jueves, 1 de julio de 2010

Murieron con las huelgas puestas

Sí, amigos, yo soy uno de esos insolidarios conservadores que no confraternizan con delincuentes huelguistas salvajes. Además, con el plus de haber sido afectado por la huelga sin servicios mínimos de marras.

Me gusta que en mi país grupos de trabajadores puedan organizarse para reclamar mejores condiciones de trabajo. Pero ojo, siempre y cuando su labor, en caso de ser crítica, tenga unos servicios mínimos (sanidad, seguridad, emergencias, transportes, energía). Y siempre y cuando aquellos trabajadores que no hagan huelga puedan seguir trabajando.

Pues bien, aquí hay una huelga en la que se pasan por el arco del triunfo los servicios mínimos (del 50% pueden parecer abusivos, pero ya colapsa bastante y se nota mucho) y también impiden trabajar a quien quiere hacerlo. ¿Quién puede defender esto?

Pues los del comité de huelga, que hablaban de reventar Madrid (todos cómodos liberados sindicales, claro).

Ni el PSOE se atrevió a defender esta huelga (sólo se limitaron a culpar al PP).

El primer hecho clave de esta huelga salvaje* es que al no cumplir los servicios mínimos, las reivindicaciones de los trabajadores pierden inmediatamente apoyo popular y peso moral. Nadie en sus cabales puede sentarse a hablar con quien no respeta la ley.

El segundo hecho clave es la causa de la huelga: la bajada del 5% en los salarios va en contra del convenio colectivo. Es algo muy grave, desde luego. Pero recordemos que el primero en aparecer en el Congreso diciendo que las empresas en dificultades económicas ya pueden saltarse los convenios y que los funcionarios verán reducido su sueldo, no fue Esperanza Aguirre, fue Zapatitos. Así que por lo menos, la hipocresía, que se la traguen. Y las lecciones, que se las ahorren.

¿Mi opinión? Quien abusa de sus derechos, los acaba perdiendo. Sanciones a los huelguistas, empezando por el comité de huelga. Querella criminal contra los agresores de Canillejas. Hacer una oferta de empleo público -desconozco el mecanismo legal para hacerlo- para sustituir -si hiciera falta- a los despedidos, negociar los contratos de forma individual -o presentando modelos de contrato- y mientras tanto, militarizar el servicio si hiciera falta para cumplir con los servicios mínimos.

*La expresión "huelga salvaje" se las trae.

PD: La factura del taxi -3 millones de euros- me la apunto para cuando arreglemos cuentas.

4 comentarios:

No a todo dijo...

Para mi gusto están tardando demasiado en chimparlos.

Por cierto, en algún lugar leí que la bajada de sueldo era del 2,15%. Pero ésa es la anécdota.

A la calle. Para ayer.

Pablo Otero dijo...

Ya da igual la razón de su protesta.

Natalia Pastor dijo...

Lo que está sucediendo con esta huelga política y salvaje en contra de Esperanza Aguirre encaja en lo tipificado en en el artículo 315 del Código Penal (coacciones), castigados con hasta cuatro años de cárcel, y de abandono del servicio público, tipificado en el artículo 409 y castigados con multa de un año.
La ley debe caer como un mazo implacable sobre los promotores de esta huelga ilegal,salvaje, política, vandálica y sectaria.
Los ciudadanos de Madrid no pueden ser rehenes de esta caterva.

Pablo Otero dijo...

A partir de ahora pondrán servicios mínimos y nadie va a ser ni siquiera multado.

Este es el nivel del país (o lo que sea esto).