miércoles, 29 de septiembre de 2010
Españoles, los sindicatos han muerto
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A pesar de los muchos sucesos terribles que muchos compatriotas han vivido hoy, se puede sacar una conclusión optimista: la gente tiene claro el juego que se traen los stormtroopers hispanos, barbudos y barrigudos del régimen. Ya una aplastante mayoría no sigue el juego a los cuatro subvencionados del régimen. La huelga -paro general de un día- del régimen socialista ha sido un rotundo fracaso y ha demostrado una vez más la gran distancia que hay entre la España real y la España oficial. Como decía un autor refiriéndose al anterior régimen: "esas son las verdaderas dos Españas, que solo se juntan cuando van a los toros".
Vemos cómo el moderno estado corporativo o rascaespaldas da sus últimos coletazos. El pececillo está fuera del agua y pone boquita piñonera.
Al final acabaremos agradeciendo a Zapatero darle la puntilla a los sindicatos corporativos y que estos queden relegados a ser motivo de burla como el cine español o Massiel.
Ahora, echémonos una risa:
Así es cómo se ven a sí mismos los liberados barrigudos con los petardos y los tambores:
Así es cómo les vemos los demás:
Qué peña más ridícula y contraproducente, por Dios.
A pesar de los muchos sucesos terribles que muchos compatriotas han vivido hoy, se puede sacar una conclusión optimista: la gente tiene claro el juego que se traen los stormtroopers hispanos, barbudos y barrigudos del régimen. Ya una aplastante mayoría no sigue el juego a los cuatro subvencionados del régimen. La huelga -paro general de un día- del régimen socialista ha sido un rotundo fracaso y ha demostrado una vez más la gran distancia que hay entre la España real y la España oficial. Como decía un autor refiriéndose al anterior régimen: "esas son las verdaderas dos Españas, que solo se juntan cuando van a los toros".
Vemos cómo el moderno estado corporativo o rascaespaldas da sus últimos coletazos. El pececillo está fuera del agua y pone boquita piñonera.
Al final acabaremos agradeciendo a Zapatero darle la puntilla a los sindicatos corporativos y que estos queden relegados a ser motivo de burla como el cine español o Massiel.
Ahora, echémonos una risa:
Así es cómo se ven a sí mismos los liberados barrigudos con los petardos y los tambores:
Así es cómo les vemos los demás:
Qué peña más ridícula y contraproducente, por Dios.
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5 comentarios:
Joder, ¡qué grande era el Duce, menudo personaje de opereta!
Me gusta la comparación. Muchos se ven como los miserables de Victor Hugo Hugo aunque viven del trabajo de los demás...
Menudo país.
Un saludo
Lo de fracaso diselo a todos esos comerciantes que no han podido abrir la cerradura del negocio porque se la encontraron llena de silicona (olvidaron echarle vaselina el dia anterior a la güelga).
Oye, ¿no tendras un video del duce echando la caña desde el Palinuro? Por cierto, ¿se depilaba el pecho o era lampiño como el Putin?
@Eduardo El Duce fue un personaje muy caricaturesco. Y un socialista de pro.
@Teseo A esos comerciantes les digo que fue un fracaso, claro que sí. Que vayan a comisaría que es lo que debieran hacer todos.
Creo que era lampiño.
Yo creo que se depilaba, como Caligula. Enseguida obtendre las pruebas.
Ganaron los sindicaros por los puntos (de sutura) y por el computo matematico de costillas rotas. Y Bacelona hecha un asquito, oiga.
Barcelona está hecha un asquito desde Cobi.
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