domingo, 6 de febrero de 2011

Por la dignidad de todos

La reflexión que más de uno se debería de hacer es: ¿cómo es posible que haya gente que proteste ante una política del gobierno alzando banderas nacionales y al son del himno nacional?

© C. Jordá, Libertaddigital.com (ver galería)

Estar en contra de la apaciguadora y pusilánime política de pacto con los terroristas (la justicia ya dijo que Batasuna es ETA) y al mismo tiempo el calor y apoyo a las víctimas del terrorismo, se representan en los colores de la bandera. Si yo fuera miembro del gobierno o parte activa en el apoyo al gobierno, la verdad, me preocuparía.

Primero, no estoy ahí, con las víctimas. Segundo, en la manifestación se reivindica a la nación (concretamente a la dignidad de la nación). ¿En qué me convierte todo eso? En un agente enemigo, en un enemigo de la nación y en alguien sin corazón. La conclusión que se puede sacar, como véis, es brutal, porque a partir de ahí, cualquier acto en contra del gobierno y en pos de la defensa de la nación, es un acto de autodefensa. Como la legítima defensa de los húngaros en el 56, por ejemplo.

La otra lectura, menos exaltada, es la que nos indica que hay gente que apoya a las víctimas y lo demuestra. Con ellas, en la calle. Si no apoyamos a quienes sufren por pensar diferente, por ser españoles, por no querer arrodillarse... ¿en qué nos convertimos? Es decir: ¿cómo podemos dormir tranquilos cuando han asesinado a cientos de personas que podríamos ser cualquiera de nosotros?

¿Cómo podemos dormir tranquilos cuando el gobierno negocia el apaciguamiento de nuestros asesinos? ¿Cómo podemos dormir tranquilos cuando el gobierno negocia con asesinos? Aprendimos la lección de Munich del 38. No me parece tan dificil no volver a fallar en esto. No sé, vamos, digo yo. A lo mejor es muy dificil no pactar con terroristas. A lo mejor lo que conviene es callar las bocas a las víctimas y arrodillar a un país frente a sus enemigos.

Yo lo dudo mucho, el gobierno -sinceramente- no lo sé. Que me lo expliquen si les queda algo de vergüenza.

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