martes, 10 de enero de 2012

Ruido de fondo sobre esRadio

Después de leer algunas reseñas de 'El linchamiento' de FJL, en particular tras leer la última reseña de amigo que le hace César Vidal, me acuerdo de un articulito que apareció estas navidades en La Voz de Galicia. La cosa pasó por alto, pues La Voz, aunque es con diferencia el diario más leído de Galicia, no tiene mucha repercusión más allá de Los Ancares.

Pero aún así, traigo aquí ese articulo titulado "Jiménez Losantos explota la emisora municipal de A Pobra do Brollón, gobernada por el BNG", para regocijo de los lectores no galaicos. Como veréis, está perlado de lo que mi paisano-presidente calificaría de 'inshidiash'. Esto no tiene mayor importancia, salvo por el hecho de que no tenga importancia que en una noticia florezcan adjetivos calificativos. Es decir, asumimos como algo "normal" las pullas dirigidas contra grupos concretos. En este caso, contra esRadio.

Al menos que algún nazareno perverso acerque unos chorizos criollos.
Cuando me encuentro una noticia tan inquisitorial, no dejo de preguntarme el por qué. A cuento de qué viene esto. Cosa distinta ocurriría si se tratara de un artículo de opinión, ahí que cada cual escriba lo que le parezca. Pero si se trata de una noticia (y tanto en la versión en papel como en la web esto aparece como noticia), que señala y enseña los dientes, aunque sean de leche, no puedo sino preguntarme hasta qué punto la labor informativa en este país sufre la degradación propia de la trinchera política.

En el artículo se leen cosas como: "orientación marcadamente derechista", "altavoz para los mensajes altamente politizados", "cambiar la música por el verbo afilado de Losantos", "que esRadio sea tan de derechas como dicen". Al menos en Salem tiraban a las brujas al río a ver si flotaban, hoy, los inquisidores juntan cuatro letras para mantener el nivel de tensión. ¿A quién beneficia esta tensión? ¿Se venderán más periódicos? En el caso de La Voz, lo dudo, pues la línea editorial suele seguir lo que marca la Xunta, su mayor cliente gobierne quien gobierne.

Avenida de Galicia en A Pobra do Brollón. Nótese el sembrado de la izquierda detrás del contenedor de papel.
Otra lectura, sobre por qué aparece esto como "noticia", se encierra en la insistencia de que el ayuntamiento mencionado esté en manos del BNG. Como si alguien, de forma muy poco sutil, quisiera hacer algún tipo de relación entre la labor de gobierno y lo que se escucha en la emisora municipal. Como si lo normal fuera que las emisoras en concesión privada estuvieran obligadas a hacer seguidismo del poder local. Esto me parece incluso más repugnante.

Nunca alcanzaremos una cierta madurez democrática si no aprendemos a distinguir las opiniones de las noticias. Si lo embarullamos todo, al final acabaremos entendiéndonos por señas. Parece que hay mucho interés en que no nos entendamos y en que los medios de comunicación digan lo que el poder de turno quiere que digan. Una pena.

5 comentarios:

Elentir dijo...

Pedir cierto rigor a la mayoría de los periódicos de tirada nacional ya es difícil, pero pedírselo a la prensa regional, ya es inútil. En el caso de Galicia la casi totalidad de los periódicos se deben a algún gobierno: La Voz de Galicia y El Correo Gallego a la Xunta, Faro de Vigo al ayuntamiento de la ciudad, El Progreso al Ayuntamiento y la Diputación de Lugo, en manos del PSOE y el BNG... Así nos va.

Pablo Otero dijo...

No solo nos hacen falta nuevas ideas en política, nos hacen falta también todo un conjunto nuevo de medios de comunicación. A ver si la crisis de la prensa escrita acaba definitivamente de llevarse por delante a todos estos medios que viven del cuento.

La prensa es el cuarto poder, la sociedad no será más libre si no se le dan los instrumentos informativos adecuados.

Libertymad dijo...

Estilo maoísta. Sólo falta recomendar al dueño de la emisora que realice una autocrítica para prevenir males mayores. O quizá ni falte, el precio para que deje de emitir el programa de FJL es de 3.000 euros. Si el BNG lo paga, asunto arreglado.

Libertymad dijo...

Estilo maoísta. Sólo falta recomendar al dueño de la emisora que realice una autocrítica para prevenir males mayores. O quizá ni falte, el precio para que deje de emitir el programa de FJL es de 3.000 euros. Si el BNG lo paga, asunto arreglado.

Pablo Otero dijo...

Exacto. Que paguen el precio y así ya pueden usar esa frecuencia para poner marchas militares todo el día y soltar sus consignas gritando.