Díez razones para un referéndum
1. Porque el aborto es un mal objetivo y me opongo a que se apruebe en mi nombre cualquier ley que lo multiplique.
2. Porque el derecho a la vida no se vota, pero las leyes injustas que lo niegan sí. No sólo se votan, sino que se aplican y tienen letales consecuencias. Mi deber es impedirlas por todos los medios legales y democráticos a mi alcance.
3. Porque 350 diputados van a decidir sobre una ley injusta y lo harán en mi nombre, legítimamente, si antes yo no les deslegitimo explícitamente para esa decisión. El Gobierno y una mayoría de 350 diputados podrán imponerla (como, de hecho, se disponen a hacer), pero no pero no podrán legitimarla sin un referéndum, si yo hago todo lo que está en mi mano para exigirlo.
4. Porque el referéndum es el instrumento que la Constitución me reconoce para formalizar mi voluntad de ser consultado sobre leyes trascendentales que, de otro modo, serán aprobadas en mi nombre por un grupo de 350 personas.
5. Porque la Constitución, en su artículo 92.1, indica el referéndum consultivo, precisamente, ante “decisiones políticas de especial trascendencia”. No quiero que una ley injusta se apruebe en mi nombre sin haber exprimido de la Constitución hasta la última gota de mis derechos para impedirlo.
6. Porque quiero que los que han promovido y los que apoyan esta ley injusta lo paguen democráticamente al mayor precio posible. Quiero echarlos del poder por inhumanos, autoritarios e ilegítimos legisladores. Que son inhumanos ya se ha demostrado a lo largo de este año de información científica y jurídica, y de movilización cívica mayoritaria contra esta ley. Que, además, son autoritarios e ilegítimos quedará en evidencia con la convocatoria de un referéndum.
7. Porque quiero que, después de echarlos del poder, los que vengan a gobernar deroguen una ley injusta; no sólo por injusta, sino por autoritaria e ilegítima.
8. El referéndum armará mi autoridad cívica para exigirle al partido que pueda llegar a gobernar, que anuncie en su contrato electoral, de manera inequívoca, la derogación de la ley. Ante posibles evasivas, basándose en argumentos de legitimidad democrática de la norma, o de apelación a un futuro fallo del Tribunal Constitucional, podré esgrimirles, además de todas las razones jurídicas y morales contra esta ley, las evidencias de autoritarismo e ilegitimidad con que se ha impuesto.
9. Porque quiero hacer política lo más directamente posible, sin depender de partidos políticos y reduciendo al mínimo el poder de los legisladores para tomar decisiones en mi nombre; particularmente, si se trata de decisiones que afectan a la esfera de mi libertad. El referéndum es un saludable instrumento para hacer política directamente y limitar el poder de los partidos y los representantes.
10. Todas las razones anteriores se resumen en una, que el sr. Pablo García ha tenido la lucidez y el talento de expresar, y la bondad de cederme: “La vida está por encima de cualquier ley, pero nosotros queremos que se defienda por ley”. Uno es más individualista y misántropo que d. Pablo, y sustituye el “nosotros” por el “yo”, y el “queremos” por el “quiero”. Por lo demás, su idea lo puede explicar más alto, pero no más claro.
Nota: he copiado tal cual el texto de Víctor Gago que aparece en su blog.
Más:
- Grupo en FB: Referéndum Vida Sí
- Ignacio Arsuaga - Zapatero escucha al pueblo
- HO - Referéndum Vida Sí pide a Zapatero una consulta popular sobre su proyecto abortista
4 comentarios:
Lo suscribo ¿ande hay que firmar?
Un saludo
Aquí http://www.hazteoir.org/node/27055 y aquí http://www.hazteoir.org/node/27057
No veas la que me liaron el otro día en una güep poque yo afirmaba que:
Matar es malo
y pedía a los proabortistas que tratasen de rebatirme eso.
Los argumentos-topicazo de siempre.
Te he leído muy bien en lo de Lepoin, Pablo.
A veces es como hablar con las paredes -me refiero al tema de este post-. De unos años para acá, la progresía ha descubierto que hay una respuesta diferente a su discurso por parte de gente que -oh, vaya- nació después de que se muriera el viejo. Todavía no lo han asimilado.
En el blog de Le poin soy como un filisteo, pero ahí hay buena gente. :)
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