martes, 24 de diciembre de 2013

Feliz Navidad

Feliz Navidad para algunos, pero a pesar de ello, hay que felicitarla. Pasen felices fiestas y recuerden a la gente en vanguardia. Hoy el frente lo forma un heterogéneo grupo de héroes con críos y con abueletes que sobreviven bajo la artillería enemiga. Tengámosles en nuestras oraciones.


Recuerden, amigos, que en el frente se siguen necesitando ropa de abrigo, leche caliente y mantas. Toda ayuda es necesaria. Todo el mundo con su aportación puede contribuir al esfuerzo de guerra. La guerra se libra en muchos frentes pero nuestros hombres y mujeres en vanguardia son los que más necesitan de nuestro apoyo. Sépase que sin el sacrificio de nuestros héroes nuestra libertad y nuestro modo de vida desaparecerían. Este sacrificio no lo podemos delegar en unos pocos.

Saludemos a nuestros héroes cotidianos. Saludemos a quienes guardan el frente para que el ejército de la oscuridad no rebase nuestras líneas. Tengamos presentes a los héroes que día a día superan lo insuperable y dan ejemplo de entrega. Ellos son la luz que ilumina el camino de la victoria. Ayudemos todos a aliviar el peso que nuestros héroes cotidianos llevan sobre los hombros, contribuyamos al esfuerzo de guerra. La línea del frente está marcada pero esta guerra se libra en todas partes. Preguntémonos qué podemos hacer cada uno en nuestra vida diaria para contribuir a la victoria final sobre la oscuridad. Y si en un momento nos encontramos solos sin un camarada al lado, bayoneta calada, apretar los dientes y avanzar. Siempre avanzar.


No será fácil y la victoria no significará no tener sacrificios y pérdidas, pero al final la victoria llegará y nos abrazaremos, festejaremos otras navidades y recordaremos a los caídos. Que el mejor homenaje para nuestros caídos sea celebrar la victoria, honrar el sacrificio y aprender del ejemplo de todos esos héroes que vemos día a día avanzar sobre el enemigo sin hacer preguntas y sin dudar.


Déjenme insistir una vez más sobre la importancia de guardar también el frente interior, lleven ayuda a las parroquias, no pongan mala cara a sus vecinos, tengan presente que sin la lucha de retaguardia el sacrificio de nuestros héroes será en vano. No basta con vencer al enemigo, también hay que merecer la victoria.

Tu trabajo en Alemania:



2 comentarios:

Pepín dijo...

Pues sí, no nos sobraría algo más de unión para combatir al enemigo. Lo que tal vez consiguiéramos identificándolo mejor, ante sus indudables capacidades de desdibujarse.

Feliz navidad y a seguir así el año que viene.

Pablo Otero dijo...

Feliz Navidad Pepín.