jueves, 31 de mayo de 2012

Las reformas deben tener contrapartidas

Este miércoles se publicaron las recomendaciones del Consejo Europeo para el programa nacional de reformas de España (aquí en PDF). Es curioso que respecto a las recomendaciones publicadas en julio de 2011 (aquí en PDF), tengan que repetir casi palabra por palabra alguna recomendación. En particular, las recomendaciones que aluden a aumentar el IVA y los impuestos medioambientales, la liberalización de servicios profesionales (hay que meter mano a notarios y farmacéuticos, etc) y aumentar la edad de jubilación.


Las recomendaciones
  • Gobierno central y CCAA deben "realizar un esfuerzo presupuestario anual equivalente a más del 1,5% del PIB". Aplicar medidas adicionales de control presupuestario a las Comunidades Autónomas. Parece que los actuales mecanismos previstos entre otros en la Ley de Estabilidad Presupuestaria y la última reforma de la Constitución (donde se pide "prioridad absoluta" para el pago de la deuda, es decir, que pagar la deuda va antes que el resto de gastos) no son suficientes y la UE exige a España crear una agencia independiente que controle los presupuestos públicos.
  • Acelerar el aumento de la edad de jubilación.
  • Aumentar el IVA.
  • Aumentar impuestos medioambientales.
  • Disminuir el acceso a la propiedad de la vivienda en favor del alquiler.
  • Aplicar una reforma financiera que limpie los balances de los bancos.
  • Coordinar los servicios públicos de empleo estatal y regionales.
  • Facilitar la financiación de pymes y proyectos de I+D.
  • Tomar medidas específicas para combatir la pobreza. (La UE indica que la pobreza infantil en España está en el 26,2%, nivel que califica de "alarmante" y la tele no nos dice nada).
  • Liberalizar servicios profesionales.
  • Reducir la burocracia y los plazos para la apertura de negocios ("La falta de coordinación entre las administraciones locales, autónomas y central ha dado lugar a una proliferación de normas que a veces se superponen y a una segmentación del mercado interior español").
  • Abordar el tema del déficit tarifario.
Todas estas recomendaciones se resumen en hacer de España un país donde sea más fácil hacer negocios y cargar más el consumo que las rentas para salvar bancos quebrados.

Quid pro quo

Lo que no dice Bruselas es que la gente espera contrapartidas. Subidnos el IVA, de acuerdo, pero a cambio queremos que desaparezcan las diputaciones, fusionar comunidades autónomas, limitar los mandatos políticos, Gibraltar, producir la leche que queramos y venderla a quien queramos y pescar en más sitios más tiempo. Quid pro quo.

Esto es lo que ni Bruselas ni Madrid entienden: las reformas no salen gratis para la gente. Y si la gente -nosotros somos la gente- tiene que pagar los platos rotos de décadas de malversación y corrupción, queremos tener algo que decir. Que me parecen muy bien las recomendaciones: no esperaba otras. Pero oiga, un contrato es un acuerdo en el que ambas partes salen beneficiadas. Entiendo que las consecuencias de hacer lo que ordena Bruselas beneficien a la población, pero será a medio plazo. Yo personalmente quiero cambios positivos ya. Quiero que alguien me de alguna razón para seguir confiando un mínimo en que la UE sirve para algo más de lo que sirve. Que deje de ser un instrumento de control y pase a ser algo de lo que realmente formemos parte.

Creo que en Alemania tienen que empezar a pensar que nuestros problemas son sus problemas. Puede que resistan bien el ciclón que se formará si España se va por la alcantarilla, pero no se han parado a pensar en las consecuencias no económicas: jamás volveríamos a confiar en ellos y nuestra policía no podría garantizar su seguridad en nuestro territorio. Gol de Señor.

Lo que quiero decir es que tanta austeridad de boquilla crea inquietud y las primeras en demostrar esa austeridad debían ser nuestras instituciones. No existe la idea en la calle de que las reformas estén siendo "justas". Con una tasa de pobreza infantil del 26% no se entiende que sigamos aportando ayuda al desarrollo. La magnífica idea de premiar la pésima gestión financiera no se corresponde con que en los balances bancarios se mantenga un patrimonio sobrevalorado. Es decir, existe la sensación de que estos cambios simplemente tratan de corregir una situación puntual de crisis y no van a la reforma total y absoluta de la forma de hacer las cosas. Hay un gran cinismo en el ambiente. Como todos esos políticos que dicen que hay que aprender inglés y ellos no solo no tienen ni idea de inglés, sino que son analfabetos en castellano.

Se debe aprovechar la crisis para cambiar las cosas de tal forma que no haya vuelta atrás. Debe haber una mayor fiscalización de las instituciones, se deben poner cortapisas a la política bananera española de prometer y dar sin sentido. Hay que ir cambiando el chip a todos los niveles. También en la clase empresarial y trabajadora, ojo: es fundamental acabar con las reminiscencias del corporativismo fascista de los sindicatos de clase y los empresarios deben ser formados en temas como la inversión a largo plazo. Uy, he dicho "largo plazo", creo que eso está prohibido en España. Hay que cambiar el chip, y esto no lo hace ninguna recomendación de las coles de Bruselas.

No solo tenemos que afrontar cambios muy complicados, sino que los responsables de liderar esos cambios carecen de incentivos para llevarlos a cabo. Estamos mal.

miércoles, 30 de mayo de 2012

Hispanobonos radiactivos

Debo estar entendiendo muy mal las cosas porque no me cuadran. Cuando hace unos meses, comerciales de banca me contaban que sus jefes les pedían colocar "bonos patrióticos catalanes" en Madrid, y decían que pasaban de ofrecerlos porque nadie los quería, pensaba: «lógico, ¿quién será tan tonto como para comprar esas caralladas?».

Pues ahora resulta que les vamos a cambiar el nombre a esos bonos basura y el Estado va a ser su avalista. Se supone que esto se hace para ir pagando la deuda previa, los intereses (y la irresponsabilidad política). El caso es que a la ya débil posición española en el mercado, se le sumará el hecho de que avale a administraciones quebradas. No hace falta ser un lince para vislumbrar que esto afectará negativamente a la capacidad de captación de recursos de España en el exterior. Estupendo.

Ahora vemos por qué Alemania se niega a un sistema de eurobonos. «¿Voy a bajar mi calificación crediticia para que vosotros sigáis viviendo por encima de vuestras posibilidades? No, hija no». Lo mismo pasará en España: no sólo aumentará la rentabilidad del bono español -que ya anda por un 6,5% a 10 años-, es decir, la herida sangrante española; sino que además, las regiones obtendrán financiación a precios irreales. El hispanobono "tapa" la situación de cada región y supone una estimación de la rentabilidad regional a un precio que no le corresponde respecto a los valores reales del mercado.

En realidad, el hispanobono como tal, no es grave. Del mismo modo que el eurobono tampoco es grave para Alemania. El problema está en que regiones con capacidad legislativa vean avaladas sus emisiones de deuda y continúen con esa autonomía política. Es decir, tú si avalas a alguien, exiges rendición de cuentas. Si avalas a un amigo que pide un préstamo y con esa pasta se pone a invitar a la parroquia a mojitos, lo razonable es que os sentéis a hablar como mínimo sobre cómo va a conseguir tu amigo devolver el préstamo.


Existe una Ley de Estabilidad Presupuestaria que limita el nivel de deuda de la administración, pero no indica la forma en que cada comunidad debe encontrar la forma de ajustar sus cuentas. Ahí se deja vía libre a la sacrosanta autonomía de La Rioja, por ejemplo, o de Cataluña, región conocida por ser el ojito derecho de un dictador subdesarrollado de posguerra que hoy se dedica a cerrar quirófanos y mantener a precio de oro gañanadas de nuevo rico.

La cosa no sería tan grave si el estado central tuviera una situación boyante, pero no la tiene. España está en la UVI y avalar directamente la deuda regional la colocará en una posición inasumible. Máxime cuando no hay ningún control creíble a la vista: nadie ve ninguna forma en que pueda obrarse una intervención de técnicos de hacienda en un gobierno regional. Nadie se imagina a unos señores con maletines entrando en la Generalitat Valenciana, por ejemplo. Y así es cómo en ese gobierno están encantados con la noticia. Igual que otros. Vaya dos. Los listos de la clase: uno con la Fórmula 1 y el otro con las embajadas.


Más aún, el hispanobono aparte de constatar una mentira, no solo beneficiará -es un decir, porque en la práctica, el avalista está igual de quebrado- a las comunidades que peor gestionan sus asuntos, sino que perjudicará a aquellas que cumplan -en el futuro- sus deberes. Por tanto, existe un incentivo negativo para hacer las cosas mal. En eso sí somos los mejores.


lunes, 28 de mayo de 2012

La pesadilla demográfica gallega

La demografía gallega es de esas cosas que te pueden provocar un ataque de pánico en cualquier momento. Es público y notorio que tenemos una población no solo dramáticamente envejecida, sino que además, los gallegos no tenemos hijos.

Voy a ir soltando datos para que se os vaya abriendo el apetito. Empezaré por las proyecciones. Se pueden ver las de los presupuestos de la Xunta para 2012 que hacen proyecciones a corto para el periodo 2012-2015 y compararlas con las del IGE, donde hay proyecciones hasta el 2021.

Bien, el índice de envejecimiento mide la relación de los mayores de 65 años entre los menores de 20 sobre base 100. Dicho de otra forma, este índice es una división de mayores entre jóvenes. Si el índice es de 50, hay la mitad de personas mayores que jóvenes. Ese número nos lo fundimos en 1986. Si el índice es 100, es que existe la misma cantidad de jóvenes que de mayores. Todo lo que sea superar 100, es tener una población envejecida.

Fuente: IGE.

Así, en 1975, el índice de envejecimiento era del 37,9. Es decir, los menores de 20 eran aproximadamente tres veces más cantidad que los mayores de 65. A finales de siglo, ese dato se había duplicado.

Durante la primera década del siglo XXI, la generación del baby boom, que no afectó a Galicia tanto como en otros sitios por la emigración, empezó a alcanzar la edad de jubilación.

Fuente: IGE.
Bien, ahora estamos alrededor de un índice de 140. Es decir, 1,4 mayores por cada joven. Y la cosa no deja de aumentar. Vosotros diréis que tener hoy 65 años no es lo mismo que hace treinta. Y es verdad. En estos años la edad de jubilación va a aumentar hasta los 67 y no descartemos que en la próxima década, cuando desaparezca el actual sistema de Seguridad Social, la jubilación esté entorno a los 70 años.

Y como los de 70 años serán alegres y joviales, manejamos otro índice que es el de sobreenvejecimiento. Este índice indica la cantidad de mayores de 85 años, entre aquellos que ya tienen más de 65 años. Un índice inaplicable en muchas partes de África.

Fuente: IGE.
Que la quinta parte de los mayores de 65 tengan más de 85 años, es algo normal en un lugar con una de las esperanzas de vida más altas del mundo. En concreto, la esperanza de vida en Galicia está sobre los 83 años. Si rascamos un poco, la esperanza de vida en los hombres es de unos 79 años y de las mujeres unos 86 años. Si seguimos rascando y nos adentramos en las tinieblas demográficas de Galicia, vemos que la esperanza de vida a los 80 años es de... diez años (datos de 2010 y creciendo).

Si cogemos todos los datos anteriores y desglosamos por sexo, vemos que en Galicia abundan las ancianas. Esto en principio no es ni malo ni bueno, ya que cocinan bien aunque sean un poco pesadas. Pero si al mismo tiempo tenemos en cuenta que las mujeres cobran pensiones más bajas, están menos alfabetizadas, una parte nada desdeñable vive en un entorno disperso, etc., la cosa cambia. Houston, tenemos un problema.

Ver datos de la proporción de gente mayor entre gente joven, ya es indicativo de la pirámide poblacional. Al tener mucha gente mayor, no es raro que la tasa de mortalidad también vaya elevándose. ¿Cómo influye ésta en la población total? Las proyecciones del IGE nos hablan de un crecimiento vegetativo negativo en 111.000 personas durante esta década. Bueno, tal vez, el crecimiento migratorio lo compense. No: para el mismo periodo se estima en 23.500 personas. En total, el crecimiento neto de población en Galicia para la próxima década se estima en unas 88.000 personas menos. Lamentablemente, para tener más datos, haría falta ver qué tipo de inmigración recibimos. Con la de emigrantes gallegos que retornan, no sería difícil pensar que muchos de estos inmigrantes ayudarán a cimentar los índices de envejecimiento y sobreenvejecimiento. En general, Galicia tiene en los últimos años tasas de inmigrantes inferiores a la mitad de la media española (los últimos datos del INE son de 2007).

Por otra parte, para saber quién va a cuidar (no solo pagar pensiones) a tantos ancianos, hace falta mirar cuántos niños se incorporarán a la madurez durante la próxima década. Ya os adelanto que la tasa de fertilidad es de las más bajas del mundo. La tasa de reposición está en 2,1 hijos por mujer. Lugo y Ourense no llegan a uno. La tasa de natalidad, que indica el número de nacimientos por 1.000 habitantes, va a pasar del 8 por mil en 2011 hasta el 6,3 en 2020. Con independencia de los índices de envejecimiento, si esta tasa se corrigiera, quizás dentro de veinte o treinta años habría alguien para soportar los costes sociales de una población alarmantemente envejecida. Pero ni eso: todo lo que puede salir mal, está saliendo mal.

Kolmanskop, Namibia
Cónstese que para no meteros aún más miedo, no me meto en el desglose por provincias. Podría contaros historias horribles sobre índices de envejecimiento cómodamente asentados por encima de los 220 puntos en las provincias orientales. O tasas de dependencia (población menor de 15 años y mayor de 65) del 66% en el interior (y presumo que en esta década habrá muchos ayuntamientos con tasas de dependencia del 100%, directamente). Me acuerdo de alguno que comentaba que la renta per cápita lucense podría aumentar gracias a los pensionistas. Ahora, con los recortes en las pensiones, ya no será posible.

La verdad es que no me explico cómo no se insiste en enseñar estos datos. Poco a poco nos despoblamos y a corto plazo nos vamos quedando con una población receptora neta de ayudas. Eso significa gasto social y sanitario (y ojo: el gasto por persona está aumentando por encima del crecimiento de personas atendidas: según el Sergas, el gasto en camas hospitalarias se había duplicado entre 2001 y 2008, el gasto farmacéutico por pensionista también aumentó de forma extrema). Y para más inri, no hay a la vista absolutamente nada que nos haga pensar que se va a cambiar la tendencia.

Olvidémonos por un momento del Banco Central Europeo, de Merkel y de la reforma laboral. Si en Galicia no empezamos a tener hijos como conejos, nos extinguimos. Si no abrimos las puertas para que vengan parejas jóvenes a establecerse, nos estaremos suicidando. Hay que conseguir un entorno favorable para la educación de los niños, para tener un hogar seguro, y oportunidades para ganarse la vida. Hace falta vender a Galicia no sólo como destino turístico, sino como un lugar donde tener un proyecto de vida. La promoción debe empezar a orientarse en este sentido y aquí no hablo de la Xunta, sino de la empresa gallega: es ella la primera interesada en tener productores y consumidores, por mucho que estemos variando nuestra economía para ser fuertemente exportadora. Como en aquella película del oeste, puede que acabemos ofreciendo un acre de tierra, una vaca y una casa a aquellas familias que quieran establecerse. Bueno, y en ciertos ayuntamientos, a quienes tengan un niño, el alcalde en persona les debería ir a hacer de canguro como mínimo. Al menos de payasete en los cumpleaños.

Bromas aparte, lo cierto es que los costes de los servicios públicos no dejarán de crecer y los ingresos que pueden aportar personas y empresas se irán reduciendo. Puede que la cosa se vaya compensando con políticas redistributivas a nivel estatal, pero viendo la situación actual (en concreto los datos de déficit por autonomía y el total estatal indican que Galicia es una comunidad de las que mejor afrontarán los próximos ejercicios), harán falta nuevas e imaginativas fórmulas para costear unos servicios públicos que se dan por garantizados (no soy fan del actual sistema pero reconozco que a quienes ya han cotizado toda su vida, se les debe dinero).

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En Detroit también hay problemas de despoblación (yo tiendo a pensar que la fijación de población en un territorio responde a las expectativas, capacidades y anhelos individuales), es interesante ver lo que están debatiendo.

sábado, 26 de mayo de 2012

Señoras que rescatan bancos

«Señor Burns, creo que podemos confiar en el presidente de Cuba». Y así, de forma mágica, desaparecen 24.000.000.000 de euros. Esto es, 1.400 euros por currito. A mi nadie me ha preguntado, ¿y a ti?

Santa María do Azogue, en Betanzos (¿se traduciría por Santa María del Mercurio?)-
Se suele perder la perspectiva cuando hablamos de miles de millones, pero no podemos olvidar que ese es nuestro dinero, parte del trabajo presente y pasado transformado en caudal público. Cuando los manejos de tales cantidades se vuelven oscuros y herméticos parece que es cosa de magos con sombrero haciendo alquimia económica. Insistamos pues, en recordarnos a nosotros mismos y a las autoridades de dónde sale esa pasta gansa. Con esto, lo que hace un pueblo no esclavo es pedir responsabilidades por el manejo de esa parte de nuestro esfuerzo. En el momento en que la administración de ese dinero se hace sin dar cuentas, con medidas sorpresivas e impredecibles, los ciudadanos debemos asegurarnos que quien la hace la paga.

Porque no es justo que a personas que las pasan canutas y viven de las redes de seguridad privadas (familia, amigos, Iglesia y economía sumergida) se les exija mucho más que a entidades mórbidas que estuvieron mamando de la ubre, con recompensas multimillonarias para sus gestores y continuas faltas de respeto e insultos a la inteligencia de las personas. Entidades en cuyos consejos se sentaban individuos con grandes aptitudes para el latrocinio y la compraventa de favores políticos. Entidades que eran y son correas de transmisión del poder político y económico cuyo objetivo era y es resolver problemas de autoestima y complejos varios de individuos que ni conozco ni me importan lo más mínimo.

No puede ser que un día, con todos los problemas que ya tenemos, nos levantemos y nos encontremos con otro problema más. La «consolidación pública» de Bankia son 24.000 millones de mortadelos. 1.400 euros de tu bolsillo. Sin preguntas, sin explicaciones. ¿Pero cuál es el problema de esta gente? ¿Sus madres no les daban de mamar cuando eran pequeños?

-Existen razones complicadas de explicar por las que es necesaria la inyección de capital público a fondo perdido.
-Que me dejes de robar, pesado. ¿Eso lo entiendes?
-Fomentar la consolidación de nuestro sistema bancario es necesario para aumentar la confianza y las perspectivas de crecimiento en el futuro. Tú no lo entiendes, pero es por el bien del país y...
-Mira, si yo estoy delante de un documento que no entiendo, no lo firmo. Esa es mi forma de actuar. Pido explicaciones y si sigo sin entenderlo o veo que no me beneficia, no lo firmo y punto.
-Ya, pero entiende que existen razones de Estado que la gente no comprendería porque no tiene la formación adecuada y el país sería ingobernable si consultáramos cada decisión de estas características.
-Vale, esa es la definición de servidumbre. Acábate el café, que te voy a presentar a mi mano llena de dedos.

Y hay que aguantar a la pesoe, abrochándose la falda y limpiándose los labios diciendo que hay que exigir responsabilidades a los gestores de Bankia... Vale, muy bien lo de pedir responsabilidades. Pero también hay que pedir un poco de vergüenza. ¿Conocéis esa palabra? Lo de que vosotros pasabais por ahí no cuela. En las cajas de ahorros que, literalmente, arrasaron el país, se sentaban todos los grupos políticos con representación, sindicatos y testaferros varios de grupos de interés. ¿Alguna vez visteis como comen los pollos en una granja industrial? Los consejos de las cajas me los imagino muy parecidos.

Países pequeñitos

Cuando el pueblo deja de tener control sobre la actuación de su gobierno surge un problema gordo. La eterna duda del límite. Si la masa se autogobernara, tendríamos doscientos festivos al año. Entiendo que sea necesario tomar medidas impopulares ya que no se puede contentar a todo el mundo a la vez. Pero debe haber algún límite. A un nivel muy macro, y por carecer de las herramientas intelectuales adecuadas, a mi solo se me ocurre una forma de limitar el poder del gobierno: hacer que sobre lo que gobierne sea pequeño. El nivel de daño se reducirá en proporción a su tamaño. Como en una organización grupal, los escalones de su jerarquía se reducirían, se acercaría la administración al ciudadano y los mecanismos de control serían más eficientes. Por contra, su capacidad de ser un instrumento de bien también se reduciría y nadie garantiza que la producción de paletos autóctonos sea menor que la de los foráneos.

En China, hicieron algo parecido. Hace veinticinco años, dejaron que cada región investigara de qué manera podían enriquecerse. Con eso, y trabajando como chinos, consiguieron llegar a ser un país del segundo mundo. Nosotros no necesitamos esa vía, con los miles de catedráticos que tenemos en esos guardarropas gigantescos llamados universidades, seguro que a más de uno se le ha ocurrido cómo resolver el problema fundamental de la gobernanza y la administración.

Necesitamos probar nuevas cosas, hablar de creación de riqueza y poner en práctica todos los mecanismos para poner en marcha las cosas sin despreciar el esfuerzo y la dignidad. Nos va la vida en ello.

Jugárselo a lo Alcántara:


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    viernes, 25 de mayo de 2012

    Qué hacer con Gibraltar

    Que el aeropuerto de Gibraltar esté en territorio que no pertenece al Reino Unido es solo una de las cosas que se dan por sabidas. Que la colonia británica sea un pozo sin fondo de actividades de blanqueo de capitales, es otro secreto a voces. Que el Reino Unido carezca de soberanía sobre las aguas que rodean a la roca y se le permita tan siquiera tener lanchas guardacostas, otro más. Que los buques limpien sentinas en esas aguas, tan frecuentadas por pescadores gaditanos, también se permite ahí pero no a cien metros.

    Supongo que en diplomacia, la cautela, prudencia y previsibilidad son pilares básicos. No podemos actuar como una república bananera, ni siquiera cuando un quinto de nuestra economía está sumergida, ni cuando todos debatimos con fruición sobre unos pitos a la bandera, o cuando todas nuestras administraciones mienten como canallas. Y algunas, hereditarias.

    Qué raro, un guiri que no está poniéndose trompa con un cubo de kalimotxo.
    Ir más allá del titular de agencia de prensa y profundizar en las causas últimas de nuestra desgracia es un ejercicio sano y doloroso. Desinfectar una herida duele, afortunadamente la mayor parte de pequeñas heridas pueden pasar sin desinfección, bastando un lavado de manos. En esas estamos.

    Si no puedes poner tetas en la portada, existen otras formas de elevar la testosterona.
    Que sí, que existen razones económicas, ecológicas y judiciales para defender una posición que nos aproxime a la extinción de la última colonia en territorio europeo. También existen razones de propaganda política para desviar la atención. Sobre todas estas razones que a mi me dan más o menos igual, está la situación del que padece in situ. Los pescadores que van a ganarse cuatro duros mal contados y ven pasar barcos piratas, con bandera llanita, a toda potencia por su borda, escorándolos.

    Un puñado de barquitos de pesca, en aguas españolas, tienen que aguantar continuas agresiones (pues en el mar estas cosas son agresiones directas, concepto que probablemente se le escape al funcionario de meseta), y la cautela diplomática prevalece. Bien. Las cosas de palacio van despacio.

    Dos ideas locas

    Quizás, tan solo quizás, en un contexto en el que cada vez más gente identifica a la autoridad como a su enemigo, no estaría de más alguna medida que enviara un mensaje claro a la población. Algo extremo y loco como pedirle a barcos de una armada extranjera que abandonen nuestras aguas. Algo osado y desafiante como otorgar la misma consideración a los guardacostas llanitos que a las pateras magrebíes. Detener esas embarcaciones, coger a esa gente, llevarla a un puesto de la Cruz Roja, efectuarles análisis médicos, darles un bocadillo (la humillación psicológica es gratuita) y a continuación, ponerlos en un avión con pasaje a Londres.

    ¡Campeooones, campeooones, oeoeoeeeee!
    Otra opción podría ser aprobar una ley por la que cualquier llanito en territorio o aguas españolas, adquiera la ciudadanía española. Algo parecido a lo que pasa con los cubanos que tocan tierra en Estados Unidos. En el momento de observar un barco agrediendo a otro, la Guardia Civil debe abordar al agresor y llevar a su tripulación al cuartelillo. Tomarles declaración y ponerlos delante de un juez.

    Hechos consumados
    Gibraltar es esto.

    Estas son solo ideas un poco locas. Estoy seguro que nuestro gobierno sabe muy bien cómo actuar. Estoy seguro que seguir actuando con cautela, poniendo los intereses del país por encima de los intereses de los pescadores es lo mejor para todos. El mar es muy grande, que vayan a pescar a otra parte. Ya de paso, les ofrecemos toda la provincia de Cadiz. Puestos a tener amos, mejor los ingleses. Dicen que en Inglaterra, con su flema y sus bombines, el gobierno sí se preocupa por defender los intereses de sus ciudadanos y de su país. Puede que a los gaditanos les vaya mejor con otro gobierno, ya que el nuestro no deja de cagarles encima. De paso, estaría muy bien copiar las leyes llanitas y aplicarlas a toda la provincia de Cádiz. Imaginaos: una provincia entera como la cueva de ladrones oficial de occidente. Con su clima privilegiado, pronto el ruso sería una asignatura obligatoria en los colegios ortodoxos. Toma mestizaje basado en la mafia y el oprobio. Aprende, Zapatero, cómo se crean alianzas de civilizaciones. Y si un carguero quiere limpiar sus depósitos en esas aguas, no importaría qué pasaría con la pesca: los pescadores podrían encontrar trabajo descargando droga. Eso ya sucede de forma pública, diurna y notoria. En España tenemos know how en esta materia. Es más, podríamos incorporar a nuestras universidades el grado de traficante de drogas. Al fin y al cabo, ya tenemos títulos universitarios oficiales chisporroteantemente absurdos.

    Sin solución a la vista

    En fin. No sé. Mantener el statu quo o recomendar a los pescadores que no pesquen ahí no me parecen buenas soluciones. Gibraltar es un tema que preocupa no por capricho, sino porque ahí se define hasta qué punto está dispuesto el gobierno a mirar por los ciudadanos.

    Puede que sean muchas cosas al mismo tiempo, puede que los expertos en diplomacia sepan cosas que los ciudadanos no sabemos. Puede que los 7.000 empleos directos de españoles en Gibraltar no haya forma de conseguirlos en La Línea porque los españoles somos medio tontos. Puede que todos tengamos la razón en cuanto a Gibraltar pero no sepamos cómo llevar a cabo lo que es necesario llevar a cabo. Puede que el Reino Unido nos esté dando lecciones de cómo proteger los intereses de sus ciudadanos. Pueden ser tantas cosas al mismo tiempo que ya no estemos seguros de qué es lo correcto y qué no. Esta última idea es terrible y define nuestra época.


    jueves, 24 de mayo de 2012

    El desahucio es mal negocio

    Se cuentan innumerables casos de desahucios de familias. Al mismo tiempo existen innumerables viviendas vacías en venta. Es como si las cosas estuvieran descompensadas. Lamentablemente no existen soluciones sencillas a un problema tan complejo (el problema es que haya gente en la calle involuntariamente mientras hay casas vacías también involuntariamente, lo aclaro para no andar mareando al personal).


    Echar de su casa a una familia por impago, para que el banco acumule otra casa más, es un mal negocio. En primer lugar porque el banco deja de tener la posibilidad de que llegue el día en que le paguen. En segundo lugar, porque el banco pasa a acumular en su cuenta otro piso. En tercer lugar porque afecta negativamente a su imagen. En cuarto lugar, porque supone una acción judicial violenta que cuesta dinero. Pero todas estas razones dan igual cuando se trata de familias que no tienen a dónde ir.

    No me creo que con tanta gente tan lista trabajando para la banca, a nadie se le ocurra una solución. Si son capaces de conceder préstamos que, con interés compuesto y desligados del valor de la vivienda acaban suponiendo el pago del valor de dos viviendas (un suponer), ¿no son capaces de encontrar una solución que comprenda la carencia del pago? Hablo de algún tipo de solución contable más allá de la conciliación entre partes. Soy el primero que no quiere vivir en un mundo en que la gente no pague sus deudas. Claro que también soy el primero que quiere vivir en un mundo donde las leyes sean sabias y justas (aquí, por sabiduría y justicia entiendo que la gente no se quede en la calle, y que las deudas se paguen sin usura).

    En la carretera, existe la obligación de ayudar al accidentado. Es más, ésta obligación se extiende a apartar objetos de la calzada que puedan suponer un riesgo a otras personas. Nadie discute esto, porque a cualquiera de nosotros nos puede llegar el día en que nos veamos destripados en una cuneta. Desde 1995 no existe el delito de usura. La usura es muy peligrosa porque tiene dos vertientes: la protección del afectado y la necesidad de valorar el riesgo de impago. Establecer un tipo máximo para préstamos privados significa controlar los precios. Esto resta información al sistema, perjudica a ambas partes y no es deseable. Tanto es así, que mientras existía ese delito, España no adoptó ninguna tasa límite de usura: se dejaba decidir al juez. Al contrario que sucede con la ayuda en carretera, aquí sí hay discusión. Cosa curiosa, porque ambas son maneras de perder calor corporal y acercarte a la muerte.

    Relacionado con esto está la definición de "situación de necesidad". Lo siento mucho por el banco, pero creo que una familia primero debe alimentarse y después, pagarle al banco. En la definición de "alimentación", cuando se trata de una familia, el hogar es un recurso imprescindible (máxime cuando el Estado es incapaz de cumplir su promesa de protección). Si el juez certifica que una vivienda es un hogar, este no puede sacarse a subasta. Esta prioridad es elemental. Tan elemental, que debe tener su reflejo en la costumbre y la ley. Entiendo que es muy difícil valorar la necesidad. Cualquier fórmula no será perfecta y deberá poner el acento en evitar fraudes.

    Sé que es ineficiente, moralmente discutible (no tanto si hablamos de bancos que han recibido privilegios con dinero público) y seguro que hay otras soluciones imaginativas (se me antoja difícil hablar del tema sin pertenecer a la logia, no por ello cierro mis opciones). Pero antes de sentarnos a hablar de la eficacia de una teoría es preciso actuar con realismo.

    Con el mismo realismo con el que algunos vemos en las expropiaciones forzosas un ataque a la libertad individual y a la propiedad privada. En este punto, tal vez mis limitaciones me impiden encontrar argumentos que defiendan el desahucio como una buena medida. A lo más que llego es a ver argumentos sobre la necesidad de "apurar" desahucios para defender la "seguridad jurídica" y la propiedad. Claro que en estos casos, se trata de viviendas compradas, otra cosa es que el préstamo esté sin pagar (son cosas distintas ¿no?). Ahora que el tema está de moda, espero encontrar a alguien me explique estas cosas.

    Si se prohíben los desahucios, entiendo que no se concederían hipotecas a casi nadie. ¿Esto no haría que los precios cayeran en picado? Tras el subsiguiente colapso del sistema bancario, y abandono de las ciudades, se crearía un nuevo sector de construcción de viviendas baratas. Al final la gente siempre acaba buscándose las castañas.


    Nota curiosa

    La inembargabilidad (¿se dice así?) del patrimonio familiar fue algo que pasó de la Constitución de la República (art. 47) al Fuero del Trabajo (parte XII) sin que nadie se llevara las manos a la cabeza. Claro que igual en estos textos por "patrimonio familiar" no se entendía el hogar. Y también antes, los préstamos hipotecarios no significaban lo que hoy.

    miércoles, 23 de mayo de 2012

    Solución regional en la construcción de Europa

    Ya que está de moda el tema de solucionar la crisis de deuda soberana de los estados miembros de una Europa no soberana, no está de más ver cómo resolver el conflicto. A priori, la unión fiscal total de los estados miembros tendería a una inevitable unión política. El caso es que las resistencias de los estados nacionales evitan constantemente abrir ese camino.

    No tomo partido ahora sobre la justificación de estas resistencias, tan solo apuntaré la idea de dominio de Europa de los dos principales países centrales, y la capacidad del Reino Unido para seguir un criterio propio no continental bajo el paraguas de la hiperpotencia hegemónica.

    Juan Ferrando Badía, en un trabajo sobre el regionalismo europeo, plantea este y otros temas relacionados con la integración europea. Lo que parece proponer es un federalismo de «comunidades naturales» en una Europa uniformadora. Ante esto ya salta una pequeña duda. El federalismo, por definición, supone la unión de aquellas entidades previamente divididas. Si las comunidades naturales o históricas, que el profesor contrapone a las comunidades nacionales, ya forman parte de una unidad previa, el federalismo resulta imposible pues habría que dividir lo que ya está unido, reunir a sus partes constituyentes y volver a crear una unión.

    Los problemas semánticos son muy aburridos, pero es imprescindible plantearlos, ya que si no hablamos todos en los mismos términos, no podemos entendernos.

    En el opúsculo, se hace una defensa liberal de la integración europea sobre la base de las «comunidades naturales».

    Según las teorías federalistas, deberán integrarse no sólo los Estados nacionales, sino también las diversas comunidades naturales existentes en las mismas. A eso apuntan los científicos de la política y políticos belgas y alemanes, por ejemplo. Unos como medio para resolver los conflictos internos entre flamencos y valones, los otros para solucionar el problema de la unidad alemana. (...) Sólo así desaparecerá el peligro de un monstruoso Superestado europeo, ese Estado gigantesco que, con sus fuertes poderes y leyes generales, sería incapaz de gobernar beneficiosamente, al consumir en su uniformidad la riqueza varia de las pequeñas unidades naturales a escala humana.


    No es difícil ver aquí que quienes defienden el regionalismo europeo entrarían en contradicción con esa uniformidad. En general, esto es poner de manifiesto la contradicción obvia de Europa: Europa no tiene casi nada que la una. No existe ni un idioma común, ni una religión común ([PDF] Eurobarómetro 2005)... lo que une a Europa es una historia común basada en el recuerdo de la guerra y en la contraposición de los intereses económicos europeos frente a Estados Unidos (y frente a la URSS en la época en que Ferrando Badía publicaba esto en España).

    Vía | GlobalVoices
    Es muy curioso que para salvar estos "obstáculos", por una parte, se emplee el inglés como lingua franca y por la otra, que las menciones al cristianismo sean censuradas en cualquier papel oficial debido al alto nivel de ateísmo de los países protestantes (básicamente, y me remito al Eurobarómetro). Es como si se quisiera construir una Europa "artificial" en cierta manera. Si esta idea es cierta, supondría la existencia de una idea "natural" de Europa. Más allá de la guerra y del interés técnico inmediato de la construcción europea, Badía trata de definir una conciencia europea:

    La estructura de la conciencia europea está integrada por un conjunto de factores que tienen su origen en el Mare Nostrum: el racionalismo griego, el espíritu jurídico y político de Roma y la moral cristiana en cualquiera de sus versiones o cristalizaciones históricas. No se desconoce la existencia de otros factores que han influido en la configuración de la conciencia europea —por ejemplo, la revolución liberal y capitalista y, a su reacción, al marxismo—, pero la nota esencial de la misma es la resultante de los tres factores precitados. La esencia de la estructura histórica europea encierra, pues, en último término, el complejo de estos tres factores: el helénico-latino-cristiano.

    Esto, desde nuestro contexto, es fácil de admitir. Sin embargo, no podemos obviar que hay otros en Europa que tienen otra idea. Básicamente los extremistas antiliberales, siempre han abanderado la idea de la "Europa de los pueblos", una idea antigua que alcanza su cénit con los planes de las SS para Europa y que llega a nuestros días en las soflamas de sus herederos cuando defienden la "Europa de los pueblos" frente a la "Europa del capital".

    Una Europa unida no tiene por qué segregar una nacionalismo europeo. En la época de la planetarización política, los nacionalismos deben quedar marginados. De ahí que Europa deba estar ya presta para acoger en su seno a todos aquellos países que hoy están más allá del telón de acero, ya que su destino geográfico e histórico reclama su presencia en el seno de la familia europea. Este camino sólo podrá comenzarse y avanzar en él iniciando comercialmente intercambios, para luego continuar con contactos culturales e ideológicos. La confluencia en el marco de la economía podrá tener aparejada una analogía de estructura social y —progresivamente— de estructuras políticas. Pero, como fase previa para que llegue a esta posible unión de todos los Estados netamente europeos, en una comunidad superior, es necesario que los países del llamado mundo occidental se integren políticamente. Que los nueve miembros que integran la pequeña Europa se pongan de acuerdo para crear la Europa política de todos deseada no es difícil. Tanto más cuando entre ellos existe un denominador político común: la ideología democrático-liberal.

    Nótese el empleo del concepto de «destino geográfico e histórico».

    En el informe de la Comisión de las Comunidades Europeas de 3 de mayo de 1973, surge algo que también está de actualidad:

    La realización de la Unión Económica y Monetaria Europea, decidida para 1980, conducirá a un callejón sin salida si las economías nacionales no sufren las transformaciones necesarias para evitar divergencias excesivas entre las economías de los Estados. La reducción de los desequilibrios regionales por medios adecuados se convierte así en factor acelerador de las mutaciones económicas indispensables para la solidez de la Unión Monetaria, en el momento en que ésta significa el abandono de la modificación de los tipos de cambio como medio para restaurar los equilibrios fundamentales.

    Efectivamente, se ha repartido dinero entre las regiones para aliviar las diferencias internas de los estados cara el objetivo mayor de aliviar las diferencias entre los mismos estados. Que hayan postergado 22 años la unión monetaria -caída del bloque comunista, que tuvimos que pagar, por medio-, indica las dificultades que el proyecto de unión económica saluda. Pero hoy tenemos el euro y podemos dar por superados estos problemas, ¿qué resistencias políticas nos encontramos en la construcción europea? Pues al igual que sucedía hace cuarenta años, un gran problema que se arrastra de antiguo: la heterogeneidad europea.

    En el plano de las dificultades regionales, la Francia de 1975 ha estado caracterizada por violentas manifestaciones en Córcega y el creciente nacionalismo bretón y alsaciano, como asimismo por el movimiento occitano. Pero Francia no tiene, como Inglaterra, ningún representante separatista, a pesar de que un no despreciable número de franceses (71 por 100) quiere ver a sus asambleas elegidas directamente.

    Hace algunos meses, Jean Francois Revel manifestaba en el semanario L'Express que se hacía precisa «una libertad de gestión para las regiones y consentir el derecho de sus habitantes a ser los primeros en decidir sobre su desarrollo», para insistir más adelante que con esto no se atenta en contra de la soberanía del Estado ni de la unidad nacional, ya que «se es víctima de una confusión elemental entre dos especies de centralización: la centralización gubernamental y la centralización administrativa. La primera implica los problemas comunes a toda la nación y la política general; la segunda, los problemas de la vida cotidiana de los ciudadanos, que, mal que mal, el poder central es el menos apto para comprender y guiar»

    El conflicto regional, que ha dividido a los belgas en los últimos tiempos, ha sido una de las causas de la dimisión de tres gobiernos en menos de cuatro años. (...) El tema regional es un problema axial para la estructura sociológica de la política en Bélgica.
    El problema en la Gran Bretaña, que hoy vemos recrudecerse, tiene notables complicaciones. El primer hecho fundamental es que los límites entre las distintas nacionalidades británicas coinciden también con la participación religiosa de las islas: Gales, metodista; Escocia, presbiteriana; Inglaterra, anglicana, e Irlanda, católica. Esta diversidad religiosa ha sido, sin lugar a dudas, un factor decisivo para la subsistencia de una conciencia nacional independiente, incluso en aquellos países en que la cohesión idiomática se ha perdido en gran parte. (...) Como es natural, el «Scottish National Party», fundado en 1928 y de gran importancia en estos momentos, quiere una independencia completa que espera conseguir en el plazo de una década.

    Aparentemente, Italia ha logrado un equilibrio entre los poderes nacionales y locales, ya que cuando se planeó la Constitución de 1947 estos problemas fueron tenidos poderosamente en cuenta, motivo por el cual se estructuraron cinco áreas con tratamiento especial: Sicilia y Cerdeña, cuyos habitantes hablan una serie de idiomas incomprensibles a los italianos de la península; Valle D'Aosta, bajo los Alpes franceses, lugar en que a los colegiales se les enseña el francés; Trentino y Alto Adigio, en la frontera con Austria y Friuli, Venecia Giulia, en la frontera con Yugoslavia.

    Todos los proyectos descentralizadores europeos, ya vengan desde la capital o desde la periferia, han tenido como motor esencial la equiparación del nivel de renta (por emplear un término práctico). La propia Unión Europea otorga desde sus inicios gran importancia a este fin. Ahora bien, ¿la formulación política de Europa es práctica en este sentido cuando vemos que la unión económica litiga con las pulsiones de los estados nacionales?

    Si las partes integrantes de los estados nacionales, no fueran tan solo destino de ayudas a la cohesión, -decididas por la Unión y por sus propios gobiernos centrales- sino participaran en el proceso de toma de decisiones directamente (y para ello ya existen mecanismos aunque de caracter consultivo), puede que las resistencias de los estados nacionales se redujeran, facilitando la integración política europea.

    Unión Europea según la Nomenclatura de Unidades Territoriales Estadísticas del primer nivel (entre 3 y 7 millones de habitantes).
    Dicho de otro modo, no hay que pensar en cómo reducir la soberanía estatal para aumentar la europea, ya que ese proceso es políticamente costoso y malo de vender. Existe otra vía que es la de otorgar más capacidad de influencia a las regiones y que estas participen (más) directamente en Europa. En este escenario, los competidores serían tantos y tan variopintos, que, de forma directa, sería imprescindible contar con cohesión política a nivel europeo.

    martes, 22 de mayo de 2012

    Newton y la Copa del Rey

    Molaría que Esperanza Aguirre utilizara sus poderes precognitivos para detectar el déficit madrileño y no los decibelios de los pitidos de la final de la Copa de este próximo viernes.
    Los ultrajes a la bandera o al himno son delito en el Código Penal. No se deben consentir y por lo tanto, mi opinión es que el partido se debe suspender y celebrarse a puerta cerrada en otro lugar.
    Como son delito, lo que se debe hacer es llamar a la policía y después que un juez decida. Con cuarenta cámaras de televisión y treinta fotógrafos en el estadio, no será difícil obtener pruebas del delito.

    El tema es complicado. Es uno de esos temas que se solucionarían si no se politizasen. Si Cocacola organizara la Copa del Rey y la final se jugara en el Estadio Cocacola, no habría pitidos contra la bandera y el himno de esa bebida carbonatada. En este país tan racial, mediterráneo e ibérico; la reacción de la hinchada vasca y de la catalana, es curiosamente la misma. Esperanza Aguirre, que hace poco apareció en un acto del PP hablando de la bandera y no sé qué más, debería alegrarse de la efusividad española que se prevé para la final.

    O, en lugar de rasgarse las vestiduras, trabajar en el camino adecuado para que estas rivalidades de banderas e himnos queden en el recuerdo. Ah, pero de eso no se habla. La presidenta madrileña vende a su gente la misma propaganda que los separatistas periféricos. No exactamente la misma, pero sí muy parecida. El caso es formar tribu, potenciar el hombre-masa y apelar a las entrañas. Eso es muy parecido a lo que hacen los malvados nacionalistas -a quienes apoya el partido de Aguirre, ojo-.

    El caso es que en este país, mucha gente no cree que Madrid sea el centro del mundo, y sus reivindicaciones no se hacen "pensando en Madrid". La gente tiene más apego a lo que ve a su alrededor, y resulta que la inmensa mayoría de los españoles, a su alrededor no ven la Puerta de Alcalá. Oh, sorpresa. Esto también entronca con el uso de la Puerta del Sol como "centro de las reivindicaciones" de los indignados. ¿Realmente a un paisano que planta patatas en Valdoviño le importa algo lo que hagan cuatro privilegiados en Sol? Lo dudo.

    Unos y otros equivocan el tiro. Yo no tengo ninguna fórmula mágica para que la gente empiece a ver como normal lo que realmente existe y se deje de sueños extraños y mitologías oscuras, tan solo diré que el universo físico cumple una serie de leyes, entre las que destacan las de Newton:
    1. Todo cuerpo persevera en su estado de reposo o movimiento uniforme y rectilíneo a no ser que sea obligado a cambiar su estado por fuerzas impresas sobre él.
    2. El cambio de movimiento es proporcional a la fuerza motriz impresa y ocurre según la línea recta a lo largo de la cual aquella fuerza se imprime.
    3. Con toda acción ocurre siempre una reacción igual y contraria: o sea, las acciones mutuas de dos cuerpos siempre son iguales y dirigidas en sentido opuesto.

    Es como si a alguien le interesara mantener una tensión constante. Entiendo que esto a algunos les sirva de provecho, pero la inmensa mayoría nos vemos perjudicados. Y lo más triste de todo son las hordas de descastados, los tifosi que corean, silban y ondean banderas no como reivindicación de su tierra, sino como agresión a otros. Ese comportamiento tiene un nombre, pero no lo diré para no repetirme.

    lunes, 21 de mayo de 2012

    ¿Y si la Reforma hubiera triunfado en España?

    La ciencia ficción se caracteriza por poner al hombre en situaciones extrañas y a partir de ahí establece tramas especulativas acerca de cómo cambian las personas ante un nuevo entorno. Así, son comunes los temas de ciencia ficción ambientados en futuros plausibles que den pie a responder a la pregunta ¿cómo actuaríamos en un ambiente de tecnología avanzada? También podemos ver esa especulación introduciendo un único elemento anómalo, por ejemplo, una máquina del tiempo. O bien especular con la idea de que ciertas personas usan una precognición para detectar crímenes antes de que ocurran. Algo que cambie el entorno y la respuesta humana, insisto; desde Mary Shelley en 1818 hasta en cualquier obra de ciencia ficción actual, básicamente esa es la idea.

    Un cambio drástico en la vida de los hombres es alterar el pasado conocido. A ese subgénero le llamamos ucronía. La ucronía responde a la pregunta de ¿qué hubiera pasado si...? Alterando un hecho del pasado, se construye un nuevo contexto alternativo que especula con los cambios sufridos. Ese hecho del pasado recibe el nombre de "punto de divergencia". Normalmente, en la ciencia ficción ortodoxa, los puntos de divergencia suelen ser perfectamente identificables y manejables. Es recurrente la idea de matar a Hitler, por ejemplo, y ver, partiendo de los datos conocidos y usando a personajes reales, cómo cambiaría el mundo y la gente que vive en él. O su alternativa, que los nazis hubieran ganado.


    Hay quien dice que El sonido del trueno es una ucronía. Yo lo niego. En ese cuento, matar a una mariposa en el pasado remoto, produce "ondas temporales" que destruyen el presente. Eso no es una ucronía porque la vida de la gente no se ve alterada en función del punto de divergencia, sino debido a ondas temporales que barren el presente como un tsunami. Insisto también en que la ucronía no debe alterar los anhelos y las capacidades de personas reales. Philip Roth, en La conjura contra América, construye una ucronía clásica: Lindberg gana las elecciones y los americanos judíos deben soportar un antisemitismo en ascenso. La novela está trufada de personajes históricos cuya biografía se puede consultar en los apéndices.


    En las ucronías que afectan a España, destacan aquellas que hablan del triunfo de la Felicísima Armada en Inglaterra. Novelas espolvoreadas de Leyenda Negra, que especulan con un mundo más católico pero más atrasado. Es el caso de Pavana, que a mediados del siglo XX, describe grandes locomotoras a vapor como cénit tecnológico. Esta ucronía identifica el ascenso del catolicismo con el impedimento a que gente real no hiciera lo que hubo hecho. Otro tema ucrónico españoi es el que trata de la derrota de Franco en la guerra civil. Estos cuentos especulan con una República Española donde reina la paz y la alegría nada más acabar la guerra, cosa que choca con la represión conocida y la influencia determinante de Stalin.

    Por eso insisto en que para que una ucronía sea buena, debe conocer muy bien el contexto del punto de divergencia y no alterar el comportamiento de personajes históricos. Una novela que clava esto es The Iron Dream, esta obra consta de dos partes: la primera es un cuento escrito por un autor pulp llamado Adolf Hitler que habla de una raza superior, etc; y la segunda es una crítica a este cuento que nos pone en contexto: el tal Hitler llegó a EEUU en 1919 y se puso a trabajar en pulps baratos de ciencia ficción. Es decir, no altera en lo sustancial el comportamiento de las personas y a partir de ahí especula -dentro de esa "crítica"- con las posibilidades de un mundo donde nunca ascendió el partido nazi.

    Dicho todo esto, cualquier ucronía pretenciosa que altere de forma sustancial el comportamiento, inquietudes, neuras y anhelos de los personajes históricos, carecerá de valor. Será propaganda o un mal argumento para defender una tesis, pero no una ucronía que nos haga indagar en la importancia de los hechos históricos reales. Cuando César Vidal especula con los acontecimientos derivados del triunfo de la Reforma en España, no le da importancia al arraigo de las tradiciones hispanas, ni nos habla de las motivaciones de otros países. Tan solo traslada "lo bueno" del imperio británico y lo pega con chapapote sobre el imperio español. Claro, uno se pregunta qué ocurriría con las guerras de religión continentales. O qué pasaría con los indios del Nuevo Mundo. O de qué forma se hubiera producido la respuesta contra Napoleón. Yo qué sé. El locutor cuenta lo que le interesa para sostener su argumentación previa de la serie "Somos pobres porque el Papa nos ha comido la cabeza".

    No es mi intención rebatir de forma categórica punto por punto cada idea loca, tan solo comentaré por encima, con animus iocandi, algún highlight.


    • La desamortización de los bienes eclesiásticos se habría producido antes y habría ayudado a una revolución industrial temprana. Es cierto que donde triunfó la Reforma, se produjo una desamortización de bienes eclesiásticos anterior a la española. Una desamortización a sangre y fuego que poco o nada tuvo que ver con la redistribución de la riqueza o la alteración de las estructuras de poder. En los países protestantes, esta desamortización no tuvo nada que ver con la revolución industrial, luego no hay motivos para pensar que en España sí podrían relacionarse. Tampoco me pasa por alto que la revolución industrial también comenzó de forma simultánea en la España del XVIII, sobre todo en la cerámica y en el textil. Otros factores, como los canales, las migraciones y los gastos de la Hacienda, tuvieron un mayor peso en el posterior desarrollo industrial.
    • El liberalismo habría triunfado en 1812, con lo que nos habríamos ahorrado el carlismo, las guerras que éste provocó, dos repúblicas, la guerra civil de 1936-39 y la dictadura de Franco. Hala, báilalo. No sé si comentar que los carlistas llamaban liberales a sus enemigos. Que la Constitución de la Primera República nunca entró en vigor o que simplemente el hecho de ser protestante no te da súper-poderes, ni que la mayoría de los conflictos tienen que ver con gente que come nabizas fácilmente manipulable para variar las lindes de quienes comen con cuchara de plata.
    • No hubiéramos sido tan antisemitas. Creer en el dogma de la Inmaculada tiene poco que ver con usar a un grupo humano como blanco de iras y envidias y fuente de ingresos rápidos. Ahí están esos países ortodoxos, calvinistas, anglicanos y luteranos con su historia impoluta hacia los judíos. Nada que comentar sobre la migración hacia la Polonia católica de muchos judíos expulsados de Europa occidental.
    • No hubiera existido el nacionalismo vasco. Ésta es interesante. Tan solo apuntaré a que cuando se inventaron los nacionalismos modernos en España, algunos tenían caracter pagano (era la moda entre quienes tomaban absenta). Así que el nacionalismo vasco y otros, probablemente tuvieran hoy una pátina de arianismo y paganismo mayor. Pero existir, hubieran existido igual: la Iglesia tuvo poco que ver con la Renaixença o el Rexurdimento.
    • Las riquezas americanas no se habrían gastado en defender los intereses temporales de la Santa Sede. No, se habrían gastado en defender los intereses temporales de la Corona. Y de llevar a México la imprenta de forma inmediata tras la conquista, y de levantar universidades y catedrales, ni hablamos. Nunca se hubiera rodado la película La Misión. O puede que sí, pero su protagonista sería Galactus.
    • No habría corrupción ni nepotismo. Y todos los aldeanos tendrían un +5 en la recolección de bayas. No, en serio, la corrupción se puede ver fácilmente en cualquier país y ahí influyen las leyes que se aprueben. En Alemania hay lander católicos con poca corrupción.
    • No existiría el voto cautivo. Me temo que el comportamiento del votante con la idea de "Iglesia verdadera" no discute que esa iglesia sea la católica de Roma o la evangélica de la esquina. Me remito a los resultados electorales históricos del sur de Estados Unidos. En Carolina del Sur, el Partido Democrata ganó siempre todos los escaños de la legislatura hasta mediados de los 90.
    • ¿Se ha parado alguien a pensar en que todos, absolutamente todos los que arrasaron iglesias y dieron muerte a sacerdotes y obispos eran miembros bautizados de la iglesia católica? Sí, es lo que tiene un país en el que la gente va mucho a misa, pero luego se toma unas gordas con los parroquianos en el bar del pueblo y acaba con una formación teológica muy débil. Es más, podríamos afirmar que es lo que tiene un país en el que la Iglesia Católica no ha influido tanto en la vida de la gente como algunos nos quieren hacer pensar. Ups. 
    • España pudo ser tan poderosa como Gran Bretaña, pero durante mucho más tiempo y con mucha más pujanza. No solo fue tan poderosa, sino infinitamente más poderosa. Toda la historiografía derivada de la Leyenda Negra, que tanto gusta en España, pasa por alto el hecho de que España fue un imperio generador, constructor de caminos. El anhelo evangelizador, hacía que el primer objetivo no fuera la conquista, sino el establecer comunicación con el autóctono. España fue más poderosa que Inglaterra y durante más tiempo, fue la primera potencia hegemónica, su moneda fue divisa fuerte en épocas tan recientes como el siglo XIX (¿de dónde viene el dólar?). Paseando por el Museo Naval, hay cuadros pequeñitos en esquinas oscuras donde aparecen barcos. Lees la placa y coges la referencia, te pones a buscar y, oh sorpresa, una flota comercial de cincuenta barcos que iba a Macao y que por el camino se cargaba a escuadras el doble de grandes. A la ida y a la vuelta. Claro que esto sucedía tan frecuentemente que nuestros libros de historia para los chavales deberían tener miles de páginas. Otro ejemplo gráfico, ese galeón del XVIII que se hunde en Corcubión con porcelana china, oro peruano y especias de oriente. Nada, lo normal. Con esto quiero decir que es muy difícil reflejar tantos siglos de historia. Tendemos a simplificar las cosas para poder aprehenderlas, de ahí que el relato de la Leyenda Negra como motor de nuestra historia, sea atrayente: es un relato fácil. La historia real es mucho más complicada: se tomaron buenas decisiones y malas decisiones y las cosas fueron como fueron. La materia prima de la historia, el hombre occidental, no es muy diferente en uno u otro lugar. 
    En conclusión, el éxito de la Reforma en España, como tema ucrónico, debería hacer hincapié en la conquista americana y en las guerras de religión europeas. Cuando surge la Reforma, España ya tenía unos cuantos siglos de historia y la administración castellana ya estaba siendo implementada en las Indias. Esto no quita para que en Inglaterra y Alemania, trescientos años después, la burguesía comercial no aprovechara más eficientemente los avances tecnológicos. El hecho de que la Iglesia no fuera el primer terrateniente en España también habría que destacarlo, pero sin negar la posibilidad de que fuera la Corona el primer terrateniente y las condiciones de vida y la evolución económica fueran similares a como fueron.

    Para inventar un relato ucrónico creíble, cada hecho cambiado de la historia debe tener sus consecuencias dentro de ese mismo contexto ya alterado. En este ejemplo se ve que un punto de divergencia marcado como el triunfo de la Reforma, da muchos problemas. Probablemente para contar el triunfo de la Reforma en España, hubiera hecho falta empezar la ucronía unos siglos antes, con el arrianismo o el priscilianismo. Separando a España de Roma, sería más creíble describir un escenario en que la Reforma hubiera triunfado.


    Nota

    Sería muy interesante leer una ucronía cuyo punto de divergencia estuviera en la formación del Sistema Solar. ¿Qué pasaría si la Tierra estuviera diez millones de kilómetros más cerca o más lejos del Sol?

    sábado, 19 de mayo de 2012

    Se acerca el invierno

    Se tiran los trastos unos a otros para ver quién ha mentido más, cuando desde fuera todos ellos parecen una unidad. Tanto PP como PSOE (ambos gobernando en varios sitios con apoyo de IU) no sé si han mentido o si simplemente no saben hacer una maldita suma. Y es que la clave ahora no es si mienten o no, es si saben sumar. Hasta este nivel tenemos que bajar.

    Este es uno de los mayores fraudes públicos de la historia de nuestro país. A mi no me vale que un señor me diga que a la hora de elaborar unos presupuestos, no puede prever una estimación razonable de ingresos o no puede ir corrigiendo el gasto. Los presupuestos se hacen más o menos para un periodo de enero a enero. Dudo mucho que el disparo del gasto se produzca en el último mes. Así que una desviación importante es injustificable porque tienes todo el año para ir corrigiendo previsiones.


    Más grave si cabe que el hecho de que no sepan sumar, es el ventajismo político, el oportunismo, como si esto fuera un partido de tenis. Hace menos de un mes, Elena Valenciano decía que «todos somos responsables del déficit, todos los que gestionamos la política y sobre todo los que gestionan la economía, tanto en la Unión Europea como en nuestro país». Dos días después, comentó que ya conocían la desviación desde agosto de 2011: «A partir de la crisis de la deuda de agosto los ingresos en las Comunidades Autónomas y en los Estados miembros cayeron, y al caer los ingresos era evidente que el déficit iba a aumentar, y eso es lo que ha sucedido».. Nadie le ha pedido explicaciones sobre esto. Da igual, a nadie le importa.

    En el mismo partido, el siguiente en la cadena de mando, Óscar López: "España tiene más déficit del que esperaba porque «mintieron» las comunidades autónomas del PP". Es decir, doña Elena le echa la culpa a la UE, y el señor López a las comunidades del PP. El propio PP mantiene su versión de que tenían que haber recibido un dato correcto de déficit antes de ir a hacer el ridículo a la UE para corregirlo e implorar por una relajación del objetivo de este año. Esto nos da bastante igual ya. El PSOE cambia de discurso como quien cambia de contenedor para buscar restos de comida.

    Y luego hay otras cosas con respecto a cómo se comunican estos asuntos al público. En concreto, el caso gallego. Presentan al Consejo de Política Fiscal y Financiera un déficit del 4,37%, para a continuación añadir que no se tiene en cuenta la liquidación negativa con respecto a lo que tiene que aportar el gobierno central, con lo que quedaría el déficit en el 1,61%. Son inútiles en su inutilidad. Vamos a ver, coitadiños: ¿no presentan todas las comunidades la cuenta de esa liquidación? Si la respuesta es sí, ¿por qué vosotros no lo hacéis? Si la respuesta es no, ¿todos los datos de déficit vuelven a ser incorrectos? Que se aclaren de una vez.

    Bueno, y para qué hablar de esa región arrasada que es Cataluña, desde donde contabilizan unos cuantos cientos de millones por no sé qué movida que pone en el Estatut. Y las cuentas de Navarra, que ahora resulta que todos vamos a pagar el desajuste de su recaudación del IVA por la exportación de coches. Autonomía foral para unas cosas, dinero de todos para otras como por ejemplo para sacaros las castañas del fuego.


    En el agujero negro andaluz, ni me meto, porque su horizonte de sucesos rebasa las fronteras españolas y se convierte en algo que puede acabar con la civilización cristiana occidental. Andan haciendo malabarismos con sus mastodónticos presupuestos, pensando que tal vez, la espiral de engaño pase desapercibida. Sálvese quien pueda.

    Siguiendo con el tema de la manipulación, hay que destacar los tiempos de Montoro. Rueda de prensa tras la reunión del CPFF: "somos la caña". Nota del ministerio de Hacienda a Bruselas un día después: "eehm, que al final ni estamos en el 6 ni en el 8,51, estamos en el 8,9". Genial.

    Con razón nadie se fía de nuestro gobierno (el que sea), ni de las taifas, que, sin cortapisas por no encargarse de la recaudación siendo ellas las que hacen mayor gasto, no tienen límite. Así, ya están de camino los revisores de Bruselas. En otras circunstancias hablaría de humillación nacional, pero visto lo visto, parece que solo unos herejes con acentos lejanos, tienen la suficiente independencia como para hacer las cosas bien. Claro que el romance dice: «llegaron hombres de fuera hablando un extraño hablar, si las encinas les niegan, arrasarán el encinar». Es decir, la eficiencia técnica de la intervención no saldrá gratis. Si creéis que Rajoy está recortando, todavía no habéis visto a un teutón con una motosierra al mando de un ejército de androides latverianos.


    Esto también va con vosotros, sindicalistos y patronalistos. Si tenemos que cumplir límites de déficit, es porque entre otras muchas cosas, nuestro sistema financiero ("uno de los más sólidos del mundo", decían en la época de Grima lengua de serpiente) se puso a financiar alegremente promociones urbanísticas y casas de la cultura vacías. ¿Quién estaba en los consejos de las cajas de ahorro? Si hasta tenían consejeros, "representantes de los depositantes", a los que invitaban a viajes fantásticos para que en las reuniones votaran lo que quisieran. No les bastaba con la financiación pública directa a cargo de los presupuestos, tenían que aprovechar vericuetos para sobrefinanciarse. La pasta, el poder. ¿Quién tiene el "malvado" ánimo de lucro? ¿Vosotros o los millones de autónomos y pequeños empresarios que viven con el agua al cuello? En eso os parecéis mucho a los políticos analfabetos. En el primer día de trabajo, blindamos pensiones. Pájaros. ¿Y os llamáis representantes de los trabajadores? Lo que hacéis no es trabajar. ¿Y os llamáis representantes de los empresarios? Con infinito dinero de otros, no sois empresarios, sino parásitos.

    Los problemas económicos de España tienen una vertiente política muy grande. Espero, por tanto, que intervengan y reformen el sistema político y que también metan mano a todas esas comisiones nacionales que hay. ¿No hablaban de duplicidades? Paseas por el centro de Madrid, y en cada edificio hay una comisión nacional del mercado de no se qué. Con sus consejeros, sus calvas y sus papadas. Podemos sustituiros por vuestros chóferes y la cosa sería igual. Se acabó. A ver si os enteráis. No podemos seguir así.

    No me olvido que detrás de todo esto estamos los ciudadanos. Sin nuestra colaboración necesaria, todo el trinque y la mentira no sería posible.




    jueves, 17 de mayo de 2012

    Al comer chorizos, llaman buenos oficios

    Eran los años 70, la crisis del petróleo puso fin a tres gloriosas décadas de crecimiento en el mundo libre. En España nos dimos cuenta tarde pues se tomaron medidas como la bonificación del precio de la gasolina y la luz. Los problemas políticos y sociales en los estertores del tardofranquismo, se suelen atribuir como causa.

    La posterior transición política sacó a la luz el gran deficit de nuestra balanza comercial, las carencias de nuestro subempleo (Fuentes Quintana saliendo en la tele única a la hora de la cena diciendo que el paro ya estaba en el 5% y que si no se tomaban medidas podría dispararse al 7% u 8%) y en definitiva, la constatación de que el alto crecimiento había frenado y que otros países nos comían la merienda.


    Esta situación, frenó básicamente la modernización de la industria e infraestructuras. Se fue devaluando la peseta y se dieron los pasos para entrar en el mercado común. Ahora que España era un régimen de libertades, ya cumplía los requisitos, se firmó en un papel y se llegó a un acuerdo muy bien vendido a los de dentro. De las contraprestaciones no se habló mucho.

    Muy básicamente: llegó financiación fresquita que se invirtió en modernizar las infraestructuras y pagar las reconversiones industriales. España era un país que acababa de salir de la concepción económico-industrial de la posguerra europea. Para meterse en el mercado común y converger con Europa, la industria obsoleta se hubo de cerrar. El peso de la agricultura y pesca tuvo que reducirse para compensar el sector primario de otros países miembros.

    En eso estábamos cuando el mundo libre vence al Imperio del Mal. De pronto, un miembro de la CEE se vio con el trabajo de construir un país que venía de la miseria y hacerlo converger a su vez con Europa (concretamente con Alemania Occidental, la segunda o tercera economía del mundo). A eso se le llamó unificación alemana. Hubo que crear toda una nueva estructura administrativa en nuevos landers, levantar viviendas, construir infraestructuras, incorporar al sistema educativo y sanitario a dieciseis millones de personas, etc. Imaginaos la factura de todo eso. ¿Ya? Ahora sumadle la conversión de la masa monetaria de un país socialista (cromos de Panini) a moneda occidental. Zasca.

    Pues bien, como el principal aporte de todo eso salía del estado alemán, y no hay nada que más escame a los alemanes que la inflación, revaluaron su moneda, subieron los tipos de interés y el resto del mundo dijo ostrás Pedrín. Estamos ya más o menos por el año 94 o 95, España llega al 20% de paro.

    Como os podéis imaginar, esta factura de la unificación se sigue pagando. Pero no solo eso, sino que la expansión de las fronteras europeas según países ex-socialistas se iban incorporando a la Unión y otros países nórdicos también, supuso tratar de converger muchas economías subdesarrolladas a los niveles de renta media europea. Niveles de renta media europea, ojo. Al incorporar a países pobres, estos niveles bajaron, de pronto España era un país "rico" y apenas nos dimos cuenta.

    Todo esto sucedía muy rápido. El ladrillo se convirtió en el respaldo del dinero barato. La vivienda nunca bajaba de precio y gente barriguda con el móvil en el cinturón empezó a aparecer en la tele. Lo estábamos petando. Lástima que el aumento del valor patrimonial no se correspondiera con el aumento de salarios. Luego, los bancos se dedicaron a hacer cosas retorcidas. Tipos de interés bajos animaban el mercado, el mercado se mueve en los parámetros que marcan los políticos, los políticos marcan que Transilvania debe igualarse a Baviera. Lo estábamos petando.


    En Estados Unidos se encontraron con una bosta enorme y no tuvieron otra idea que lanzarla contra el ventilador. Nosotros estábamos asomados mirando ese ventilador. Plaf. En toda la cara. De pronto fuimos a limpiarnos la cara delante del espejo y nos encontramos con un país con infraestructuras del primer mundo infrautilizadas, con millones de ñapas sin formación, con nuestras almas depositadas en la caja de seguridad del infierno, sin ningún tipo de industria competitiva y con una enorme deuda.

    Acudimos a buscar financiación fuera -como siempre- y nuestros prestamistas nos empezaron a mirar cada vez peor. Se empezaron a poner exquisitos y se dieron cuenta de pequeños detalles en los que antes no caían: íbamos sin duchar, sin afeitarnos y con una camiseta raída de Naranjito a pedir préstamos. Llegó un día en que nos cerraron la puerta. Sobre todo, porque cazaron al tipo del mostrador de al lado, metiendo mano en la caja. Crédito viene del latín creditum, es decir creencia. La economía se basa en la confianza mutua. Ya no se fiaban de nosotros.


    Desde que ZP se suicidó en directo en mayo de 2010, vivimos con una bolsita de plasma del BCE. En esencia, estamos intervenidos. No podemos hacer lo que nos de la gana. Se acabó la fiesta. Por el camino cayeron otros países. El BCE no tiene recursos infinitos y se teme que no podamos afrontar nuestras deudas. Únase esto al concepto de profecía autocumplida. Bola de nieve. Etcétera.

    Quizás alguien debe empezar a recordar a los alemanes a costa de quién pagan su reunificación. Y a toda la UE a costa de quién pagan (perdón, pagamos) su expansión. En esto último no hablo de las compensaciones, sino del tener de pronto en el mismo mercado común a países más baratos que los no-tan-baratos, como nosotros o Italia. Pero aparte de la exigencia moral y técnica de contemplar una deuda única para una moneda única, hay una parte que debe salir de nosotros. El trinque, las duplicidades, la herencia del estado corporativo y demás, son cosas que tenemos que arreglar dentro. Si no somos serios limpiando la cocina, malamente se dejará el vecino bávaro convencer que una deuda europea es buena para él también. El control futuro de la capacidad de endeudamiento de los países de la Eurozona es una muy buena noticia para Alemania. Pero antes, debemos afeitarnos y ducharnos.


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