miércoles, 7 de agosto de 2013

El altar moral de Telecinco

Los que lapidan a mujeres en Arabia supongo que están abonados a Telecinco, un canal que mediante la excusa de la "diversión" y la "modernidad" tiene carta blanca para cometer cualquier tipo de humillación a cualquiera, en concreto, en este caso, a una joven. Y es que me entero a través de Contando Estrelas del último episodio bochornoso emanado de esa concepción tan aberrante de la dignidad humana que tienen en el buque insignia de Mediaset.

La higienista dental de uno de los dueños de Telecinco, ex-primer ministro italiano muy simpático y condenado por fraude fiscal, abuso de poder y prostitución de menores.
En el reality "Campamento de verano" —uno de esos programas de Telecinco que cuestan dos duros y sirven para rellenar de contenido al resto de su programación—, un castigo por algo que se me escapa, consistió en dejar a una chica a pan y agua durante cuatro días. Al finalizar el castigo, a esta mujer alérgica o intolerante al chocolate, la obligan primero a ponerse en bikini —nadie como Telecinco para cosificar a la mujer, ya que como son progres, las feministas no pueden protestar—, y segundo, a regarla con chocolate. Ya se sabe: la chica tiene un bonito cuerpo y el chocolate hace el efecto guarro deseado por cualquier cliente de club de alterne.

Cuando la concursante canaria —parece que su acento es grancanario, aunque no estoy seguro—, empieza a llorar por la evidente humillación ante la audiencia de ese programa que produce gente muy enferma, el presentador —que tiene pinganillo por el que recibe instrucciones— desvela el siguiente paso de esta escena tan supuestamente divertida y sexy: que sus compañeros de concurso le quiten el chocolate a lametazos. La chica, evidentemente se retiró entre sollozos mientras la gente que trabaja en ese programa veía la escena como algo normal. Debe de ser que como están tan tarados, les parece normal que se eche chocolate a una chica en bikini para que luego un grupo de desconocidos, bajo la mirada de millones de personas, la laman.


La audiencia, que acepta casi cualquier cosa, supo que el límite entre el espectáculo y el horror lo había dejado Telecinco muy atrás, a la altura de un momento en que el bochorno y la vergüenza son demasiado como para soportar una vileza y una humillación pública de tal calibre. La gente empezó a protestar en las redes sociales y el programa tuvo que pedir disculpas. Unas disculpas que por los comentarios del presentador y las actitudes de quienes conducen el programa tienen tanto peso como el pedo de una mosca. Cuando la concursante, entre lágrimas, denunció que la querían convertir en un objeto sexual, el presentador dijo que eso era cosa suya. Claro. Cosa suya. Ya.

Culpas

Se puede argumentar que la mayoría de los que trabajan detrás de las cámaras son gente más o menos normal. Gente que por efecto de la conformidad de grupo dejan pasar estas cosas, tipos que tienen que pagar la hipoteca. Igual llevan mucho tiempo trabajando ahí y están desensibilizados y su brújula moral tiene más fallos que una escopeta de feria. Eso sin embargo no explica la insistencia del presentador cuando era evidente el estado alterado de la chica. Tampoco explica que para "compensar" el daño a la chica le regalen un curso de surf. ¿Así se van a ir de rositas?

La tradicional doble vara de Telecinco: él insulta a otra cadena, pero a él no se le puede insultar.
También se puede decir que esto es esperable en ese programa. Un reality en el que pagan a gente sin ningún tipo de habilidad para acceder a una fama temporal y espuria. Un programa vil en el que se muestra a millones de personas que es aceptable —y hasta deseable— una celebridad instantánea por cosas como ser una Premio Planeta ágrafa, ser una concejala adúltera que deja sus vídeos porno caseros en manos de cualquiera, ser hijo de torero, ser madre de torero o ser un ex-concursante sin ningún tipo de ingenio, inspiración o habilidad en ninguna faceta conocida.

Sin embargo ésta es una anécdota más en la larga historia de humillación pública y vergüenza ajena que provoca Mediaset. La banalización de la dignidad humana es de uso frecuente en ese canal con la programación marrón que protagoniza su parrilla. Consumo barato para un público poco exigente que en sí no tendría nada de malo (la palabra "telebasura" tan solo es la excusa de quienes mitifican "la Cultura") salvo por el constante bombardeo al que, poco a poco, someten a innumerables hogares. Así, se abren paso ciertas ideas acerca del bien y del mal, que en el relativismo cultural dominante, consiguen alcanzar la consideración pública de "ideas normales".

Hace poco, otro de los programas malvados de Telecinco fue boicoteado por sus anunciantes gracias a la movilización ciudadana (el programa había pagado a la madre de un asesino para que comentara el caso, es decir, Telecinco pagaba por el asesinato). Hoy se recogen firmas para el boicot a este programa (dejo abajo el enlace). El problema, creo, no está en cada programa individual, está en el propio páramo moral que cubre a todo el canal. Desde las matutinas sesiones de juicios populares, pasando por los inanes servicios informativos, hasta la prostitución nocturna. La continua consideración de que la vida humana no vale nada, de que cualquier cosa se puede vender. La constante apelación —sostenida por una supuesta crónica social protagonizada por trepas  y corruptos, en el amplio sentido de la palabra, que salpica a toda su parrilla— a que es aceptable ganar dinero a costa de cualquier cosa.

No pasemos por alto que la gente que durante años asimila estas ideas, sale a la calle y se relaciona con los demás. Por eso no basta con cambiar de canal.

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8 comentarios:

Drizzt dijo...

En realidad, creo que son perfectamente conscientes del tipo de basura que venden. Valga como anécdota, recuerdo que hace unos años, que estuve haciendo el mantenimiento de un software en las instalaciones de Telecinco, y como el propio personal de T5 hablaba de "frikis" para referirse al personal que hacía cola para meterse dentro de una de las ediciones de Gran Hermano.

Lo que a ellos les importa, son los datos de audiencia que manda Sofres cada mañana, y que las marcas se anuncien en sus programas con los correspondientes beneficios. A lo largo de su historia, creo que se es consciente que han hecho lo que le han dado la gana para conseguir este objetivo. Eso si, el público parece ser que traga encantado.

Teseo dijo...

Vaya, yo pensaba que el Yordi era un tío más fino y elegante, con la cara picada de espinillas.

Dejarse chupar el chocolate a cambio de un curso de surf... En la tele solo se puede ver Juego de Tronos y la serie de los Vikingos punks.

Elentir dijo...

Muy buena entrada. Desde luego, Telecinco se ha convertido en el ejemplo por antonomasia de telebasura, un canal sin el menor respeto ni al telespectador ni a quienes trabajar o participan en sus programas. Lo de este último programa es nauseabundo. Eso sí, la progresía, tan sensible ante cualquier cosa que no les guste en otros canales, calla como una tumba ante la basura de Telecinco. A fin de cuentas, es basura amiga. En fin, qué asco.

Rotwang dijo...

En realidad Telecinco es una reflejo de la sociedad española, es la cadena mas vista porque la gente lo que quiere es escandalizarse, ver basura, usar la excusa de "si, es un asco pero me aleja de mis preocupaciones", lo que necesitamos no es campañas contra telecinco y sus anunciantes, los cuales diran que si, que es un escandalo, que van a retirar su publicidad, y telecinco dira que se les ha ido de las manos, que no volvera a pasar, por lo menos en otros dos meses, la campaña que necesitamos es de regeneración moral de la sociedad, que la gente por defecto no ponga telecinco, pero no como protesta porque en un programa se ha humillado a una persona, si no porque la programación en general no tiene ningun tipo de interes para nadie con dos dedos de frente, pero en lugar de eso es mas divertido escandalizarse, firmar una protesta que aunque funcione no va a ninguna parte, como se ha demostrado en otros casos, y nos hace sentir bien porque nuestro sentido moral es muy alto, ¿pero cuantos de los que han firmado esa protesta han desintonizado todos los canales del grupo telecinco?, probablemente un numero anecdotico.

Telecinco seguira haciendo lo que mejor sabe, escandalizar, porque eso les da dinero que es el objetivo de la empresa, lo que no tiene sentido es pretender que una empresa privada nos eleve el nivel cultural y moral, de eso nos tenemos que ocupar cada uno.

srt dijo...

Resumen de la "noticia": una chica que no sabe dónde se metía se entera demasiado tarde y sale escaldada. Ni sandeces como humillación a la mujer (¿a qué mujer? ¿a todas?) ni obligación a nadie a hacer nada que no quiera. Lo único que hay son cínicos que enarbolan la bandera de la libertad cuando ven que sus intereses o ideología son amenazados mientras que arrían ésta para izar la de una supuesta dignidad cuando la libertad de otros es lo que prima. Liberalismo a la carta.

Rotwang dijo...

Y una cosita mas, esta chica, no ha dejado el programa, asi que muy humillada no se sentira.

Pablo Otero dijo...

¿Liberalismo a la carta? ¿Desde cuándo el liberalismo anula el criterio moral? ¿Por ser liberal uno ya no puede tener criterio y decir que esto o lo otro está mal o bien?

Pablo Otero dijo...

No creo que T5 sea reflejo de la sociedad, más bien diría que tiene un target concreto al que se dirige.