domingo, 29 de noviembre de 2009

Donde nadie les llama

La última ocurrencia del gobierno -aborto adolescente, prohibición de las panteras rosas y de reirse de los gordos en los colegios y bombillas que se acumulan en Correos aparte-, es fijar mediante decreto la temperatura que tienes que poner en tu negocio. Total, si creen que pueden decidir si dejar o no fumar en tu local, ¿por qué no ir un poco más allá?

Resulta que el Gobierno obliga a los locales públicos a no poner la temperatura más alta de 21º en invierno ni más alta de 26º en verano. Con un par. Además, te obligarán a poner sistemas en las puertas para que permanezcan todo el rato cerradas. Sí, sé que no te gusta, sé que en tu negocio prefieres dejar la puerta abierta para invitar a entrar. No haberles votado.

Y no sólo se queda ahí la cosa: obligarán a que la humedad relativa en tu negocio no supere el 70%.

Vamos, que en La Coruña, por ejemplo, todos los pequeños comerciantes tienen que comprar deshumidificadores (la humedad relativa es del 70% como media anual). Por no mencionar que en verano la gente todavía podrá calentarse en los comercios con unos estupendos 26º (la temperatura media estival en La Coruña es de 18º), eso sí, con el deshumidificador encendido (recordemos lo que suele llover en verano en Brigantia).

Vamos, que el Gobierno ha establecido por decreto que cierres las puertas y que dentro de tu local tengas las condiciones atmosféricas de la meseta.

Purrela de tíos, por Dios. Resultan asfixiantes. Dejadnos en paz de una santa vez.

Muy vagamente relacionado:

3 comentarios:

Teseo dijo...

Ya te comente en alguna ocasion lo del lecho de Procustres... Procrustes era un capullete de bandolero que asaltaba a sus victimas en un recodo del camino. Muy a tono de la mitologia, no llegaba con robar y matar a los viajeros, sino que ademas les obligaba a acostarse en su terrible lecho. Si el desgraciado contribuyente victima era muy alto y sus piernas sobrepasaban el limite de la cama cortaba el sobrante, y si por el contrario eran bajo y no llegaba al borde, les estiraba hasta que dieran el largo de la cama (en realidad, el sistema funcionaba porque tenia para este fin dos camas: una para los altos y otra para los bajos).
Pues eso.

Eduardo de la Fuente dijo...

Y los dependientes deben ser mitad hombres y mitad mujeres. Si nos ponemos, nos ponemos...

La fiebre legisladora de ZP (por lo visto los ciudadanos somos una pandilla de seres anormales a los que hay que enseñarles todo) va camino de convertirle en el "nuevo padre de la patria".

Es un gran estadista pero nosotros, pobres estúpidos, no alcanzamos a entender la complejidad de su pensamiento.

Un saludo

Pablo Otero dijo...

Menos mal que hoy se juega el Barça-Madrid...