El truncado proceso de transición en Egipto, y las más que razonables dudas sobre el futuro de Túnez, Libia y Yemen; no hacen sino echar más leña al fuego. El árabe es un mundo en el que lo viejo se resiste a morir y lo nuevo no acaba de nacer. Recuerda un poco al Irán de 1978-79: fuerzas democráticas y comunistas se opusieron al Sha, y en el ínterim de poder, los islamistas radicales tomaron el control. Ese riesgo para la libertad es patente en el mundo árabe actual: los Hermanos Musulmanes y similares, se envalentonan sin oposición a la vista. Las tiranías laicas cuentan con el ala protectora de China y Rusia y todo indica que serán sustituidas por tiranías religiosas que seguirán contando con China y Rusia.
Siguiendo la máxima de que "nada sucede por casualidad", vemos cómo los llamados a mantener encendida la antorcha de la libertad, Estados Unidos y Europa, pasan por su peor momento. Estados Unidos carece de liderazgo y Europa es una granja de pollos descabezados que sólo espera una nueva resolución no vinculante del subcomité de la cumbre de la comisión del consejo de esa burocracia soviética multicapa y bruselesca amante de la sostenibilidad sinergética.
Así, China coloca sus piezas en África para garantizarse recursos y Rusia hace grandes proclamas propagandistas más propias de una dictadura caribeña subdesarrollada. Decía Reagan que los conflictos surgen cuando alguien cree que el precio de la agresión es bajo. Hoy lo estamos viendo: Rusia quiere renegociar el escudo antimisiles americano, pone en alerta de combate su radar antimisil de Kaliningrado y mueve sus barcos hacia Siria. La OTAN, tras hacer prácticas de tiro en Libia, se conforma con mantener una escuálida presencia canadiense en las mismas aguas.
A ver cómo les explicamos el día de mañana a las víctimas sirias, que hubo que esperar a la recuperación económica europea y a las elecciones americanas, para ir en su ayuda. Y en caso de ir en su ayuda, a ver cómo les explicamos que sólo vamos a hacer prácticas de tiro y no a quedarnos para tutelar su transición. Y, en caso de tutelar su transición, a ver cómo les explicamos que el día de las elecciones no deben elegir el islamofascismo.
A ver. A ver cómo hacemos todo esto mientras nos sentamos en el Consejo de Seguridad al lado de tiranos, a debatir el sexo de los ángeles.
2 comentarios:
Pues parece que se empieza a coquetear con la idea de una intervención internacional.
Así es. Pero antes habrá que darles algún chupa-chups a los rusos.
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