domingo, 8 de diciembre de 2013

Acerca del tormentoso romance Ciudadanos-UPyD

En términos de pragmatismo político la etiqueta "España" no funciona igual en Tordesillas que en Berriozar. Existe hoy cierto debate impulsado por gente próxima a Movimiento Ciudadano y al diario El Mundo que trata sobre el papel que UPyD y Ciudadanos deben asumir en el actual marco de pérdida de peso político de los partidos turnistas. Tanto Ciudadanos como Pedro J. y más gente piden una y otra vez a UPyD que se planteen algún tipo de apertura o que dulcifiquen su disposición para crear la posibilidad de un tercer partido que postule ciertos planteamientos de regeneración democrática.


Si uno atiende a lo que repiten en UPyD y a lo que dicen en Ciudadanos, costará encontrar la más mínima diferencia no ya en sus discursos concretos sino en los principios que inspiran estos discursos. El impedimento que argumenta la jefa de UPyD —seguro que escuece lo de "jefa"— es que existen diferencias ideológicas esenciales entre los dos grupos y además diferencias en la estrategia de implantación por toda España. Dejando a un lado la inexistente diferencia ideológica —no olvidemos que los planteamientos más importantes son de mínimos coincidentes—, llama la atención que la estrategia sea un impedimento para la unión.

Por una parte UPyD pretende implantarse en toda España como partido nacional diciendo exactamente lo mismo en todas partes. Por otra parte Ciudadanos es un partido catalán cuyo discurso parece atractivo en más lugares de España. Si la piedra está en el tejado de UPyD convendrá recordar que UPyD no se come un colín en Galeuscat. Ciudadanos no sabemos si se podrá comer algo en la Meseta y en otras tierras homogéneas, a priori parece que lo que se puede comer ahí ya se lo comerá UPyD. Es por tanto en Galeuscat donde se debe ver si esa alianza de la que habla Pedro J. puede operar.


La política en la periferia galeuscatense (buf) frente a la del resto de España tiene una diferencia fundamental. En Galeuscat hay partidos nacionalistas aparte de los turnistas habituales. Estos partidos nacionalistas patrimonializan presuntas fuerzas telúricas y hacen suyo un agregador fortísimo como es el del sentimiento de pertenencia. Si eres del Partido Nacionalista de Busconia, llevas las banderas de Busconia a tus mítines y cantas el himno de Busconia en tus congresos, ya tienes la mitad del recorrido hecho. En Galeuscat, a un lado del agregador "España" hay otro agregador que si lo pierdes o lo desprecias ya te puedes olvidar de comerte nada.

No se puede ignorar alegremente que hasta los elementos más amistosos hacia el agregador "España" en sitios como Galicia, también están inclinados a asumir como propio ese otro agregador más inmediato. Por lo tanto si tú llegas con un discurso en el que sólo hablas de España, te estás perdiendo parte de la merienda. Dicho esto alguien me podrá decir que la pureza del discurso es importante y que a largo plazo y con medios suficientes se cambiarán las tornas. Puede ser. Pero en política creo que hay que medir mucho las fuerzas con las que cuenta cada uno y además estoy convencido que la política tiene más relación con mancharse las manos y cometer errores que en crear bonitas e impecables estatuillas de elefantes de jade.


Ahora bien, hay que reconocer que UPyD es autónoma para tomar sus decisiones, faltaría más. Y también no olvidar que en este asunto estamos todos a oscuras: creo que sólo el PP tiene capacidad de manejar sondeos constantes sobre el tema y obviamente se los callan (o al menos lo intentan).

Es obvio que en aquellos lugares en los que varias identidades se solapan no se puede hacer como que no existe una de esas identidades. Y esto lo digo yo que como liberal que trata de marcar distancias con el idealismo o el esencialismo reconozco políticamente la identidad del padrón municipal y gracias. Pero es que incluso con esto presente, no puedo ignorar que la identidad es un sentimiento que tiene fuerza política.


Es legítimo que un partido político tenga un plan y quiera extenderlo por todas partes, como pretende UPyD, pero tampoco se puede ignorar que hoy UPyD no está en posición de hacer exigencias de máximos, todavía como partido que se llama regenerador no puede más que regenerar las cafeteras de sus sedes y poco más. Así que si de lo que se trata es de cambiar las cosas, primero hay que tocar poder. El resto son batallitas que poco importan al personal.

Batallitas como la de la diputada Lozano que en un artículo de El Confidencial hace malabarismos para colar "Fuerza Nueva" en su descripción de Ciudadanos. De no saber de qué partido es esta señora diría al leerla que es del PSOE. Luego por otros medios aclara que sabe muy bien que Ciudadanos no es el enemigo. Ya. Pero mientras peleáis entre vosotros, los otros, los turnistas, se frotan las manos. Y los maoístas-gordillistas ya ni te cuento.


Conclusión: ¿se deben unir UPyD y Ciudadanos? Ni idea (tampoco me preguntéis a mi). Creo que los dos defienden ciertas cosas positivas pero dejan de lado otras. Quizás no estamos viendo todos los puntos de vista. En Galeuscat existen dos ejes ideológicos y creo que incluso uniéndose, uno de ellos no lo estarían clarificando.


12 comentarios:

Ian Hazlitt dijo...

Defienden ideas similares, en unos cuantos temas exactamente las mismas. Por tanto, y teniendo en cuenta que no están como para ponerse de guerritas, teniendo a quienes tienen enfrente (establishment aka PP & PSOE), lo lógico sería pensar que es imperioso que se unan. Así pensaba yo también, pero creo que no es posible.

¿Por qué? Porque sus ideas son muy similares, pero su estrategia difiere muchísimo. Es casi opuesta. A grandes rasgos, la de UPyD es jacobina. Todo se lleva y todo se debe llevar desde Madrid. Esto no sólo lo piensan en Madrid, sino los de toda España (y quien no piensa así va fuera, vamos). Se trata de eliminar a los trepas, interesados, gente que pueda venir de la extrema derecha... El partido tiene un programa muy claro (de españolismo en lo territorial, pero de centro izquierda en lo económico y en lo moral —aborto, por ejemplo—) que no debe ser movido un milímetro. y en un partido pequeño (tiene 6000 militantes) y naciente sería fácil de hacerlo mover a otras coordenadas, en muchas cuestiones. No se casan con nadie, no fichan a nadie (ni estrellas ni partidos localistas/regionalistas varios) para mantener esto. Consideran que entrar en ese juego significaría su destrucción a medio plazo.

Ciudadanos es todo lo contrario. Se casan con absolutamente se tengan que casar. Lo han apoyado gente ex del PSOE, del PP, tertulianos varios; ya han llegado a acuerdos con partidos localistas/regionalistas. Ellos parten, supongo, de que todo apoyo es poco frente a lo que les viene encima. Son, por tanto, concepciones antagónicas.

Luego está el tema de quién sería el líder del partido fusionado, claro. No creo que Rosa fundara un partido para ahora quitarse de en medio, y Albert Rivera tiene madera de líder (y no genera rechazo, como lo genera Rosa entre buena parte de ciudadanía), no está hecho para ser el secretario de x o el coordinador de z.

Ian Hazlitt dijo...

Por otra parte, Gorriarán (tb Rosa cuando le preguntan sobre el tema) se ha encargado de quemar puentes, por si había dudas, con lo del Movimiento Tertuliano y tal. Ha recordado en Twitter, entre otras cosas, que Ciudadanos fue a las europeas de 2009 con la plataforma paneuropea Libertas, a la que se consideraba de extrema derecha y/o euroescéptica/populista.

En resumen: Ciudadanos y UPyD no se van a juntar nunca. Sus concepciones estratégicas son diametralmente opuestas. Una pena, para quien nos repele PP y PSOE (y más aún IU, claro).

Pablo Otero dijo...

Si Ciudadanos decide entonces presentarse a las Europeas, los dos partidos van a hacer los mismos discursos. Entiendo la diferencia entre estrategias pero al posible votante (que será un votante desencantado del turnismo) eso le da igual, esa discusión es algo que ni le va ni le viene.

No sé si puestos a no unirse, Ciudadanos tendría que marcar su diferencia con UPyD en la recta izquierda-derecha.

Tampoco se puede descartar que Ciudadanos pida el voto para UPyD sin contrapartidas (lo veo difícil porque como dices ya están en acuerdos con partidos locales).

Ian Hazlitt dijo...

Probablemente se separen en el eje derecha-izquierda (quedando UPyD en el centroizq., y C's en el centroder.). Aunque resultaría extraño, dado que C's surge como centroizq. no nacionalista (cuando UPyD ni existía). Sería otra cosa más en la que fueran atacables.

PS: Ya sé que estas cuitas al votante medio ni le van ni le vienen. Pero a los de los dos partidos sí (vamos, a los de UPyD: de C's no creo que pusieran muchos problemas), y ésos son los que deciden si la fusión se hace o no.

En UPyD parecen decididos a abortar la expansión nacional de C's, además de descartar categóricamente fusiones. No sé si se dan cuenta que así devienen marginales (y así permanecerán si no llegan a algún acuerdo con C's) como mínimo en Cataluña, que no es precisamente Soria o Teruel: ya no sólo es el daño estrictamente electoral, sino el moral de tener vocación nacional y decir que las 17 autonomías son España por igual, y al menos en una de ellas no te vota ni el Tato.

Pablo Otero dijo...

Es que es eso: Cataluña tiene 7,5 millones de habitantes y no serás partido nacional si no estás en Cataluña. Esa es la cuestión clave.

Dicen (http://tellado.es/diferencias-upyd-ciutadans/) que no quieren cometer los errores de PSOE-PSC o de PP-UPN y no ven que cometen esos errores antes de empezar.

Ian Hazlitt dijo...

De hecho los errores PSC y UPN son dejar a una federación regional no ser una federación, sino ir por libre: ser un partido propio. No lo sé, quizá C's exige eso para coaligarse, sin ir más allá, pero yo creo que más bien están abiertos a cualquier cosa, incluida fusión completa, y son Rosa & Gorriarán los que ponen problemas.

Ian Hazlitt dijo...

Por lo demás, es una comparación que no se sostiene:

1) El PSC ha dado problemas precisamente por ser nacionalista. No hay paralelismo posible con C's.

2) Aquí quizá se podría entrar en el "lo del norte de Europa no es exportable aquí, allí son más civilizados y pueden hacer estas cosas sin riesgos", pero recuerdo que en Alemania existe la CSU, un partido propio del centroder. en Baviera, coaligado a la CDU del resto del país.

Teseo dijo...

Ya lo entiendo. Rosa Díez es Megan Fox y Albert Rivera es el chamaco de pantalón corto que intenta darle una flor. Y la muy ingrata, ni caso.

Enrique dijo...

Hombre, yo sí que veo unas diferencias de base. Es cierto que los dos son partidos que se encuentran en el antinacionalismo (catalán, porque es a lo único que se ha dedicado C's por ahora), pero llegan por caminos muy distintos.

C's lo hace sumando. Es decir, el lema es que ellos son "tan catalanes, como españoles, como europeos". Ellos sí que le dan importancia al sentimiento de pertenencia catalán, pero reclaman la misma para el español.

UPyD lo hace restando. Considera el sentimiento de pertenencia algo a respetar, pero irrelevante en política. La "españolidad" se asume como pertenencia a un proyecto común que nada tiene que ver con lo que uno siente.

La diferencia es sutil, pero hace que por ejemplo UPyD vote "no" a la emisión de TV3 en Valencia, mientras que C's defienda esas emisiones.

No obstante, se entiende que para el votante medio esas diferencias no existan. Ejemplo: debate sobre los festejos taurinos. UPyD se dedicó a dar un discurso cuasi-metafísico sobre libertades y maltrato a los animales. Vamos, cabriolas para votar que "no" a la prohibición aunque digas que no te gusten los toros y quieras que desaparezcan las subvenciones.
C's sin embargo fue mucho más directo. Votan que "no" porque es un ataque del nacionalismo a las costumbres que consideran españolas, mientras luego defienden esas mismas prácticas si las consideran catalanas. También hablaron de la libertad individual, pero no como argumento principal.

Como se puede ver, el camino es muy distinto. Pero lo único que ve el votante es que tanto UPyD como C's han votado en contra.

Enrique dijo...

A parte de lo anterior, varias ideas sueltas que me vienen a la cabeza.

1) Me escama esta "preocupación" de Pedrojota y el ABC por la buena marcha de estos partidos. Básicamente porque hoy es esto, pero la semana pasada decían que "fuentes internas" les hablaban de un posible pacto entre UPyD y Compromís (partido nacionalista catalán de Valencia), y la semana anterior destapaban nosequé problema con el delegado de nosedonde.
Vamos, que a mí lo que me parece es temor a que estos dos partidos sangren votos al PP, que hasta ahora tenía en exclusiva eso de "defender la unidad de España". Con C's no les preocupa tanto, pero UPyD podría perfectamente pactar con el PSOE.

2) Bueno, supongamos que una fusión es plenamente deseable. ¿Es necesario planteárselo AHORA? Los dos grupos están en plena subida y con muchísimo espacio por crecer. Recordemos que es la primera vez que tiene grupos parlamentarios.

3) De hecho, más que un problema ideológico, tienen un problema de visibilidad. Hasta que no han tenido grupo parlamentario, no han tenido posibilidad de, por ejemplo, participar en debates televisados. Y por muy buenas que sean tus ideas, no sirven de nada si nadie se entera.
Con esto podemos volver al punto 1. Si Pedrojota está tan preocupado por su "bienestar" les podría dedicar un par de páginas que no sean exclusivamente crítica.

4) No tengo ni idea de la situación gallega. Pero por lo que leo por aquí no entiendo por qué UPyD no puede ir bien en Galicia si lo ha hecho en Valencia.
Personalmente vuelvo a creer que es un tema de visibilidad. Tener a Toni Cantó como candidato no es exactamente bueno, pero por lo menos consigues que la gente sepa que UPyD existe y se entere qué proponen.

Pablo Otero dijo...

Enrique, las prisas no son infundadas: estamos a cinco meses de unas elecciones. Esas elecciones se leerán en clave nacional (como TODAS... pero ese es otro problema).

Enrique dijo...

Hombre, pero por muchos votos que consigan siguen estando lejos de disputar una victoria electoral. Y un pacto con C's en ese sentido no les soluciona nada. No les viene de un par de escaños arriba o abajo porque el camino a seguir va a ser el mismo: ganar posiciones y conseguir presencia en los medios.