Una de las obligaciones de todo buen socialista urbano, es evidenciar un antiamericanismo exaltado. Una forma más de xenofobia, sí, pero como el sujeto a odiar es americano, los medios le llaman de otra forma.
En Europa, se suele criticar la falta de movilización en la calle que tienen los americanos (aspecto mostrado en Sicko, de M. Moore, por ejemplo). Se caricaturizan sus protestas callejeras dibujando a cuatro paisanos con carteles que ponen "me gusta Mickey Mouse" o "mi color favorito es el azul", reclamaciones dignas de todo un señor telediario de Antena3.
Pero parece que las cosas cambian. Desde las movilizaciones masivas del Tea Party, pasando por la Obamanía, los yanquis van copiando esa cosa tan europea y tan sana como es protestar en la calle. Eso sí: protestan igual y protestan sin saber por qué. Justo como aquí.
Wisconsin
El gobierno de Wisconsin va a aprobar una ley que prohíbe la negociación colectiva a los funcionarios públicos. Los profesores de instituto ven peligrar su estatus privilegiado y hacen huelga. No solo eso, sino que empujan a sus alumnos a la calle.
No importa que los alumnos no sepan de qué va la historia:
El alumno ocioso dice a la cámara: "tratamos de parar lo que sea que haga ese tío". Aludiendo al gobernador republicano y sin tener ni idea de lo que habla. ¿Qué clase de profesores tienen estos chavales? Como mínimo unos inútiles.
Es la masa de la que hablaba Ortega y Gasset.
Verse arrastrado en comunión fraterna y formar parte de una masa acrítica está en las antípodas de lo que debe ser la sociedad civil, organizándose autónomamente para poner contra las cuerdas al poder.
1 comentario:
Es que la mayoria de la gente es mala (creo que es de Bias de Priene, pero observese que dice ¨mala¨ y no ¨malvada¨, que no es lo mismo).
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