sábado, 28 de noviembre de 2009

Nadie te va a defender a ti como tú mismo


Cuando los políticos se escudan en la pequeña patria, echa mano de la cartera. Cuando ves que el editor de dos periódicos -por ejemplo La Razón y el Avui- lleva dos mensajes antagónicos a sus portadas, deja de leerlos. Cuando buena parte de la prensa, la radio, ayuntamientos, cámaras de comercio y demás, declaran su adhesión a la política del gobierno del que dependen económicamente, deja de apoyarles.

Por otro lado, desconfía de un Tribunal Constitucional que depende de los políticos del momento. Sobre todo, si estos a su vez dependen de los votos de esa patria chica.

Lo que quiero decir es que el problema territorial es un espejismo. Aquí lo que hay son derechos y deberes en disputa. La inmediatez del resultado político juega en contra de estos derechos y deberes. Derechos y deberes de los que los ciudadanos somos poseedores. No ellos.

Es decir, hay cosas indelegables. Los tribunales no deberían depender del poder político porque esto crea inseguridad. Mucho menos depender de la peor generación de políticos españoles desde el duque de Lerma.

En otro orden de cosas: no dejo de escuchar que el nou estatut es exactamente igual al andaluz. Es mentira. Es decir, la bilateralidad que se introduce en el Estado no aparece en el andaluz. Por no mencionar que los derechos y deberes de los ciudadanos que fija la Constitución, se cambian. Esto es lo grave. Las tontadas de las banderitas, el monigote ahorcado del rey y demás, es folclore.

Debo añadir algo más: supongamos que una mayoría de personas en un territorio vota afirmativamente por saltarse la ley. Mucha suposición, pero supongámoslo. Su decisión, democrática, no puede tener efecto. Por eso necesitamos un Tribunal Constitucional. Pero no sé si el actual TC tal como está pensado, es capaz de cumplir esa función que yo le exijo.

1 comentario:

Teseo dijo...

El Duque de Lerma era una magnifica persona.