lunes, 29 de agosto de 2016

Esperando al PSOE

Ante el acuerdo alcanzado entre PP y Ciudadanos es inevitable volver a hablar del PSOE porque el reparto de escaños en el Congreso sigue siendo el mismo que había al día siguiente de las elecciones. La estrafalaria idea del señor de camisa blanca remangada que le gusta tanto a las señoras que jamás le votarán consistía en repetir que el PP debía buscar los votos entre sus "aliados naturales", como si los partidos políticos fueran cactus. El acuerdo entre conservadores y liberales más el apoyo pragmático de Coalición Canaria llega al tope de los votos posibles. Es en este momento cuando el PSOE debe decidir qué quiere ser de mayor.


El argumento más repetido entre los que aparentan estar de acuerdo con la actual dirección de los socialistas es que no se puede apoyar la formación de un gobierno encabezado por Mariano Rajoy por ser la personificación de la corrupción y de sus malas políticas. Este argumento tiene cierto sentido... en boca de otros. Ciertamente el presidente del gobierno es último responsable político de los escándalos de corrupción de su partido y se puede discutir sobre el resultado de las políticas del PP. El caso es que levantar un altar moral cuando el PSOE convirtió la Junta de Andalucía en el Chicago de los años 20 y recordar que fue este mismo PSOE el que inició los mecanismos correctores del gasto que hoy llaman "mala política" hacen poco creíbles las lágrimas de Ferraz.

Dicho de otro modo: los argumentos del PSOE para no iniciar un movimiento que sume algunos de sus votos a la investidura de Rajoy se pueden esgrimir punto por punto contra el propio PSOE. Por esto pienso que estas no son las razones sinceras de la cerrazón del PSOE.

Repasando las declaraciones de Camisitas (¡uf!) realizadas el 9 de julio ante un triste, destrozado y lúgubre Comité Federal del PSOE llegamos a la idea del "somos la oposición" y "somos la alternativa al gobierno". Este mensaje no se dirigía al PP ni al PSOE, se dirigía a Los Otros.

¡Manteros, diábolos, cacas de perro, radios municipales!
Los Otros vienen soplándole en la nuca al PSOE desde hace demasiado tiempo y pese a que han perdido el impulso inicial que da la novedad, el PSOE tampoco es que tenga la iniciativa. El PSOE permanece a la defensiva y por eso no puede ceder ni un centímetro de terreno frente al Horror que Acecha en el Frío.

Suponiendo que de pronto los socialistas cayeran de la burra y se dignaran a pactar una reforma legislativa a cambio de cierto número de abstenciones en segunda votación para que se formara gobierno (y con su monopolio de oferta podrían pedir hasta cambiar el nombre del país por Chorrilandia), Los Otros ya tendrían cuatro años de discursitos hechos. No hay más misterio.

Basta el mínimo acercamiento al PP, el mínimo acuerdo, como para que los propagandistas caribeños pongan la maquinita de frases facilonas a funcionar. El PSOE le tiene pánico a Los Otros, a su verborrea vacía y a sus ideas de bombero. Esta es mi idea y mi idea encierra una contradicción: Los Otros existen con permiso del PSOE y si "gobiernan" en algún sitio es gracias al PSOE. Yo no entiendo muy bien qué tipo de valoración de amenazas realizan en Ferraz porque su temor a Los Otros es infundado: en cinco minutos pueden quitar todos los gobiernos y ayuntamientos a los pijos jipis. Nunca un cordón sanitario estuvo más justificado que frente a quienes se quieren cargar la Constitución, pactan con separatistas y pretenden arrasar nuestras libertades civiles.

Es sorprendente que Alemania funcione con una Gran Coalición.
En ningún país de nuestro hemisferio permitir un gobierno minoritario incapacita la labor de oposición, pero en el PSOE creen que sí, que si ayudan a Mariano ellos ya no son oposición. Tal vez el PP podría moverse en este sentido: comprometer las reformas más importantes al apoyo del principal partido de la oposición podría ser un paso. El "problema" es que nuevamente esto sería empleado por la maquinaria propagandista de Los Otros.

No dejo de ver un problema mayor de fondo. Un  problema que sobrepasa las fronteras de los socialistas españoles: un paisaje de la batalla mayor en el que esta situación del PSOE es tan solo una esquinita del cuadro. El PSOE al igual que el resto de partidos socialdemócratas europeos tiene un problema de metástasis política. Los nuevos movimientos reaccionarios europeos nacen directamente del espacio que achican a los socialdemócratas. Cosas como la desaparición de los sistemas proteccionistas, la apertura de fronteras y la aparición de competidores inmigrantes por el reparto de rentas han quitado peso a la socialdemocracia y han hecho surgir como hongos movimientos reaccionarios que quieren cargarse la construcción europea y que atacan el cosmopolitismo. Los socialdemócratas todavía no tienen clara su nueva definición ideológica en una Europa en la que conservadores y liberales defienden como core-value la protección social y convierten en sentido común la prosperidad económica como método para sostener esa protección social. Claro, les adelantan y se ponen a hablar de los derechos de los animales y de los bailes regionales, pues qué bien. Igual al tener un continente socialdemócrata ya no hacen falta partidos socialdemócratas, vaya usted a saber.

Un siglo después cualquier partido liberal europeo podría usar el mismo poster.
Volviendo a los chismorreos de mesa camilla que forman la política española tenemos por ejemplo al listo de Patxi López diciendo que no pueden ser muleta de Rajoy porque su labor es enmendar sus políticas. ¿Sacar un compromiso de reforma legislativa a cambio de la investidura no es acaso enmendar políticas? Yo creo que esta gente habla en automático.


domingo, 21 de agosto de 2016

El naranja alabastrino de Ciudadanos Galicia

Seguramente ninguno de vosotros sepa que Ciudadanos se presenta a las elecciones regionales (¡uy, pica!) gallegas y si dependiera del propio partido seguiríais sin saberlo. Mi fábrica de velas para entierros me lleva a tratar el asunto porque sobre el papel tiene cierto intríngulis que por primera vez se presente un partido antinacionalista en Galicia. En toda la historia constitucional gallega los partidos políticos han apelado a los mitos raciales, al Völkisch y al manual de la demagogia tribal para suplir con emociones y sentimientos la carencia de programa político. Ahora parece que hay algo distinto.

El partido que más ha gobernado en Galicia es el primer responsable de la inexistencia del debate político en Galicia. El Volkgeist actual gallego es una construcción de Manuel Fraga en los años 90 y ningún partido lo enmienda. Creo que es interesante que alguien plantee una enmienda. El problema es que no lo conseguirán —spoiler alert— por carecer de recursos, gente, programa y convicción.

Veamos.


Hace unos días vi unas fotografías de afiliados de Ciudadanos en Cangas y pensé "vaya C's tiene afiliados en Cangas", pero al repasar el texto me di cuenta de que se trata de afiliados de toda la provincia. Una provincia de un millón de habitantes con afiliados que no llenan un bus. Esta es una de las infinitas pistas de la incapacidad de Ciudadanos en Galicia. No es grave (salvo quizás por el detalle de que estamos en campaña) porque con convicción y trabajo cualquier partido puede aumentar militancia, presencia y peso. Lo grave es lo que hay detrás.

En la sección gallega del sitio web de Ciudadanos en lo que llevamos de agosto hay quince entradas. El PP lleva veinticino. Si nos vamos a julio C's 10, PP 29. En junio C's 8, PP 47. Lo que quiero decir con esto es que mientras el PP no se toma días libres, parece que Ciudadanos no está interesado en tener presencia en Galicia. En las elecciones del año pasado recuerdo que algún periodista preguntaba el programa a un cabeza de lista de C's y el tipo no conocía su propio programa. Si yo tuviera un partido mi cabeza de lista no sólo se sabría mi programa sino que esperaría que hubiera participado en su elaboración (luego la realidad siempre destruye los planes pero al menos tendería a eso).

Más cosas. Más pequeños detalles que por sí solos no dicen nada pero que juntos forman un cuadro. Las redes sociales. En Galicia el asunto de la política en las redes sociales solamente tiene importancia para comentaristas y periodistas. Los usuarios que se informan por Internet en Galicia no pintamos mucho pero esto como lo anterior es marketing, presencia, apariencia. Bien, salvo en ayuntamientos con representación las cuentas sociales de Ciudadanos son ecos de la Dirección de Comunicación del partido. Si nos vamos a las cuentas regionales el panorama es si cabe más desolador: a un mes de meter el sobre en la urna en Ciudadanos Galicia nos cuentan que a Albert Rivera le gustan los Juegos Olímpicos. Ok.


Estos problemas de apariencia hay que ponerlos en perspectiva: C's Galicia no tiene recursos como para tener presencia continuada en Internet y producir varias notas de prensa a la semana. Se trata de recursos y gente, sobre todo gente. Esto contrasta con la capacidad del PP gallego de enviarte cuatro buses de paisanos a cualquier rincón de Galicia con apenas horas de preaviso. En Galicia el PP juega su propia liga, también hay que decirlo. Y si lo hace es por la extraña historia política de Galicia desde que expulsamos a los franceses (ahora no me meto en este rosal).

Después de la forma podemos pasar al fondo. A un mes de meter el sobre en la urna la candidata a la presidencia de la Xunta no suelta prenda sobre el programa en una entrevista. De acuerdo que no conocemos el programa de los otros grupos aspirantes, pero es que esos no nos importan. Tampoco conocemos el programa del PP, pero es que el PP de Galicia no necesita programa, le basta su pose lampedusiana. Ciudadanos políticamente es la novedad y como tal hace falta algo más que rechazar a grupos que pisotean la Constitución. Eso está bien pero luego habrá que tener un punto de vista sobre combatir a la delincuencia, sobre dotar a las residencias de ancianos, sobre el efecto de la despoblación en el transporte escolar y sobre hacer barcos, atraer domingueros, prevenir incendios y acabar con el peaje de la AP-9. No puede haber sorpresas el día que desvelen el programa.

De las anteriores convocatorias electorales, dejando a un lado el programa para todo el país que sí es distinguible del resto de grupos políticos, para Galicia se diría que Ciudadanos propone una mezcla de resignación y complacencia. Su posicionamiento político depende del posicionamiento de PP y PSOE. Esto me llama la atención porque C's nace en el ámbito regional en una comunidad que como Galicia tiene la particularidad de un Volkgeist construido, un idioma regional y sus camisas pardas.

Detrás de gente con barbita afeitada en la tele diciendo tontunas hay militantes anónimos que reciben los puñetazos y las patadas de los nazis.
Un programa político autonómico es más complicado de elaborar que uno para todo el país porque nuestras autonomías tienen gran capacidad de gasto pero apenas capacidad de recaudación. Tal como está el sistema político territorial las comunidades autónomas son principalmente repartidoras de rentas y por ello los gobiernos autonómicos suelen durar mucho, los partidos en el poder se "institucionalizan" y los límites entre partido y gobierno regional se difuminan hasta hacerse indistinguibles. Esto ocurrió con CiU en Cataluña, con el PP en varias comunidades y con el PSOE en Andalucía. Por esto soy consciente de que elaborar una posición política ex novo en Galicia es muy complicado pero hombre, es que la pintura de los carteles electorales de Feijoo ya se está secando en el almacén.

A cada merendola Feijoo lleva un pinganillo repitiendo constantemente esto.
Si elaborar un programa autonómico es complicado (los partidos de oposición suelen rellenar su programa con promesas de más gasto y los que son medio nacis encima introducen desfiles militares y juras de bandera) para un partido dizque liberal es una tarea titánica: ¿con qué cara explicas a la gente que el Estado del Bienestar depende de una economía robusta? ¿Cómo lo haces cuando tú ni pinchas ni cortas en esa economía? Los liberales tenemos trabajo por partida doble: labor política y labor pedagógica. Pero la dificultad de la tarea no debe amilanarnos sino servir como motivación para poner lo mejor de nuestros conocimientos y habilidades al servicio de una promesa para la próxima generación: viviréis mejor que nosotros, seréis más libres, más prósperos y más seguros. Este, digamos, "sustrato ideológico", es lo que echo de menos en Ciudadanos y el resto de partidos, metidos en trifulcas cotidianas, baile de sillones y competición por audiencias televisivas. Sé bien que esto responde al espíritu de nuestro tiempo, un tiempo que encumbra la efímero y lo blando.

Puede que por miedo o por falta de convicción Ciudadanos se empeña en ocultar el lugar que tiene reservado en la política española y gallega como partido liberal al estilo de los partidos liberales de los sistemas parlamentarios de Europa occidental. De ahí el malabarismo que hacen con el "centro", el "centrismo" y todas esas etiquetas blanditas que no dicen nada pero que dejan entrever cierta aceptación de los tabúes de la izquierda. Si "derecha" es un insulto e "izquierda" un altar moral, al proclamarse uno liberal rompe la baraja. Pero no, van a decir que son de centro no vaya a ser que alguien se moleste.

Pues bien, hay una parte de la política que consiste en molestar porque no se puede contentar a todo el mundo. Las decisiones políticas implican vencedores y perdedores y Ciudadanos empezó bien diciendo que con cierta gente no tenían nada que hacer. Esta misma posición es la que repitió en una entrevista la candidata a la Xunta. El PP durante demasiado tiempo ha vivido plácidamente presentándose como partido de orden frente a la amenaza que viene de Moscú pero ahora tiene otro competidor si en Ciudadanos deciden no limitarse a pegar carteles cada cuatro años. Esto retratará al PP y pondrá a prueba el valor de sus convicciones. Pero insisto, sólo decir que estás en contra de Moscú y luego escupir un programa socialdemócrata igual que hace el PP es convertirte en un doppelgänger, elegir entre cocacola light y cocacola zero no es realmente elegir. De ahí que yo pida la construcción formal de un sustrato ideológico, algo que valga para describir el aspecto que nos gustaría que tuviera la sociedad en la próxima generación.


martes, 16 de agosto de 2016

La telenovela de los podemitas gallegos

Los cuchillos voladores han sido la tónica dominante en la charanga en que han convertido los chavistas gallegos la creación de su partido instrumental. Llama la atención que pese a caber en un taxi tengan facciones cuyas diferencias ideológicas o programáticas sean irreconciliables excepto cuando a alguien le prometen un puesto en una lista, claro.

Voy a tratar de recapitular en qué punto se encuentran los bolivarianos amigos del hambre y la miseria.

La movida empieza con la asamblea fundacional de En Marea el 30 de julio. Los partiditos locales instrumentales que juntaron a revenidos del BNG y partiditos extraparlamentarios (FPG por ejemplo) decidieron unirse en una candidatura conjunta con forma de partido político que llaman En Marea. Este partido recibe el beneplácito de Izquierda Unida y Anova (a su vez otros revenidos de aquella asamblea en la que el BNG se fue a hacer gárgaras). Aquí encontramos a gente de Marea Atlántica (chavistas coruñeses), Compostela Aberta (ídem de Compistola), Marea de Vigo, Lugo Novo, etc. Hay hasta un partido que se llama "Ollo do Furacán" (Ojo del Huracán, y no es una broma de las mías). Docenas de minipartidos con los que los comunistas y nacionalistas revenidos se presentaron a las locales para tratar de ocultar sus siglas y hacer márketing, que es lo único que hacen porque gobernar todavía nadie los ha visto gobernar (bueno sí, está lo de prohibir experimentos en el Día de la Ciencia en la Calle porque "los árboles se estresan" y lo de usar el presupuesto público para hacer propaganda política caribeña).

"Escuadrón Suicida la ponen muy bien pero es un poco meh".
Bien, pues al margen de esta asamblea se quedó Pablemos Galicia. Pablemos Galicia es la estructura de Pablemos en Galicia (son dos señoras enfadadas con demasiado tiempo libre). Que En Marea se forme al margen de Pablemos Galicia hizo saltar las alarmas en Pablemos porque su plan para las elecciones autonómicas era sacar a pasear a sus famosos de la tele y esperar sentados los votos inerciales de la gente más pija de las ciudades. El plan les salió mal porque en los nacionalistas vengativos pesó más el tener "marca propia" en Galicia porque llevan más de un año haciendo propaganda de sus mini-barones locales por la exposición pública que da el tener alcaldías (gracias al PSOE, por cierto).

A partir de aquí tenemos a Pablemos y a En Marea queriéndose presentar a las elecciones. Como son sustancias de la misma naturaleza sería bastante locurón que se presentaran por separado y entonces empieza la telenovela. Hasta el último minuto han estado a punto de presentarse a las elecciones por separado, cada partido blandiendo sus amenazas e invocando a futuribles extraños. Esta discusión se corta en el momento en que el Líder Coleta de Pueblo Paleta tuitea algo así como "bah, venga, vamos juntos a las elecciones", dejando a la dirección de su partido en Galicia (las dos locas) con un palmo de narices.


La cuestión es que en una votación de Pablemos Galicia sus militantes-bots decidieron negociar una coalición electoral con En Marea. En Marea dijo que no (y presentó a su candidato) y en Pablemos Galicia aprendieron una lección de no democracia interna y de imposición de decisiones de la cúpula (parecido a lo que pasó en Ciudadanos Coruña, por cierto: consultar a las bases está bien hasta que no sale lo que la dirección quiere. Por eso yo no soy partidario ni de primarias ni de consultas, todo debe ir por elección interna y respetarse la jerarquía entre de órganos de partido). El papel de Pablemos en las elecciones gallegas será el mismo que los fulanos del Ollo do Furacán.

Gente agradecida al PSOE.
Todo este sainete ha sido comentado por los demás partidos políticos: bromitas de Feijoo por una parte y los que parecen un pulpo en un garaje (PSOE) criticando a Pablemos exactamente en los mismos términos que el BNG: "imposición de Madrid". Por cierto, los mismos términos que empleó el PP para criticar en su día la coalición entre Beiras e IU ("españolista" le decían los chicos del PP a Beiras).

Ahora la cosa es que va a haber primarias para elegir candidatos en el partido En Marea y a esas primarias se podrán presentar gente de Pablemos que hasta hace dos minutos estaban dispuestos a destruirles. Los más recalcitrantes (nuestras dos señoras de ojos saltones y política desconocida) en pleno runrún deciden que van a crear su propio partido dentro de Pablemos (?) para hacer presión como corriente crítica (cosa que nadie entiende porque todos estos políticamente están exactamente en lo mismo: las colas del pan, los árboles que se estresan, el wifi es malo, prohibir los toros, Otegi es guay, el PP quema los montes, etc).

Que Otegi sea un terrorista es un detalle sin importancia para el tonto del pueblo.
Ni qué decir tiene que estas primarias carecen de interés porque el candidato ya está elegido, no hay debate interno sobre el programa y sólo se trata de ocupar sillones ("puestos de salida") porque lo que es proceso legislativo esta gente cero, mira si no a la Yolanda cómo escapó para Madrid a la primera de cambio o a los cinco eurodputados originales de Pablemos que fueron sustituidos los cinco. Esta gente va a lo que va (no me refiero a los tristes casos de acoso sexual que salpican al partido) y a lo que va es a las lentejas. Eh, no seré yo el que se queje de que el enemigo sea trasparente.

Y así está la cosa en los chavistas galaicos a cuarenta días de las elecciones, fecha que coincide más o menos con el 300º día de campaña del PP de Galicia.

lunes, 8 de agosto de 2016

Para qué sirve la filosofía

Quien hoy pretenda pensar en español no puede ignorar al profesor Bueno. Tan mal acostumbrados estamos con el posicionamiento fuerte en temas ligeros y con la ignorancia completa en temas pesados, que algunos juicios que se expresan sobre una figura como Bueno son emitidos sustentados tan solo (o principalmente) en su diagnóstico sobre temas ligeros hambrientos de inmediatez y fugacidaz. Así por ejemplo cuando el filósofo expresa su rechazo al aborto, el opinador ligero inmediatamente aplica la analogía y sitúa a Bueno con otros detractores del aborto sin ir más allá.

Gustavo Bueno (1924-2016).
Pero es que ese "más allá" es justo lo que importa. Y es necesario insistir en este punto en una época en la que nunca se va "más allá", en la que, cómodos en la calma chicha de un mar de sofismos y analogías, no nos atrevemos (o no sabemos) bucear en en las turbias y exigentes profundidades del conocimiento, del saber, de lo que constituye al final la búsqueda de la verdad (y aquí yo —nadie se llame a engaño— ya estoy reconociendo la posibilidad de la verdad).

Quienes estamos más inclinados a utilizar una arquitectura filosófica que a construirla y encima pretendemos hacerlo en español, no tenemos más remedio que acudir a Bueno para un montón de cosas. Pensar en español no es una simple cuestión mecánica, instrumental, de utilizar un idioma y no otro. Pensar en español —sobre todo en los temas que trato que tienen que ver con la política, la ética y la historia— significa tener presente la infinita obra filosófica que empieza a distinguirse en España desde que nuestros antepasados empezaban a tener idea de que el mundo en que vivían ya no era exactamente un mundo romano. Aquel mundo bebía constantemente de Roma y Grecia (diablos, lo seguimos haciendo) pero ya era otro mundo. Y al definir o explicar qué mundo era el suyo, empieza a pensarse en español.

La cosa se complica cuando hacia el siglo XVI no solamente tienes que definir tu situación en el mundo sino que tienes que definir el mundo propiamente dicho, lo universal. Muchas gentes, religiones, entidades políticas, etc. pasan a ser explicadas o analizadas en español y esto tiene consecuencias que perduran en nuestros días porque por como funciona el universo el mundo de hoy es deudor del mundo del pasado.

Santo Tomás de Aquino.
No menciono a la escolástica medieval y a la Escuela de Salamanca, que intuyo son más estudiadas fuera de España que dentro (pensamiento en español traducido a otros idiomas, ¿se puede ser un experto en idealismo sin saber alemán?) sino incluso a los ilustrados, prácticamente hasta la época de Kant o de la Revolución cualquier tipo que intentara tener una idea del mundo tenía que acudir a autores españoles.

"Que siempre fue la lengua compañera del imperio" decía el traductor, gramático, físico e historiador Antonio de Nebrija. La importancia de la filosofía en español va ligada sin duda a la necesidad ideológica del imperio. Si tu imperio se dedica a llegar a un sitio poner cadenas a los indígenas y hacerles producir algodón hasta la muerte no necesitas ninguna filosofía que sostenga a ese imperio sino látigos y rifles. Pero cuando tu imperio se levanta sobre la naturaleza de la razón esos indígenas son algo más que herramientas de producción. Y si son algo más que herramientas de producción entonces la comunicación es posible y de ahí pasamos a la buena inteligencia y a la asimilación. Era España un país donde la herencia clásica estaba funcionando en el momento de descubrir el Nuevo Mundo. Una herencia clásica pasada por el tamiz de la filosofía católica. Sin entender esto no se puede entender cómo antes de Jamestown ya había universidades e imprentas en la América española.

Salamanca. Quod natura non dat, Salmantica non præstat.
La gran tragedia de la que no sé si alguna vez nos vamos a recuperar es que todo esto se halla sepultado bajo los escombros que deja el bombardeo de la Leyenda Negra. Que sea precisamente España uno de los lugares donde más éxito tiene la Leyenda Negra (una construcción propagandística con autores conocidos que tenía el objetivo básico de ganar seguidores para el partido antiespañol durante las guerras de Flandes y que luego fue engordada por Inglaterra porque su política comercial chocaba con la española ya que no podían acceder a nuestros puertos del Caribe) es el gran asunto de reflexión para el que en doscientos años no hemos encontrado una explicación.

Cuando hablo de tragedia no lo hago en un sentido de orgullo nacional herido ya que España en sentido filosófico no es sinónimo del Reino de España actual. España en sentido filosófico no puede ser un término político o geográfico sino un θέμα (tema). Hablo de la misma clase de tragedia que supuso la prohibición de estudiar genética en la URSS. La tragedia de los nazis quemando libros en una plaza, la tragedia de que en madrasas de medio mundo millones de niños solo aprendan versos del Corán y odio a Occidente. Es trágico que se corte el conocimiento y más aún que se rellene con mitos. Es no querer salir de la caverna.


Pues bien, desde los neopositivistas del primer tercio del siglo XX y con la mandanga que vino después de la Segunda Guerra Mundial nadie se había dedicado a construir una escuela filosófica (la Escuela de Frankfurt no deja de ser una reacción al neopositivismo). Tras la bomba atómica todo estaba dicho. La prosperidad de Occidente hace que deje de ser necesario explicar las cosas. El sistema funciona, déjalo estar. Pues Gustavo Bueno no lo dejó estar.

El materialismo filosófico es la escuela de filosofía que debemos a Gustavo Bueno y que yo entiendo que pretende quitar las legañas que en la época de la prosperidad (el "mercado pletórico") cubren los ojos del personal. Que esta escuela de filosofía se construya en español responde también a la necesidad de superar la tragedia mencionada. No sólo es posible pensar en español, sino que ya se hacía antes y es necesario hacerlo ahora. Si el destino existiera parecería un guiño del destino que esta escuela nazca en Asturias.

Volviendo al barro, no se trata de estar de acuerdo o no con los planteamientos del profesor Bueno, esto no es un partido de fútbol, aquí no se gana. Se trata de saber que los planteamientos de Bueno o del materialismo filosófico son planteamientos que se construyen con un sistema filosófico detrás. Bueno no emite un juicio de valor o una opinión sobre un asunto, Bueno hace un análisis crítico que es algo que hoy nadie suele hacer. Precisamente la relevancia del materialismo filosófico estriba en que sirve de herramienta para rasgar la cortina de los mitos cotidianos que nos dificultan el camino de salida de la cueva (democracia, cultura, derechos humanos, terrorismo, Europa, nación, paz, felicidad, ciencia, convivencia, igualdad, tolerancia... cada tonto tiene su mito y normalmente se acumulan varios. Yo por ejemplo suelo caer en el mito de Occidente).

Personalmente la faceta más útil de la aplicación práctica de esta filosofía es por ejemplo que la destrucción de los echadores de cartas y de los partidarios del "derecho a decidir" es exactamente la misma. A ojos de la crítica materialista no existe diferencia entre Rappel y Junqueras. Están exactamente en el mismo nivel de taradura. Y ésta no es una opinión sino el resultado de un análisis crítico. Igualmente apenas se encuentran diferencias entre el hombre medicina de una tribu africana y la gente que habla de "IVA cultural".

Leer los posos del café o las entrañas de un carnero no es muy diferente a esta payasada.
Sobre todo el asunto de "la cultura" es la prueba del nueve en la detección de tontos, el contador geiger de la tontuna. El desmenuzamiento del mito de la cultura que hace Bueno en su obra homónima sienta las bases de una crítica más amplia hacia todo el aparato político. El Imperio Romano, el chocolate, un desfile de moda y el Kamasutra son cultura. El acceso a la cultura es la vía que abre camino a la Gracia y de ahí a la Redención. Se trata de inversión teológica, se trata de seguir controlando a la gente con tótems y bailes del hombre medicina. Claro, cuando uno se mea en los dioses de una tribu aparece la reacción opuesta. Los oscuros popes que defienden el fuego sagrado. Y siempre hay alguno que dice "esa es sólo tu opinión" o "tolero lo que dices pero no lo comparto". Ah, pues vale, pero es que yo no tolero lo que tú dices, no puedo hacerlo porque dos más dos no son cinco y no se trata de una opinión.

Y además pienso que Cartago debe ser destruída. Vale.

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