miércoles, 11 de abril de 2018

La democracia iliberal, el autoritarismo competitivo y los nombres de las cosas

Hace mucho tiempo describí características de lo que llamaba "neodictadura", una suerte de régimen político híbrido más inclinado hacia el autoritarismo que a los sistemas de democracia capitalista que disfrutamos en el mundo libre. De un tiempo a esta parte la guerra de información, el consciente retroceso en libertades públicas que incluso saludamos en los países libres y la ligereza con la que se aplican principios democráticos sin cortapisas (la siempre terrorífica oclocracia, horrorosa excusa democrática para implantar la tiranía, "democracia es votar", etc.) hace que requiramos nuevas categorías más concretas. Poner nombres a las cosas facilita el discurso y la ubicación en el mundo.

Marcha sobre Versalles, 5-X-1789
Antes de esta época loca, mucho antes, la "alternativa" a la democracia era algo completamente incompatible con la democracia. Por una parte teníamos el totalitarismo (sistema de gobierno en el que el Estado concentra todos los poderes en un partido único y controla coactivamente las relaciones sociales bajo una sola ideología oficial), por otra el autoritarismo (régimen de partido único e ideología oficial que se distingue por el abuso de poder que en ocasiones deja una cierta autonomía personal) y luego había sistemas híbridos principalmente en naciones en proceso de descolonización.

Hoy sin embargo hay un conjunto de modelos alternativos a la democracia que salen, surgen, nacen de la propia democracia, de su implantación sin garantías o de su abuso. La democracia como "excusa". Por eso es importante insistir en que lo principal en las democracias no es el momento tecnológico de la democracia (por seguir el concepto del materialismo filosófico, capítulo V de El fundamentalismo democrático de Gustavo Bueno).

A quien lleva la pegatina de demócrata pegada en la frente le sonará paradójico escuchar que lo importante en una democracia no es votar sin embargo desde hace mucho tiempo dentro del liberalismo es algo que tenemos bastante claro. Si vamos a una isla desierta cien personas y por alguna razón constituimos un sistema democrático de gobierno, lo de votar puede que sea la cuarta o quinta cosa en la lista. Lo primero es reducir el poder del Estado, limitar su acción. Lograr que no importe demasiado quién gobierna para que así cuando salga un mal gobernante no te haga mucho daño. Yo saludo la desconfianza en cualquier gobierno.

This but unironically.
En España en el momento en que escribo (primavera del 18) esto puede ser interpretado en clave de defensa frente al separatismo violento. En un contexto geográfico más amplio también esto es válido. Varios grupos de análisis internacionales (sí, todos con su agenda y todos defendiendo sus intereses, dejadme en paz, pesados) están llamando la atención sobre el retroceso democrático en algunos países. En Freedom House utilizan un baremo propio para señalar la calidad democrática de ciertos países que tienen en vigilancia (concretamente países de la medialuna interior de la isla-mundo, desde Königsberg hasta Dusambé). De 29 países analizados en 19 ha bajado su calidad democrática (leed aquí el informe Confronting Illiberalism de Freedom House, tiene interés). Desde luego no se pretende hacer un juicio global basándonos en lo que dicen unas ONG o grupos de estudio. Al cóctel podemos añadir los avisos de la UE a ciertos estados miembros de la UE sobre su tendencia al autoritarismo (a su vez esto acepta crítica). Tomemos todo esto como indicadores de que aquí hay un tema.


Apuntaré mejor el rifle discursivo al añadir que el problema que enfrentan en Europa oriental y Asia central es el mismo que vivimos en Europa occidental. No importa cuán joven o longeva sea una democracia (nuevos problemas convierten a las democracias más antiguas en sistemas políticos dramáticamente jóvenes: privacidad, inmigración, longevidad, etc): la democracia sin cortapisas al poder degenera. Sin un buen diseño institucional que divida el poder, que lo limite, que introduzca garantías para las minorías, que cuente con agentes independientes, etc, tu secular sistema parlamentario puede desembocar en algo con aspecto de democracia y personalidad de régimen autoritario.

Esta intuición de degeneración autoritaria para la que no está nadie vacunado es lo que nos debe preocupar. Y nos debe preocupar no por ser la democracia una cosa sagrada sino porque lo que llamamos régimen de libertades o democracia es lo que mejores resultados educativos, sanitarios y de seguridad ha logrado en la Historia. La democracia es práctica no para ningún grupo o individuo en particular (como podrían criticarme los enemigos del utilitarismo) sino para todo el mundo, sin distinción. Como las vacunas. (Sí, soy consciente de que todo esto abre múltiples líneas de debate e interesantísimos aportes sobre cosas que me dejo en el tintero o incorrecciones semánticas... el caso es que también soy consciente de que los filósofos constantinopolitanos tenían debates interesantísimos mientras el turco apuntaba gigantescos cañones contra sus murallas).

El aspecto democrático mezclado con comportamiento autoritario es muy peligroso porque no se ve venir y es incremental. Siempre que puedo recuerdo una imagen: lo primero que hicieron los nazis no fue desfilar con banderas por las calles sino donar mantas a las viúdas. En nuestro tiempo a nuestra inercia (¡menos libertad a cambio de más seguridad!) hay que añadir el interés explícito de estados hostiles para subvertir mediante atentados terroristas o mediante la guerra propagandística nuestro orden político.

Siendo en conjunto un reto con múltiples frentes creo que es necesario empezar a responder en todos esos frentes. Yo aquí empezaría —sin ironía— por Roures.


10 comentarios:

Teseo dijo...

La demoniocracia condenó a Sócrates y mandó al exilio a Aristóteles... ¿Quién es Roures? ¿En que equipo juega?

Fernando G. Orza dijo...

Lo que comentas es el panorama en el que vamos a movernos. Decía Jean Francois Revel en «El conocimiento inútil» que cuando en Francia algunos políticos (no de izquierdas) planteaban en los 80 tratar el reto de la inmigración e integración, automáticamente era tachado de racista por los amigos de lo políticamente correcto. Y entonces no se trataba nunca el tema o problema o como queramos llamarlo. Ahora puede que sea más facil introducir este tema en la agenda, pero ¿cómo tratarlo sin que sea desde un enfoque binario, o blanco o negro? El ejemplo de Hungría, que no conozco bien, (salvo la deriva reaccionaria de los ultimos años, que sí pude ver cuando pasé una semana en el Alfold). ¿Cuando hay liderazgo democrático y cuándo hay tendencias autoritarias? El problema es que hoy no hay liderazgos claros (el liderazgo no es hacer lo que los votantes piden, sino llevar a los votantes a donde no estaban, con un proyecto detrás, preferiblemente). Aparte de Macron,que es todavia prematuro,y veremos si no le doblan la voluntad los sindicatos y los «estudiantes». Y como no estamos acostumbrados a tener gente con proyecto o liderazgo, en el momento en que haya uno, por muy light o cool que sea (Rivera)le van a llamar facha.
Conste que estoy muy de acuerdo con lo que dices, pero también creo que no va a ser fácil para el ciudadano medio distinguir entre los autoritarios y el tener un programa que vaya a solucionar problemas, porque los pablistas-leninistas, aun con influencia exigua, se encargarán de enmierdar el terreno conceptual. En fin, lanzo la reflexión, y respecto a Roures, totalmente de acuerdo. Entiendo que lo que también sugieres en otras entradas del blog es que deberiamos plantearnos si partidos cuya razón de ser es acabar con el sistema actual, deberían o no, ser legalmente prohibidos. La democracia tiene que defenderse y no todo vale...
Por último, ¿Cuando tendremos otro audio en ivoox de esos tan chispeantes? Gracias!

Superñoño dijo...

Te animo a que escribas un artículo sobre Roures, otro sobre los finlandeses y otro sobre los jázaros.

Unknown dijo...

La democracia liberal está en crisis en todo Occidente. Normal, no tiene proyecto de futuro.
Un sistema ( o un Estado) sobrevive no por los logros pasados o presentes, sino por la perspectiva de un futuro mejor.
Los que vivimos en democracias liberales sabemos que vamos a un futuro peor, y no me valen las chorradas con que globalmente nunca se ha vivido tanto ni tan bien (me importa una mierda que en Etiopía coman caviar o ratas), me refiero a la seguridad de un trabajo, a que ese trabajo me ofrezca la posibilidad de vivir decentemente arraigado a mi tierra de nacimiento y a que mis cada vez mayores impuestos repercutan sobre MI bienestar.
Hay una demanda clara en todo el continente de una mayor soberanía de los estados nación. A grosso modo la izquierda demanda mayor distribución de riqueza y la derecha mayor control inmigración. Los dos tienen razón, en realidad se demanda mayor proteccionismo y la unica diferencia es en la inmigración, y esa diferencia empieza a ser superada (excepto en España). No puede ser que el proyecto de la democracia liberal sea la destrucción, tanto económica, social, cultural e incluso étnica de los estados. El suicidio no es un proyecto para (casi) nadie. Y siquiera las toneladas,TONELADAS,de ingeniería social que nos están metiendo por vena hará que Europa sobreviva a la próxima crisis.
En España la crisis de sistema se ha traducido en crisis territorial,ok. ¿Alguien es capaz de decirme cual es el proyecto para España de PP, Psoe o Cs? Ya lo digo yo, su disolución en una Europa federal. El futuro soñado de España es desaparer........muy emocionante no es.

Fernando G. Orza dijo...

Está claro que es difícil defender posturas que no son extremas, parece que uno defiende la,mediocridad, disolverse en una Europa federal. Claro que el euro ha sido prematuro, claro que la UE está en crisis. Pero volviendo a una Europa de las Naciones (estados nacion actuales) es sólo encerrarse y no haber comprendido que la globalización no tiene vuelta atrás y hay que afrontarla con valentía, sin volver a la europa de antes de 1914, que inadvertidamente parece que propones,Álvaro. Yo no tengo la solución,pero la involución no es remedio. Claro que Rajoy no tiene proyecto. Está por ver que alguien lo tenga y no sean tonterías o calarse más la boina. Eso que dices de que los ciudadanos demandan más soberanía nacional, bueno, también hay gente que demanda una renta universal con la que crear millones de dependientes de la teta pública, y no se toma tal medida. Aprendamos que la globalización ha venido para quedarse, salvo catastrofe peliculera.

Noche oscura del alma. dijo...

Álvaro, podría estar de acuerdo con su mensaje si no fuera por la preocupación ''cultural'' y ''étnica'' que expresa.

De acuerdo, es comprensible (y lógico) preocuparse por el futuro, porque no parece que en unas décadas vayamos a vivir mejor precisamente. De acuerdo, creo que aquí todos comprendemos que el ''sistema actual'' (liberal, representativo, o como se quiera llamar) no parece proponer una solución. Caramba, yo quiero vivir bien en el futuro, tener techo, alimento, libertad de acción y movimiento, etcétera. Es algo perfectamente lógico y racional. Y también entiendo que se pueda discrepar de que la disolución de los estados sea algo positivo para la economía o la sociedad.

¿Pero puede decirme usted algún motivo racional y lógico que justifique que la cultura o la etnia son tan importantes como lo que he mencionado en el párrafo anterior? ¿Que se hable húngaro en Hungría, haya blancos en Francia o los habitantes de Polonia tengan generaciones de antepasados polacos es tan importante como que los habitantes de Europa tengan trabajo digno, libertad sexual o religiosa, o servicios públicos?

Me deprime esta moda de intentar poner el ''indentitarismo'' como algo serio y respetable para la crisis que se prepara. Claro que hoy en día hasta la homeopatía, los antivacunas, el terraplanismo o los fans de Operación Triunfo son respetables. Si me proponen como solución un gobierno con las chifladuras de Víktor Orban o Le Pen de verdad que prefiero a Macrón, o incluso a Melenchón, que por lo menos hará alguna tontería nueva en lugar de calcar chorradas de los años 30'.

Y por cierto, de este mismo blog:

https://www.cronicasdeunmundofeliz.com/2014/06/religion-sangre-y-raza-en-la.html

«Considerar que alguien pertenece de forma natural o innata a una nación y no a otra es pura arbitrariedad (es justo lo contrario a rellenar papeles, ir a un registro y firmar una solicitud de nacionalidad: los inmigrantes que se nacionalizan en España en cierto modo son más españoles que los españoles nacidos en España).»

P.D.: Eso no significa que me parezca correcto que una comunidad de fuera (ejemplo, gueto islamista) quiera destruir los valores de igualdad humana, libertad de expresión, etcétera. Por si alguien me viene con ese argumento simplista.

Unknown dijo...

A mi lo que me preocupa es la destrucción de los lazos que unen a la comunidad.
Ya se que las apelaciones a la cultura o la etnia estan muy denostadas en Europa occidental (no en otros lugares) desde mediados del siglo XX, y con la razón.
Pero es que la gente nos movemos por ellas, es un hecho incontestable. Recorremos mefia ciudad si hace falta para llevar a nuestros hijos a un colegio sin inmigrantes, votamos sistemáticamente a unos alcaldes nefastos por que son como nosotros (hola Detroit).
Yo no digo que la cultura o la etnia tengan que ser la razon de existir de un estado. Digo que tiene que haber ALGO, lo que sea, que mantenga coexionada la sociedad. Por que si no nos movemos a un sociedad multicultural en la que una parte vivirá en el fenimismo liquido 4.0, otra en la sharia, otra en el neo confucianismo, otra en las bandas nigerianas.
En fin, sin cohesión no existe ni libertad, ni capitalismo, ni liberalismo. Las leyes y el Estado son papel mojado.
En resumen. Que si nada nos une como sociedad, si no compartimos un destino como pueblo, la unica manera de mantenernos unidos y dentro del sistema de libertades será la pura coacción del Estado.

Fernando G. Orza dijo...

El problema entonces, Alvaro, viene por una más que posible dejación de funciones por parte del Estado, por no atreverse, los distintos gobernantes, a implantar una educación que haga ciudadanos, no borregos, y admito que es un tópico manido, pero concretamente en España, la educacion como ascensor social es menos efectiva. Coincido contigo en que algo debe vertebrar a las sociedades, un contenido común compartido. En la historia de las civilizaciones, se admite que la religión es la que ocupa ese lugar, pero hoy no es la religión el baremo, como por cierto explica el autor del blog en la entrada siguiente a esta. Lo que no queda claro es qué vertebra a las sociedades llamadas abiertas, con su immediatez, su posmodernidad, como señalas. Bastante es que el Estado recaude y gestione impuestos, se meta en la educación a veces para deseducar,como para imponerle tareas muy polémicas y de valores y que son divisivas. No olvides que es la Sociedad la que funda el Estado, y la voluntad general no puede traspasar los limites de los derechos de una minoría, después de la 2a GM deberíamos ser capaces de recordarlo unos cuantos siglos. Y no lo parece. Es lo mismo que los cerraos de Tractoria, hacen del sentimiento, algo sobre lo que no se debe legislar, so pena de autoritarismo ;)
Por mucho que una mayoría votara a los independentistas, o a los que quieren imponer derechos o leyes diferentes para grupos diferentes por no se sabe qué teoría decimonónica sobre la Kultur(a) o sobre el tamaño de los cráneos para negar la libertad y la igualdad. Ahora que la tenemos no sabemos valorarla, el día que falte, Gandalf nos libre, la echaremos en falta. No es que me guste todo lo que veo, y no hay respuesta fácil, a no ser que uno se ponga en plan cuñado, pero todavía no sabemos qué nuevo paradigma empezamos, no hay distancia suficiente por eso es terreno abonado para todo tipo de profetas del desastre, la gente quiere puntos de referencia, emociones fuertes y sensación de pertenecer a algo más grande, y muchos se dejan engatusar por el que les pinta un panorama claro, aunque no sea verdadero e intente colartela. Perdona el tocho que estoy soltando. Te animo a que continues preguntandote y considerando reflexivamente. Un saludo.

Noche oscura del alma. dijo...

Eh, espera un momento Álvaro... ¿nos recorremos media ciudad para buscar un colegio sin inmigrantes? ¿Quién es el ''nosotros'' en esta frase? Porque sé de muchísimos españoles, que han tenido a sus hijos en colegios con extranjeros sin ningún problema (no por carecer de alternativa, simplemente no vieron el problema). Y sé de gente que se ha hecho amiga de esos inmigrantes, yo mismo, vaya. ¿Se da cuenta de que se está sacando de la manga un ''nosotros'' para justificar algo irracional? Desgraciadamente de elegir alcaldes que no son como nosotros no puedo decir muchos ejemplos (porque me dirá que el ejemplo de Londres no vale), pero sí que puedo afirmar que algo irracional no puede regir la sociedad, y si va a resucitar los argumentos de Gobineau pues como que sigo prefiriendo a Macrón o Melenchón, la verdad. ¿Qué pasa con los que somos de su cultura y etnia pero no nos movemos por apelaciones a la cultura o la etnia? Porque otros en internet me diría que somos ''traidores'' o ''impuros''; me gustaría saber qué piensa usted.

A lo mejor la cohesión de la población debería estar basada en apreciar el disponer de servicios públicos, libertad de expresión y de creencias, igualdad ante la ley, un idioma común en una nación (esto es de cajón y que yo sepa no es la UE quien se opone al español en España o el francés en Francia), y el apreciar el patrimonio de un país, histórico, natural o del tipo que sea. Eso sería algo racional. De hecho esto que digo es coincide en gran parte con lo que usted dijo que debería garantizar el estado. Y fíjese que he dicho ''debería'' porque está claro que nadie pone el disponer de igualdad sexual o libertad de expresión como algo que debería ser mucho más bonito, motivador y épico que las estupideces paranoides que salen de la cabeza de Víktor Orban o Steve Bannon.

Y ojo, que yo no estoy hablando en este caso del sistema ''liberal'', estoy intentando defender las ideas que nacieron de la Ilustración. Si supiera de un sistema que las defendiera de verdad, o al menos mejor que el actual, lo apoyaría. Pero la solución es volver a cultura y etnia. Vale, y luego podemos volver al VHS o al vinilo; total, anda que no hay gente en los foros de internet diciendo que deberían volver...

Bueno, y con Fernando estoy de acuerdo en general. Supongo que por eso no tengo tanto tocho que decirle jaja

Noche oscura del alma. dijo...

Entonces mi propuesta es: ¿por qué en lugar de pensar que reivindicar la cultura y la etnia nos va a salvar de la decadencia, cuando los ejemplos de Turquía, Polonia o Hungría nos muestran lo contrario, no pensamos en coger lo que de verdad valoramos, que es la libertad, la igualdad, la separación de poderes, y vendemos el mensaje de que conservarlas, o incluso ahondar más en ellas, es algo épico? ¡La épica victoria de lo que sabemos que es bueno por lógica y raciocinio contra el identitarismo, los tambores tenebrosos, el ''gente distinta no porque bla bla'', el volver a los años 30' con gente musculosa gritando monosílabos! Si fue épico el librarnos de la monarquía absoluta o las guerras de religión, ¿no será hermoso y épico derrotar al pasado una vez más?

Ahora bien, sospecho que me dirá usted que la apelación a la etnia y la cultura enciende un sentimiento potente en la gente y lo entiende cualquiera, a diferencia de los ideales de la Ilustración, y sospecho que me justificará que por eso es mejor cohesionar la sociedad en torno a ellos. Puedo responder que es más fácil disfrutar de una droga dura que de un buen libro, del chunda-chunda de la feria que del rock progresivo, de las patatas con potenciador del sabor que de aprender a cocinar, es más fácil aprender a usar internet para buscar porno que para informarse sobre astronomía... Pues sí, tiene usted razón, es más fácil cohesionar un país en torno a la cultura o la etnia, igual que sería más fácil tumbarse en el sofá y preocuparse de que estamos volviendo al pasado tenebroso, en lugar echarle ganas combatir las tonterías irracionales que ya se ridiculizaron en la Ilustración y mostraron su horror en la mitad del siglo XX, como intenta hacer muy valientemente el autor de este blog, y lo digo estando en franco desacuerdo con mucho de lo que defiende.

Yo le invito a que se una a nosotros a defender las luces que ha costado milenios conseguir, en lugar de unirse a la ola de oscuridad que amenaza con apagarlas. Por supuesto que se han cometido errores: la libertad y la igualdad se acaban cuando se impide la de otros. Puedes ser musulmán, sin problema, pero si intentas poner la sharia en tu barrio, fuera de aquí. Puedes ser nigeriano o neo confuncionista, sin problema, pero no deberíamos permitir guetos donde no se apliquen los principios que dije antes. Y en cuanto a lo del feminismo líquido 4.0... bueno, no sé qué defiende ese en particular, pero si contradice los principios ilustrados justicia al canto, y si los respeta, bienvenido sea, es así de fácil... y épico, si uno es capaz de quitarse el salvaje tribal que lleva dentro :)