jueves, 25 de febrero de 2016

Sobre el concordato rojo-naranja

Yo no quería porque esto no creo que vaya a tener recorrido pero no me queda más remedio que comentar el acuerdo de gobierno de los socialistas y Ciudadanos. Antes de empezar me gustaría decir que me parece poco informativo y poco serio que la mayor parte de los análisis de este acuerdo en la prensa no se diferencien mucho de chismes de quinceañeras: en lugar de analizar las medidas acordadas se centran en especular sobre lo que opina Fulanita o Menganita o sobre cómo le va a sentar este acuerdo a Torcuato o Mentecato. Una pena. Gran parte del problema político español tiene que ver con la falta de acceso a la información veraz, al análisis no partidista y la carencia de prensa no partidaria.


Paso por alto los dejes estéticos que revelan un enfrentamiento de los redactores con las normas ortográficas y gramaticales de la lengua castellana ("los españoles y las españolas", hay que ser analfabeto) y voy directamente a las impresiones generales. Es un acuerdo que tiende en las cosas cualitativas al rojo y en las cosas cuantitativas al naranja. Lo del rojo no debe soliviantar a nadie, el PSOE se inscribe en la ortodoxia política europea porque es imposible defender hoy la socialdemocracia. Según se lee el texto se comprueba a qué se dedican hoy los socialistas españoles: obsolescencia programada, derechos positivos como nubes de colores (por ejemplo el derecho al medioambiente, te tienes que reir)... Por su parte Ciudadanos le saca al PSOE parte de los puntos más conocidos de su programa aunque limados para que no prezca que el PSOE no tenía réplicas que hacer.

Modelo productivo


La reducción de trámites y tiempos para crear empresas, la Red de Transferencia Tecnológica como apoyo al I+D empresarial, el aumento de inversión pública en I+D (parte de la Estrategia Europa 2020, aquí no hay novedad), la nueva consideración de "empresa mediana con posibilidad de crecer", lo de la unidad de mercado (tema en el que se avanzó en la pasada legislatura), etc. Todo este bloque es trasposición de recomendaciones de la UE que si no se aplican ahora se acabarán aplicando mediante Decreto. Poco que protestar aquí porque la capacidad de los ciudadanos de reclamar a la política europea es muy limitada ya que somos aficionados a mirarnos el ombligo mientras nos llegan palomas mensajeras con legislación ya escrita.

Autónomos

Vincular la cotización de los autónomos a sus ingresos. De forma temporal establecer una tarifa de 45 euros para quellos que declaren ingresos por debajo del SMI. Quienes estén basculando en ese umbral tendrán muchos incentivos para no declarar ingresos. La cuestión del autónomo sigue sin resolverse.

Se incluye la inembargabilidad de la vivienda habitual para los autónomos. Me parece estupendo y a ver si se extiende al resto de la población y en lugar de vivienda habitual le llaman hogar familiar.

Libertad de mercado


Cuando hablan de revisar la regulación de los sectores empresariales que parecen carteles de la droga no me fío. Aunque las medidas expuestas tienden a crear supervisiones independientes y dar más poder a los agentes reguladores creo que esta es una batalla en la que habrá pocas victorias para la libertad de mercado y el aumento de la competencia. En este punto hace falta explicar que los mercados no regulados no son mercados libres (afortunadamente no tenemos mercados no regulados, sino mal regulados). Nuevamente aquí entra a funcionar la mano de la Unión Europea: que la CNMC sea una agencia financieramente independiente y autónoma es algo que funciona en otros países y que aquí —palco del Bernabeu mediante— dudo que nos quede algo potable.

Liberalización de los servicios profesionales. Buena suerte combatiendo a nuestros gremios medievales.

Este epígrafe finaliza con puntos muy cortos que creo que fueron aportación del listo de Luena: combatir la obsolescencia, no tirar la comida, prohibir Cofidis e imitar a Marge Simpson en aquel episodio en que enviaba cartas a los productores de Rasca y Pica. Hubiera pagado por ver la cara de Girauta.

Administraciones públicas

Una nueva ley de licitación pública que evite contratos fraccionados, aumente la concurrencia, incluya a pymes (que alguien les diga que ya se escribe en minúscula)... en fin una ley de licitación pública que supone dificultar a los chavistas sus contratos nepotistas y opacos.

Cambio climático

¿Alguien le hacía caso a este tío en el Sim City?
Esto no le importa demasiado a nadie, pero hay que ponerlo por el qué dirán. PSOE y Ciudadanos se comprometen con los objetivos de París: reducción de emisiones de CO2, bajar la temperatura del planeta e importar mucho petróleo (resultado de la moratoria al malvado fracking y a las malvadas exploraciones de hidrocarburos. Ya sabéis que España es el único país del mundo en el que cuando se encuentra petróleo la gente protesta).

El misticísmo de las Brujas Cuervo en la cuestión energética nos cuesta un desequilibrio en nuestra balanza comercial que a estas alturas ya debe de sumar varias veces nuestro PIB.

Ciudades resilientes

Madre mía, "resilientes". Yo añadiría sinérgicas, semióticas y proactivas pero no se puede tener todo. Bajo esta palabrita lo que se esconde es disfrazar el modelo español del ladrillo y en lugar de hacer obra nueva, rehabilitar la que ya hay. Pretenden con esto crear 200.000 puestos de trabajo durante diez años, multiplicando por diez el número de rehabilitaciones anuales.

Creación de un consejo asesor de ciudades inteligentes porque en alguna parte habrá que enchufar a los parientes.

Derecho al agua y restaurar humedales. En este momento el cerebro les hervía.

Política fiscal

Este largo epígrafe se resume en dos cosas: cumplir el Pacto de Estabilidad y crear una comisión asesora que recomiende una nueva política fiscal. Estudiar, armonizar y reformar cosas varias (ah, el poder de las palabras). Bajar el IVA a ciertas costumbres de lujo como el teatro por esto que ya no sé si decirlo en chino. A continuación hablan de combatir el fraude en lo que es más o menos la trasposición del programa de Ciudadanos en este tema.

Mercado laboral

Luis Garicano.
Primacía del convenio sectorial sobre el convenio de empresa, limitación de la capacidad del contratador para modificar salarios más allá del 5% y de un año, eliminación de convenios provinciales, reducción de los tipos de contrato a tres: formativo o de relevo, indefinido y temporal, al que le cambian el nombre.

Los temporales tendrán 12 días de indemnización el primer año, 16 el segundo y serán indefinidos al tercero. Para animar al contratador malvado a evitar la conversión de temporales en indefinidos, el estado le castigará o premiará jugando con lo que tiene que pagar en concepto de cotizaciones sociales. Nuevamente tenmos aquí la presunción de culpabilidad del empresario.

Aparece la mochila austríaca para aportar 8 días por año trabajado en caso de despido. Bien.

Doblar el presupuesto de las políticas activas de formación siempre es una buena noticia para los clubs de alterne del extrarradio sevillano.

Hablan de subvencionar la contratación de parados de larga duración y de pagar una renta a estos parados mientras se reciclan en opacos cursos de formación. Teniendo en cuenta la singularidad tecnológica de hace quince años, esto en la práctica significa una renta de inserción social como la que reciben los mendigos. No me parece mal pero creo que la gente merece escuchar la verdad.

Educación


Becas como derecho subjetivo, justo lo que hacen en Estados Unidos (es broma).

Universalizar la educación preescolar sé que es buena idea pero me provoca reflujo: niñeras funcionarias. Imaginad una nueva orden conventual que resida en los sótanos de las consejerías y que vigile a vuestros destetados infantes. Me parece un horror.

Crear un MIR para profesores. Yo añadiría triplicar sus salarios y hacer que ese MIR sea anual con el aprobado en el 9 sobre 10. Y pruebas físicas, claro.

Sobre educación de idiomas dicen lo que dice Feijoo en Galicia.

Sobre universidades destaco lo de quitar a las autonomías autonomía para fijar las tasas universitarias, me parece un error.

Creación de un Consejo para la Ciencia. Estos lo arreglan todo creando comités.

Más dinero para el Instituto Cervantes porque por alguna razón los contribuyentes españoles tienen que fomentar una lengua que hablan 500 millones de personas, no vaya a desaparecer.

Pobreza

Creación de un crédito fiscal para los contribuyentes que declaren menos ingresos. Este complemento dependerá de los ingresos y del tamaño de la unidad familiar (perdón, del tamaño de la familia). Asimismo un Ingreso Mínimo Vital que recuerda a las rentas de inserción social de las comunidades autónomas. Me parecen bien ambas propuestas: incluir la virtud de la caridad cristiana en la competencia del estado es algo que se hace en muchos países y se ha comprobado que funciona para sacar a gente de la pobreza (con lo que a largo plazo se reduce la cantidad de personas que demandan estas ayudas y a la vez pasan a integrarse en la vida comercial y productiva). Lo que me pregunto es cómo implementar esto y no volver a caer en el caciquismo de paguita pública. Propongo importar funcionarios bávaros con bonitos sombreros.

En sanidad, servicios sociales, infancia y otras cosas parecidas todo son buenos deseos y la promesa de hacer leyes que lleven esas palabras en sus títulos, pero no hay nada con chicha.

Familia

Aumento de los permisos de paternidad y maternidad de 18 a 26 semanas. Sumar dos años de cotización a la SS a las mujeres que den a luz y uno a los padres que demuestren que ejercen de padres.

Varios

Hacer una ley para transexuales. Ok.

Revisar el Acuerdo con la Santa Sede. Esto es importantísimo.

Ley del Bienestar Animal. Sí, mucho animal suelto es lo que hay. Alguno hasta milita en partidos políticos.

Sobre financiación de partidos creo que hablan de cosas que ya están aprobadas: parar subvenciones si no presentan cuentas, identificar a donantes, auditorías externas,...

Reforma electoral: listas desbloqueadas. Pues vale.

En política exterior, donde no hay nada raro, tan solo apuntar que aumentar el desarrollo de África no alivia la tensión migratoria sino que la aumenta.

En la reforma constitucional está lo de quitar las diputaciones (y sustituirlas por consejos provinciales de alcaldes, lol), limitar mandatos a ocho años, reducir los vocales del CGPJ y reducir el aforamiento de los cargos electos. En la reforma del Título VIII no veo el cierre competencial por ninguna parte.

Conclusiones

Mucha chorradita estética y tontadas post-muro de Berlín, pero en lo mollar, que tiene que ver con la reforma de la administración y la reducción del capitalismo clientelar sí veo medidas que me parecen bien encaminadas. Una de las cosas que pasan en España y no deberían pasar es el deje antiliberal de la arquitectura de poder en el país. Si echamos un vistazo a las familias que cortaban el bacalao en época de Isabel II, veremos que continúan los mismos apellidos en la Primera Restauración, en el Franquismo y en la Segunda Restauración. Ésta sí es la reforma pendiente.

Echo en falta medidas para paliar el invierno demográfico, mencionar la tecnología espacial y la posición a adoptar ante la UE en el marco de la reforma de la PAC. Sabiendo que en un acuerdo entre varios hay que ceder no me extraña que el texto no acabe de entusiasmar a nadie, pero hay que reconocer que el esfuerzo realizado supera las posturitas del resto de grupos que han preferido quedarse como espectadores.

Aquí el texto del acuerdo (es de la página del PSOE así que puede tener virus).

miércoles, 24 de febrero de 2016

Divagación sobre divulgación de la historia

Al tratar la historia del hombre como un cuento cabe preguntar si las diferentes versiones son buenas o malas, aunque puede que estos adjetivos se nos queden cortos. Más allá de la pura ficción con ninguna relación con los sucesos del pasado (cosa que en ocasiones se nos vende como historia, cuando en realidad son construcciones artificiales con el propósito de justificar algún asunto del presente), creo que distintas formas de contar el mismo cuento deben convivir juntas y, al hacerlo, aportar diferentes puntos de vista que completen el cuadro.


El estudio no académico de la historia (el académico no nos importa aquí, ya que si se sigue un programa este debate no tiene lugar y además es el estudio no académico el que acaba trascendiendo y por eso el que nos importa: la gente conoce la historia que ve en las películas, la gente no lee producción académica del historiador (excepto cuando sí lo hace)) se centra en traducir lo que produce la academia de la misma forma que el retablo de una iglesia traduce el contenido de una Biblia que el feligrés no lee. Es en el proceso de traducción donde pueden aparecer las buenas historias o las malas historias.

Como ocurre en toda disciplina, nuestra época es muy particular a la hora de tratar los temas. La creencia de que estamos de vuelta de todo define muy bien el momento actual: todo se cuestiona, todos los puntos de vista merecen la misma consideración y existe una gran confusión a la hora de discernir entre lo eterno y lo efímero. Esta característica "relativista" propia de la posmodernidad nos lleva a preguntarnos cuál será el juicio de la próxima época sobre la producción de relatos de la nuestra. Esta pregunta apunta a una cuestión mayor: ¿qué hace falta para cambiar de época? ¿en qué momento una generación se da cuenta de que vive en un mundo diferente al de sus padres o abuelos? En tratados de principios del XIX sí existía cierta conciencia de cambio de era por parte de autores que habían vivido la era anterior e imagino que los primeros autores soviéticos también expresaron la conciencia de estar en un momento histórico diferente (entre otras cosas era su función). La conciencia de haber cambiado de época es una cuestión muy importante/interesante por sí sola pero no abundo en ella. Al menos hoy.

Materialismo y armonía

Una palabra: behetría.
La forma actual de contar el cuento del hombre (todavía) debe mucho al estudio marxista de la historia. No cabe duda de que el materialismo histórico y sus múltiples derivados han contribuído a tener una visión diferente y quizás más completa de la historia de los hechos del pasado que la tradicional empleada hasta su aparición. Hoy la permeabilidad de las disciplinas científicas crea una especie de capa que refuerza la idea materialista de la historia: clases sociales hacían cosas debido a condiciones objetivas que tenían que ver con la propiedad de los medios de producción y las relaciones entre clases eran alteradas por asuntos como el clima o la caza y pesca excesivas.

El punto de vista materialista es un gran triunfador en nuestra época. Si en el XVI desaparecen los asentamientos norteños en Groenlandia es debido a una serie de factores climáticos. Las revueltas en Castilla y las rebeliones en la China Ming de la misma época se explicarían igualmente por la contribución del cambio en el clima a las relaciones de propiedad de la tierra (base económica de la riqueza y por tanto del lugar que cada uno ocupa en la sociedad). El clima explicaría el abandono pacífico de aquellos asentamientos. El clima sería así la gran explicación porque no encontramos restos arqueológicos de violencia (no quedaron aperos de labranza o herramientas imprescindibles). Esta idea se ve reforzada por otra contribución de nuestra época al estudio histórico: la posmoderna idea de que todos somos hijos de la Pachamama: cuando las sagas nórdicas nos cuentan que los inuit —u otros indígenas de Groenlandia que no me importan demasiado— eran una sociedad esclavista, salvaje y violenta —¡hasta para los estándares vikingos!— y que los asaltos eran habituales, decidimos no hacer mucho caso porque los inuit son hoy vistos como una sociedad de cazadores-recolectores que viven en armonía con la naturaleza.

El horror.
La oriental idea de armonía universal que por alguna razón se nos ha mezclado con su antagónica interpretación materialista del relato histórico explica que cuando se encontraba una tribu paleolítica en el Amazonas, no había que interferir con ella. Su armoniosa convivencia con el espacio natural es fuente de sabiduría para nosotros. No se trata de que gente de la Edad de Piedra pueda aprender de nosotros, sino que nosotros tenemos que aprender de ellos. Esos académicos deslumbrados por tribus que "no contaminan" ni usan "bolsas de plástico", ensimismados en sus preconcepciones del hombre y la historia. Sobra decir que gente de cualquier época anterior a la nuestra, al encontrarse con una tribu así, trataría de incluirla de algún modo en su sociedad o simplemente rodearla e ignorarla. Lo primero más propio de los exploradores españoles, lo segundo más habitual de los conquistadores ingleses. Lo que ni antepasados españoles ni ingleses estarían dispuestos a hacer es "aprender" de gente que controla el crecimiento de su población pateando el vientre de las embarazadas.

Podría decirse que hoy en día la interpretación materialista de la historia aporta la forma del cuento de la historia (clima, tecnología, ecosistema, economía, antropología) y que la idea de armonía dirige el foco sobre lo que se ha de estudiar (y un foco es una luz unidireccional que deja a su alrededor amplias zonas en penumbra). Pero hay otras formas de contar la historia.

La historia como cuento de aventuras

La batalla de Aljubarrota dibujada cien años después para Jean d'Wavrin.
Antes de que todos nos convirtiéramos en boy scouts que calientan malvaviscos y comen "emparedados" de crema de cacahuete con sus amiguitos inuit, la historia contada como cuento era lo habitual. La historia del hombre tenía protagonistas, actores, y son sus hazañas los pasajes fundamentales del cuento compartido por la humanidad. Sin la sofisticación de las modernas técnicas de narración, este cuento es básicamente un cuento de aventuras. Las lecciones que se aprenden de este cuento tienen mucho que ver con la forma que adoptan las lecciones en la Biblia: a los protaginistas les pasan cosas y de su reacción sacamos conclusiones. Esta forma milenaria de contar historias probó su vocación de eternidad: las más antiguas historias que aparecen en el Antiguo Testamento tienen su origen en una tradición anterior de Oriente Medio. También las primeras sagas nórdicas recogen aventuras de la tradición oral anterior (aunque mucho más modernas que las historias bíblicas por el retraso en llegar la civilización a los europeos del norte).

Presentar la historia como un cuento con protagonistas puede ser herencia de la comunicación de conocimiento entre generaciones en un contexto ágrafo pero hoy esta forma de contar la historia se descarta, no se incluye como perspectiva seria. Parece que las hojas de cálculo con fantásticas estimaciones de producción de trigo son más informativas que escenas de reyes cortando cabezas del enemigo. La misma consideración del concepto "enemigo" en la historia también se descarta y enseguida se acude a contar el cuento desde el punto de vista del enemigo. No critico que haya que acudir a todas las fuentes posibles para conocer hechos del pasado, claro, critico la idea de considerar, para la divulgación histórica, la inexistencia de la idea de enemigo.

Aquis Querquennis
Esto nos plantea un problema mayor: conocer las motivaciones de los protagonistas de la historia. Una idea que suelo criticar es la del presentismo al considerar las opciones de nuestros antepasados. Según la moda actual, las motivaciones de los personajes de la historia son exactamente iguales que las nuestras: dominio comercial, ansia de poder, afianzamiento de imagen, etc. No tenemos en cuenta que aunque haya parecidos razonables, el mundo del pasado carecía de nuestro punto de vista. Sin ir más lejos, se pasa por alto por completo la motivación de tipo religioso como un factor explicativo de los grandes conflictos (o de la ausencia de estos). Otros factores de caracter menor también son ignorados: la falta de noción del territorio, la dispersa y escasa población, los tiempos de los viajes, la pervivencia del salvajismo, la consideración del bárbaro como extranjero y no como miembro de la sociedad condenado al ostracismo, la dificultad de la comunicación al carecer de lenguas comunes y estandarizadas (hoy se cuidan los vestigios lingüísticos como "riqueza cultural" de la misma forma que erróneamente se cuidan tribus amazónicas). Todo esto sirve para el cuento de la humanidad que va del Elba al Atlas y de Finisterre al valle del Indo, el cuento del resto del mundo antes del triunfo de la civilización occidental no nos debe interesar mucho debido a su caracter no universal (y por tanto a su inutilidad para explicar la historia del hombre).

La historia tratada como cuento, la historia inserta en la tradición y que produce imágenes y referencias para la vida cotidiana es la historia que menos puede gustar a la investigación académica (salvo si contamos aquellos académicos que se esfuerzan en divulgar y tienen éxito), y sin embargo, es la historia más útil: pues ¿de qué sirve escribir sesudos tomos de hechos históricos si sólo son consultados por gente que escribe sesudos tomos sobre sesudos tomos? Cuando el emperador de Bulgaria se hacía llamar césar (zar) ahí estaba la historia funcionando, no cogiendo polvo en un anaquel. Si el presente es el resultado del pasado, conocer el pasado nos sirve para emitir juicios sobre el presente y hacer suposiciones sobre el futuro. Esto encierra la trampa de la construcción artificial de la historia, pero si la historia es un cuento, quitarle sacralidad y tratarla como cuento reducirá el mal que puede hacer.


Conclusión

Que vuelvan las espadas y los grandes personajes a las pizarras de las escuelas. Que entre estos grandes personajes hoy se puedan contar a descubridores de elementos radiactivos que murieron de cáncer es algo que mejora el cuadro. Apuntada queda una divergencia en el horizonte entre quienes enseñan historia y quienes se dedican a estudiarla. Y la posibilidad —siempre arriesgada— de decorar el relato histórico. Apuntado queda lo poco atractivo que resulta la interpretación materialista de la historia (a la hora de divulgarla, no de estudiarla) y la estupidez de la armonía universal.

Esta última cosa habrá que masticarla y escupirla. Será en otra ocasión.

martes, 16 de febrero de 2016

China y el cambio que nunca llega

Leer muchas cosas de muchos sitios diferentes, cosas en principio no relacionadas entre sí, hace que se intercalen ideas, se fusionen y den lugar a nuevas ideas. En la mejor tradición milenarista avanzar una crisis es apostar a caballo ganador. Muchos sois conscientes de que en noticias que no llegan a portada desde hace un par de añitos la China roja (la llamaré China para ahorrar palabras, pero por favor que nadie la confunda con la República de China) está enviando mensajes. Esto va de eso.

Ordinary chinese man being ordinary.
Me da la impresión de que está demasiado arraigada la idea de que la China de 2016 es básicamente igual a la China de 2006, las ideas sobre las cosas lejanas tardan en cambiar, pero deben cambiar si no queremos que se vuelvan herramientas del error. En nuestra época el paso del tiempo es más rápido que en épocas precedentes: lo que aprendimos de China en 2006 (los JJ.OO. de Pekín fueron en 2008, ¿os acordáis?) simplemente ya no vale.

En los últimos tiempos China ha procurado una transición económica con el objetivo de aumentar la calidad de vida de sus ciudadanos. Esta transición se observa en los llamados del gobierno a cambiar el modelo de exportación de productos de ínfima calidad a un modelo basado en la potenciacióin de la demanda interna. Este proceso que en Europa —excepto en Alemania— ha durado treinta o cuarenta años, China lo quiere hacer en menos de una década. La premura no nos dice nada por sí sola: hoy los países pobres salen mucho más rápido de la pobreza que hace años. El problema —y no sé si es un problema o simplemente algo que ocurre y ya está— es cómo hacen esta transicion y cómo nos afecta.


China lleva los últimos veinte años creciendo a una media del 7% (más o menos) y desde hace diez el ritmo de crecimiento va decelerando. China practica un capitalismo dirigido muy peculiar, sin duda debido a su sistema político peculiar y a su moral o construcción social peculiar. También hay dejes de su historia que asoman la patita: cuando a comienzos de los 90 exploran el nuevo capitalismo y se abren a la inversión extranjera, lo hacen reproduciendo la secular costumbre imperial china que consistía en un fuerte poder representativo en la cumbre y una inmensa autonomía en las distintas provincias. Cuando China empieza a introducir su capitalismo sui generis lo hace experimentando distintos formatos en distintas provincias y viendo los resultados: los modelos de mayor éxito son reproducidos, los de menor, son descartados. Así, tenemos un crecimiento my desigual entre las grandes ciudades portuarias y prácticamente toda la costa del mar del Sur de China (donde estaban los cantones occidentales) y el interior premedieval que daba pena verlo.

Densidad de población en algún momento de la última década.
Hoy la idea de moda es que el mismo desarrollo de las ciudades costeras debe trasladarse al interior. ¿Cómo hacer esto? Para el desarrollo económico existen básicamente dos vías. Una es dejar en paz a la gente y la otra es detraer recursos de las zonas desarrolladas, del presupuesto público, o de deuda e invertirlos en las subdesarrolladas (en otras palabras, "mover la riqueza" de un lugar a otro o del futuro al presente pagando intereses). La primera opción China la descarta por principios (comunistas). En contra de la opinión popular, China tiene muy poquito de laissez faire: las empresas extranjeras son supervisadas y sujetas a fuertes leyes antitrust, el pacto de precios (de empresas extranjeras) está perseguido y si hablamos de la exportación de materias primas es realmente complicado (para los extranjeros) participar en el sector. Esto contrasta con la forma de actuar de sus grandes empresas nacionales, la mayoría públicas o semipúblicas, que operan con regulaciones que no aplican a las extranjeras.

Cada vez menos chinos viven debajo de un puente, qué bien.
Estas empresas públicas junto a los presupuestos del gobierno en sus diferentes niveles están encargados de las inversiones para el desarrollo del interior de China y para el aumento de la demanda interna. No hace falta decir que en esta sopa la corrupción y el dislate son los principales ingredientes. Nos llegan al mundo libre noticias con gran fanfarria sobre fusilamientos a funcionarios corruptos, un acto de propaganda para ocultar la naturaleza sospechosa de los movimientos políticos en China y alejar sospechas de malas prácticas que todos suponemos galácticas porque China no permite la libertad de prensa.

Existe la extendida práctica en China de dejar que cualquier nivel de la administración funde empresas públicas (ya apunté que son las únicas que pueden operar con libertad). Esto que en principio respondería a la creación de riqueza mediante inversión pública es en la práctica utilizado para ocultar deuda pública. Hay empresas que se crean con el único fin de ocultar agujeros en los presupuestos públicos y colocar a parientes y amigos.

Detrás de los rascacielos en China hay mucho 城中村 o "pueblecito".
Ciertamente a parte de basar el crecimiento en aumento de deuda pública esas inversiones deben ir a parar a algún sitio. Durante los últimos veinte años en China han construído docenas de ciudades con capacidad para decenas de millones de personas inexistentes. La inversión pública llevada a la construcción de ciudades y sus infraestructuras contribuyó a crear una burbuja inmobiliaria que ha llevado a un gran endeudamiento de la pequeña y débil clase media china. Las consecuencias sobre el pequeño inversor han sido identificadas y hoy una nueva regulación parece que pone coto a esto, a lo que no se pone coto es a la construcción de proyectos faraónicos, nido de corrupción, que sólo activan la economía de los obreros durante el periodo de construcción (ciertamente estamos hablando de decenas de millones de obreros, no es poca cosa).

El día que los chinos aprendan a hacer películas de zombies...
Esto que es tan fácil de ver, no es tan fácil de reconocer por parte del gobierno chino. La deuda pública china está en el 30% de su PIB, no es gran cosa. La historia es que ésa es una media verdad, ya que en China gran parte de su deuda privada es indirectamente pública (esas empresas municipales encargadas de recoger la basura que en realidad se dedican a construir centros comerciales en mitad del desierto). Si a esta deuda privada le sumamos la deuda de las familias que cayeron en la burbuja inmobiliaria, el total de la deuda china anda sobre el 280% del PIB.

Cualquier cantidad de deuda de un país no es por si solo un problema, sino una situación. Países con alta deuda estructural pueden ir pagando porque van generando nueva riqueza. Países con muy baja deuda pueden irse por la alcantarilla perfectamente. En el caso de China no está tan claro que puedan pagar su deuda. Esto lo digo porque básicamente han estado basando su capacidad de pago de la deuda en un crecimiento impulsado por contraer esa misma deuda. Por ser gráfico: estás pescando poniendo de cebo los pescados ya pescados. No parece que vayas a cenar mucho porque esa noche invitaste a un funcionaro chino corrupto que se ha metido en el bolsillo dos merluzas. El muy cerdo.

No trato de levantar la bandera del pánico que supone el colapso de China. Es poco probable que suceda un colapso pero lo que sí seguro sucede es un enfriamiento de la economía china. Y este enfriamiento tiene consecuencias que llegan hasta el más lluvioso que soleado mundo libre. La deceleración del crecimiento chino de la última década ha influido de forma determinante en el precio de las materias primas. No es que nosotros exportemos muchas materias primas (al contrario que Australia, Chile, Brasil y Rusia, por ejemplo) pero las transformamos, con lo que una bajada del precio afecta a la baja a nuestras exportaciones de productos transformados (exportaciones a todo el mundo, no sólo a China, claro).

Acero, hierro.
En el precio del cobre y de otros metales es muy interesante superponer sus gráficas de variación del precio con la gráfica de cambio en el crecimiento del PIB chino: las gráficas se superponen. Si China no encuentra la fórmula de revertir su desaceleración, el precio de las materias primas continuaría bajando, con lo que nuestras exportaciones disminuirían y esto nos lleva a un erótico resultado.

Esto tiene fácil solución. Esto está tirao: dejas que las empresas extranjeras compitan en igualdad de condiciones que las chinas, limitas la capacidad de la administración de participar en el mercado, persigues el fraude y la corrupción... vamos lo que han hecho todos los países para salir de la pobreza. El problema es que China no tiene ningún incentivo para realizar reformas. El pseudocrecimiento chino es el cimiento de paz social que necesita su poder político para perpetuarse.

"Primero le robamos la cámara al laowai y luego nos comemos al perro, ¿va?".
Otra gran barrera que impide realizar reformas es la situación actual de China. China, como cualquier otro país subdesarrollado, ante un gran endeudamiento recurre a la devaluación. Ya hubo una devaluación en verano de 2015 y desde entonces no se ha podido frenar la salida de capitales. El grado de confianza de las instituciones chinas es otro factor capital: simplemente no nos podemos fiar de las estadísticas oficiales que no están expuestas a un escrutinio independiente. Hay economistas que ya están sugiriendo calcular el crecimiento chino en función del consumo eléctrico, movimientos de mercancías y negociación de deudas. Graciosamente esto es algo parecido a lo que se hacía en la Unión Soviética. Los propios rusos sabían que no podían fiarse de sus estadísticas y para calcular cifras reales tenían que recurrir a métodos de medición indirectos (la falta de información veraz siempre ha sido el talón de Aquiles de toda economía cerrada: en el Gosplan estaban suscritos al Wall Street Journal para saber el precio de las cosas y redactar así los planes quinquenales).

Es una pirueta muy complicada la que trata de hacer China: transformar su economía de la exportación a la demanda interna e impedir al mismo tiempo la apreciación del yuan que haría muy dificil pagar su deuda. Además, el aumento de la demanda interna se tiene que basar en inversiones no basadas en nuevo endeudamiento (y que sirvan para algo). Por el momento no parece que estén haciendo gran cosa y no parece funcionar. Podrían probar a subir los impuestos pero las dictaduras con clase media no suelen acabar bien. Veremos.



sábado, 13 de febrero de 2016

Tecnócratas de la memoria

Mucho se ha escrito y todavía queda mucho más por escribir sobre el revanchismo que nos quedó en herencia de aquel infausto presidente Zapatero, a quien Dios confunda. Las hordas amentales —lo peor de mi generación— cogen esa herencia y la hacen suya al saltarse las prevenciones con que los políticos se habían tomado aquella Ley de Memoria Histórica. Sí, ya saben, esa ley que pretende compensar discrepancias en los recuerdos de los españoles.

¡Ieee, mañooo!
Una ley imposible de cumplir no es una ley

Desde que se aprobara la ley —un ardid para que Zapatero obtuviera apoyos parlamentarios de extremistas y separatistas—, quedó la cosa más o menos en un suspenso burocrático, esto es, sin mucha aplicación. En primer lugar porque las grandes ciudades las gobernaba el PP o el PSOE y los adultos saben que no se juega políticamente con el recuerdo porque el recuerdo es personal, el recuerdo es íntimo. Y en segundo lugar porque más allá de casos evidentes —yo qué sé, la calle: "ojalá se mueran los comunistas españoles pasados y futuros"— la aplicación de la ley es problemática.

Para salvar el problema de aplicación de la Ley de Memoria Histórica, los neocomunistas recurren a "expertos independientes" que es exactamente lo que ellos critican en el manejo de la economía pública. Para ellos está "mal" que agencias de calificación valoren la deuda pública pero está "bien" que agencias del recuerdo valoren el recuerdo público. Unos son malvados tecnócratas y otros son hermanitas de la caridad que piensan en el famoso y nebuloso "bien común". Cosas veredes.

Típica reunión del comité de memoria histórica de la Complutense de Madrid.
Es muy gracioso que al mismo tiempo los neocomunistas —por ejemplo, los responsables de los ayuntamientos de Madrid, Barcelona o Coruña— logren descargar responsabilidad política ("nosotros no elegimos qué calles cambiar, son los expertos") y regalar dinero público a sus colegas. Porque ésa es otra: las "comisiones de expertos calificadores en recuerdos" son de la cuchipandi del ayuntamiento de turno.

Veo dos formas de aproximarnos al tema. La primera es atribuir un cinismo galáctico a los cambiacalles: borrar el recuerdo público sirve para poder focalizar el debate en un enemigo muerto y evitar que la gente se pregunte "aparte de cambiar calles y enchufar parientes ¿qué diablos están haciendo los neocomunistas en los ayuntamientos?". La otra aproximación no es cínica y tendría que ver con una intención política sincera.

Si decimos que no son cínicos tendremos que pensar que creen en lo que hacen, que sus actos se corresponden con sus pensamientos. Esto me invita a opinar que pretenden contraponer la dictadura del general Franco con su mochila de neocomunismo tercermundista. Pero almas de cántaro, si el ejemplo más próximo a vuestra loca idea de persecución política es lo más parecido a lo que hacía Franco.

Memoria histórica contra la convivencia constitucional

El burro a la linde. Siempre. No falla.
Ok, la cosa no es tan sencilla. En el fondo se trata de enmendar la Transición Política. Lo que la caterva adanista pretende es vendernos que lo opuesto al franquismo no fue la Transición Política ni nuestro actual régimen de libertades, sino su tercermundismo populista. Tirando de este hilo lograrían su objetivo de cargarse la Constitución y la memoria de la Transición (y de paso cargarse también a los reductos nostálgicos del PCE que a partir de 1956 exploró la reconciliación nacional). No se trataría tanto de decir que Franco no les gusta como de decir que el desarrollo y libertades obtenidos durante las últimas décadas de la España constitucional no les gusta.

Con visión de conjunto resulta innegable que la aplicación irresponsable de la mezquina Ley de Memoria Histórica es una pata más de ese banco que los lleva a presentarse a las elecciones de la mano de grupos filoetarras y asumir como propias las reivindicaciones separatistas.

Alguno que me lea protestará: "para ti los malos siempre son los mismos". Ojalá pudiera elegir a los malos. Ojalá poder dedicar nuestras energías a un debate sobre los objetivos de la educación pública, sobre la política de infraestructuras o sobre el reparto competencial entre administraciones. Pero son los que reniegan de la política los que sepultan el nivel del debate.

Ahí no pone "socialismo" sino "democracia representativa pluripartidista". No te dejes engañar por tus propios ojos.
2016 y en lugar de coches voladores estamos hablando del régimen dictatorial de un generalote con aires decimonónicos. Un tipo de régimen autoritario muy común en todo el orbe a partir de la posguerra mundial. A esos cuarenta años de dictadura se le atribuyen todos los males y carencias de nuestra sociedad por la sencilla razón de que en los últimos cuarenta años (los constitucionales) estos pipiolos tercermundistas ni pincharon ni cortaron nada, relegados, como es natural, a la extravagancia política de posiciones extremas en las que solamente los locos de la colina estaban interesados.

Podemos ir a los detalles del cambio de nombre de cada calle y cada plaza. Es más, sería un bonito ejercicio hacer un trabajo de recopilación. La obra sería la historia de España del siglo XX. A autores consagrados como Jardiel Poncela o Eugenio d'Ors se les unirían biografías más locales como la de Arcadio Vilela. A esa monumental obra le añadiría un tomo de apéndices para ignaros desorientados. Este tomo podría llevar el nombre de "No están pero podrían estar" y referirse a quienes participaron en la guerra en el bando de Franco o colaboraron denodadamente en la propaganda de la dictadura pero que son salvados por arte de magia por los adanistas tercermundistas.

"Longa noite de pedra" o "Coño, Paco, deja aquí la botella"

Me parece bien que cada cual escriba lo que le salga de las narices.
Es el caso de Celso Emilio Ferreiro, por ejemplo, autor que todos los niños gallegos están obligados a alabar como santo de la patria en esa Formación del Espíritu Nacional que son las clases de lengua gallega. Celso Emilio tiene un lugar destacado en el santoral del nacionalismo gallego por pintar la imagen romántica de la famosa "persecución franquista" del gallego como una "longa noite de pedra". Esa longa noite de pedra a mí en el cole nunca me explicaron a qué se debía y rellenaba mi imaginación pensando que el autor fue encarcelado décadas por malvados franquistas que hablaban español. Tuve que situarme a miles de kilómetros del fango de la mitología nacionalista para aprender que efectivamente Celso Emilio estuvo en una cárcel franquista, bueno, en la habitación de un monasterio, tres días. Lo bonito de esa historia es que esos tres días que pasó encerrado por insubordinación no le impidieron reincorporarse al ejército del general Dávila en la campaña de conquista contra la Asturias roja.

El típico militar del ejército sublevado.
En otro apéndice podríamos hablar sobre la fantasiosa imagen que se cultivó de unos y de otros. Esos militares engominados caricaturizados como desalmados que arrasan aldeas de pobres campesinos idealistas. O esos luchadores por la libertad que bebían de la romántica idea del bandolerismo y les hacían astutas jugarretas a los guardias civiles en los montes con la ayuda del Pueblo™ mientras encontraban tiempo para seducir a la viúda del maestro. La fuerza de estas imágenes tan arraigadas se debe a un mero ejercicio de repetición. Es a partir de la Transición Política, que fue paulatinamente eliminando el régimen franquista, cuando se descorcha la botella y numerosos autores y cineastas evocan las imágenes idealizadas de la guerra y la posguerra como compensación o vendeta. Bien me parece que se hagan las películas y los libros que a cada cual le dé la gana. 


El típico miembro del maquis.
El caso es que en ese apéndice podríamos contraponer esas imágenes con los retratos que el estudio histórico nos deja (prensa, diarios personales, actas de partidos, pesquisas judiciales, etc.). Ese militar engominado que llega a un pueblo y hace lo que le da la gana lo más probable es que perdiera su grado y fuera enviado a África. Según cómo estuviera de avanzada la guerra y en según qué lugares no sería raro que los sublevados al tomar un pueblo fueran recibidos como los alemanes en Lituania unos años después (la historia tiene estas cosas, que nos estropea el maniqueísmo). Habría que esperar hasta acabada la guerra para que se instruyese la Causa General (donde la palabra "rebelde" pasó a significar lo contrario de lo que solía. Por cierto, se puede acceder en el Portal de Archivos Españoles a consultar el archivo de víctimas y represaliados de la guerra civil y el franquismo). La represión inmediata tras la guerra fue una actividad fundamentalmente jurídica. El descontrol del país tras la guerra era tal, que el régimen no podía permitirse el lujo de transigir procesos no documentados, investigados e instruídos (la obsesión judicializadora del régimen yo sospecho que se basaba en que no se podría fiar de sus propios nuevos funcionarios, no olvidemos que la mayoría de los nuevos funcionarios eran viejos funcionarios del anterior régimen. También urgía proceder a la normalización del país de ahí que la mayoría  encausados fueran amnistiados).

Por su parte, el freedom fighter idealista que se echa al monte y seduce a jóvenes viúdas, poca ayuda le podía prestar el Pueblo™, que lo más seguro lo conociera de antiguo como un buscador de problemas. Es más, pocas viúdas jóvenes podría seducir porque estaría entrado en años y era cojo (los jóvenes aptos fueron movilizados para la guerra). El freedom fighter que se echa al monte era el mismo fulano conocido años atrás por la aldea que vivía de pequeños hurtos y de alquilar palizas. Durante los años 40, acabada la guerra, el maquis todavía andaba como Paco por su casa en muchas zonas rurales de España (la neutralidad española en la SGM tuvo mucho que ver con la fortaleza del maquis: los agentes aliados que operaban en la Europa ocupada solían salir por la descontrolada España). Esto nos informa que la dictadura en su periodo más autoritario no llegaba a todos los rincones del país. Esos malvados guardias civiles superfascistas apenas los distinguiríamos de campesinos analfabetos si no fuera por los uniformes. A este caldo añádase la apertura de prisiones en la zona del Frente Popular en 1936. Seguro que todos eran superantifascistas, tete. 


¿Estos de qué bando son?
Podríamos seguir con imágenes de la actividad de retaguardia en los dos bandos. Los paseos y las sacas. De las sacas de presos y la actividad de la cheka en el bando del Frente Popular tenemos extensa documentación de los procesos de posguerra, de los paseos del otro bando no tenemos tanta documentación recogida de forma fiable o con valor historiográfico relevante. Pero sin duda en el recuerdo de muchas familias esa memoria perdura y se sigue investigando y debatiendo, que es lo que hacen los historiadores. Es incuestionable que existen fosas comunes donde reposan mezclados o no cadáveres de los dos bandos. Es incuestionable también la legitimidad con la que los familiares quieren dar reposo cristiano a sus parientes. Pero hablaba de la represión de la retaguardia y creo que es importante apuntar el pequeño detalle de que había una guerra. En la retaguardia de los sublevados, jóvenes como Celso Emilio Ferreiro fueron al frente a combatir al Frente Popular y detrás quedaban los inútiles para el combate. Para reforzar la capacidad de carabineros, guardias de asalto y guardias civiles, se aceptó la colaboración de civiles armados (nos llega la imagen de falangistas y carlistas, pero también había señores no afiliados). En Coruña, por ejemplo, se formó la hermandad de Caballeros de La Coruña, cuya apariencia y comportamiento era indistinguible de la de los milicianos del otro bando y por eso se llamaban milicianos también (vemos cómo la palabra "miliciano" también cambió su significado y hoy se atribuye sólo a un bando). El caso es que debido a la edad media de estos inútiles para el combate, la gente les llamaba "mil ancianos". Detalles.

Hay un montón de historias que nos hablan de que durante la guerra la gente que participó en ella no lo tenía tan claro como hoy lo tienen los pipiolos irresponsables o los personajes inventados de Carlos Saura o Ken Loach. Igual que en la Primera Guerra Mundial, hubo momentos de tregua en mitad del combate para recoger muertos e intercambiar suministros. Las fosas comunes con muertos de ambos bandos nos hablan de una represión similar durante la contienda y la importancia que se le dió a la participación extranjera fue similar también en los dos bandos ya que uno siempre está menos dispuesto a disparar a su vecino que a un anónimo extranjero que no sabe qué son los toros ni se le entiende al hablar (hablo de dos bandos por economizar el lenguaje, pero entre el hedillismo, los sucesos de Barcelona y el golpe de Casado, en la guerra civil hubo la tira de bandos, como en todas las guerras modernas, por otra parte).


¡Qué burros: se dice Estadoespañol!
Por cierto, sobre la intervención extranjera a la que unos y otros sacaron tanto jugo conviene recordar las consignas del PCE para defender la independencia de España (el PCE de 1938 hoy sería facha, claro) y lo mal que sentó en el Cuartel General de Franco aquello del general italiano Edmondo Rossi "Arnaldi" que proclamó "la idea fascista trionferá con la nostra inmancabile vittoria su tutta la Spagna". Tras la humillante derrota de los italianos en Guadalajara no sería aventurado suponer que alguno en el Cuartel General de Burgos lo celebrara (acaso con la boca pequeña). Eran otros tiempos, los flipados pipiolos todavía no habían nacido.

Qué desperdicio

En fin, "buenos y malos" es una aproximación inútil en cualquier lectura histórica de un conflicto bélico (otro tema son los címenes que pudieron acompañar a una guerra, ahí sí hay malos). En el caso de nuestra más reciente guerra civil, "buenos y malos" no sólo es una aproximación inútil, sino peligrosa precisamente porque se trata de una guerra civil. Cuando una comunidad corta los lazos que la mantiene unida y sólo puede comunicarse con las armas, el resultado nunca es una victoria, sino una derrota conjunta. Tratar de solucionar los problemas a pistoletazos es ya un fracaso de toda la comunidad. Mitificar el enfrentamiento civil para obtener un efímero rédito político es un acto de irresponsabilidad demencial. Tratar de hacer un cordón sanitario a media España y señalarla con el dedo como causa de todos los males es precisamente lo que llevó a la guerra y luego lo que se instaló en la dictadura. Ahora llega la tropa de Scooby Doo cagándose en estas últimas décadas de España constitucional en las que existe comunicación para conseguir ¿qué? ¿Qué quieren conseguir con un país partido? ¿Qué futuro aguarda a una España incomunicada? Futuro de mierda construyes con eso. El estudio de la historia debe servir para precisamente lo contrario de lo que pretenden los tecnócratas del recuerdo.Vale.

¡Desfiles, juventud uniformada, banderitas, arbitrariedad, emoción, sí se puede!





lunes, 8 de febrero de 2016

Diseño de religión en fantasía épica hispana

Así que quieres construir religiones para tu mundo de fantasía épica con referencias hispanas. Bien, has llegado al sitio adecuado ya que no conozco a nadie más que busque un canon diferente al que estamos acostumbrados. Aquí se apuntarán cosas a tener en cuenta para esta tarea.

«No te pego porque te acostaras con mi mujer, te pego porque además era mi hermana».
En el muy concreto tema que nos ocupa hallamos un problema doble: por un lado el género de fantasía épica es puramente anglosajón, por el otro, la obra canónica del género —El señor de los anillosno explicita la religión porque toda esa obra pretende ser simbólica de la religión (de la religión católica, afortunadamente). Así que en principio no hay nada en lo que nos podamos basar. Nada. Se trataría de crear detalles a imitar por obras derivadas en un género que está por inventar.

Si empezamos por el principio —y el principio suele ser un buen lugar para comenzar algo— tenemos que plantear cuál es el cometido de la religión en nuestra historia. ¿Se busca añadir detalles al fondo del cuadro, se pretende hacer orbitar la historia en torno a elementos religiosos o la religión va a tener una función intermedia? Del grado de importancia que tenga se entrará en más o menos detalles. Ocurre aquí con la religión lo mismo que con la geografía, el arte o la gastronomía: el nivel de detalle (y espacio que se le dedique) responde a necesidades de la historia.

No por favor, el mago Merlín otra vez no.
Como regla de oro y debido al formato habitual de la fantasía épica —sagas muy extendidas en el tiempo— mi recomendación es construir el máximo número de detalles posibles. Desde luego que las historias son más importantes que la construcción del mundo pero el autor debe llegar a un pacto entre uno y otro. Si el mismo mundo va a ser aprovechado para elaborar nuevas historias conviene respetar al lector y no cambiarle las cosas de una saga a otra ni engañarle. Un ejemplo visual de engaño lo tenemos en La guerra de las galaxias: las tres segundas películas enseñan unas naves diferentes a la trilogía original sin mayor explicación. También podemos hablar de los midiclorianos. Añadidos que hacen que esas dos trilogías puedan ser historias de universos diferentes.

Historias en las que la religión no es importante

Vestidos del Rus de Kiev.
La fantasía épica debe mucho estéticamente a la idea romántica que se tenía en el XIX sobre la Edad Media cuando muchas cosas atribuídas a la Edad Media realmente eran de la Edad Moderna. Básicamente tenemos ahí funcionando el cóctel de "desolación del norte" más "estética basada en el siglo XVI": caballeros con poco prácticas armaduras —no hay armas de fuego— cayendo en una emboscada de salvajes "escoceses" con la cara pintada que "conocen el territorio" y se acechan en la bruma del amanecer (después de escribir esto me doy cuenta de que así empieza Canción de Hielo y Fuego).

Miremos por donde miremos siempre —generalizo— encontramos el conflicto entre civilización y barbarie. Si nos vamos a unas coordenadas hispanas el conflicto no incluye a "bárbaros salvajes" porque aquí la romanización fue plena (no exactamente plena pero en comparación con la Britania del VI y su retroceso la diferencia en que me baso está clara).  El espacio donde existen los conflictos es compartido y entre pueblos o reinos el sustrato es fundamentalmente homogéneo.

Canecillos de la colegiata de San Pedro de Cervatos, s. XII.
Si la religión no desempeña un papel relevante el esfuerzo recae principalmente en la historia. Recordemos que se trata de fantasía épica: el conflicto debe implicar a la mayoría anónima que no habla en la historia. Esta opción puede que sea la más complicada de plantear porque las leyendas medievales de las que bebemos tienen todas un componente religioso.

Aunque a la historia no le haga falta profundizar en la religión es preciso esbozar algún aspecto religioso pues si el punto de partida mental es cierta idea medieval y en aquella época la religión determinaba aspectos fundamentales de la vida cotidiana, de los horarios y costumbres, en la ficción lo suyo es que también esto sea así. Puede que no estemos hablando de la influencia que tenía la religión en la antigua Roma o de la mezcla entre religión y estado de los imperios que nacen después de la misteriosa oscuridad tras la crisis del bronce (aquellos hiperbóreos para quienes el Dios del Antiguo Testamento era un progre hippy), pero algo tiene que mostrarse.

Historias en las que la religión sí es importante

Uno de los templos de Khajuraho, s. XII.
Estas serán la mayoría, espero. Si pretendemos una fantasía épica que beba de las fuentes medievales hispanas o de la post-clásica raíz común de los españoles de ambos hemisferios la religión tendrá un desempeño esencial. Si el conflicto de escala épica implica choques entre varios "reinos" puede que alguno de estos "reinos" —nunca deben ser dos porque nuestro público no come hamburguesas ni tiene cinco añitos— sea una religión organizada.

Oh, por cierto: religión organizada y religión no organizada. La religión no organizada no puede existir. Y esto es axiomático. Continúo.

La clave del conflicto épico bien puede ser religiosa: el control de una ciudad santa, un rey a favor de la heterodoxia (recordad el XVIII Concilio de Toledo, del que no sabemos nada y por eso podría servir como punto de partida para una historia fantástica), la guerra santa (el único tipo de guerra medieval de escala épica), etc. Que el origen del Gran Conflicto de Trasfondo sea religioso no quiere decir que los protagonistas de la historia estén hablando todo el día de religión. Una vez que hay guerra los motivos íntimos de los personajes que se apuntan voluntaria o involuntariamente a ella pueden ser diversos.

Detalle del templo budista de Wat Rong Khun, 1997.
La guerra suele ser una buena causa de promoción social o de rápido enriquecimiento (el botín es lícito). Recordemos aquellos plebeyos capaces de llevar un caballo a la batalla de su señor que eran recompensados con un título menor o poblaciones que por su resistencia al invasor eran recompensadas con un fuero y pasaban a estar bajo la protección directa del rey. Enriquecimiento y promoción social son tradicionales causas de envidia y resquemor. Las pequeñas rivalidades de ciudades vecinas (o barrios en ciudades grandes) que hoy vemos en el fútbol tiene su eco original en antiguas disputas que podían provocar muertes. La propia Bizancio ardió unas cuantas veces por culpa del fervor de la afición deportiva. Hoy cuando hay un partido de UEFA vemos a alemanes emborrachándose en las terrazas de Sevilla haciendo "la previa" del fútbol. Hace mil años un carro de fulanos del pueblo de al lado era una preocupante cuestión de seguridad que paralizaba una ciudad.

En este punto hay que luchar con la muy extendida y errónea idea moderna de que la religión era utilizada en tiempos pretéritos como "excusa". Según nuestros imaginativos historiadores contemporáneos las guerras de religión tendrían como causa real la búsqueda de unos objetivos temporales y nada religiosos (ventaja comercial, conquista territorial, etc). Nada más lejos de la realidad: la sociedad medieval no era tan prejuiciosa y temerosa de la magia como la sociedad moderna pero sí mucho más religiosa. Si ciertos comportamientos ponían el alma de alguien en peligro se cuidarían mucho de evitarlos. Esto es dificil de digerir pero si no se entiende no se logrará la visión de la historia más cercana a la historia que nos sea posible.

Santa Muerte. A la Legión le gusta esto.
Añadir que no dejamos de estar en el género fantástico y que por lo tanto la magia ocupa un lugar fundamental. Es ya terreno común presentar el mundo mágico de forma velada o en su atardecer. El ciclo artúrico que tanto influye en la fantasía anglosajona suele contarnos el retroceso de la magia druídica frente a la nueva religión cristiana. Este no será nuestro caso porque aquí no tuvimos un proceso de desromanización/descristianización. La magia por tanto no se enfrenta a la religión en un Conflicto Trascendental que se sitúa por encima del Gran Conflicto de Trasfondo. Al contrario, la magia puede ser un poder con el que cuente la religión.

Cuando se trata de asuntos mágicos lo importante es establecer límites, leyes, para evitar esos Deus Ex Machina que arruinan cualquier obra. La magia en ningún caso puede ser todopoderosa (regla de oro: cuanto más se respete la termodinámica mejor). Cualquier escenario hispano contará con cenobios y monasterios, esos lugares de contemplación y estudio que fueron islas de universalismo en un mundo particularista. La apuesta menos arriesgada es establecer una ínitma relación entre magos y monjes. Los monasterios podrían ser escuelas de magia. Y quien dice monasterios dice conventos. Conventos de hechiceras amazonas. O también los monjes ser guardianes de la magia: una magia recogida en viejos pergaminos de los antiguos (sí, de aquel Imperio de los Antiguos que dejaron ruinas en el paisaje y obras de ingeniería que no pueden ser reproducidas porque el mundo perdió su magia).

Conflicto Trascendental

Siempre hay algún griego más listo que tú.
Una forma de darle un regusto épico a una historia es dar a conocer al lector la existencia de un Conflcito Trascendental, es decir, un conflicto que involucre al mundo de lo divino, a planos de realidades alternativas, a dimensiones paralelas, etc. Los pequeños conflictos íntimos y el Gran Conflicto de Trasfondo (que se dirime en una gran batalla final, claro) formarían parte de movimientos de un conflicto todavía superior, de las cosas que van más allá de la comprensión de los hombres. Ejemplo de esto lo encontramos en la mitología griega: los dioses del Olimpo bebiendo néctar y moviendo los hilos mientras Prometeo las pasa canutas.

Como la religión (o religiones) es organizada, tiene existencia institucional y poder temporal, existen muchas posibilidades de que se haya "apartado del camino". Las entidades sobrenaturales (o la) tendrán así una excusa para establecer algún tipo de contacto entre el mundo sobrenatural y el natural. Esta comunicación se puede producir por el habitual método de sueños místicos, plagas, mensajeros alados o avatares.

Dependiendo de qué tipo de Conflicto Trascendental tengamos entre manos el lector y/o los personajes tendrán más o menos información. Puede que la invasión de los infieles sea reflejo de una batalla que tiene lugar en el plano trascendental. La victoria última sobre el invasor y su expulsión definitiva ¯\_(ツ)_/¯ vendría a culminar otra batalla de la que los mortales no son conscientes.


Y aquí un inciso porque si una religión organizada es funcional —y tenemos que suponer que lo es— las prédicas de agoreros y milenaristas no pueden ser puntos clave de la obra. El predicador que actúa solo, es tratado de loco y al final tiene razón... pues al final no tiene razón y efectivamente está loco. Mucho ojo con tomar el camino fácil de imitar la tradición protestante —sobre todo americana— de las pequeñas iglesias independientes. Aquí no ha lugar a eso más que para quitarles la razón, escarmentarlos y reconvenirlos. Enlazado con esto tenemos el concepto de "culto" o "secta", que carece de sentido dentro de nuestras coordenadas.


Diseñando religiones. La población

Ni siquiera en un mundo de fantasia el mundo es una pizarra en blanco donde las cosas aparecen de la nada. Existen múltiples sustratos y capas que van decantando ciertos componentes que llegan hasta el presente. Si en nuestra historia existió un "Imperio de los Antiguos" habrá que determinar hasta qué punto los seres del presente son conscientes de su existencia y qué cosas conocen de él. El pasado, las tradiciones antiguas suelen formar la base del presente aunque la gente no sea consciente. Puede ser necesario diseñar una religión de los antiguos que no será usada en la obra, hay que pensarlo.

La religión también depende mucho del público al que se dirige. Si asumimos que gran parte de la población se dedica a las labores del campo, la religión estará adaptada a la vida en el campo. Aparte de salvar almas (si es que existen en la historia), de explicar el origen y el fin del mundo (si es que los hay), de dar sentido a la vida y de dibujar la moral, la religión tiene un sentido práctico incuestionable: ayuda a medir el paso del tiempo.

Ojalá gente del neolítico espantando a garrotazos a esta chusma miserable.
La idea del paso del tiempo es un tema vital en la construcción de mundos. En la fantasía épica suele haber personajes muy conscientes del paso del tiempo: historias de miles de años son conocidas y relatadas como sucesos de actualidad. Los mitos son reproducidos a miles de kilómetros de distancia y tienen utilidad práctica para muiy diferentes gentes. Sin embargo el paso del tiempo tiene una faceta mucho más práctica en la vida diaria del campesino estándar: las estaciones, los periodos de siega y siembra, etc. Estas fechas del año siempre se vinculan a la religión ya que la religión tiene una función de holización antropológica (el manto de la religión cubre el calendario, la agricultura, el crimen, la educación, el ocio, etc.).

Nos tenemos que preguntar qué grado de sofisticación tiene una religión: ¿es una religión para un pueblo analfabeto y agrario o es una religión para una liga de ciudades comerciales? ¿Acaso es una religión que sirve a todos igual? Si la religión procura el universalismo (una religión de campesinos, reyes y burgueses) su grado de tolerancia será alto. Existe un compromiso entre lo tolerante que es una religión y la heterogeneidad de las personas que pretende alcanzar. En consecuencia, si se trata de una religión para una sociedad homogénea su grado de intolerancia será alto (ojo, hay excepciones como el tengriísmo mongol).

Habría que explicar cómo es posible la heterogeneidad poblacional y la homogeneidad. Un pueblo protegido por las montañas o un pueblo isleño lo tiene más fácil para lograr una homogeneidad que produzca una religión intolerante. La religión intolerante es un buen motivo para tener una sociedad hostíl al contacto exterior. Sin embargo, aquellos reinos que heredan el territorio del Imperio de los Antiguos tienen un sustrato de universalismo o la "idea" de formar parte de un todo mayor. Ah, pero nunca hay que olvidar que no existen los teléfonos (salvo algún instrumento mágico cuyos guardianes se cuidarán mucho de no revelar). En los reinos homogéneos la homogeneidad hay que trabajarla y ahí la religión organizada cumple una función importante: más allá de lealtades temporales existe una lealtad trascendental y una jerarquía a su servicio. El trabajo de homogeneización se puede lograr mediante reuniones de prebostes religiosos y/o mediante la reproducción de libros canónicos (en el segundo caso habría que dedicar recursos a la persecución de libros apócrifos y quien dice persecución no dice necesariamente censura, sino rdiculización, por ejemplo).


La religión organizada nos plantea un problema de escala. En demasiadas historias de fantasía épica cada reino tiene su religión (y a veces cada reino tiene su religión, su lengua, su paisaje y su raza), pero si la misma religión es compartida por varios reinos los motivos de conflicto no pueden ser religiosos, excepción hecha con las herejías. ¿Qué ocurre si un reino oficializa una herejía? Todos los demás dejarán a un lado sus diferencias para hacerlos picadillo. A mí personalmente me gusta más cuando el conflicto religioso se produce entre religiones inmiscibles. Cuando explicaciones del mundo son tan distintas que no pueden coexistir. Cuando la afirmación de unos supone la negación de otros. Igual que no caben dos soles en el cielo no caben en la tierra Darío y Alejandro.

Cuidado con un problema que puede surgir: si una religión es muy extensa y cubre a gentes muy distintas, su grado de tolerancia puede ser tan alto que no conozca otras religiones que no sean incompatibles. Puede aparecer la aberrante idea de armonía que encontramos en la tradición china o el sincretismo total de la religión romana. Es decir, un reino muy grande no tendrá demasiados motivos para la guerra religiosa.

Diseñando religiones. La ley


Comunicación intergeneracional de mitos, rituales de socialización, aproximación a las verdades (conocimiento) por revelación,... La religión cumple muchas funciones pero donde más impronta deja es en la formación de una moral. Códigos de conducta no escritos que son leyes aceptadas por la gente. Si está "bien visto" dar limosna, los mendigos pedirán limosna (si no, no habrá mendigos pedigüeños). Si está "bien visto" curar a los enfermos, los enfermos no serán repudiados.

Realmente aquí hay poco que decir porque asumo que el autor —por muy rebelde que sea y al margen de lo que crea que cree— come sopas de moral católica a dos cucharas. Si se quiere buscar el exotismo habría que acudir a referencias que nos son extrañas: una moral basada en la economía nacional (que sea moralmente deseable que el reino no contraiga deudas), una moral basada en la superioridad de un tipo de persona sobre el resto (la mujer sobre el hombre, por ejemplo) o una moral que compartimentalice a la sociedad y que cada miembro sea muy consciente del lugar que ocupa y lo que se espera de él (moral marxista).

Aquí las normas de conducta derivadas de la religión tienen mucho que ver con el tipo de sociedad que queramos diseñar. Para una sociedad basada en la rapiña será virtuoso hacer campañas de ataque y botín (norteños). En una sociedad esclavista será virtuosa la lealtad del esclavo hacia su amo (Roma). Etc.

El comportamiento moral sólo destaca en oposición o comparación a otro comportamiento moral. Lo que para unos es lo esperable para otros es aberraciíon a evitar. Esto tiene implicaciones muy interesantes a la hora de jugar con los personajes. A mí me gusta mucho la figura poco explorada del malo que no tiene maldad. Hace cosas que son malas pero que para él no son malas en una escala que va desde los insectores del Juego de Ender hasta el dios ciego e idiota Azathoth de la mitología Lovecraftiana. En demasiadas ocasiones nos encontramos con personajes malvados que no tienen sentido, para evitar esta infantilización innecesaria acudimos a la construcción de morales (excepción hecha cuando no existe una moral, como en el caso de Azathoth).

No confundir el enfrentamiento entre morales incomunicadas con la escala de valores que en cada momento y lugar son cambiantes. Una moral se puede basar en varias virtudes y las personas siendo conscientes de estas virtudes desarrollar una escala de valores o de comportamientos más deseables que otros. La diferencia en la escala de valores lleva a conflictos dentro de la sociedad homogénea (incluso dentro de la sociedad que forma la tripulación de un barco). Es más, los valores pueden cambiar con el tiempo: un personaje que en su juventud buscaba evitar conflictos, en su madurez puede aceptar el conflicto y meterse de lleno. Muerto el viejo rey, el nuevo rey (elegido por la corte, no heredado, recordad que nos basamos en la Edad Media) puede tener unos valores diferentes.

Diseñando religiones. La estética


Paradójicamente lo menos importante es a lo que más importancia se le da en las guias anglosajonas de construcción de mundos. Símbolos, nombres, colores, ropas, arquitectura y ritos realmente son lo de menos. Estas cosas vienen determinadas por los recursos naturales disponibles (granito, madera, adobe, lino, lana, algodón...), el nvel tecnológico (poleas, ruedas, grúas, hornos...), el mestizaje (zona geográfica, reaprovechamiento de tecnología antigua...) y la necesidad (sacrificio de exceso poblacional, de inútiles, etc).


Aquí nos podemos hacer algunas preguntas: ¿la clerecía tiene poder temporal (signos externos de opulencia, templos-palacios)? ¿El grado de introducción en una religión conlleva signos personales externos (los musulmanes que completan el Hajj pasan a tener un sobrenombre y hay frailes que llevan tonsura)? ¿Los templos tienen alguna función astronómica (el momento del año suele determinarse por la posición de las estrellas y el sol (o soles))? ¿El dios o los dioses de la religión tienen forma humana? ¿Se pueden representar? Como digo, esto es lo de menos y ya responde al criterio estético que se busque.


jueves, 4 de febrero de 2016

Hacia un gobierno indefinido

El secretario general del PSOE dispone de un mayor margen de maniobra parlamentaria que sus homólogos de otras formaciones. Sin embargo esto no se debe a una mayor capacidad de regate político ni a una posición de partida flexible. Si la gente piensa que el PSOE tiene dos grandes alternativas sobre las que elegir es porque el PSOE está instalado en la indefinición.

Ronda de consultas del secretario general del PSOE. El francés es optativo.
El problema rebasa las fronteras del partido. Cuando en Europa un partido laborista o socialdemócrata gobierna, su política es indistinguible de la de sus compañeros conservadores o liberales. Sí hay ciertos detalles de la política cualitativa que como el color de los escaparates da una noción de diferencia, pero en las grandes cuestiones no encontramos diferencias de peso.

Aunque un factor importante, que el consenso internacional en política económica haya abandonado las posiciones keynesianas no es determinante. En Europa hace años que una gran mayoría se decantó por un proceso de construcción europea que conlleva un inevitable vaciamiento de la soberanía de los estados miembros y sin un control total de la moneda y fiscalidad de un país los socialdemócratas sólo pueden subirse a una carroza el día de la procesión de la Paz Mundial Verde Multicultural porque eso es algo que no harán los conservadores.

Un problema de perspectiva que creo arrastramos desde hace tiempo es que nos miramos demasiado el ombligo. En esto tiene que ver la permisividad con que nuestro sistema político actúa con partidos extravagantes que deambulan sobre el límite de lo legal. El ombligo español está lleno de pelusillas la mar de entretenidas. El caso es que sales del país y a nadie le importa estas cuitas internas. Se produce cierta desconexión con las modas políticas continentales y quizás por eso se mira con las lentes de un zoólogo lo que aquí sucede. Cualquier bávaro gordito que leyera el resultado de las elecciones españolas al día siguiente pensaría en una gran coalición que se formaría en quince minutos y a otra cosa. Pero no. Somos especiales. En lo efímero encontramos la eternidad. En el detalle particular la universalidad. El mundo empieza en los Pirineos. Y no nos pasa sólo a nosotros.


El vendedor de camisas del Cortinglés más conocido a este lado del Misisipí recibe la orden de su monarca de lograr apoyos para formar gobierno. Es como una actualización bastarda de aquel cuento del zar y la camisa ("sólo la camisa de un hombre feliz curará mi aflicción, pero el único hombre feliz no tiene camisa"). Este individuo del PSOE tiene tres opciones. La primera es inmediata: lograr el fracaso de la investidura para buscar nuevas elecciones (hay formas de cumplir esta opción de las que no salir escaldado, así que es una opción abierta). Luego están las otras dos opciones que son la comidilla de los Ocaño y Abadillos que parasitan las oficinas que antes llamábamos redacciones y que hoy se dedican a reproducir notas de agencias porque total el pescado queda igual de envuelto.

Hablar con el PP

La piedra más grande que obstaculiza al PSOE formar gobierno la pone el PSOE al no querer compartir ni un triste café bebido con el PP. Aplicar un cordón sanitario al principal partido del país es algo que no se puede entender salvo si uno vive en el maquis mental.

Lo raro del asunto es que mientras el PSOE dice a todo el que todavía le escucha que no buscará al PP de ninguna manera, sondeó al PP discretamente para al menos obtener su abstención. Con tan solo la abstención del PP y a poco que le voten positivamente pequeños grupos la investidura estaría asegurada, pero no, mola más el maquis.

Es que el PP es muy corrupto, dicen. Si esa es la razón para no hablar con un partido político, el PSOE debería transformarse en una escuela de surf e instalarse en Puket. Es que no están de acuerdo con la política llevada a cabo por el PP la pasada legislatura. Es que si estuvieran de acuerdo serían el mismo partido. And so on. Al final del día lo único con lo que me quedo es que no hablan con el PP porque es pecado.

Dicen que el trágala
es insultante;
pero no insulta
sino al tunante.
Y mientras dure
esta canalla
no cesaremos
de decir trágala.
Es curioso que en su nube mental el PSOE no vea contradicción entre esta falta de respeto a los votantes del PP y el hecho de sentarse a hablar con Ciudadanos, un partido más o menos de izquierda votado por gente más o menos de derecha. ¿Cómo cree que le sienta a los votantes de Ciudadanos el cordón sanitario al PP? Ciudadanos es un partido que nace para denunciar la deriva reaccionaria de los trabucaires y que crece defendiendo la idea de reforzar los lazos comunes que comparte la centralidad política. Si la relación del PSOE con el PP es de oídos sordos, Ciudadanos se pone en una posición complicada al no poder aceptar esta postura (al contrario también funciona esto: C's no puede aceptar que el PP se niegue a hablar al PSOE, aunque hoy no es el caso).

Desde otro punto de vista —el de Rajoy y el de varios representantes del PSOE— se puede objetar que es el PSOE el que tiene que aceptar una posición subordinada en cualquier acuerdo con el PP al ser este el partido más votado, etc. Esto está descartado porque el Rey propone a un tipo del PSOE, luego es este partido el que aun en minoría no puede subordinarse al PP. Esto Rajoy no lo entiende, como tantas otras cosas como la función zeta de Riemann.

Hay un motivo último, que de ninguna forma aceptará confesar el de las camisas, para no hablar con el PP. Se trata de evitar la imagen de PP y PSOE juntos sonriendo a las cámaras. Según los cerebros burbujeantes de Ferraz eso marcaría la línea política de la diferencia —la "trinchera" o placa tectónica— entre PP y PSOE juntos y otros —los organismos extremófilos— que vienen detrás y que las encuestas ya ponen por delante.

Los amantes del nepotismo estarían encantados con esa imagen de PP y PSOE juntos pues situaría la contienda en un ellos y un nosotros. La infinita ambición de poder y la visión de la política como una continuación de la guerra por otros medios que tienen los cambiacalles implicaría que algo así los convertiría en oposición, es decir, alternativa.

Se puede estar de acuerdo o no con esta imagen y con las consecuencias de una mayor polarización de la política española pero esto en todo caso es asunto del PSOE que tendrá que explicarse a sí mismo qué quiere ser de mayor. ¿Hay un espacio entre la posición liberal, de construcción europea, de no llamar nazis a los policías por una parte y los xenófobos que votan con Le Pen y reaccionarios medidores de cráneos por la otra? Si la hay ese es el espacio que tendría que ocupar el PSOE. Amigo pero eso implica empezar a ser fiable con la idea de país y dejar de coquetear con la rama de Hezbolá en España y con los particularistas de cada parroquia.

En "hablar con el PP" coloco la posibilidad de obtener votos afirmativos de C's y la abstención del PP, no parece que vaya a darse el caso. Incluso les valdría con los votos afirmativos de C's, la negativa del PP y la abstención del resto. No parece que pueda darse el caso por la posición antagónica de C's y ese resto.

Hablar con la cuadrilla de Pepa a Loba

La infame coyunda ominosa.
La otra forma de conseguir la investidura pasa por las meonas y asaltacapillas. El PSOE tiene experiencia con esta gente porque ha preferido en muchos lugares pactar con estos para impedir que el malvado PP gobierne. El PSOE puede lograr la investidura en primera votación si consigue el voto afirmativo de Pablemos, IU, Compromís, ERC y PNV. ERC dijo que no apoyaría al PSOE si no van juntos a buscar reliquias al Tibet e IU propone para empezar a negociar cargarse el Pacto Fiscal Europeo. Esto lo puede hacer el PSOE pero a su vez tendrá que ceder gran parte del gobierno a la banda del bate de Al salir de clase. Muchas cesiones, ¿puede arrastrase tanto el PSOE con tal de gobernar? Puede, páter. Ese escenario crearía un gobierno muy poco representativo por lanzarse al monte.

El PSOE podría tratar de conseguir el apoyo de Pablemos e IU y la abstención de C's. O el apoyo de C's y la abstención de todos menos el PP. En cristiano: que le apoye C's y se abstenga Pablemos o que el apoye Pablemos y se abstenga C's. Aquí la movida está en que no se puede dar "mucho" a uno de ellos y un poquito al otro. C's y Pablemos son antagónicos. C's y Pablemos representan los efectos de la Ley de Duverger entre los menores de 60 años.

Conclusión

La indefinición del PSOE es una llave que abre puertas para hablar con gente muy distinta. El problema es que todas esas puertas les llevan a buscar necesariamente piruetas políticas que en cualquier caso desembocan en gobiernos débiles, paralización legislativa y bloqueo. Es decir, si el PSOE se empeña en hacer un cordón sanitario al PP, liderará el gobierno menos líder y más corto (de tiempo, malpensados, jeje) de nuestra segunda restauración.