- El señor de los anillos es una historia argumental: el protagonista viaja del punto A al punto B. Todas las batallas y avatares que suceden detrás del protagonista quedan en un segundo plano, no forman parte del argumento. Viajar de A a B es uno de los argumentos clásicos más repetidos en la literatura desde los tiempos del viejo Homero.
- Canción de Hielo y Fuego sin embargo, es una historia de situación. Esta saga carece de argumento, sólo existe el escenario, la situación. O dicho en otras palabras, el conjunto de reglas que limitan a los personajes.
En los dos modelos de historias surgen los conflictos que hacen pasar páginas al lector. En el primer caso tenemos a quienes tratan de impedir que Frodo llegue a su destino (y no sólo malvados enemigos salen a su paso, sino que él también llega a ser su propio enemigo por momentos). En el segundo caso los conflictos surgen de las propias reglas internas del mundo: los Otros en el norte, la loca política que funciona en ese mundo y sus locas estaciones.
Es muy paradójico que El señor de los anillos sea la historia que marque el canon estándar de la fantasía épica, cuando la fantasía épica es un género que se distingue por el world-building. Desde luego que la Tierra Media es el ejemplo canónico de world-building, pero sorprende que ese mundo no influya en esa historia. El argumento de ir de A a B puede situarse en cualquier otro tipo de mundo.
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Hoy esto no funcionaría. |
¿Ejemplos de estos dos tipos de historias en la ciencia ficción? Las películas de La Guerra de las Galaxias y Starship Troopers respectivamente. La primera es una historia argumental: rescatar a una princesa y de bola extra destruir el castillo del malo. La segunda es de situación: hay bichos.
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¡Hodor! ¿Hodor? |
La incapacidad de crear personajes que afronten algún conflicto solamente puede ser resuelta por estos autores si en lugar de una historia escriben… una guía para juegos de rol para su mundo. Pensadlo de esta manera: si el autor es incapaz de escribir una historia pero es bueno con el world-building, ¿para qué tiene que crear una historia? Que deje sus reglas y sus descripciones como un compendio no argumental. Problema: el número de lectores potenciales se reducirá de forma extrema (un libro que nadie lee es un desperdicio de papel, un cuadro que nadie ve es un trasto, una canción que nadie escucha simplemente no existe. El arte necesita a un receptor tanto como a un creador).
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Hay que meter al lector en la historia, pero no pasarse. |
Los malos molan más porque el autor ha fallado
Lo que nos lleva a un lugar común de estos géneros: en muchas ocasiones los villanos nos atraen más que los héroes. ¿Por qué? Pues porque en esas historias los villanos se mueven y los héroes reaccionan ante el movimiento del villano. Darth Vader hace cosas, Luke Skywalker reacciona ante lo que hace Darth Vader. Es demasiado común que el héroe se conforme con el statu quo (Ned Stark, Obi Wan, Frodo Bolsón) y el villano no (Meñique, Darth Vader, Sauron). En pocas ocasiones un autor inspirado podrá darle la vuelta a este planteamiento tan común, por ejemplo, en Pensad en Flebas el protagonista trabaja para los malos.
Curva de aprendizaje
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Espero que la morena no acabe siendo la bárbara incivilizada y el nerd no acabe siendo el mago. |
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¡Ahora lo entiendo todo! |
Antes de extenderse estos géneros al gran público (básicamente un fenómeno que comienza a finales de los 70 cuando Hollywood decide meter a paladas a ociosos adolescentes en los cines), no era raro que los libros tuvieran un prólogo explicativo de las reglas del mundo. Este prólogo puede ser una cronología, un mapa o simplemente un texto explicativo con algunas de las reglas del mundo. Es curioso cómo según las convenciones del género se han extendido, estos prólogos dejan de ser necesarios. Es decir, el lector es víctima inconsciente del momento en que lee. El autor puede decidir escribir como escribía Pascual Enguídanos o Jack Vance, pero el lector no le perdonará.
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Cuidado con tomar atajos. |
Cuando un género cambia, cuando una costumbre artística cambia, nadie avisa en los periódicos (es más, el viento de cambio suele ser advertido de forma indirecta, por ejemplo en este blog o en fanzines sin comunicación que llegan a las mismas conclusiones al analizar el ambiente). Si te enteras del cambio por lo que dice un dominical, es que ya has llegado tarde.
No sé exactamente qué quería contaros con todo esto pero hasta aquí hemos llegado.
Más:
- Escenario de fantasía desde referencias hispanas
- Escenario de ciencia ficción desde referencias hispanas
2 comentarios:
¿Por qué no al revés?
Juego de Tronos es una historia argumental: la protagonista (rubita, Dany) viaja del punto A (desierto) al punto B (trono de hierro). Todas las batallas y avatares que suceden detrás del protagonista quedan en un segundo plano, no forman parte del argumento. Viajar de A a B es uno de los argumentos más repetidos en la literatura desde los tiempos del jovencísimo Homero...
El Señor de los Anillos (bueno, la saga de la Tierra Media) sin embargo, es una historia de situación (la tierra media, un continente imaginado con sus razas, sus ciudades y su historia). Esta saga carece de argumento, sólo existe el escenario, la situación. O dicho en otras palabras, el conjunto de reglas que limitan a los personajes.
¿Por qué mola más Juego que el Hobbit? Bueno, desnudos aparte, creo que ele secreto está en los personajes. Desde el principio de la historia de los anillos todos tenemos muy claro quienes son los buenos y los malos: Frodo es bueno, Saurón es malo (y feo). En la carrera por el trono de hierro no está tan claro: Tyrion que es el bueno está todo el día borracho, abofetea niños y mata a su padre; la rubita que es buenísima, crucifica a gente; la reina madre (de John Connors) que es malísima al final da un poquito de pena...
¿Alguien que tenga algo que aportar?
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