viernes, 3 de octubre de 2014

Contrata a quien quieras

La nueva inquisición, que adquiere la forma de una imprecisa turba de demagogos, la ha tomado esta vez con una señora por decir que prefiere contratar a mujeres de 45 años antes que a mujeres en edad de quedarse embarazadas (textualmente: «yo prefiero una mujer de más de 45 años o de menos de 25, porque como se quede embarazada nos encontramos con el problema»).


Danger, Will Robinson, acabas de tocar donde duele. Ipso facto, todo el mundo quiere fusilar a esa señora por decir palabras prohibidas en la lengua de Mordor. Vox populi, vox dei, esta señora no puede decir que no quiere contratar a embarazadas. Penitentiam agite, ¿a dónde vamos a llegar? De pronto todo el mundo es empresario y sabe todo lo que tiene en la cabeza un empresario a la hora de decidir contratar a una u otra persona. Genial. La turba ha decidido, venga, recoged que nos vamos. Ya está. A esta señora se la envía a una isla en medio del océano y santaspascuas.

De lo que se trata aquí es de la infinita capacidad para la hipocresía que tiene el personal. Enseguida la polémica se ciñó al tema de contratar embarazadas. Realmente lo que nos debería de preocupar es otra cosa: que todo el mundo ataque a una persona por decir lo que piensa. Además, por decir algo razonable.

Sobre no contratar a chicas en edad de quedarse embarazadas

Cartel del partido Conservador para las elecciones del Reino Unido de 1910.
Está comúnmente aceptado que es una guarrada discriminar a embarazadas en los puestos de trabajo. En lo que la gente no cae es que el empresario —el empresario serio, que mira por su negocio— es por definición el ser que menos discrimina del mundo. Si es la persona adecuada para el puesto y está de acuerdo en las condiciones de trabajo (salario, jornada, extras...), ya puede ser arzobispa vudú de la Iglesia Vegetariana Lésbico-comunista-Afrodiversa que esa persona va a ser contratada al margen de las ideas que tenga el empresario. En una situación normal el debate se acabaría aquí.

Ah, pero no estamos en una situación normal. Entre empresario y trabajador se entrometen agentes externos: el primero el gobierno, que más o menos te dice por dónde tiene que ir esa relación laboral (y para algunos casos no niego que esa intromisión pueda ser deseable: puede haber casos de explotación de dementes o de gente en necesidad extrema y a mí no me gusta que se abuse de una posición de fuerza excepto si es para acabar con terroristas). El segundo agente es "la sociedad", que se involucra a través del gobierno, dotando de facultades al legislador más allá de sus fines naturales que son los relacionados con guardar el orden. Debido a "la sociedad" el empresario que deba contratar a alguien y tenga dos currículums, uno de una embarazada y otro de una chica que debido a una operación no puede quedarse embarazada, tiene que contratar a la embarazada para no discriminarla. En esta situación deseable para "la sociedad", se está discriminando a la pobre chica que no puede quedarse embarazada y que no sabemos si tiene más necesidad de ese trabajo que la embarazada. Es decir, aparece la hipócrita política antidiscriminación que realmente es una política discriminatoria.

Esto todos los días. Durante los últimos cien años y de forma ininterrumpida.
Evidentemente se puede dar el mismo caso en el otro sentido: dependiendo del empleo del que se trate, igual al empresario le interesa contratar a una embarazada. Y no me voy al ejemplo de trabajar de modelo para ropa pre-mamá, donde se está discriminando a los varones de más de cincuenta años y nadie dice nada (dependiendo de lo que diga "la sociedad" hay discriminaciones que valen y otras que no valen). Me voy al ejemplo de aquellos casos donde al empresario en igualdad de condiciones prefiera a la embarazada porque igual piensa que una madre puede ser más responsable y madura que una persona sin hijos. Es más, una madre que acaba de dar a luz hará todo lo posible por mantener su puesto de trabajo y se esforzará en tratar de mejorar su posición dentro de la empresa porque egoístamente pensará en la seguridad futura de su progenie.

Ah, pero "la sociedad" cree que un empresario no es capaz de tener esto en cuenta y que siempre va a hacer cosas malvadas porque los empresarios son por definición —democrática— seres malvados. El problema que veo yo aquí es la idea mítica de empresario que décadas de antiliberalismo, anticapitalismo y propaganda filocomunista han propiciado en varias generaciones. El problema es que el deporte nacional es cagarse en los empresarios. Y cuanto mejor sea un empresario, más malvado será.

Existe un extendido mito sobre la idea de empresa. "La sociedad" no tiene mayor problema con la churrería de la esquina, pero si lo tendrá con Mercadona o Inditex. Cuanto más grande sea una empresa, una persona normal sabe que más seguridad tienen su trabajadores, más extras disfrutarán y en general tendrán mejores condiciones de trabajo y más seguridad en su empleo, pero "la sociedad" pensará que esa empresa es más malvada. Existe una relación maligna en el magín popular entre éxito económico y M.A.L.


Por eso también todos los políticos que quieren ganar votos hablan de "ayudar a las pymes". Y así nos va. En las pymes el trabajo es mucho más inseguro, los sueldos más bajos y las posibilidades de promoción y formación infinitamente más escasas que en las grandes empresas. Si te preocupan de verdad las condiciones de trabajo en este país y la disparidad salarial, empieza a lavarte la boca cada vez que menciones a una gran empresa. 

Y aquí entra nuevamente la hipocresía. A toda institución de este país encargada de "velar por los intereses de los trabajadores", le importan una mierda los intereses de los trabajadores (y aunque le importaran sería imposible meterse en la mente de todos y cada uno de los trabajadores). En España, velar por los intereses de los trabajadores significa vivir del erario público en un extraño amancebamiento que chupa de la teta del presupuesto público. Sindicatos, patronales, mesas de diálogo social y otros, forman una estructura público-privada cuyo fin real es mantener los privilegios de los socios de su club. Y por eso es normal que se denigre a los empresarios y que tengamos leyes laborales propias del corporativismo fascista de los años 30.


Y la gente luego te viene llorando "¿por qué tenemos un puto paro crónico de la quinta parte de la población activa? ¿Por qué arrojamos cifras laborales propias de un pantano arrasado por armas químicas?". La respuesta a esa pregunta —igual que decir que no vas a contratar a una embarazada— nadie la quiere oír: en este país se ha confundido proteger al trabajador con joder al trabajador. 

Si la mitad de las energías que empleamos para que quien ya está trabajando no pierda su trabajo (por muy inútil o improductivo que sea), las empleáramos para que la gente accediese al trabajo (ya sea primer trabajo o reenganche laboral), quizás tendríamos alguna buena noticia. Pero para lograr esto hacen falta grandes empresas y multinacionales. Y para tener grandes empresas hace falta dejar crecer a las empresas y alejarnos de un ambiente anti-empresa y anticapitalista. ¿Por qué en la tele a todas horas en cualquier canal siempre hay algún analfabeto que en su vida ha tenido una empresa dando lecciones sobre cómo llevar una empresa? ¿Por qué después de miles de millones de euros robados y con muchos de sus dirigentes procesados por la justicia seguimos escuchando a sindicatos que sólo representan sus intereses? Los sindicatos se han cargado lo bueno que tenía el trabajador organizado con sus compañeros (la libre asociación de los trabajadores es uno de los grandes inventos del capitalismo y debemos de estar orgullosos). Y lo han hecho con ayuda.

Eterno retorno.
En España tenemos un paisaje laboral que haría llorar de alegría a Mussolini. Pero esto no lo oímos en la tele, preferimos el monotema de la semana y a otra cosa.

Rush - The trees:




10 comentarios:

Triste figura dijo...

En una pais que tiene un problema de reemplazo de generaciones de la magnitud del que tiene España urge encontrar una formula que no incite a las mujeres a no tener hijos. Si usted encuentra una formula liberal mejor que mejor pero por de pronto lo de "contrata a quien quieras" que a usted le parece tan gracioso es justo lo que se necesita para que tres o cuatro decadas España sea un gigantesco tanatorio. Un tanatorio sin enfermeros.

Conoce usted aquello de pan para hoy, hambre para manyana. Pues eso.

Unknown dijo...

Triste figura, creo que NO se ha enterado de nada.
Asume que la empresa tiene que asumir el coste de la política social ... y no reaccionar para evitar ese coste. Eso es antinatural.
Me cuentan que hay países civilizados donde las madres tienen TRES AÑOS de baja laboral PAGADA POR EL ESTADO.
Ah todos esos consejeros,asesores, liberados, peculiares ONGs, ayudas al carbón, y en general a cualquier actividad con tal que sea ruinosa ...cultura, ciudad de la cultura, aeropuertos fantasma, desaladoras paradas ...

Resulta que no nos dejan dinero para hacer política social y la que hacemos, es contraproducente, como le acaban de explicar en el artículo que con tan poco acioerto intenta rebatir.

Unknown dijo...

Triste Figura: lo que no te das cuenta es que esas medidas tan bienintencionadas, tienen como consecuencia el resultado contrario.

Un empresario arriesga su dinero y su esfuerzo en una empresa. Quiere que quien trabaje para él (en quien invierte un dinero y de quien depende parte de su futuro) sea el óptimo para el puesto, sea mujer embarazada o no. Pero si necesitas a alguien trabajando una serie de horas, puede llegar a ser un desastre que tu trabajador acuda sólo unas horas (porque puede optar por reducciones de jornada, por ejemplo) y perder ese tiempo o, tener que contratar a otro para cubrirlo; y lidiar con las consecuencias laborales, administrativas y legales de todo ello...

Lo lógico es que el empresario haga todo lo posible por evitarse esos problemas, porque se está cargando en quién proporciona el trabajo, la carga de decisiones personales de otros.

Porque de eso se trata, de cargar el coste de decisiones personales, en las espaldas de otros. En este caso de los empresarios. Porque está extendida la idea de que como el dinero en una empresa se crea mágicamente, no pasa nada. Se le pueden poner todas las dificultades que se nos ocurran, y hacerles pagar nuestros deseos. El negocio surge solo, y el dinero estará allí siempre.

Luego se reducen plantillas, se cierran empresas, y hay que ver lo malo que es el empresario, que quiere dejar a tantas familias en la calle.

Teseo dijo...

Se nota que la Oriol tiene seis hijos y pasa de los 45 años (y de los 50 años, oiga). Si hubiera dicho " en Estepaís es una putada para un empresario contratar mujeres entre 25 y 45 años porque pierden muchas horas laborales" el malo sería el gobierno. Los gobiernos.

Es curioso cómo daban las noticias los periódicos en la remota antigüedad. Un paisano (MA Revilla) da una conferencia sobre Europa en un chiringo (Jefatura local del Movimiento) el viernes y asiste numeroso público. Con leer el titular ya sabes el qué, quién, dónde y cuándo. Hoy en día el titular sería "MA Revilla, Europa no mola" y tendrías que leer el artículo entero para enterarte de algo.

Triste figura dijo...

Vamos a ver. Supongamos que estamos en un barco en el que vivimos y hacemos negocios. Sin embargo algunos para optimizar su negocio practican agujeros en el casco. Desde su punto de vista estan optimizando su inversion y el rendimiento del dinero que han arriesgado. Colectivamente es un desatre. Pero es mas, si uno de ellos en un alarde de civismo dejase de hacerlo ello no solucionaria el problema. Lo que ocurriria es que sus competidores lo llevarian a la quiebra. Se trata de un obvio problema de comunes, o sea que el interés individual lleva a un desastre colectivo y ante el cual la entidad que gestiona el colectivo puede reaccionar ya sea en modo autoritario (prohibicion) o en modo liberal (intentando hacer que no sea rentable agujerear el casco). Lo que no podemos hacer es quedarnos ahi con cara de idiotas, diciendo que esta muy bien y que hagan lo que quieran con su dinero, todo ello mientras sube el nivel del agua en la bodega.

Pués lo mismo con la natalidad. Desde el punto de vista del empresario mejor que las mujeres no tengan hijos (en Alemania muchas mujeres se hacen esteirlizar para encontrra empleo), ya que incluso si es el Estado quien paga ello perturba la marcha de la empresa. Y esta hacindo lo que debe desde el punto de vista de la empresa. Pero desde el punto de vista de la sociedad, esa sociedad de cuya supervivencia depende la del empresario y del empresario lo que esta haciendo es un desaste. Pero si en un alarde de civismo convierte a su empresa en "mother-friendly" lo unico que hara es llevarla a la quiebra frente a competidores menos escrupulosos: las empresas ni deben ni pueden velar por el interes colectivo.

En ningun momento hé dicho que el sistema español sea el optimo. en ningun momento hz dicho que no era preferible intentar encontrar una solucio,n liberal. Pero Ccando haya tres jubilados por un activo lo que ocurrira es que los activos huiran. Solo quedaran los que no pueden irse. Por ejemplo los deficientes mentales ligeros. Sera una sociedad que no produzca nada y de de nada os valdran vuestros ahorros y vuestro seguro privado puesto que no hay nada que comprar. Y al final también huiran los enfermeros. Y los ancianos se quedaran solos. Hasta que lleguen los barbaros.

Pero podeis quedarnos sonriendo con cara de idiotas diciendo "Estado c.a, c.o, p.o p.s" y que el emprresario haga lo que quiere con el dinero que ha arriesgado mientras caminamos hacia una sociedad tanatorio.

(Continuará)

Triste figura dijo...

(Continuacion)

Teoria economica neoclasica: El mercado lleva a un optimo economico siempre y cuando los precios y costos se ajusten a la realidad.

Si miramos al problema de la natalidad desde el pmunto de vista de las parejas vemos que hay una tremenda desincentivazcion a la natalidad.

Hoy en dia un hombre/mujer/pareja puede decir "Uy los hijos vaya engorro. Son un gasto, un freno en tu carrera, encima no puedes irte de vacaciones sino en periodo de vacaciones escolares cuanto todo es mas caro y no hay un centimetro cuadrado libre en las playas. Yo lo que quiero es vijar a paises exoticos". Y luego llega la edad de la jubilacion y perciben la misma pension que los tontos que han tenido los hijos que estan pagando esa pensuion y de paso haciendo funcionar la sociedad. O sea que los que tinen hijos subvenciona los que no los tiene ya que no se les presenta la factura por el coste social de no haberlos tenido. Los costos no son conformes a la realidad y el resultado es suboptimo.

Una solucion podria ser que las pensiones dependiesen de los hijos que se ha tenido afin de restablecer "la verdad de los precios" en el momento de decidir entre tener un hijo y hacer un viaje al Caribe.

Unknown dijo...

Lo de la metáfora del barco y los agujeros en el casco, es no entender cómo funcionan ni las empresas ni la economía. No es raro, porque es el resultado de varias generaciones educadas en el antiliberalismo, el odio a todo lo que huela a empresa, y la idea de ser un obediente siervo del poder (explicado como defensa del bien común frente al egoísmo).

Respecto del resto de la argumentación, vale, tú eres partidario de una determinada política social, porque tienes miedo a un cataclismo demográfico. Pues págala tú.

Es muy fácil pedir medidas bonitas y que lo paguen otros. Que asuman el costo las empresas.

Precioso.

Triste figura dijo...

Señor Velarde. Yo, aparte de ser liberal, de saber algo de economia y de ser un neoclasico convencido, conozco suficientes lenguas y dispongo de suficientes conocimientos exportables (el Derecho no lo és) para trabajar en el extranjero. De hecho vivo y trabajo en el extranjero. A mi no me afectara el tanatorio espa¹ntilde;ol. A usted sí.

Pues bién, cuando España sea un tanatorio, un tanatorio sin policias, sin soldados, sin enfermeros, vendran los barbaros. Djihadistas del Sur o delincuentes comunes del Norte pasaran a cuchillo a esos ancianos indefensos tras haberlos torturado para hacerles confesar donde estan sus objetos de valor. Yo no estaré en España. Usted sí.

Otra cosa. Me dice que yo me pague la politica natalicia. Pero el dia de manyana usted querra que los comerciantes, medicos, policias, fontaneros nacidos gracias a mi dinero le atiendan tambien a usted. Que listo! Usted no esta para sembrar, pero luego tiende la mano. Tipico ancap.

Y es que el ancapismo, que no es lo mismo que el liberalismo, se resume a eso renegar del Estado, renegar de cualquier deber hacia la Sociedad, renehar de que se les deba nada. Pero eso solo mientras luce el Sol. Por la noche cuando se oye un ruido sospechoso en vez de hacer frente por si mismo con un arma, recurrir a la Sociedad, a ese barco que no importa taladrar y correr a esconderse detras de las faldas de mama Estado llamando a la Policia. Mire usted la foto de Hayek y preguntese si hacia frente a los ladrones o si llamaba al Estado. Valiente ancap.

Unknown dijo...

Bueno, creo que su bola de cristal no tiene pilas. Pero gracias por intentarlo. No soy anarco-capitalista, y sobre las razones y posibilidades de quedarme aquí o irme al extranjero, no creo que sea el sitio para contar mi vida. Y créame, colaboro como el que más a mantener el Estado. Pago impuestos, cumplo con obligaciones formales de todo tipo y todo eso.

Por esa misma razón, no veo ni la utilidad práctica (es contraproducente), ni moral de que sean las empresas quien carguen con los costes de sus miedos.

Sí, ya sé: Que viene el coco. Por eso pretende continuar con unas políticas que hacen que los empresarios prefieran no contratar mujeres que puedan quedar embarazadas. Y empeorar la situación.

Un día de estos quedamos y me lo explica. En algún idioma que hablemos los dos (a mi es que me sacan del español con acento del Aljarafe y del klingon...)

Hooke dijo...

Preguntas para el señor Triste Figura.

1.- ¿Ha contratado alguna vez en su vida a alguien?.
2.- ¿Ha dependido su ingreso mensual (el pago de su hipoteca y la comida de sus hijos) del desempeño de las personas que usted tiene contratadas?.

Si es así, adelante, le escucho. Si no, haga el favor de dejar de dar lecciones de ética a personas que se levantan cada mañana para crear riqueza, pagar las nóminas y los impuestos que mantienen en pié este país y que se acuestan con la incertidumbre de si podrán seguir haciéndolo la mañana siguiente. Una mañana tras otra, todos los días de su vida.