El imbécil de marca mayor, el tonto con pedigrí de tonto que se levanta por la mañana (o a mediodía) y descubre el Mediterráneo. Repitiendo incesantemente las mismas palabras y silogismos, ideas basdadas en el mito, el prejuicio y la superstición ante los que debemos enfrentar aporemas igualmente manidos, algunos empleados siglos antes de la encarnación de Nuestro Señor Jesucristo.
![]() |
Cincinato abandona el arado para dictar leyes a Roma (de Ribera, creo que está en el Museo del Prado. Nótese la actitud funcionaril de los líctores). |
Cuando contrapongo lo universal a lo efímero —suerte de dualidad probablemente herencia del universo referencial que nos rodea: un universo de imágenes e ideas orientales: nuestra religión, matemáticas, ciencias y cultos son esencialmente moros— no estoy emulando a Knut Hamsun ni a los neo-románticos. La nostalgia de lo universal precede al romanticismo: así la hallamos, por ejemplo en las Églogas de Virgilio. Es natural apelar a la casa de nuestros padres, nada extraño hay en ello.
"Oh vosotros que giráis el timón y miráis a barlovento, Pensad en Flebas, que una vez fue apuesto y alto como vosotros" (en la imagen, monasterio de Santa María de Rioseco, Burgos). |
El bien, sin embargo, no rima (o no rima tanto). El bien está escrito en prosa salpicada por ecuaciones que explican el comportamiento del universo. El bien suena al arranque de un motor espacial, huele a combustible quemado y destella como la explosión de una supernova. El traqueteo del tren, el empuje del motor a reacción y el haz de luz láser los encontramos prometidos en el libro del Génesis, capítulo dos versículo 19. Ponerles nombres a los animales es una de las cosas más serias que hay porque a partir de ahí el hombre se distingue de la naturaleza y la historia que realmente importa —la que decía el hobbit— puede comenzar.
![]() |
Mural de la industria de Detroit (Diego Rivera). |
Y en éstas estamos, este es el espíritu de nuestro tiempo: la pérdida de tiempo que implica explicar lo innecesario que es responder a preguntas que nadie ha formulado. Ciñámonos a seguir preguntando y recetemos desprecio para los que bailan como indios alrededor de hogueras.
En resumen: como no vamos a recuperar el tiempo invertido en refutar a idiotas, al menos pasémoslo bien en el proceso.
![]() |
El norte no olvida. |
2 comentarios:
Demasiadas alforjas para tan poco viaje no?
O sea, para decir que aguantar a los trolls es un coñazo y una perdida de tiempo no hacia falta tanto creo yo.
Muy buen artículo. Y sí, tal vez habría sido más económico decir que aguantar a los trolls es un coñazo, pero a Pablo le ha quedado mucho más elegante. Si lo hiciese de la otra forma, no merecía la pena leer este blog. ;-)
Publicar un comentario