en España y además toman copas juntos.

Para los de la LOGSE: no existe oposición en Madrid porque la idea de España es débil. Ésta es una pirueta dialéctica que tiene muchos flecos que cortar, lo admito. Y además es una hipótesis que tiene áspera argumentación: en el momento en que criticas a Madrid te conviertes en un provinciano desleal con España (¿qué os había dicho del márketing?). Pero mi punto no es criticar a Madrid por ser Madrid o por ser capital de uno de mis países favoritos, sino por la mala praxis de sus políticos y por la testarudez de que para hablar de España inevitablemente haya que pasar por los negociados de Madrid cuando —oh sorpresa— el 90% de los españoles no somos madrileños. Y el 12% incluso hablamos varias lenguas españolas sin que eso nos produzca cortocircuitos extraños en la cabeza.

Y si pensáis que todo esto es producto de mi imaginación, recordad que el primer partido con aspiración a pintar algo en España que se forma fuera de Madrid, la primera crítica que recibe es la de no ser un partido madrileño.

Ahorro, excedente y oferta:



martes, 17 de marzo de 2015

Cómo sobrevivimos al año 1983

Si preguntas a la gente por los cinco años más importantes del siglo XX por las consecuencias que los hechos de esos años han tenido en el largo plazo y en la configuración del mundo, pocos te dirán que 1983 es uno de esos años. Si amplías la lista de cinco a diez años, seguirán siendo pocos los que pongan a 1983 entre los diez años más importantes del siglo XX. Y esto nos debe preocupar porque 1983 cambió el mundo para siempre.

«Y entonces le dije "¿tú qué entiendes por una relación monógam... "».
1983 fue para la Guerra Fría lo que 1942 para la Segunda Guerra Mundial. El inevitable momento en que toda crisis alcanza un punto crítico y el viento cambia de dirección.

Póngamonos en antecedentes. Tras la Crisis de los Misiles de Cuba de 1962, Estados Unidos y la Unión Soviética comienzan una etapa de coexistencia pacífica. Los dos países asumen como inevitable tener que convivir con el otro. En las décadas de los sesenta y de los setenta, sin dejar de estar enfrentados en muchos campos, los dos países avanzan acuerdos significativos en el desarme nuclear e incluso hay cooperación científica como la del programa Soyuz-Apolo. Es la época en la que gente como Dick, Asimov o Clarke escriben historias del futuro imaginado y en ese futuro imaginado existe la URSS y, bueno, tienen "su sistema", pero uno se puede entender y cooperar con ellos. Es la época donde el monopolio de las cosas locas del comunismo parece recaer sobre la taradísima China roja, que se enfrenta a la URSS, se aísla del mundo y mata de hambre a unas cuantas docenas de millones de personas.

Desfile militar en la Plaza Roja de Moscú, 1983. El ejército soviético siempre tuvo un deje freudiano.
A finales de los 70, esta época de distensión llega a su fin. En Persia, fuerzas de oposición al régimen del Shah forman una extraña alianza unida en torno a la idea de la represión del régimen y de la corrupción en un país que por otra parte estaba a puntito de entrar en el primer mundo, con sus fábricas de coches, sus deportes en la tele y una clase media urbana secular, moderada y asentada. Unidos por el antioccidentalismo y antiamericanismo, opositores liberales, comunistas y religiosos expulsan al Shah y esta extraña alianza se divide dejando a los religiosos como la facción más cohesionada. Mediante referendum democrático triunfa la revolución islámica en Persia. Los ayatolás le cambian el nombre al país, se cargan a los ateos marxistas, exilian a la mitad de los académicos y dejan de situar a Teherán como uno de los mayores y más fiables aliados de occidente en la región.

Una pena lo de Persia.
Los soviéticos no ven en esto una buena noticia. Está bien que Estados Unidos tenga nuevos enemigos, pero una teocracia en su frontera no es algo tampoco deseable para Moscú. Los soviéticos creen que la influencia americana se tratará de extender a Afganistán y Pakistán y por eso dan el primer paso de poner un gobierno títere en Kabul y enviarle a decenas de miles de asesores militares montados en tanques y helicópteros de ataque. Por su parte, en Washington, los locos iraníes no le ponen las cosas fáciles a Jimmy Carter: la crisis de los rehenes de la embajada americana en Teherán es una de las principales causas que le cuestan la presidencia. Porque amigos, en el año 80 hubo elecciones en EEUU que ganó un veterano político telegénico llamado Ronald Reagan.

La URSS valoraba Afganistán como un secarral garbancero que no importaba a los EEUU, esta apreciación es tan solo una prueba más de que para 1979 la KGB ya no era tan buena valorando las amenazas y la respuesta occidental ante los movimientos soviéticos. Y esta idea es la que tenemos que grabarnos a fuego: los serivicos de inteligencia soviéticos fallaban más que una escopeta de feria. Esto no quiere decir simplemente que no eran buenos recabando datos, sino que no lo eran analizándolos. Una amenaza seria podía ser interpretada como algo liviano, y algo que no era una amenaza podía ser interpretado como el preparativo de un ataque nuclear (ya imagináis que esto le daba cierta emoción al asunto). Y aquí entra en el tablero un tal Yuri Andropov. Menuda pieza, el Yuri.

Lubyanka. El infierno se parece a esto.
Yuri Andropov era embajador de la URSS en Budapest aquel otoño del 56. Su contribución a la construcción socialista de la patada en la boca y el tiro en la nuca lo llevó a ascender hasta el comité de relaciones soviéticas con los partidos comunistas europeos. Cargo en el que entre otras cosas estuvo atareado con ladrillos y alambre de espino en el centro de Berlín. De ahí, en 1967 pasó a ser director de la KGB. Se estrenó en el cargo enviando unos bonitos tanques al centro de Praga porque había gente que decía no sé qué bobadas de libertad y de pan. Los pesados de siempre. Yuri era la caña: echaba la bronca a sus camaradas polacos por haber permitido que el Vaticano eligiera un Papa polaco. Y cuando vio lo de Irán recomendó conquistar Afganistán. Total, a quién le importa(ba) Afganistán.

El caso es que había gente a la que le importaba Afganistán. El izquierdista Jimmy Carter tenía que hacer ver que no era un topo comunista y se ponía a hablar en la tele de Derechos Humanos. La izquierda democrática tradicionalmente siempre fue más anticomunista que la derecha, detalle de capital importancia para entender la Guerra Fría. Los de Reagan por su parte estaban encantados de que les preguntaran por los rojos.

Existe todo un subgénero de propaganda soviética a favor de la "paz".
A finales de los 70 los tratados de desarme nuclear se habían vuelto una cosa muy sofisticada y con muchos recovecos. Especialistas americanos y rusos pasaban meses para definir la palabra "estratégico". Los rusos aprovecharon la interpretación burocrática del tratado SALT y desplegaron unos bonitos misiles transportables SS-20 por Europa Oriental, que dejaban atrás en capacidad de primer ataque a las fuerzas nucleares de la OTAN en Europa. Ufanos, se pusieron a brindar con vodka en el Kremlin subestimando la capacidad de la libertad para diseñar, desarrollar, montar y desplegar misiles más sofisticados que los rusos en Europa en un tiempo récord. Hablo de los famosos Pershing-II, misiles nucleares que fueron objeto de las protestas de los pacifistas en todo el mundo.

El día después (1983) es el telefilme más visto de la historia.
Los soviéticos se enfadaron un poquito porque la OTAN desplegaba misiles nucleares en Europa. Ellos también lo hacían, pero ellos lo hacían para garantizar la paz. Al fin y al cabo la URSS afirmaba públicamente que jamás lanzaría un primer ataque. Con una media de edad de unos 75 años, el Politburó soviético formaba una gerontocracia que conocía poco a occidente. En la cúpula soviética se había instalado la idea de que la OTAN comenzaría la guerra nuclear con un primer ataque. Es por eso que Andropov, desde el KGB ordenó ejecutar el plan RYAN: la obtención de inteligencia que les diera tiempo para prevenir un primer ataque occidental.

En 1984 la BBC estrena Threads, la película más escatológica que he visto. Y creo que lo he visto todo en el género.
En las memorias que escriben ahora los ex-agentes de la KGB para no morirse de hambre es gracioso cómo describen esta paranoia del Kremlin. La KGB ordenaba dedicar recursos a conocer desde las reservas de sangre en los hospitales hasta los movimientos de banqueros y obispos porque según la doctrina comunista esos estaban en el poder. Todos los espías rusos que vivían en occidente se rascaban la cabeza flipando con las órdenes que llegaban de Moscú. El problema es que ellos no podían enviar valoraciones, sino sólo datos. De las valoraciones se encargaban en la central de Moscú burócratas a las órdenes del loco-loco Andropov, que lo más cerca que estuvo de Occidente fue en una torre de su muro de Berlín.


Una de las valoraciones que hicieron correctamente en la central de la KGB fue la del programa del transbordador espacial. Los americanos habían lanzado con éxito el Columbia y muy poco tiempo despúes el Challenger. Los rusos analizaron esas naves y llegaron a la correcta conclusión de que eran un gasto inútil. Los cerdos imperialistas no tiran el dinero salvo cuando se trata de asuntos militares. La pijada de los transbordadores espaciales hizo creer —incorrectamente— a Moscú de que se trataba de naves militares, de bombardeo nuclear estratégico casi inmediato. A Andropov le dio un telele y ordenó construir un transbordador soviético sin saber muy bien para qué.


Llega Reagan a presidente y sus primeros años se dedica a tratar de reconstruir la economía americana después de los aciagos años de Carter. Reagan es muy ortodoxo con su plan: inversión pública. Dispara el presupuesto de Defensa para arreglar la economía. Los soviéticos, abonados al Wall Street Journal, apuntan esta nueva política en el "debe" de un primer ataque de la OTAN.

Juegos de Guerra (1983). Peliculón.
A todos esos nuevos barcos y aviones los americanos enseguida les encuentran uso. Es lo que se llama guerra psicológica: ponen a prueba los sistemas de alerta temprana de la URSS enviando formaciones de ataque hacia su territorio o hacia sus aguas y dando la vuelta en el último momento. El consumo de café y las guardias se doblan en las estaciones de vigilancia soviéticas. El nerviosismo desde el último recluta en un puesto en Chukotka hasta la habitación medicalizada desde la que Andropov departe con los ministros está en un nivel extremo. Y entonces es cuando Reagan va a una asociación religiosa a dar un discursito.

So, in your discussions of the nuclear freeze proposals, I urge you to beware the temptation of pride, the temptation of blithely declaring yourselves above it all and label both sides equally at fault, to ignore the facts of history and the aggressive impulses of an evil empire, to simply call the arms race a giant misunderstanding and thereby remove yourself from the struggle between right and wrong and good and evil.

En su famoso discurso del "Imperio del mal" Reagan introduce el aspecto moral en la política hacia la Unión Soviética. No debe haber contemplaciones con los soviéticos que esclavizan y aterrorizan a medio mundo. Son un país "malo" y al malo hay que ganarle. En la prensa americana unos elogian la nueva doctrina de Reagan y otros la critican apelando al "red scare". Lo normal, la vida sigue, anda Michael Jackson bailando por ahí, etc. Pero en el Kremlin repasan una y otra vez el discurso y la idea de un primer ataque de la OTAN va cobrando forma. El Mando Estratégico de Misiles de la URSS está desplegando a esas alturas tres cabezas nucleares a la semana.

Pocas semanas después Reagan da un discursito en televisión que cambia la doctrina de guerra nuclear de los últimos treinta años.

Let me share with you a vision of the future which offers hope. It is that we embark on a progam to counter the awesome Soviet missile threat with measures that are defensive. Let us turn to the very strengths in technology that spawned our great industrial base and that have given us the quality of life we enjoy today.

What if free people could live secure in the knowledge that their security did not rest upon the threat of instant U.S. retaliation to deter a Soviet attack; that we could intercept and destroy strategic ballistic missiles before they reached our own soil or that of our allies? 

Desde el comienzo de la Era Atómica, la doctrina nuclear se basaba en el M.A.D. o destrucción mutua asegurada. Esto quería decir que un ataque nuclear sólo puede ser detenido por saber que se iba a responder a su vez con armas nucleares. La destrucción mutua entre las potencias estaba asegurada (y el invierno nuclear acabaría con la vida en la Tierra tal como la conocemos, probablemente limitada a ciertas poblaciones aisladas en el Océano Pacífico). Crear una tecnología que derribara los misiles y los bombarderos estratégicos cambiaba las reglas del juego. Si los americanos desarrollaban esa tecnología estarían protegidos de un ataque soviético, pero los soviéticos no lo estarían ante un primer ataque americano. Sudor frío en el Kremlin.


Hay que decir que si bien es cierto que hay avances extraordinarios en la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI), esa es una tecnología que todavía hoy se sigue desarrollando. La doctrina nuclear de Reagan recibió muchas críticas —por aquel entonces se estrenaba El Retorno del Jedi y sus críticos llamaron al SDI "Star Wars"—, pero entre eso y los nuevos transbordadores espaciales, los rusos pensaban que los americanos estaban llevando la guerra al espacio, lo que les dejaría sin ningún tiempo de preparación ante un primer ataque.


El primero de septiembre de 1983, un vuelo de las Líneas Aéreas Coreanas (KAL 007) con destino Seúl sale de Anchorage procedente de Nueva York tras repostar combustible. Es un 747 que tiene distintos tipos de pilotos automáticos. Según deja atrás Alaska, parece que el avión inadvertidamente lleva un tipo de piloto automático conectado y no otro. El avión paulatinamente está desviándose de su ruta que estaba establecida al sur de la península de Kamchatka, evitando "espacio aéreo prohibido" (a.k.a. espacio aéreo soviético). Desde los puestos de radar del Distrito de Lejano Oriente ven cómo una nave se acerca a su territorio. Envían a unos cazas a ver de qué se trata y le hacen disparos de advertencia. Pero la munición que emplea el Su-25 no destella en la noche. El piloto soviético ve claramente que se trata de un 747 civil, pero es fácil —según dirá después el piloto— hacer pasar un avión militar por uno civil.  Por una casualidad del destino, el 747 asciende y reduce su velocidad de crucero, con lo que los cazas le pierden. Una simple maniobra —por turbulencias o para ahorrar combustible— es interpretada por la fuerza aérea soviética como una acción evasiva e identifican al blanco como un objetivo hostíl. Aunque hay que decir que el Jefe de Estado Mayor de Lejano Oriente expresa sus dudas y deja caer que puede que el avión sea efectivamente civil y tenga algún tipo de problemas. Pero en el año 83 los halcones pueden más que las palomas. Cuando el avión cruza el cielo de Sajalín, el Su-25 se pone a su cola y le lanza dos misiles. El avión resiste los impactos pero queda sin maniobrabilidad, cae en espiral y se estrella cerca de una islita que los rusos conquistaron a los japoneses hace mucho tiempo. Casi 300 muertos, entre ellos un congresista americano.

Se produce una condena internacional de la URSS, que queda ante el mundo como los brutos sin nada en la mollera que realmente eran. Pero hay algo más: se ponen en evidencia ciertas fallas del mando soviético. En un país normal, cuando detectas un fallo lo tratas de corregir. En la URSS —y en Andalucía— cuando detectas un fallo, crees que el enemigo imperialista conoce ese fallo y que lo aprovechará para realizar un primer ataque con armas nucleares. Andropov ya prácticamente no sale nunca de la cama —la máquina de diálisis a mano— está débil y enfermo.

Yuri Andropov con su sanísimo color amarillo en la piel.
Las operaciones de salvamento para recuperar los restos del avión tienen lugar justo en el límite de las aguas territoriales soviéticas. En un espacio del mar muy reducido, se produce una gran concentración de barcos de la armada soviética y americana, que en varias ocasiones están a punto de chocar entre sí. Los soviéticos, por supuesto, se niegan a cooperar con la comunidad internacional, Japón y Corea. Incluso tratan de extender una teoría de la conspiración sobre al avión, acusando a los EEUU de estar detrás de la masacre.

Sólo tres semanas después el teniente coronel de la Fuerza Aérea de Defensa Stanislav Petrov se sentaba con un aguado vasito de té delante de su monitor en la estación de control Serpukhov-15. Esa estación tenía la misión de controlar ciertos satélites del sistema de alerta temprana soviético. El ordenador que recibía información de los posibles lanzamientos balísticos estadounidenses le avisó de un lanzamiento contra la URSS. "Debe de tratarse de un error del ordenador", pensó Petrov, "si yo quisiera empezar una guerra no lo haría con un único misil". Es curioso que Petrov pensara eso cuando el único uso militar de armas nucleares se inició con una primera y solitaria bomba en Hiroshima. Sea como fuere, Petrov se encendió un Belomorkanal mientras contemplaba la evolución de las coordenadas de ese misil en su pantalla. Sólo apagó el cigarrillo y se acercó al monitor cuando los satélites le pasaron a indicar otros cuatro lanzamientos balísticos desde Estados Unidos con destino a la Madre Patria. Con la primera alerta Petrov bien podía haber llamado a sus superiores, que cumpliendo la doctrina militar establecida habrían ordenado el lanzamiento de misiles sobre Estados Unidos y Europa Occidental. En lugar de eso Petrov se pone en contacto con estaciones de radar de tierra para ver si detectan los misiles. Es una medida de seguridad que le confirmaría si se trata de un lanzamiento real o de un fallo del ordenador, pero es una medida arriesgada ya que dejaría a los soviéticos con una muy limitada capacidad de reacción en caso de tratarse de un lanzamiento real. Los radares en tierra no detectan ningún misil sobre el horizonte. Petrov acertó al no confiar en el ordenador y gracias a eso yo estoy escribiendo esto y tú lo estás leyendo.


¿Os acordáis de la Operación RYAN de Andropov? Esa que estaba destinada a detectar los preparativos de un primer ataque. Bueno, pues un mes después de que todos estuviéramos a puntito de irnos a esparragar y que los moais y las canoas fueran la tecnología punta del siglo XXI, la OTAN lanza las maniobras Able Archer 83. Son unas maniobras que simulan un escenario de guerra nuclear limitada en Europa Occidental. La OTAN quiere entrenar a todos los que tendrían algo que ver con la guerra, ministros y Jefes de Gobierno de la OTAN incluídos. Hay algún ministro americano que se niega a participar porque ya tenían información de lo paranoicos que estaban los rusos y unas maniobras muy realistas, para una KGB en horas bajas, podrían ser interpretadas como el preludio del primer ataque que esperaban los rusos.

De forma simulada pero sin los rusos poder distinguir que se trataba de una simulación, la OTAN pasó a defcon-1, un estado de defensa que sólo se emplea en caso de que la guerra nuclear sea inevitable. Mientras operadores de radio de la OTAN iban con sus jeeps por el Fulda Gap simulando movimientos de tropas, los SS-20 soviéticos cargaban combustible en Alemania Oriental y Checoslovaquia. Un combustible muy real y nada simulado. Las bombas tácticas nucleares se cargaban en los Tu-95 y los M-4 desplegados en Polonia. La OTAN terminó sus maniobras y los rusos se quedaron a un palmo de pulsar el botón.


Poco tiempo después Andropov moría de su larga enfermedad renal, fue sucedido por Chernenko, un burócrata que tampoco duró mucho. A este le sucedió Gorbachov, de una generación más joven, que después de los años de gerontocracia posibilitó la distensión, la apertura y el final de la Guerra Fría. Un final espoleado por la carrera armamentística que remató la ya de por sí arrasada economía soviética.

Hay muchos vídeos en Youtube de cuando emitieron Threads por la tele, avisos previos en plan "no dejéis a los niños ver esto". La película la encontráis fácil por Internet.



jueves, 12 de marzo de 2015

Los más perjudicados de la nueva política

Las últimas encuestas de la SER coinciden con las últimas encuestas de Metroscopia para El País y dibujan ambas un escenario de cuádruple empate en la intención de voto de cara a unas elecciones generales en España. El problema aquí no es que estas encuestas las hagan con dos simios, una botella de vodka y un dado de veinte caras, el problema de estas encuestas es el problema que tienen todas las encuestas que se hacen en España. Nuestra ley electoral actual es la última ley fundamental del reino revisada y establece la circunscripción electoral en la provincia. La fotografía de una encuesta nacional tiene poco que ver con los resultados que la ley electoral obtiene en cada circunscripción.

Bóveda de crucería, catedral de Astorga.
Aunque ciertamente en épocas próximas a la votación los sondeos pueden aproximarse al resultado final, esto es así precisamente por nuestro modelo provincial. Si un sociólogo (son los que hacen las encuestas ¿no?) se jacta de "equivocarse poco" es porque la mayoría de los partidos pequeños tienen sus resultados cantados y los grandes no compiten con ellos. Nuestro sistema electoral es un sistema proporcional tuneado para que en la inmensa, salvaje y despoblada meseta tenga efectos mayoritarios. Por tanto, el margen de error en una encuesta se reduce al reducirse la liza entre dos partidos en un puñado de provincias donde sólo se columpia un escaño.

Este al menos es el modelo del que se partió en la dictadura de Juan Carlos (en el año 1977): un modelo cuyo efecto buscado era la formación de gobiernos mayoritarios que tuvieran las riendas del poder sin mucho competidor moscón. Es curioso cómo en Portugal y Grecia, países que comparten con España una historia reciente de dictadura, se ha procurado el establecimiento de un bipartidismo, un sistema de alternancia que dejara poco espacio a la lírica.

Para cuando os quejéis de la política española, recordad que podría ser peor.
Pero este sistema, corregido en Grecia por el plus de 50 escaños que obtiene el partido vencedor, que es una cosa que le molaría mucho al PP de Galicia, no deja de ser un sistema que al final depende del voto. Recordemos que la misma ley electoral le dio a IU 21 escaños y 2 escaños.

Las correcciones de caracter demográfico realizadas sobre los escaños que elige cada provincia, la rotura del voto útil (que es ultraincentivado por el efecto mayoritario de la ley electoral) y el cambio tecnológico que facilita la visibilidad de más opciones políticas hacen que los pluses con los que parten las opciones mayoritarias no tengan tanta fuerza como se esperaba en el momento en que nos diseñaron la ley electoral hace casi cuarenta años.

Provincia de Soria

Portada de la catedral de El Burgo de Osma. Os laváis la boca para hablar de Soria.
Todo esto está muy bien y es entretenido ver cómo se flipa el personal, pero por mucho que una encuesta nos ponga un empate a cuatro con apoyos en torno al 20%, ni de coña significa esto que veremos en el Congreso a cuatro fuerzas políticas con alrededor de 70 escaños cada una. Y es que el sistema tiene sus propios mecanismos de corrección porque ya se sabe que la gente no siempre vota lo que debe.

Uno de esos mecanismos de corrección es el que está más relacionado con la imposible lectura de las encuestas actuales. A este mecanismo lo podemos llamar "provincia de Soria". La explicación de cómo funciona este mecanismo no es ningún arcano mágico ni exige un gran cociente intelectual. el truco es de un fácil que te dan ganas de vomitar. Resulta —oh maravillas del destino— que la provincia de Soria elige a dos diputados. ¿Cómo metes ahí a cuatro fulanos? No puedes. Fin del asunto.

Castillo de Magaña. Muy moderno, del XV, pero resultón.
Bueno, no, no es el fin del asunto. Hay más flechas en este carcaj. Madrid y Barcelona suman aproximadamente el 20% de los escaños del Congreso. En esas provincias sí actúa el sistema proporcional más o menos como es de esperar por alguien que no odia las matemáticas (dejemos el límite mínimo de representación al margen). Pero aunque en estos sitios las matemáticas funcionen (y consecuentemente las encuestas ahí tienen más sentido) eso no quiere decir que su influencia sea determinante en el cómputo global final. En estas circunscripciones el porcentaje de escaños se acerca al porcentaje de votantes totales de las elecciones: eligen al 20% de escaños y vota el 20% de los votantes. ¿Qué ocurre en Soria mientras los pijos de ciudad hablan de democracia? Pues Soria elige al 0,6% de los escaños del Congreso y sus votantes son el 0,15%. Para los de letras: estos porcentajes dicen que el voto de un soriano pesa cuatro veces más que el del vendedor de churros de la estación de Atocha.

La tozudez de las mayorías

Este lema no fue fruto del azar, sino de conocer el sistema electoral.
El bipartidismo en la calle está muerto y enterrado, pero eso no significa que sus efectos en el Congreso también lo estén. La proporcionalidad en las circunscripciones que más escaños eligen desde luego que hará aumentar la representación de partidos que no son PP y PSOE. Y si por algún azar del destino (rotura del voto útil, escacharramiento interno del bipartidismo) otras opciones pueden abrirse paso en las provincias semi-meseta (Zaragoza, Málaga, etc), estos pequeños partidos consolidarán todavía más su posición.

A gente que no es yo le llama la atención que ya existían alternativas al bipartidismo desde hace un par de legislaturas (UPyD e IU) pero que estas alternativas no hayan sido capaces de subir a la lona. A mi no me llama la atención porque estos partidos nunca han podido ser alternativas por dos razones: no salían tanto en la tele y Gorriarán insulta a la peña. Como podéis observar, mi análisis no es nada sofisticado (¡si hasta os colé la palabra carcaj en este texto!).

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¿Serán Pablemos y Ciudadanos alternativa al bipartidismo? No, porque para ser alternativa PP y PSOE tienen que morir. Un paseo por la España mágica nos indica que están lejos de morir. Las pasarán canutas y el PSOE sin duda tiene más problemas que el PP (mientras el PSOE siga desaparecido en Cataluña estará en la UCI), pero ellos seguirán ahí, como el fantasma de las Navidades pasadas. O como mucho Pablemos le disputará la segunda plaza al PSOE (cosa que cada vez veo más difícil).

El escenario para la gente normal no es horrible, ojo. El ataque a la línea de flotación del sistema bipartidista nos traerá grupos parlamentarios de representación nacional y por lo tanto parte del mercado persa de nuestra política que consiste en amilanarse ante los nacionalistas, será cosa del pasado. Y es que en este escenario no se valora lo suficiente que los mayores perjudicados de la eclosión de partidos en España no son PP y PSOE, sino nuestros viejos conocidos neocarlistas y cleptócratas.

¡Que alguien llame a la Sociedad Protectora de Animales!