Dice Gregorio Luri que la comunidad política existe en tanto se trasciende a sí misma y que por lo tanto toda política es metafísica o teología. Luego todo antinacionalismo será al fin y al cabo otro nacionalismo «que rinda culto a otros dioses». El barroquismo del señor Luri nos viene a decir algo que ya hemos visto en otras partes: existe una disputa de nacionalismos. Centro y periferia se disputan fuerzas tensionales políticas y al fin y al cabo quien lleva una bandera a quien más se parece es a otro que lleva otra bandera. Que tanto da pez que pescado. Que si por un lado tenemos a los pesados nacionalistas periféricos, en el otro lado del ring tenemos a los pesados nacionalistas centralistas.
![]() |
¿Qué dices Hamás? No te escucho sobre el sonido de mis impresionantes F-15. |
Pongamos de ejemplo a Portugal. Tras el pronunciamiento de Cabezas de San Juan que dará inicio al Trienio Liberal en España, se produce en Oporto un golpe de estado contra el regente inglés que estaba en Brasil entrevistándose con el rey. A este levantamiento en Oporto le siguen otros en otras ciudades. Cuando el regente inglés quiere desembarcar en Lisboa le dicen que no. Un par de años después, las Cortes portuguesas proclaman la primera constitución de ese país e incorporan las conocidas novedades de los doceañistas españoles. Aparece Portugal como sociedad política sin ánimo de ser trascendente. No hay un mandato divino ni un objetivo esplendoroso en el horizonte. Lo que hay es una Constitución, unas leyes y un montón de aburridos burócratas. Punto.
![]() |
1822, los portugueses aprueban su Constitución. Los portugueses, no los portugueses a quienes les gusta el fado. |
¿Niega esto que a un nacionalismo se le enfrente otro nacionalismo? No. ¿Niega esto que a un nacionalismo secesionista se le enfrente otro de caracter centralista? Tampoco. Lo que esto niega es que delante del secesionismo se sitúe necesariamente otro nacionalismo. Bien puede estar lo que se conoce como patriotismo constitucional o constitucionalismo. Hay que recordar que si hablamos de constitución y si hablamos de soberanía nacional, esta soberanía incluye a los elementos secesionistas. Ellos tienen la misma condición de ciudadanos que los demás y por tanto los mismos derechos y deberes. Aquí está parte de la clave del asunto: si por un lado tenemos a constitucionalistas que defienden lo mismo para todos, por otro lado tenemos a quienes no defienden lo mismo para todos. Unos creen que tienen un derecho trascendental que les confiere el poder de arrebatar parte del país a la nación. Otros no creen en ningún poder trascendental sino en la representación política de sus inquietudes en señores calvos y bajitos que se reúnen en un parlamento. La diferencia es abismal. Los nacionalistas son de Marte, los constitucionalistas de Venus.
![]() |
¡Diablos! |
Yo entiendo que haya interés y confusión en mezclar nacionalismo español y constitucionalismo. Primero porque al secesionista le es fácil desarmar los argumentos del adversario si su contrincante "también" es nacionalista. Pintar el conflicto político como un choque de nacionalismos, iguala a los bandos. En segundo lugar porque los constitucionalistas no se esfuerzan por explicar su posición. Un constitucionalista no está en contra del secesionismo porque le gusten la fabada, Felipe II y los goles de Xavi. Un constitucionalista está en contra del secesionismo porque hay unas leyes que si dejamos de cumplir nos convertimos en Latin Kings. Y es que al fin y al cabo el nacionalista (secesionista o antisecesionista) no se diferencia mucho del Latin King. Fuertes lazos de unidad basados en un sentimiento de pertenencia.
Choque de nacionalismos
No veo a ningún iluminado del BNG dando un discurso explicando cómo afectará a las pensiones de los gallegos la secesión catalana (os lo adelanto yo: afectará negativamente). No veo a ningún secesionista catalán dejando de apoyar el proceso de ruptura vasco basado en el asesinato y la tortura, con lo que eso a la hora de dar imagen de normalidad y de respeto a los Derechos Humanos puede significar.
El cálculo que hacen es que frente a un enemigo común, se fortifica la posición propia mediante la alianza. Cara a las elecciones europeas esto se ve muy bien. Tienen la idea de una Europa étnica (lingüística), que represente a las naciones étnicas (lingüísticas). Los estados de los que forman parte quedarían como "residuos" o si acaso ellos mismos delimitarían y establecerían otras naciones residuales ("Castilla", "Mezzogiorno",
Y ahora es cuando podría hablar del Tercer Reich. Los alemanes eran unos Latin Kings que se apropiaron de los Sudetes porque allí había gente que hablaba alemán. Claro, el Tercer Reich podía "arreglar" las fronteras de los demás a su gusto porque tenía ejército y unos rivales que buscaban la pacificación. No caeré en la comparación facilona de nuestros secesionistas circenses con la máquina de matar alemana. Son cosas que no se parecen: nuestros secesionistas no tienen ejército.
Los desastres de la guerra (1985, Mario Camus):
5 comentarios:
No hablan alemán, pero los sudetes catalanes son unos sudetones: Valencia, Baleares, La Franja, El Carche, Alguer, Rosellón, el Principado de Andorra... ¿les dejarán votar?
Supongo que éstos empezarían por el "SudOete" :p
En la nueva Cataluña de los Mil Años, dejarán votar hasta a los mixtos de segunda clase. Es que si no, no votaría nadie.
Si, pero, aunque los mixtos de segunda clase son iguales, algunos mixtos de segunda clase son más iguales que otros mixtos de segunda clase y estos últimos no pueden votar. Es que si no, el riesgo es que perdemos.
No podemos perder, votar en contra es votar nulo.
Publicar un comentario