lunes, 8 de septiembre de 2014

Algunos factores que afectan a la corrupción

¿Afecta el tamaño de un país o región a su nivel de corrupción? ¿Afecta la cantidad de población administrada en un territorio a la corrupción que pueda haber en ese territorio? La pregunta no es banal ya que si existe una correlación importante entre tamaño y corrupción, un método para disminuir la corrupción sería contar con administraciones más pequeñas.

Hablemos de corrupción.
Hablar de corrupción comparada es problemático por razones evidentes: no todos los países comparten las mismas definiciones acerca de lo que es corrupción. Y cuando alguna agencia o fundación internacional trata de comparar la corrupción, los criterios elegidos determinan el resultado. Hay sesgos difícilmente evitables y aunque este tipo de estudios son importantes, estos sesgos hay que tenerlos presentes.

Un articulo que trata de este tema utiliza encuestas realizadas a empresas multinacionales sobre la corrupción percibida en Asia central y Europa oriental. Esas empresas en esas zonas indican que sí existe una correlación entre tamaño del país y corrupción. En Are larger countries really more corrupt?, el autor, por lo que yo entiendo, hace un mayor énfasis en los sesgos y en lo complicado de llegar a conclusiones que en dar una respuesta concreta.

De hecho, buscando sobre el tema, se me fueron apareciendo cosas curiosas como la relación que hay entre riesgos de catástrofes naturales y corrupción. Parece que existe una correlación no desdeñable entre los lugares del mundo que sufren más catástrofes naturales y su corrupción. No hablo solo de África central, Centroamérica y sudeste asiático sino incluso dentro de los Estados Unidos. Los estados del golfo de México tienden a ser más corruptos. Y esto no se trata de un plan divino malvado sino de la atracción de ayudas contra los desastres: allá donde llega "ayuda" se dispara la corrupción (es importante poner el acento en el estudio americano: no se trata de lugares que salen de una guerra como Sudán del sur o lugares destruidos por la ONU como Haití, sino de sitios "ricos").

La geografía física indica que a ambos lados del ecuador hay un mayor riesgo de desastres naturales. ¿Son más corruptos los países de esa franja? Los datos —que hay que coger con pinzas— dicen que sí.
También hay estudios que hablan de la relación que hay entre corrupción y contaminación. Parece que donde hay mucha corrupción, la corrupción no contribuye al aumento de la contaminación, pero donde hay poca corrupción sí contribuye. En otras palabras o poniendo un ejemplo gráfico: en Europa o EEUU la corrupción sí contribuye a un aumento de la contaminación, en África central no. Claro que luego está el caso de China: probablemente el país más contaminado del mundo es también el más corrupto. Está por averiguar si aquellos países que dedican más recursos a la protección del medioambiente sufren un plus de corrupción (y no lo digo por provocar —que también— sino porque es una idea relacionada con la de los desastres naturales: todo "extra" suma).

Volviendo al asunto del tamaño/corrupción, en Wonkblog utilizaron una forma original de medirlo: en lugar de tamaño usaron lo aislada que está una capital. Es decir, si en un sitio la población se concentra en la capital, la capital está menos aislada y si la población vive en otras partes, está más aislada. Lo que encontraron fue que efectivamente cuanto más aislada está una capital —en este caso de estados de EEUU— más casos de corrupción hay. Al mismo tiempo destacan que el coste de las campañas electorales es superior en los estados con capitales aisladas (eso lo dejan caer sibilinamente para que pensemos que existe una relación entre gasto en campañas y corrupción, cosa que está por demostrar).

Sigamos hablando de corrupción. Ojo al cuadro del fondo.
Dentro de este debate, en Foreign Policy hablan de las capitales artificiales y de cómo son usadas como producto para preservar el poder. En el artículo el autor termina preguntándose si una capital más poblada —menos aislada— es mejor para frenar la corrupción pues puede actuar de catalizador para atraer a los más preparados. En este sentido existen estudios que afirman que las grandes ciudades contribuyen al crecimiento económico debido a sus externalidades positivas en capital humano.

Lo curioso de estos temas es que las ideas predominantes en la calle parecen opuestas a lo que nos dicen los datos. Quienes se llenan la boca hablando de corrupción suelen rechazar las ciudades grandes donde las instituciones funcionan mejor. Al mismo tiempo muestran una gran preocupación por el medio ambiente cuando la contaminación no correlaciona con la corrupción. Finalmente, son los primeros en exigir dedicar el dinero de los demás para "ayudar" al tercer mundo cuando precisamente esas ayudas son fuente de corrupción y por tanto de fallos institucionales y de la espiral de miseria que todos conocemos. Es lo que se conoce como "la condena de ganar la lotería".


3 comentarios:

Enrique dijo...

Lo comparto al 100%, aunque añadiría dos cosas a lo dicho.

Primero, que lo difícil de medir la corrupción no está únicamente en las diferentes definiciones o percepciones, sino que es también una cuestión de "precisión". Se podría decir que es como tener un cronómetro que únicamente marca los minutos y lo usásemos para la F1. Distinguiríamos entre grandes grupos de coches "rápidos" y "lentos", pero no veríamos diferencias dentro de cada grupo.

Pues de este mismo modo podemos clasificar a Somalia como un país más corrupto que España, pero luego nos va a costar la misma vida hacer comparaciones entre España e Italia o entre Comunidades Autónomas. Las comparaciones que he visto que hacía "Transparencia Internacional", por ejemplo, resultan ser bastante malas. Y desgraciadamente son en estas comparaciones donde se pueden sacar mejores conclusiones.

Y finalmente, yo buscaría factores intermedios para explicar las relaciones con la corrupción. Se me ocurren dos: más dinero y menos control de ese dinero.

Es decir, en vez de relacionar las catástrofes naturales con la corrupción directamente lo hacemos con esos dos factores, de forma que las relaciones se vean más obvias. Una catástrofe natural implica siempre dinero para paliar los daños y una situación de desgobierno, por lo que no nos debería extrañar que fuesen un caldo de cultivo perfecto.

Hooke dijo...

Creo que no existe causalidad entre el tamaño de la organización política y la corrupción.

Hay dos tendencias contrapuestas:
- Las organizaciones pequeñas son mas susceptibles al caciquismo y al clientelismo ya que son mas fácilmente controlables por un grupo pequeño.
- Las organizaiones pequeñas son mas fácilmente controlables por ciudadanos responasbles al tener mas cerca a los representantes políticos.

Según tenga mas peso una tendencia o la otra, el pequeño tamaño será bueno o malo para la reducción de la corrupción.

Es decir, que el tamaño por si mismo no es determinante. Hay otros factores.

Cliente X dijo...

El factor clave es el peso del sector público. Allá donde hay más gobierno, más coacción, más monopolio de la fuerza hay siempre más corrupción. Da igual q la administración sea grande o pequeña, la semana pasada salió el caso de la red de extorsiones en Magaluf, que era idéntica a la de Coslada. ¿Por qué se producen estas cosas? Coño, pues pq en la sociedad q tenemos la policía local es DIOS y no existe límite ni ley alguna que pueda detenerla. Son los putos amos. Si queremos menos corrupción necesitamos menos administración, no hay otra forma.

X cierto todos esos escándalos salen, como lo de Pujol cuando les interesa. E interesa pq hay peleas por zonas, a lo mafioso Chicago años 20, entre la nacional y la local. Que no, que no vivimos en un Estado de Derecho, que lo que está pasando en España parece más propio de una república bananera que de una democracia europeda.