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Gustavo Bueno (1924-2016). |
Quienes estamos más inclinados a utilizar una arquitectura filosófica que a construirla y encima pretendemos hacerlo en español, no tenemos más remedio que acudir a Bueno para un montón de cosas. Pensar en español no es una simple cuestión mecánica, instrumental, de utilizar un idioma y no otro. Pensar en español —sobre todo en los temas que trato que tienen que ver con la política, la ética y la historia— significa tener presente la infinita obra filosófica que empieza a distinguirse en España desde que nuestros antepasados empezaban a tener idea de que el mundo en que vivían ya no era exactamente un mundo romano. Aquel mundo bebía constantemente de Roma y Grecia (diablos, lo seguimos haciendo) pero ya era otro mundo. Y al definir o explicar qué mundo era el suyo, empieza a pensarse en español.
La cosa se complica cuando hacia el siglo XVI no solamente tienes que definir tu situación en el mundo sino que tienes que definir el mundo propiamente dicho, lo universal. Muchas gentes, religiones, entidades políticas, etc. pasan a ser explicadas o analizadas en español y esto tiene consecuencias que perduran en nuestros días porque por como funciona el universo el mundo de hoy es deudor del mundo del pasado.
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Santo Tomás de Aquino. |
"Que siempre fue la lengua compañera del imperio" decía el traductor, gramático, físico e historiador Antonio de Nebrija. La importancia de la filosofía en español va ligada sin duda a la necesidad ideológica del imperio. Si tu imperio se dedica a llegar a un sitio poner cadenas a los indígenas y hacerles producir algodón hasta la muerte no necesitas ninguna filosofía que sostenga a ese imperio sino látigos y rifles. Pero cuando tu imperio se levanta sobre la naturaleza de la razón esos indígenas son algo más que herramientas de producción. Y si son algo más que herramientas de producción entonces la comunicación es posible y de ahí pasamos a la buena inteligencia y a la asimilación. Era España un país donde la herencia clásica estaba funcionando en el momento de descubrir el Nuevo Mundo. Una herencia clásica pasada por el tamiz de la filosofía católica. Sin entender esto no se puede entender cómo antes de Jamestown ya había universidades e imprentas en la América española.
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Salamanca. Quod natura non dat, Salmantica non præstat. |
Cuando hablo de tragedia no lo hago en un sentido de orgullo nacional herido ya que España en sentido filosófico no es sinónimo del Reino de España actual. España en sentido filosófico no puede ser un término político o geográfico sino un θέμα (tema). Hablo de la misma clase de tragedia que supuso la prohibición de estudiar genética en la URSS. La tragedia de los nazis quemando libros en una plaza, la tragedia de que en madrasas de medio mundo millones de niños solo aprendan versos del Corán y odio a Occidente. Es trágico que se corte el conocimiento y más aún que se rellene con mitos. Es no querer salir de la caverna.
Pues bien, desde los neopositivistas del primer tercio del siglo XX y con la mandanga que vino después de la Segunda Guerra Mundial nadie se había dedicado a construir una escuela filosófica (la Escuela de Frankfurt no deja de ser una reacción al neopositivismo). Tras la bomba atómica todo estaba dicho. La prosperidad de Occidente hace que deje de ser necesario explicar las cosas. El sistema funciona, déjalo estar. Pues Gustavo Bueno no lo dejó estar.
El materialismo filosófico es la escuela de filosofía que debemos a Gustavo Bueno y que yo entiendo que pretende quitar las legañas que en la época de la prosperidad (el "mercado pletórico") cubren los ojos del personal. Que esta escuela de filosofía se construya en español responde también a la necesidad de superar la tragedia mencionada. No sólo es posible pensar en español, sino que ya se hacía antes y es necesario hacerlo ahora. Si el destino existiera parecería un guiño del destino que esta escuela nazca en Asturias.
Volviendo al barro, no se trata de estar de acuerdo o no con los planteamientos del profesor Bueno, esto no es un partido de fútbol, aquí no se gana. Se trata de saber que los planteamientos de Bueno o del materialismo filosófico son planteamientos que se construyen con un sistema filosófico detrás. Bueno no emite un juicio de valor o una opinión sobre un asunto, Bueno hace un análisis crítico que es algo que hoy nadie suele hacer. Precisamente la relevancia del materialismo filosófico estriba en que sirve de herramienta para rasgar la cortina de los mitos cotidianos que nos dificultan el camino de salida de la cueva (democracia, cultura, derechos humanos, terrorismo, Europa, nación, paz, felicidad, ciencia, convivencia, igualdad, tolerancia... cada tonto tiene su mito y normalmente se acumulan varios. Yo por ejemplo suelo caer en el mito de Occidente).
Personalmente la faceta más útil de la aplicación práctica de esta filosofía es por ejemplo que la destrucción de los echadores de cartas y de los partidarios del "derecho a decidir" es exactamente la misma. A ojos de la crítica materialista no existe diferencia entre Rappel y Junqueras. Están exactamente en el mismo nivel de taradura. Y ésta no es una opinión sino el resultado de un análisis crítico. Igualmente apenas se encuentran diferencias entre el hombre medicina de una tribu africana y la gente que habla de "IVA cultural".
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Leer los posos del café o las entrañas de un carnero no es muy diferente a esta payasada. |
Y además pienso que Cartago debe ser destruída. Vale.
Más:
- Panfleto materialista, materialismo filosófico en cómic.
- Proyecto de Filosofía en español.
- Revista El Catoblepas, revista crítica del presente.
- Fundación Gustavo Bueno. Bibliografía.
3 comentarios:
que opinión le merece Mario Bunge, uno de los pocos que plantea una filosofía sistemática estos días.
No leí lo bastante de él como para expresar una opinión argumentada. Puedo decir que me gusta su crítica a la pseudociencia (pero me gusta porque la comparto).
http://etrusk.blogspot.com.es/2008/04/basis-of-human-behavior.html
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