lunes, 21 de octubre de 2013

Qué hacer tras la infame sentencia

El Tribunal de Estrasburgo ha tumbado la llamada "doctrina Parot". Con su sentencia, España está obligada a sacar de la cárcel a una señora que mató a veinticuatro personas de las 107 veces que lo intentó. No será este el único caso, ya que hay presos que al aplicar esta jurisprudencia dictada por el mencionado tribunal también saldrán de la cárcel más pronto que tarde.

Entre los beneficiados por la sentencia se cuentan docenas de terroristas de ETA, GAL y GRAPO, unos cuantos homicidas psicóticos y algún violador en serie. Gente estupenda, lo mejor de cada casa.


La irretroactividad de la norma desfavorable es una garantía del estado de derecho. Es un freno al poder arbitrario y tiránico. Los republicanos (paso de decir "demócratas" para evitar el misticismo) no podemos tolerar en ninguna forma que cuando un preso cumple una pena de prisión, su situación cambie a peor debido a un cambio posterior de la ley penal. Esta nueva ley penal debe ser inaplicable con posterioridad. Imaginaos el garajal que se formaría si se van aprobando leyes que aumentan las penas conforme los presos están a punto de cumplir sentencia.

Una vez dicho esto y sabiendo que la sentencia de Estrasburgo es inapelable (es un tribunal de última instancia y España está comprometida a cumplir sus resoluciones), todavía queda algo por decir. No se trata aquí de alguien condenado injustamente, tampoco es el caso de una minoría a la que se le aplica cierto rigorismo penal (como sucede en Francia, por ejemplo). Aquí estamos hablando de la inseguridad e inestabilidad que provoca que sujetos incapaces de convivir en sociedad, que en repetidas ocasiones han demostrado una capacidad inhumana para provocar sufrimiento y dolor, salgan a la calle.


La misma protección que pedimos a un estado de derecho para evitar que la norma desfavorable se aplique retroactivamente, es exigible para evitar que indeseables y malvados campen a sus anchas e incluso reciban homenajes en forma de bailes folclóricos sobre las lápidas de sus víctimas. La misma inseguridad puede provocar la llamada "doctrina Parot" que el hecho de que estos torturadores homicidas caminen tranquilamente por cualquier calle. Me pregunto cuál es el "bien jurídico" a proteger aquí. ¿Garantías para gente que ha demostrado docenas de veces su incapacidad para relacionarse con seres humanos o garantías para quienes han sufrido en repetidas ocasiones la brutalidad de estos individuos? Hay un tipo de los que pueden salir a la calle —con indemnización del estado— que violó a 74 personas. Seguro que existe un lugar especial en el infierno para esta gente, pero mientras no mueran, ¿podemos dormir tranquilos sabiendo que el tipo de la cola de la panadería hace lámparas con piel humana?

Esto es una canallada.
Con esto lo que quiero decir es que no es aceptable que a partir de aquí no ocurra nada. Una persona que mata a docenas es alguien que está muy mal de la cabeza, es un peligro público y es obligación de la autoridad proteger a la gente de él. ¿Seguro que no hay fórmulas como tobilleras electrónicas o internamientos en hospitales psiquiátricos que puedan mantenernos protegidos de estos locos homicidas y violadores? Como siempre, ésta es una decisión política y los locos homicidas pueden dormir tranquilos, no me cabe duda de que el gobierno no hará nada.

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7 comentarios:

Drizzt dijo...

Hola Pablo

Por desgracia, el tiempo de hacer algo ya pasó. En vez de chapuzas al margen de la ley - como fue los GAL - lo que tendría que haber ocurrido es una modificación del código penal proponiendo una cadena perpetua, si se quiere, que se puede revisar pasado una buena cantidad de años. Pero recuerda, como se han puesto algunos cuando eso se menciona.

Estos dos o tres últimos días, leía algunos comentarios, y casi todos eran bastante negativos con la posibilidad de que el fallo fuera distinto al que ha sido. Ojalá hubiese sido diferente, pero no me ha resultado sorprensente esta resolución.

Ah, y no olvides dos temas:

- Por muchas razones, a ETA se le ha visto con cierta simpatía en Europa. Soy de los que opina, que sin la complicidad de Francia,que permitió el santuario eterra en el país vasco francés, jamás hubiese tenido la logística y fuerza que tuvo.

- La otra es una cantidad significativa de la sociedad del País Vasco, que con su apoyo han permito la existencia de la banda terrorista.

Triste figura dijo...

No, no esta obligada. EL tratado soo obliga que se haga lo pmsible dentro del marco legal español y como hay una sentencia definitiva y el constitucional ha dictado que era conforme a la Constitucion a lo unico a lo que Espa&antilde;a esta obligada es a pagar los treinta mil euros de indemnizacion. Otra cosa es que el Gobierno decida bajarse los pantalones como con Bolinaga.

Pablo Otero dijo...

Drizzt

Esos dos factores que mencionas son circunstanciales, la Gendarmería francesa ha colaborado frecuentemente en la lucha antiterrorista, los años de "santuario" tuvieron lugar antes de caer la cúpula en Bidart.

Sobre el apoyo popular, a mi que el 99% de la población se equivoque, me da igual en lo que a hacer cumplir la ley concierne. Cuando aplicaron la Ley de Partidos, la medida funcionó. Todo es cuestión de voluntad de los gobernantes.

Triste figura:

Por el art. 96 de la CE, los tratados internacionales son de obligado cumplimiento. Me temo que es un asunto de interpretación y España ha decidido no hacer chocar su soberanía con el hecho de pertenecer al Consejo de Europa. Igual que toda la gente de bien, yo valoro esto negativamente, pero no queda otra (bueno sí, sacar a España del Consejo de Europa y del Tribunal de Estrasburgo, pero eso no ocurrirá).

Jonsy Gaviota dijo...

Pablo, va a ser que no: existen dos formas de adscripcion al tratado; en la primera, la justicia nacional se subroga a los dictámenes del TDH; en la segunda -la que ha subscrito España- esta mantiene su soberanía en temas judiciales, y es libre de decidir cómo ejecutar dicha sentencia. Incluso la propia sentencia de éste caso (¿la habéis leído?) ofrece vías para su no cumplimiento pleno

De hecho existe jurisprudencia del TC afirmando la no subrogación del constitucional al TDH, y negando la posibilidad de revisión de sus propias sentencias.

Y por si queda duda, hay multitud de casos, no solo en España sino en muchos otros países en que dichas sentencias no han sido de obligado cumplimiento; empezando por la sentencia que obligaba a un nuevo juicio por la expropiación de Rumasa

Esto es pura y simplemente cuestión de voluntad política y de buscar excusas para lo que no es sino una rendición

Teseo dijo...

Siempre pueden hacerse los suecos, como los ingleses...

Enrique dijo...

Por partes.

1) Hay una diferencia entre lo que es legal y lo que es justo.

El tribunal de Estrasburgo declara nula la doctrina Parot porque no es legal. Ok, se acepta porque el código penal español es una chapuza.

Lo que es intolerable es que haya gente que festeje la sentencia, porque lo que no es la doctrina Parot es injusta. Vamos, que salimos a preguntar a la calle y de 10 personas, 9 nos dirán que los violadores y asesinos en serie deberían seguir en la cárcel o en peores destinos. Así que no me intenten vender esto como unas víctimas de la opresión, cuando se trata de gentuza que quiere beneficiarse de las amnistías franquistas.

2) Acabar con ETA es una cuestión de voluntad política que no ha habido nunca.

¿Que Estrasburgo les obliga? Pues cuando le dieron la razón a Ruíz Mateos ó Gómez de Liaño, se pasaron las sentencias por el forro.

¿Que con Bolinaga sólo cumplen la ley? Pues a los presos comunes, con cócteles de sida hepatitis y diversos cánceres, les sacan horas antes de morirse. Por supuesto no les llevan a su casa, sino al hospital y con vigilancia permanente. Y si resulta que no se mueren ese día, vuelven a encerrarlos.

En los 70 había grupos terroristas en toda Europa. En el resto de países, abandonaron las armas y la mayoría se pudren en la cárcel. En España, les metemos en las instituciones. Algo habremos hecho mal.

Pablo Otero dijo...

Me queda claro que es una decisión política. Como todo en este proceso de la vergüenza.