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Este es un zygon, pero para un progre puede ser un refugiado de Sudán del Sur. |
Se cumplen cinco años y medio desde el terremoto de Haití y cuatro años desde que Forges se olvidó de recordarnos que no nos olvidásemos de Haití. Hoy ese país sigue sin recuperar ni siquiera su situación calamitosa previa al terremoto y si preguntas a un progre seguramente la culpa sea tuya.
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Ah, la merma. |
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Tras cinco años de ayuda solidaria Haití está peor de lo que estaba inmediatamente después del terremoto. Para lavar sus conciencias —pues al fin y al cabo hablamos de egolatría y de pomposos programas teóricos de ayuda que sobre la mesa de un despacho con aire acondicionado pintan de maravilla— publicistas de las ONG presentan listas de objetivos cumplidos: la construcción de tal hospital, el reparto de tantas tiendas de campaña, etc. El problema es que no tenemos forma de saber si eso que nos cuentan es o no verdad y, si lo es, si realmente sirve para algo.
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Fe: creencia que se da a algo por la autoridad de quien lo dice o por la fama pública. |
El caso es que algunos gringos comenzaron a aplicar la accountability a las ONG que operan en Haití y se encontraron con resultados que no veremos en las viñetas de Forges: con los casi 500 millones de dólares que recaudó la Cruz Roja Americana para Haití, se construyeron seis chabolos.
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Probablemente este señor no se lava las manos, pero no nos importa porque lleva un casco de color azul. |
Todas estas cosas a su vez crearon nuevos problemas. El flujo de dinero de la Cruz Roja Americana se controla desde Washington y ante la incapacidad de trabajar in situ deciden "subcontratar" a otras ONG solamente para darse cuenta al cabo de unos meses de que el dinero ha volado. Más aún: los exorbitantes sueldos de los directivos de ONG que están en Haití han creado a una nueva clase alta de extranjeros en Puerto Príncipe que acaparan una importante parte de los recursos, que llegan y se van del país en el mismo día. Los extranjeros ricos de las ONG sorprendentemente no tienen su dinero en bancos haitianos (oh qué sorpresa). Con esto el país sigue sin capitalizarse, que es un concepto malvado para los pijiprogres, pero una condición sine qua non para la reconstrucción.
Se produce además una paradoja muy curiosa en la ex-colonia esclavista francesa y es que Haití se ha convertido en estos últimos años en el país con los servicios sociales más privados del mundo. Con un gobierno débil, corrupto e incompetente, toda ayuda social haitiana se canaliza a través de organizaciones privadas —ONG— que no responden al mandato politico de los ciudadanos haitianos ni tienen que rendir cuentas ante sus instituciones, pero sí dependen de otros estados.
Lo lamentable del caso de la Cruz Roja Americana —no confundir con otras organizaciones de la Cruz Roja: la española sí ha completado proyectos y parece útil— es que evidencia una vez más que no nos importa a dónde va el dinero público, ni el cumplimiento de objetivos y además dan mala fama a las organizaciones que sí parecen útiles ya vengan de otros países o de organizaciones religiosas.
1 comentario:
No es exactamente lo mismo pero en europa, mientras no paraba de aumentar el paro se gastanron 1 billon de euros en politicas de empleo.
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