martes, 30 de abril de 2013

Tragedias en sweatshops y progres bienintencionados. A love story

Lo de Bangladesh es una desgracia que ofende a todo el mundo. Da igual que cada semana mueran docenas de mineros chinos o que las redes de trata de blancas en occidente campen a sus anchas. Lo de Bangladesh llega a las portadas porque muchos consumen en El Corte Inglés y Primark y a toro pasado se sienten un poquitín ofendidos. Afortunadamente, dentro de lo que es una tragedia horrible, el consumidor occidental se moviliza para que estas compañías hagan algo por las víctimas. De momento parece que van a empezar a echar una mano a los familiares de los casi 400 muertos. Al menos Primark, no así El Corte Inglés, que de momento no dijo nada sobre este suceso.

Cuando sucede algo así, siempre resurge el debate sobre las condiciones laborales del tercer mundo. Las famosas sweatshops que responden a un modelo laboral decimonónico para que malvados capitalistas tengan muchos beneficios creados sobre la sangre de miles de inocentes esclavos. Este manido debate enerva las sensibilidades del personal. Personal que no hace ascos a comprarse zapatillas muy baratas.

No sé qué hace esta imagen aquí, que estoy hablando de sweatshops. ;)
El caso es que siempre veo un tanto prostituido este debate. Por ejemplo, se trata de confundir el trabajo esclavo con el trabajo muy barato para nuestros estándares. Todos estamos en contra de la esclavitud en todo el planeta. La esclavitud existe, es algo muy real que se debe combatir de forma universal porque una persona no puede poseer a otra. Ahora bien, la diferencia entre esclavitud y cobrar poco para nuestros estándares en el tercer mundo es la misma que hay entre el tío Tom y Obama.

No existe un debate si no se establecen previamente el significado de sus términos, relaciones y operaciones. Convengamos en que todos estamos en contra de la esclavitud (bueno, todos excepto los esclavistas). Centrémonos en los talleres de países subddesarrollados y desarrollados. En el caso de los países desarrollados, cuando se halla un taller de condiciones decimonónicas, hay una policía y unos jueces diciendo hola qué tal. Por lo tanto ciñámonos al caso del Tercer Mundo.

No llamo a nadie a engaño: quiero que cualquier persona del planeta tenga una colección de Ferraris si ese es su deseo. No creo que para que unos se enriquezcan otros necesariamente hayan de estar en condiciones horribles. El capitalismo no clientelar se basa en acuerdos voluntarios, en intercambios que necesariamente benefician a todas las partes. Hay un hecho incontestable con las sweatshops: son la mejor alternativa para millones de personas. ¿Alternativa a qué? ¿Qué hay peor que trabajar 12 horas en un sótano por cinco euros? Cualquiera diría que morirse de hambre a la intemperie es lo único peor que eso. Pero eso lo diría alguien del occidente desarrollado. Hay cosas peores que morir de hambre a la intemperie. El mundo es un lugar horrible en el que a veces la muerte no es la peor de las opciones. Podemos contar historias dantescas de prostitución infantil, de crear adictos a drogas, de vivir con el permanente miedo a que den un machetazo a tu hijo, de maldiciones vudú, etc. El mundo es un lugar horrible, injusto, violento, lleno de gente absurda que hace locuras sin razón. Pero el mundo cada vez es menos así. Gracias entre otras cosas a las sweatshops.

Escuela para tuberculosos. Principios del XX. Interesante página.
Decía que en un país desarrollado no tiene sentido que exista una sweatshop, pero no tanto porque sea ilegal debido a leyes laborales (si esta fuera la única razón, habría muchísimos talleres clandestinos más y parece que hay pocos respecto al total), sino más bien debido a que sería un desperdicio de mano de obra. El trabajo de una sweatshop requiere poca elaboración, poca formación y es una categoría inferior de trabajo al peor trabajo que se pueda hacer legalmente en occidente. Por lo tanto, a la hora de competir con una sweatshop hondureña, la hondureña siempre va a ganar. Luego es ineficiente desde el punto de vista empresarial (nota: los poquísimos talleres clandestinos en occidente suelen tener trabajadores inmigrantes).

Pero en el Tercer Mundo sí es eficiente. En estos casos el empresario responde a una multinacional (o no, ojo) y los salarios, aunque bajos, son marginalmente más deseables que prostituir a tus hijos o secuestrar turistas. Pensemos en la España de 1920 (o la Galicia de 1970, ejem): niños trabajando en el campo diez horas diarias, mujeres cosiendo en talleres con poca luz y sin yodo catorce horas al día... Condiciones horribles, de acuerdo. Pero, ¿han estado siempre así? No. Han mejorado. Han mejorado por capitalizarse, por trabajar y poder enviar al crío a que aprenda a leer y a escribir. Por capitalizarse y poder pagar una consulta al médico que mejora su calidad de vida. Por capitalizarse, comprar una bicicleta y llegar más descansado del trabajo. Y por el lado del malvado empresario (cuando ser empresario era algo respetado y respetable), los beneficios obtenidos utilizarlos en mejorar la maquinaria, utilizarlos en ir a un simposio en el que te explican qué diantres es eso de la productividad y cómo poner aire acondicionado en verano hace que tus trabajadores sean más productivos.

Gran película.
No son pocos los intentos que desde occidente lanzan los bienintencionados revolucionarios con zapatillas cosidas en Venus y teléfonos ensamblados en Rigel-7 para acabar con las sweatshops. En ocasiones tienen bastante éxito, como la ley del senador americano Tom Harkin que prohibía importar productos fabricados en talleres que emplearan niños. Veamos qué dice Unicef —poco sospechosa de considerar el libre mercado algo deseable— al respecto:

...when Senator Harkin reintroduced the Bill [Child Labor Deterrence Act] the following year, the impact was far more devastating: garment employers dismissed an estimated 50,000 children from their factories, approximately 75 per cent of all children in the industry. The consequences for the dismissed children and their parents were not anticipated. The children may have been freed, but at the same time they were trapped in a harsh environment with no skills, little or no education, and precious few alternatives. Schools were either inaccessible, useless or costly. A series of follow-up visits by UNICEF, local non-governmental organizations and the International Labour Organization discovered that children went looking for new sources of income, and found them in work such as stone-crushing, street hustling and prostitution — all of them more hazardous and exploitative than garment production. In several cases, the mothers of dismissed children had to leave their jobs in order to look after their children.
Lo que más o menos quiere decir que los bienintencionados animales de bellota crean nuevos problemas donde antes no los había. Reclamar el fin del trabajo decimonónico tiene buena pinta en apariencia. Lástima que sin una alternativa, sea la peor decisión del mundo. Además, se suele decir que eliminar estos talleres con bajos salarios es bueno para acabar con la pobreza. No sólo es errónea esta visión de querer acabar con la pobreza (en su lugar estaría bien que se empezara a hablar de crear condiciones de prosperidad, ya que la pobreza, por definición, siempre existirá. Aunque ojalá los pobres del mundo fueran como los pobres estadounidenses) sino que al prohibir el peor trabajo posible, el siguiente peor pasará a ser el nuevo peor trabajo posible. Es una trampa lógica.


Eso, considerando el trabajo en estos talleres como el peor posible. Darse una vuelta de noche por los suburbios de Kinshasha dará testimonio de que hay cosas peores.

Recientemente vi una tertulia en la que FDV decía que era preferible que una persona trabajara por 400 euros a no trabajar y no cobrar nada. Es decir, que la gente trabaje más o menos en función de lo que produce. Si creas riqueza valorada en 410, cobras 400 (le pongo 10 al empresario, pero en realidad hay que pagar a la SS y chorricientos impuestos, con lo que el que cobra 400 debe producir 700 porque si no, la asesora estratégica no puede ponerse tetas nuevas. En realidad defiendo la libertad contractual y si cobras 400 produciendo 8, bienvenido sea (si cobras 400 y produces 3.000, el empresario de al lado te contratará por 1.400. Creo que esto no hace falta decirlo).). Le respondía Pablo Iglesias que eso era criminal porque los paralíticos no cobrarían nada. El argumento no es textual, pero era algo parecido.

Curiosamente este mismo argumento de la izquierda no sirve para el Tercer Mundo. Si quitamos las sweatshops (con marines americanos, por cierto, no hay otra forma), la alternativa para sus trabajadores será la muerte por canibalismo. Ah, que se jodan, a mi plín, soy de izquierdas, se me permite todo y cumplí mi objetivo. Ya sabéis, la famosa doble vara de medir de la izquierda que aplican a todo.

En conclusión, la próxima vez que veas a gente súper-preocupada que te cagas, tía, protestando por las condiciones laborales de talleres tercermundistas, pregúntales por su incipiente carrera empresarial en aquellos países y cómo van a lograr que obreros no cualificados produzcan siete veces la riqueza que están produciendo, de la noche a la mañana.



Más:
  • Alguien me dirá que la alternativa es educar a la gente. Pero esa es una variación de la trampa lógica anteriormente expuesta. Imaginemos que todo el mundo tiene estudios que lo capacitan para producir 6 euros a la hora. Mucha gente se quedará en la calle, con lo que bajará su demanda salarial. Es decir, que el nivel educativo puede ayudar pero no es crucial en este tema.
  • La solución son los robots. Srsly.
  • How the other half lives. Interesante.
  • Population Living on Less Than $1 Per Day, 1981-2004
  • Gapminder, para trastear datos y comparar entre diferentes épocas y estadísticas.

La globalización es buena. Imprescindible



lunes, 29 de abril de 2013

Sin motivos para el optimismo

Igual el truco está en no decir que estamos en crisis, sino en reconocer sencillamente que somos un país pobre. Pobre y sin ganas de salir de la pobreza. Cinco años de crisis económica dan para pensar que si acaso seamos una especie de república bananera.

El Gobierno poco puede hacer, pero lo poco que puede hacer no lo hace. El pasado consejo de ministros presentó un Plan Nacional de Reformas en el que hay poco más que prorrogas de impuestos, nuevos impuestos y subidas de impuestos. Sí, es el mismo gobierno que llegó al poder prometiendo bajar los impuestos. El mismo que estando en la oposición criticaba la subida de impuestos del anterior gobierno.

De lo poco más que hay, veo cosas que tienen bastante buena pinta: la Ley de Unidad de Mercado y la Ley de Servicios Profesionales. Otras que no entiendo para qué sirven, como la Ley de Garantía de Buen Gobierno y otras sobre las que no tengo opinión, como la Ley de Desindexación de la Economía Española. Es raro que un español no tenga opinión sobre algo, pero esta ley trata sobre sustituir el IPC por un Índice de Referencia Mágico cuya formulación no conoce ni el propio gobierno.

Y en estas estamos, con cosas muy básicas como las dos mencionadas leyes que deberían haberse aprobado el primer día de legislatura y con una huida hacia adelante del gobierno basada en aumentos de impuestos. Ojo, que quitar deducciones a la gran empresa no me parece nada mal. No puede ser que haya una diferencia tan grande entre el tipo nominal y el efectivo del IS de la gran empresa. Y tampoco puede ser que se castigue a la empresa mediana y el estado proteja a la grande (sí, las empresas grandes funcionan mejor, pero no es bueno que el estado las mime). Claro que conociendo el capitalismo clientelar y antiliberal que defiende este gobierno, mucho me temo que se las ingeniarán para compensar por una puerta trasera el aumento impositivo a la gran empresa.


Este Plan de Reformas se contextualiza con la publicación del dato del 27% de paro. La gente se echa las manos a la cabeza (todos menos Paco Marhuenda) y se sorprende de la paz social que hay en este país completamente arrasado. Habría que coger y destripar ese dato de paro, ponerlo delante del tamaño de la economía sumergida, localizar a aquellos parados de larga duración que jamás trabajarán y a aquellos jóvenes que demandan empleo y matan el tiempo hiperformándose. Ojo, que incluso haciéndonos trampas al solitario (como el typex de Caldera) el principal problema del país sigue siendo el paro. Da igual los malabarismos que se hagan. El paro es el agujero negro español. Un paro del que no salimos gracias a convenios sindicales extraños, gracias al efecto expulsión del sector privado que provoca el gasto público, gracias a la desastrosa educación, gracias a tener un montón de empresas pequeñitas muy poco productivas y gracias a la existencia de docenas de contratos-tipo que sólo benefician a gestorías de pueblo.

Hay una correlación muy fuerte entre creación de empleo y crecimiento del PIB. Es casi una ley económica (casi, porque no existen las leyes económicas) que si creces por debajo del 2% no creas empleo. Siempre tuve claro que para crear empleo hace falta un crecimiento previo. Hay otros muchos, como los sindicatos, que dicen que primero creas empleo y luego creces. Supongo que todo depende de qué tipo de empleo hablamos. El caso es que el empleo lo crea el que invierte en un negocio, por lo tanto son condiciones sine qua non contar con empresarios y capital. La futura Ley de Emprendedores Mágicos y Etéreos ya nos dice que firmando un papelito eres empresario, muy bien, pero seguimos sin disponer de capital. Un país tan endeudado no ahorra, paga deudas. Y sin ahorro no hay inversión.


¿Cómo ahorrar? Como se hizo toda la vida. Pero no sólo hay que buscar un ahorro hoy desaparecido y complicado. La crisis significa que el país es pobre, está endeudado y la gente no trabaja. En un mercado global habrá que vender más que los demás. Habrá que ser mejores. Habrá que pensar en atraer el dinero exterior que hoy no se genera. ¿Qué parte de esto hace el Gobierno? Hasta donde yo sé, poca cosa. Es como si en el fondo al gobierno le preocupara tanto la pobreza nacional como meter a etarras en la cárcel o investigar el 11M. O sea, nada.

Si una cosa nos enseña la acción actual del gobierno es que estamos solos. El gobierno es una oficina que reparte la limosna del paro, nada más. De esta crisis saldremos vendiendo más y mejor e inventando nuevos productos. No hay atajos. No contemos con el gobierno.

Más:

sábado, 27 de abril de 2013

Jugando con la soberanía nacional

Por encima del debate de la política nacional, sobrevuela el ámbito en el que se pueden tomar las decisiones. Decía la canciller alemana hace poco, verbalizando algo que opinan muchos de quienes la critican, que quizá vaya siendo hora de que los estados miembros de la Unión Europea cedan más soberanía a las instituciones comunitarias. Dicho de otro modo, que los presupuestos nacionales pasen por una supervisión y corrección de autoridades europeas que no sólo no controlamos los ciudadanos, sino que ni siquiera conocemos.


No dejo de pensar en que la creación de la moneda común y su irremediable banco central hayan sido las primeras etapas de una casa que se ha comenzado a construir por el tejado porque de otro modo nadie en su sano juicio permitiría colocar el primer cimiento. Pues bien, con una moneda común a países en situaciones tan dispares como Grecia y Alemania, está claro que sin algo más que un criterio de convergencia como puede ser el déficit público, esta moneda perjudicará a unos y beneficiará a otros. El euro, desde el punto de vista de la instrumentalización política, no es inocente. Como tampoco es inocente la decisión de multar o no a países que incumplen o no acuerdos en materias dispares como polución o pesca. El euro no es inocente, insisto, porque el BCE no es inocente. En el momento en que tu banco central es un componente que parametriza la política nacional de un país y que tiene que bregar con economías que crecen y exportan y otras que no sólo no crecen sino que se comen una deuda que no pueden pagar, es el momento de plantear que las mismas normas no pueden valer para todos.

Es muy curioso observar cómo opera esa extraña idea de que en cuestiones económicas los países de la Unión tienen que ir todos juntos y en otro tipo de cuestiones (política migratoria, por ejemplo), se permite que haya grupitos de países que hagan lo que les viene en gana. Es la doble vara de medir que se usa con los países pobres de la Unión. ¿Dónde está escrito que un acreedor sea un amo? ¿En qué parte de los tratados de la UE dice que se permitirán acciones unilaterales para algunos países pero no para otros en función de su cuenta de resultados? ¿Por qué se pone el acento en la cesión de soberanía nacional y no se critica que haya países que pertenezcan a la UE y no a la Eurozona? Hay ciertos debates en Europa que simplemente no existen. No quiero pensar que cuando muchos hablan de ceder soberanía, en el acuerdo incluyan nuestros cerebros.

Uno pensaría que cuando vota a un Parlamento o a un Gobierno (en el caso español es la misma elección, ya que debemos de ser medio imbéciles), estos se dedican a crear leyes y/o a ponerlas en práctica. Pues parece que eso es una especie de privilegio del pasado. Hoy un Gobierno no gobierna, sigue instrucciones de los acreedores del país. Si ese país ha firmado algún tipo de tratado internacional que comprenda áreas de colaboración política con otros, puede que sea debatible que ciertas cosas deba o no hacerlas. Ahora bien, no existe tratado internacional por el que un país ceda su soberanía sin que la población se ponga de acuerdo con amplísimo margen. E incluso con el acuerdo de la población, habría que tener en cuenta que la voluntad de quienes estuvieron antes y quienes vendrán después. Vender un país no puede salir gratis ni se puede hacer por la puerta de atrás y a oscuras.

Vemos que Merkel dice alegremente que es hora de que los países cedan soberanía. Tan sólo unas décadas atrás otros países hubieran llamado a consultas a sus embajadores en Berlín. Como poco, ni la habrían escuchado. Ceder soberanía en Europa, a una entelequia desconocida para el ciudadano, es hacer la guerra por otros medios.


Insisto en que en ningún sitio pone que si yo te debo dinero, tengo que hacer lo que a ti te de la gana. Tendré que devolverte el dinero y desde luego que me interesa devolvértelo para que en el futuro podamos llegar a acuerdos beneficiosos para los dos, ahora bien, si haces algo que yo considero que me perjudica, tengo no sólo el derecho sino la obligación de defenderme. La agresión puede presentarse en muchas formas, como el conde Drácula.

Yo lo último que me esperaría es que mi Gobierno actuara no ya como una puta, sino que además pagara el polvo. Bueno, en concreto haciéndonos pagar a los ciudadanos su polvo. Así, nuestro presidente del Gobierno, con una mayoría absoluta que le da poderes dictatoriales, está rendido ante sus amos, pero sus amos no somos nosotros, que sería lo sano, sino agentes extranjeros cuyas acciones hay que empezar a considerar hostiles.

¿Qué es eso de postular que los presupuestos nacionales deben pasar por el visto bueno de una oficina desconocida? ¿Somos la Guatemala de la United Fruit Company? ¿Cómo puede ser que el partido en el Gobierno critique a los secesionistas catalanes porque actúan contra los intereses generales del país y acto seguido se ponga a disposición de poderes no electos que responden a intereses ajenos a los españoles?

Puede que yo vaya demasiado lejos y la cesión de soberanía se limite a una supervisión bancaria europea y en unos años a la creación de Eurobonos. Eso no sería malo. El problema es que llevamos 25 años dando el beneplácito a cosas que no son malas. Qué queréis que os diga, yo no me fío de un pelo de esta Unión. En gran parte porque no me fío de lo que no conozco y en menor medida porque veo que a la UE no le interesa darse a conocer, lo que realimenta mi ojeriza. Y otra cosa que me pone los pelos de punta es que ningún tratado de la Unión tiene vía de escape. Eso sí que es alucinante y debería ponernos en alerta.

Lluvias de Castamere:





viernes, 26 de abril de 2013

¿A quién le importa Tayikistán?

Hablaba el otro día de Turkmenistán, me parece interesante echar un vistazo a los procesos de creación del estado nacional que tienen lugar ahora en lo que fueron repúblicas soviéticas. Hace veinte años el mundo libre derrotó a la Unión Soviética y de la noche a la mañana aparecieron países que en muchos casos sufrieron horribles guerras civiles durante los 90. De los ganadores de aquellas guerras civiles, salen las élites que hoy controlan esos países.

Nilufar Sherzod, Miss Tajikistan y Miss Naciones Unidas 2010.
El problema que tienen es que la historia soviética tapó la mezcla étnica, cultural y religiosa que hay en esos países. Hoy afloran problemas que en Europa se resolvieron con sus más y sus menos hace cien años.

El infierno o la mala suerte de nacer donde no debes.
Es el caso de Tayikistán, un lugar horrible en el mundo, que no fue bendecido por el petróleo ni el gas natural, pero que sin embargo aparece en mitad de Asia Central, en un lugar que nadie quiere, lleno de montañas y rodeado por países...  países que hay que darles de comer aparte (China, Kirguizistán, Uzbekistán y Afganistán; y por lo escarpado de la zona, Turkmenistán y Pakistán los podemos meter como fronterizos). Tayikistán es ese tipo de lugares en los que vas a la oficina de correos y el cartero te atraca.

Si Osama se escondiera en Tayikistán, no lo pillaban. Por cierto, tiene la superficie de Aragón y Castilla y León juntas, unos 150.000 km².
En principio, Tayikistán es «la tierra de los tayikos», sin embargo el gobierno tayikistaní se preocupa por desarrollar una extraña ingeniería legislativa para dejar bien clara la distinción entre tayiko y tayikistaní. Y es que no todos los tayikistaníes son tayikos aunque ese sea el grupo étnico mayoritario. Sí amigos, distinguir entre grupos étnicos es lo común en el planeta hoy. Lo raro es lo que ocurre en occidente. La gente se mata a paladas por ahí por conceptos que para nosotros no existen. Ojo, no olvidemos que para nosotros no existen esos conceptos porque aquí nos matamos a mordiscos mucho antes que otros sitios del mundo.

Historia tayikistaní en 30 segundos

Tayikistán coincide bastante con la región de Bactria. Una estación de servicio en la parte norte de la ruta de la seda, del Imperio de Alejandro hasta China. Si cogéis un atlas histórico-geográfico y vais a la zona desconocida pero interesante, está en la conexión entre la cordillera del Pamir y la cadena montañosa de Shan, que conecta con el Himalaya. Esa zona del mundo que hoy pertenece al área de co-prosperidad rusa, pero que sin embargo tiene topónimos chinos porque en los últimos doscientos años China no fue gran cosa, pero antes sí.

Estas montañas tan horribles siempre estuvieron entre persas y chinos. Como las montañas estaban en el este, los tayikos aprendieron persa y no chino. De hecho, el idioma tayiko es el mismo que el persa, puede que más arcaico que el persa de Irán e inteligible con este. Pero escrito en caracteres cirílicos. Cosas del tito Stalin. Bien, pues Tayikistán siempre fue la frontera oriental del imperio persa. Una frontera que no había que civilizar porque no había que mantener tropas. Es una zona escarpada en la que hay picos de 5.000 a 7.000 metros de altura que hacen de frontera natural con China.

Pues esa gente estaba tan tranquila secuestrando caravanas comerciales chinas, asaltando ciudades persas para tener esclavos y demás cosas, cuando de pronto un día Carolina del Sur se independiza de los Estados Unidos y el Imperio Ruso deja de importar algodón. El zar, que no tenía muchas luces, decide que antes de comprar algodón a los ingleses, prefiere conquistar una zona cálida y atrasada como es la Bactriana, civilizar a esos bestias y ponerles a recoger algodón. Después de 30 años de guerra, más o menos ganan los rusos que dejan como vasallo al emir de la zona. Un par de jueves más tarde, entran los soviéticos en Dushanbé y capan al emir.

El algodón: razón de ser y  símbolo de Tayikistán.
Como buenos revolucionarios, los bolcheviques cogieron un mapa de Asia central, un lápiz y un par de botellas de vodka. Trazaron fronteras por donde les salió de las narices y la mitad de los tayikos acabaron en Uzbekistán. Años más tarde, el tito Stalin, con su política de migraciones forzosas lo acabó de arreglar. La idea tenía un loable fin: la holización de la URSS, pero se saltó el paso previo de enseñar a leer y a escribir a esa gente. Tayikos, kirguises y uzbekos esperaron en sus casas hasta que las ansias de libertad destruyeron el muro de Berlín y cuando desaparecieron la KGB y la Milicia, se empezaron a degollar en la calle como animales.

Ramón

A Ramón le gusta el fútbol.
Emomalii Rahmon, al que llamaré Ramón para abreviar, era delegado de una granja colectiva tayika cuando Tayikistán declaró su independencia. En calidad de delegado de esa granja, formaba parte del Soviet Supremo tayikistaní. En 1992, entre protestas en la capital, dimite el presidente del país, después dimite el portavoz del Soviet y Ramón por carambola pasa ser nuevo portavoz y decide ser él el presidente. Desde aquellas manda en el país, pero no de forma incontestable.

Ramón es el Pepe Bono de Asia Central (aunque no lleva tanto en el poder como Pepe Bono, todo sea dicho).
El bueno de Ramón, que de vez en cuando hace enmiendas a la constitución para seguir presentándose a las elecciones (que siempre gana por el 99% de los votos), permite que existan unos pequeños partidos opositores en el parlamento. Con ello demuestra que hay libertades civiles. Los políticos opositores reciben palizas de vez en cuando, pero son gajes del oficio.

La Hillary de tournée con el dictadorzuelo tayikistaní. Ojo al de bigote que tiene pinta de gustarle los golpes de estado. Yo si fuera Ramón me lo cargaba (aunque probablemente ya esté muerto).
De 1992 a 1997 (o 1999, según dónde te informes) hubo una cruenta guerra civil en el país entre bandas partidarias basadas en clanes y disputas ancestrales postergadas por el puño de hierro soviético. Esa guerra originó riadas de gente huyendo del país. Hoy hay cientos de miles de tayikos viviendo en los países limítrofes. Ni me imagino lo que ocurría en aquel país como para que la gente huyese a Pakistán. Por fin llegó la paz de falsete, aunque varios grupos opositores siguen en la clandestinidad, normalmente armados y haciéndole la competencia al gobierno en el tema de las rutas del tráfico de droga. Hoy uno de los grandes problemas de Tayikistán es lograr que regrese buena parte de su población y que una vez en el país tengan casa y esas cosas. Otro gran problema es saber cómo impedir que el gobierno deje de perseguir a sus opositores sin crear un nuevo baño de sangre (parte de la oposición clandestina está formada por grupos del tipo Renacer Islámico, Liga de Amputaciones a Cruzados e Infieles y Osama Tenía Razón (r)).

Ramón, que es un hombre amado por el pueblo, basa una parte de su poder en permitir a occidente establecer bases militares en su territorio para combatir el terrorismo. La otra parte la basa en controlar el monopolio público del aluminio en su propio beneficio y ser el proveedor oficial de todos los tayikos. Por resumir, es algo parecido a lo que pasa en la diputación de Ourense.

Emblema actual de Tayikistán.Emblema soviético de Tayikistán.
La cena del coronel

De los cables de wikileaks concernientes a los informes de la embajada americana en Dushanbé, hay uno gracioso en el que describen cómo subrepticiamente ningún diplomático ruso apareció en una cena ofrecida por la embajada americana y sin embargo sí apareció un oficial que comenzó a contar chistes racistas y a insultar al personal americano. ¿Veis cómo esta parte del mundo es interesantísima?

Creación del estado nacional

Como aliado de Occidente, entra fácil en la OMC. Lástima que en Tayikistán sólo exista una empresa (que es del presidente).
En este contexto de odio tribal, terrorismo internacional, tráfico de drogas y corrupción al aire libre, el gobierno tayiko, cuando no roba, trata de proporcionar una nueva historia a su población. Por una parte relajando la persecución a las minorías, por otra, tratando de explicar el pasado soviético y finalmente con algunas decisiones de su querido líder como la prohibición de los apellidos rusos. El propio Ramón, que se apellidaba Rahmonov, pasó en 2007 a apellidarse Rahmon y sugirió que toda la población hiciese lo mismo. Tayikistán está histórica, lingüística y culturalmente ligada a la tradición persa, por lo tanto, las autoridades tratan de destruir el componente de asimilación cultural rusa que llevaron a cabo los soviéticos con sus genocidios y migraciones forzosas.

Desde luego que en comparación con otros países de la zona como China o Irán, en Tayikistán existen más libertades públicas (siempre y cuando no te metas en política), sospecho que por influencia de los países occidentales que tienen bases en el territorio y sin cuya colaboración el gobierno tayiko no existiría. Dicho lo cual, debo añadir que Tayikistán también destaca especialmente por ser un lugar al que los periodistas van a morir.

Un poco más de drama

Tayikistán hace frontera con la provincia china de Xinjiang, esa provincia que es opaca al resto del mundo. Esa provincia china con enfrentamientos diarios entre han y uigures que dejan muertos por las calles. Además, hace frontera por la parte más escarpada. No existe la posibilidad de obtener datos sobre el trasiego de personas de un lado a otro de la frontera. Lo dicho, si por ahí ves una oficina de correos, huye. Lo más probable es que el cartero te saque los órganos y venda a tus hijos como esclavos.

La tele tayika es como la telegaita. Luar todo el día:


Más:

jueves, 25 de abril de 2013

Un 74% de anticapitalistas

Dicen que el dilema se presenta cuando el gobierno tiene que ahorrar y al mismo tiempo no tiene de dónde. Ya sabéis, lo de «tocar hueso» que dice la gente en la que creo es una muy desafortunada comparación del Estado con un organismo vivo.

Hay quien dice que el déficit no es culpa del gasto público, como si un déficit —el que sea— no estuviera relacionado con un gasto. El problema es que cuando eres pobre y quieres seguir viviendo como un rico, tienes tendencia a no evitar el gasto. A España le está pasando eso. Miento, no le «está pasando»: hay una serie de personas que deciden que le pase. La mayoría está en el gobierno.


En los años burbujiles (pongamos entre 2001 y 2007) España ha gastado respondiendo al medioambiente burbujil. Un país que vive en el eterno presente cree que la situación va a ser siempre la misma. No hay ningún tipo de incentivo para que aquellos políticos (por cierto, los mismos que hay ahora y los mismos que había en 1995 y en 1990...) no elevaran el gasto público de la misma forma que aumentaba el gasto privado. Todos hemos visto el estudio de la Fundación BBVA. Aquí no vale echar la culpa a los mercados, a Merkel, a la troika ni al susumcorda. El sabio pueblo español reclama de forma constante más gasto público, hasta el infinito. Y en parte es normal ya que la mayoría de la población vive en la pobreza solemne. Quienes no viven en esa pobreza solemne, no llegan a que les alcance una provisión de servicios públicos por ser ricos, aunque con cierta perspectiva sean tan pobres como los anteriores. Así, una parte de la población pide que les mantengan sus ayudas (para comprar medicinas, para estudiar filología rumana, para poner una cadera de titanio a un señor de 102 años, etc) y otra parte, lo que llamamos clase media, reclama que le subvencionen una guardería al lado de casa ya que la que les corresponde está copada por hijos de inmigrantes.

El resto del paquete lo forman esos profes diciéndoles a los niños que los empresarios son malvados, esa prensa que malvive de dinero público y se ve obligada a lamer botas... Bueno, ya sabéis.

Es cierto que también la parte de ingresos es importante. Y desde luego que el Estado está regalando a la gran empresa muchas oportunidades de no pagar lo que le corresponde. Supongo que es para compensar el hecho de tener un mercado laboral desastroso y bananero. Y digo yo que también influirán sobresueldos y lo que llaman «puerta giratoria» (¿dónde han sido colocados ministros, ex-presidentes, ex-secretarios de Estado, etc?).

Ingresos.
Respecto a la medida de la riqueza nacional, lo que recauda el Estado no ha bajado mucho. Si ha bajado en cifras absolutas ya que el PIB ha bajado. Lo lógico en este caso sería hacer caer el gasto público. No por capricho, sino para no ahondar en el déficit que vuelve demasiado cara la financiación.

Gastos.

En la corrección de ese déficit es donde entra la política. No podemos tener al mismo tiempo guardias nocturnos y reparar baches, por ejemplo. Hay que elegir porque no hay dinero. Mejor dicho sí hay dinero, pero hay que devolverlo. La gente tiene la extraña manía de querer que le devuelvan lo que presta. Tema distinto sería el de la usura. Con el tema de la usura España ya tuvo sus problemazos. Claro que esto la gente no lo sabe, porque vive en el eterno presente. El pasado no existe y el futuro será maravilloso o no será.

Esto, que es lo que algunos repetimos desde hace cinco años, no es ignorado por la masa. Lo saben, pero pasan del tema. Durante la burbuja adquirieron una serie de derechos de los que no se quieren deshacer. La Cultura de la Transición, como gran elefante en la sala, barrita y dice que ningún cambio va con ellos. Que de toda la vida aquí se paró de 11 a 13 para el café y que quitar ese café es un ataque de la conspiración fascista internacional. Lo cierto es que durante la burbuja el gasto público aumentó en cosas espectaculares como polideportivos, campos de golf y salarios públicos. La provisión pública de servicios no aumentó en la misma medida que el gasto, pero ahí está la izquierda de IU o del PP, reclamando que aumente el gasto público para salir del pozo ya que esta vez prometen gastar «bien» el dinero. De verdad de la buena.

Me recuerdan a esos cafres que piden el monopolio público del negocio bancario. Esta vez lo haremos bien, dicen, palabrita del niño Jesús (laico).

Este es el medioambiente del país. La conclusión es horrible, claro: un pueblo inepto, irremediablemente elige a representantes ineptos. Dice el paladín del vacío y la obviedad que responde al nombre de Fernando Ónega, que no es tiempo de meterse con los políticos porque hay «políticos buenos». Cuando el debate llega a la tautología, se acabó el debate. Ni para ti ni para mi. En la plaza gritan «Barrabás, queremos a Barrabás». También exigen que los árboles que destaquen, sean cortados ya que es un ataque a nosé qué que haya árboles más altos que otros. Da igual. Ni siquiera los que se dicen de izquierda en este país piden ya que todos los árboles crezcan sin importar a qué altura. Hoy la izquierda es una especie de monstruo de tres cabezas, con Mariano, el 15M y el señor que ponga la Pesoe a dirigir el Consejo de Administración de su negociado. No reclaman que todos tengan la oportunidad de crecer, sino que crezcan los que aparecen en el convenio y que ninguno supere cierta altura. La derecha, entendida como una amplia opción política que defiende valores tradicionales y la prudencia en los cambios, ni tiene representación.

Y la calle, ese lugar que jamás debió ser para la política (no así el ágora, que distingo de la calle campechana), gritando que quieren a Barrabás. Pero si ya tenéis a Barrabás, miraos a un espejo, gañanes.

Hay días en los que es mejor no salir de casa... pero eso es exactamente lo que desean algunos: ganar por incomparecencia del contrario. Yo me niego a eso. Un 74% de los españoles rechazan el capitalismo. Bien, hay un 26% que no lo rechazamos.

¡Sí se puede!



miércoles, 24 de abril de 2013

Endogamia cultural gallega

Un tema que no le interesa a nadie: lo que llaman cultura gallega. No estoy en contra de que la gente esté encantada de conocerse ni de que se rebañe en la endogamia más abyecta y haga grupitos de quinceañeras alejados de la realidad. Me parece genial todo eso. Lo que sí pediría es que la gente tuviera un poquito de decencia. En primer lugar porque hablan en nombre de Galicia («cultura gallega») y en segundo lugar porque la juerga la pagan los contribuyentes.

Manolo Rivas y Suso de Toro.
Uno de los fenómenos paranormales en los que lo que llaman cultura gallega está más encantado de conocerse, es lo que se conoce por Premios da Crítica de Galicia. Estos premios constan de varias categorías y comenzaron siendo una cosa organizada entre colegas allá por 1978. En 1992 registran la Fundación Premios da Crítica de Galicia como fundación benéfico-cultural privada. Al año siguiente la Xunta de Galicia la reconoce como «de interese galego» y pasa a patrocinarla. Y a vivir que son dos días.

Sobra decir que lo de la «crítica» es en sentido figurado: los jurados los decide esa fundación. En ningún momento el mecanismo de los premios sigue algo remotamente parecido al mecanismo de los Critics' Choice Awards (ahí las votaciones las hacen (muchos) críticos de forma anónima). Esta merienda de negros de la que os hablo lleva 35 ediciones. 35 ediciones de hondísima preocupación por la cultura gallega, por tratar de derribar el bloqueo mental y el autoodio, por sacar a la luz a nuestros caballeros y damas de la cultura, guías de un mañana sublime, etc.

Foto de la junta directiva de la fundación en 2011. Sí, la foto está tomada en la Cidade da Cultura. La cogí del blog de la fundación y el archivo se llama «cultura.jpg».
35 ediciones de las que me fijo en el premio de creación literaria (¿a quién le importa el resto?) y viendo los ganadores, me entran ganas de preguntar a alguien si lo de la endogamia se lo han mirado bien. Los propagandistas de estos premios, a sueldo de forma directa o indirecta de lo que rodea a esta fundación y a la consellería, no dejan de hablar de poner la creación artística gallega al mismo nivel que otras, de reclamar para sí un lugar en la universalidad, etc. Claro, eso mola, pero es que de 35 ediciones se han repetido 11 premiados (y uno tres veces). ¿Qué carallo dirán de la universalidad de la creación gallega cuando los «fornecedores da cultura»... se votan entre ellos? Manda narices.

Y es más, ¿por qué diablos los Premios da endogamia Crítica de Galicia tienen desde el año 97 la categoría «Galego egrexio»? Sin duda una categoría honorífica para quienes, sin crear nada en particular que merezca la pena (o simplemente que exista), destaquen metafísicamente en esa nube endogámica de colores que algunos llaman cultura gallega. Un repaso a la lista de «galegos egrexios» pinta un retrato bastante aproximado del problema de la cultura en Galicia. Sí, el mismo problema que tiene el resto del país. La excepción española en lo universal. Eso que llamamos Cultura de la Transición y que nos está matando. Así, son «egrexios» la Editorial Galaxia (que les publica los libros a los «fornecedores»), Carlos Casares (que ganó el premio tres veces), Beiras (sí, el político galaico-abertzale) y gente que aparece en la telegaita que no conozco de nada.

Por cierto, la Xunta tiene otros premios, que son las Medallas de Oro de Galicia, más institucionales (todavía), y en las que han coincidido algunos galardonados con los premios da crítica. Y acabo de descubrir que existen las Medallas de Plata y de Bronce. Hay cientos de premiados, destaca entre los pseudo-afortunados la subespecie de «caciques peperos», genial.

¿Se traduce este jolgorio de premios en comandita con una sana producción editorial y un mercado literario respetable? No. ¿Para qué andar con rodeos? Un viajero del tiempo que esté en 1995 mirando los estantes de una de las pocas librerías especializadas en literatura gallega, si la mira hoy no encontrará mucha diferencia. Están los mismos libros: los que mandan comprar los profes de gallego en los colegios. Una especie de asfixiante espiral de la que no salimos. Una infranqueable barrera de entrada para cualquiera que tenga una pequeña obra y busque una oportunidad. ¿Qué escritor nuevo va a poder competir con las fantasías de Neira Vilas y sus cuentos de posguerra? ¿Cómo va a ser libre el mercado editorial si las entrevistas en la prensa se las hacen a los tres de siempre (quienes por cierto, escriben en esos mismos periódicos)?

Pone Alabama, pero eso parece Soutelo de Montes.
Bueno, miento, nuestro viajero del tiempo sí encontrará una diferencia: los diccionarios ya no se llaman así, sino «dicionario» porque la normativa del 81 la cambiaron en el 2003 siguiendo criterios científicos y serios de inventamos el idioma que nos sale de los huevos. «Dicionarios», by the way, que cuestan un pastón, pero que como cambian la normativa, hay que comprarlos.

Hala, a fornecer, chavales.

Y encima —lo puto peor de todo—, hay que aguantarles llorando por las esquinas, lamentándose de que la gente no lea en gallego. Colegas, escribís mierdas que no interesan al público y encima usáis el idioma como herramienta endogámica de vuestras cuchipandis, ¡lo raro sería que la gente leyera!

Nota: «fornecer» en gallego significa «abastecer», pero yo lo empleo con el significado de «cuando un caradura dice fomentar algo, pero realmente pretende fomentarse a sí mismo».



viernes, 19 de abril de 2013

De cuando llegaron los moros a la península

Se suele contar que en el 711 tiene lugar la invasión musulmana de la península Ibérica. En la batalla de Guadalete, el ejército de Don Rodrigo pierde ante las tropas de Tarik y el moro Muza, y en menos de una década la morisma conquista toda España. Esto es lo que se suele contar. Bien, pues tengo malas noticias.

Catedral de Córdoba.
Carecemos de fuentes primarias de tan infausto hecho. Esto ha llevado a la creación de ciertas leyendas (la mayoría de las cuales incluye a Don Rodrigo violando a la hija de Don Julián y unas serpientes comiéndose sus partes pudendas), así como a la aparición de varias historietas sobre el destino de Don Rodrigo (que si fue enterrado en Portugal, que si huyó al norte, que si aparece su caballo en no sé dónde....).

Fuentes contemporáneas

Lo cierto es que las fuentes más cercanas al 711 son dos crónicas. En realidad una crónica que es copia de otra. Hay una del 741 llamada bizantino-árabe que comienza con Recaredo (rey visigodo) en el año 600 y termina con Hisham (califa omeya que se hartó de perder contra todo el mundo: francos, bereberes, bizantinos...) en el 724. Es la fuente más cercana en el tiempo a la batalla de Guadalete y a los primeros años de conquista musulmana de España. Se centra en hablar del emperador de Oriente (como hoy hablamos del presidente de Estados Unidos) y también de los avatares de esa cosa novísima y tan de moda que se llama Islam (como hoy hablaríamos de Apple TV). Poco más.

La otra crónica es la del año 754. Viene a ser una reescritura y mejora de la anterior. Para lo que nos interesa, en donde debían hablar de Guadalete y Don Rodrigo, hablan de los emperadores bizantinos y de cómo se instaura la decadencia y la corrupción en Bizancio mientras los herederos de ese chico tan guapo que llaman Mahoma hacen palacios y aportan savia nueva, faldicorta y juvenil. Claro, esto es rarísimo. Que los historiadores de la época hagan esfuerzos por tratar de meter la historia islámica dentro de la tradición cristiana es chocante.

Era tal que así la mezquita de Córdoba. Más o menos.
Hay quien dice que los historiadores cristianos hicieron algo parecido con los romanos: trataron de meter la historia pagana dentro de la tradición cristiana. Así por ejemplo, que San Pedro y San Pablo vayan de la mano como símbolo de la Nueva Roma, sería una imitación de Rómulo y Remo como fundadores de Roma.

Estas crónicas mencionan la conquista de España de pasada, así en plan chulo. Como una campaña más de tantas del califa Walid I:

Indiae fines uastando perdomuit. In occiduis quoque partibus regnum Gothorum antiqua soliditate firmatum apud Spanias per ducem sui exercitus nomine Musae adgressus edomuit et regno abiecto vectigales fecit.

Sometió con sus conquistas los territorios de la India. Y en las regiones de Occidente, por medio del general de su ejército llamado Muza invadió y sometió el reino de los godos en España, reino firme y poderoso desde antiguo; y tras echar abajo este reino, les hizo súbditos.

Claro, esto está escrito en latín, fijando las fechas con el calendario de la Era Hispánica, llamando romanos a los bizantinos, mencionando cómo los emperadores romanos (bizantinos) tenían que ser aprobados por el Senado de la República, etc. Aquí tenéis un comentario y una traducción del texto de la Crónica del 741.

A mi me parece muy extraño que un tipo que cuenta la historia de los reyes visigodos, enseguida se despiste y se ponga a hablar de campañas militares bizantinas y después de la estirpe de los califas de Damasco. Como poco es extraño.

Malala.
Siglos después sí va apareciendo el relato conocido de Guadalete, Don Pelayo y todo lo demás (Crónica Albendense, Crónica Sebastienense...). Siglos después. Y normalmente en cronicones que entroncan Adán y Eva, los profetas, los emperadores romanos y los reyes de España. Pamba, a lo bestia. En estas crónicas, que se empiezan a escribir en tiempos de Alfonso III —llamadas crónicas alfonsinas—, los moros ya están bastante del Duero hacia abajo (por oriente permanecen en la cuenca del Ebro) y el origen de la guerra se cuenta desde un punto de vista religioso. Hay que dar caña a los ismaelitas por sus iniquidades y porque nos han reclamado impuestos, hay que dar caña a los que se pusieron de su lado, etc. La zona cristiana noroccidental de la península debió ver poca morisma. Incursiones a lo sumo. Cosa que es congruente con la imposibilidad de dominar toda la península con un ejército muy reducido (por mucho que la mitad de los visigodos se hubieran puesto de parte de los invasores), y con el hecho de que a principios del siglo IX los reyes cristianos se entretengan construyendo iglesias. Además, es probable que a los reyes del norte les preocupara tanto o más las incursiones vikingas que los ataques moros. Son más profusas las defensas costeras que la construcción de castillos en el interior durante esa época.

Y a todo esto (lo que más me pica a mi) estamos hablando de un país vacío. Imaginaos España y Portugal con millón y pico de habitantes. Es que debió haber aldeas que no se enteraron de la llegada de los moros hasta pasados unos cientos de años.

Por contraste, ¿a qué batalla del siglo VIII le dan importancia las fuentes contemporáneas? A la batalla de Poitiers. El Carlos Martel frenando el avance moro. Es ahí donde empieza cierta Reconquista. La Marca Hispánica que pertenece al reino de los francos y que daría lugar a los reinos de los Pirineos, tiene al musulmán más cerca. Mientras que en occidente hay mucha tierra de nadie entremedias.


Otra fuente secundaria, también del siglo IX, es la Crónica Pofética. En ella, se cuenta las andanzas de los reyes cristianos y de los emires musulmanes partiendo de las profecías de Ezequiel. Me pregunto hasta qué punto se puede hacer un análisis historiográfico de los primeros reyes del norte con relatos más próximos a la fantasía que a la realidad.

Otras fuentes

Aquí no sé qué carallo dicen.
Los documentos conocidos, copiados y utilizados de antiguo que pintan las primeras fases de lo que entendemos como Reconquista son del siglo XII. Destaco la Crónica Silense que es una biografía de Alfonso VI, probablemente el rey con el que el norte de España abandona la alta edad media. En esta obra, el autor traza la genealogía de su rey y lo hace entroncar con los reyes visigodos. Curiosamente esto lo he visto criticado en muchas partes. Hay cierta negación a que los reyes de España (en la Crónica llaman a Alfonso «domini Adefonsi orthodoxi Yspani imperatoris») vengan de los visigodos. No me meto en este tema y sigo.

En esta Crónica Silense mencionan a Don Pelayo, como líder elegido por los astures:

Ad quam Pelagius Roderici regis spatarius, qui oppressione Maurorum incertis locis vagabatur, dum pervenit, fretus divino oraculo cum quibusdam Gotorum militibus ad expugnandos barbaros, a Domino corroboratus est; sed et omnes Astures in unum collecti, Pelagium super se principem constituunt.

Hablamos de escritos del siglo XI o XII sobre hechos del siglo VIII y ya acabamos de ver que los escritos del siglo VIII no dan muchos detalles. Y aquí es cuando digo caray, dan más detalles trescientos años después... Está claro que esto tampoco significa nada. En cualquier momento, si hubiera trabajo de campo en incontables monasterios y catedrales, pueden salir más textos de la época. También sugiero tomar al asalto bibliotecas y palacetes franceses. Cuando vinieron los franceses, se lo llevaron todo. No olvidamos.

Las fuentes musulmanas


La primera obra que trata la invasión desde el punto de vista musulmán, es la Historia de los reyes de Al-Ándalus, escrita por el moro Rasis. El problema de esa obra es que no existe. Hay traducciones de traducciones de cachitos de la obra, y lo que tenemos es como muy temprano del siglo XV. Por otras obras del siglo XIII sí tenemos constancia de que ese libro existió, pero... meh.

El Ajbar Mahmuâ, de autor desconocido, trata los hechos de la conquista musulmana. El caso es que fue escrita en el siglo XI, época en que la literatura andalusí brillaba por su imaginación y genio, ergo la veracidad de esta historia habrá que mantenerla a la espera de ser confirmada por más fuentes. No por repetirla en los colegios muchas veces se va a convertir en verdad, aunque si con ello enfadamos a Artur Mas, bienvenida sea.

Bien, pues en esta obra se cuenta cómo las tropas árabes van haciendo la guerra a los bereberes, cuyas plazas caen y se convierten a la nueva religión (nota: los bereberes eran cristianos) y llegan hasta las ciudades de la costa africana que pertenecían al rey de España. A estas ciudades les cuesta más tomarlas, ya que los españoles mandan barcos con tropas de refresco y víveres para protegerlas y guarecerlas. En estas que palma Witiza y Don Rodrigo es elegido nuevo rey. Este nuevo rey viola a la hija de Don Julián, gobernador del norte de África quien ante tal ofensa habla con Muza y le da esas ciudades a cambio de ayudarle a matar a Don Rodrigo. Ojo, todo esto escrito con la datación musulmana, llamando infieles a todos estos y poniendo a los moros y un bando de los godos como buenos.


Ver mapa más grande

Tras una pequeña expedición a Algeciras en la que toman esclavos en el año 90. Los moros regresan en el año 92 con un ejército de 7.000 hombres. Pero usan cuatro barcos. Tienen que pasar semanas trasladando a la tropa. Don Rodrigo, que estaba «combatiendo a Pamplona», se entera de esta invasión y reúne a 100.000 hombres para hacerles frente (y aquí el autor te explica que si no reunió más era por el hambre y la peste que hubo, que mató a la mitad de la población de España). Muza para entonces ya había construido más barcos, le acompañaban 12.000 moros y tenía de su lado a las huestes de Don Julián. Tiene lugar la batalla de Gudalete cerca de un lago de Medina Sidonia. En esa batalla, algunos camaradas de Don Rodrigo le dejan a su suerte. A partir de esa primera victoria, la conquista musulmana (de las ciudades «romanas») es un paseo militar. Van tomando ciudades, a veces por las armas a veces por capitulaciones.

En 110 llegan a Narbona, habiendo conquistado toda España excepto la «sierra de Galicia», donde hay un rey llamado Belay que cuenta con 30 hombres que se alimentaban de miel (que llaman cristianos politeístas). Los musulmanes pasan de estos harapientos ya que el relato se centra en las guerras entre árabes y berberiscos. Luego ya coge Abderramán y las campañas que desde Al-Ándalus hacía contra el norte de África y sus primos levantiscos.

Este relato es el canon en que hoy nos basamos para construir las primeras etapas de la Reconquista. Apuntadas quedan las dudas razonables sobre la veracidad de sus eventos.

¿Y si no hubo invasión musulmana?

Por lo dicho hasta ahora, de lo único que estamos seguros es que hubo una invasión musulmana en algún momento de la segunda década del siglo VIII y en el contexto de cuasi-guerra civil a la muerte de Witiza. Sobre el resto se pueden tener dudas razonables. Bien, pues hay quien a estas dudas razonables, incorpora la negación de la invasión musulmana.

Es el caso del historiador Ignacio Olagüe en su obra «La revolución islámica en Occidente». Su premisa fundamental es que el islam aparece en España por simple intercambio cultural. La Reconquista vendría a ser un conjunto de guerras partidarias y en general, los hispanos abrazarían en gran número y de buena gana a la nueva religión que concordaba bastante con la idea arriana (en las crónicas musulmanas a los cristianos les llaman politeístas, como hacían los arrianos). Olagüe es vilipendiado e insultado por los rigoristas de la academia y por ello, aunque no le pueda dar la razón en su idea esencial, cuenta con mi simpatía. Siempre digo que ejercer de abogado del diablo sirve para aclarar conceptos.

Las tesis de Olagüe se basan en ciertas coincidencias y curiosidades más propias de un polemista que de un historiador. Y es que el relato de medias verdades y el descubrir relaciones donde no las hay, puede dar lugar a best-sellers, pero poco aportan al rigor que se merece un estudio mínimamente serio.

Dice Olagüe que no hubo invasión por los sigueintes motivos:
  1. La producción artística andalusí no es como la de los califas de Damasco. Cualquier invasor lleva consigo sus métodos y paraliza los modos artísticos de la población conquistada.
  2. Es complicado conquistar la península en tres años con media docena de paletos.
  3. La población hispana tenía un sustrato arriano, similar en su fundamento de fe a la nueva religión musulmana.
  4. Los autores cristianos han publicado de forma propagandística y peyorativa sus encuentros con sus enemigos.
  5. Sarracenos, albigenses, arrianos y cátaros eran distintas formas de llamar a quienes no se postraban ante Roma.
  6. La batalla de Poitiers no fue para tanto. Un choque más entre bandas.
  7. No hay fuentes que hablen de la invasión y las que hablan de la invasión tan solo recogen tradiciones orales rifeñas.
  8. La expansión del islam no pudo ser tan rápida porque los lugares quedan lejos unos de otros.
  9. Abderramán era pelirrojo y tenía los ojos azules.
  10. Tarik era Tarico, un godo.
  11. Hay lugares en los que hace frío y hay lugares en los que hace calor, no puede haber una expansión musulmana homogénea por medio mundo al mismo tiempo.
  12. Los árabes no conocían la herradura.
Bueno, con estas ideas vamos tirando. Algunas son fáciles de desmentir: las mezquitas nuevas son similares en Próximo Oriente y en España. Después sí se produce cierta diferencia al mismo tiempo que Al-Ándalus pasa a ser independiente. Es cierto que los invasores son pocos respecto a la población total, pero no es difícil pensar que se produjeran muchas conversiones: el islam es una religión a la que cualquiera se puede convertir sin mucho papeleo.


También está el tema de la posesión efectiva del territorio: los musulmanes nunca tuvieron la posesión de todo el territorio. Como mucho asaltaban lugares y cobraban impuestos. Tampoco olvidemos que a los cien años de Guadalete, el tercio norte ya no pertenecía a la morisma. Ni despreciemos que los primeros instantes de la conquista se producen apoyando los moros uno de los bandos de una guerra civil.

Otra cosa que ha facilitado un rápido establecimiento musulmán fue que la población local de algunas ciudades recibió con los brazos abiertos la instalación de una nueva autoridad. La conversión de palabra de la clase alta pudo servir como ejemplo para el resto de la población. Sobre el arrianismo poco hay donde escarbar: si los arrianos eran más proclives a convertirse al islam, me pregunto por qué donde había más priscilianismo el islam no arraigó. Es más, es que los historiadores musulmanes, durante mucho tiempo llamaron Galicia a la España cristiana y ahí era donde había más priscilianismo.

En fin, que lo de Olagüe es muy interesante para debatir y vender libros, pero poco más. La idea esencial de que no hubo una conquista es que efectivamente no la hubo, hubo una invasión, que es cosa distinta.

Más:

jueves, 18 de abril de 2013

Sobre la extraña caída de Roma

La alta edad media está de moda oficialmente. Esto se lo debemos a la popularidad de series dirigidas al gran público como Juego de Tronos o Vikings. Ya, ya sé que Juego de Tronos es fantasía épica, pero con permiso de Yo, Claudio y la guerra de las Rosas, no deja de describir un cierto mundo medieval.

El caso es que la edad media y en concreto la alta edad media, es el periodo de la historia que peor conocemos. El problema de la datación nos lleva a tener que definir las etapas históricas de diferente forma para cada lugar. Así, la antigüedad tardía o el bajo imperio romano se superponen a la edad media en según qué lugares. La idea de distinguir la Edad Media de la Época Cásica responde a humanistas del Renacimiento. Hoy tenemos un poco más de perspectiva que ellos y aunque para entendernos seguimos usando las mismas palabras, su significado ya no debe ser el mismo.


Caída de Roma

Por ejemplo, cuando se habla de la caída del Imperio Romano. Es dificil afirmar que el Imperio de Occidente cayó con Odoacro. Decir que en el siglo V el Imperio Occidental vivía una crisis económica del copón o que la gente estaba envenenada por plomo, no resiste un mínimo análisis historiográfico. Sabemos que a finales del siglo V en Roma seguía habiendo espectáculos públicos, se habla del funcionamiento del Senado hasta bien entrado el siglo VII. Las reformas institucioinales fueron paulatinas, escalonadas, suaves. De haber crisis en el Imperio, ésta parece que fue en el siglo III.


Los pueblos bárbaros —que llamamos bárbaros por distinguirlos de los romanos, no por pensar en Red Sonja— no fueron nunca un gran reto militar para Roma. Es más, para el bárbaro de a pie, hacer carrera en el ejército romano era un buen chollo: comer caliente y de forma regular, jubilarte con una pensión (pensión en forma de huerta), digamos que no era un mal plan. Muchos líderes bárbaros contraen matrimonio con herederas de familias nobles romanas. Tenemos grandes ejemplos de bárbaros que fueron más romanos que los propios romanos. Así Estilicón o Ricimero fueron generalísimos de los ejércitos sin que muchos se atrevieran a toserles.

Frente a los historiadores alemanes de hace cien años (ya sabéis: las civilizaciones son como organismos vivos: nacen, crecen, decaen y mueren), yo coincido bastante con la explicación actual que se da de la caída de Roma: una agregación de muchos factores distintos que van desde mejoras tecnológicas en competidores (¡el estribo!) hasta razones económicas (los patricios dejaron de pagar impuestos). Sin embargo, si tengo que elegir una causa muy repetida que a mi me produce muchas dudas, ésa es la militar.

Al final del siglo IV, en la batalla de Adrianópolis, la derrota del Imperio Oriental parece abocar a la caída del Imperio Romano de Oriente. La paradoja es que esta derrota afectó más a Occidente que a Oriente. La reconstrucción del ejército regular ya no podría hacerse sin incluir a bárbaros. Bárbaros que se meaban por vivir como los romanos, que educaban a sus hijos en latín y que querían comerciar y vivir en paz, a salvo, dentro de la civilización. ¿Por qué digo esto? Porque la alternativa para los godos era verse a la intemperie aguantando a hunos y magiares, que esos sí que eran como para darles de comer aparte. Es decir, si un bárbaro te señala a un fulano y te dice «ése sí es un bárbaro», acéptalo en tu aldea.


Las legiones romanas desaparecen a comienzos del V y son sustituidas por lo que llamaríamos hoy la Legión Extranjera. En Hispania dejan pasar a los suevos, a Britania directamente la abandonan a su suerte, en las Galias cada caudillo con ínfulas quiere hacerse emperador. En la capital, Rávena (rodeada de pantanos, amurallada y con sólo un camino que la alcanza), el de emperador es un cargo testimonial, dependiente de que le reconozca o no el emperador de Oriente (es decir, en cierto modo vasallo de Constantinopla).

Estro pinta muy mal. Todo parece indicar decadencia, tristeza, tonos grises. Nada más lejos de la realidad. Como apunté antes, en Roma seguían abiertos los teatros y las discotecas. Que sí, que Alarico la saquea, pero poco después vuelve a su actividad normal. No podemos afirmar que ante el impulso godo, Roma vaya extinguiéndose. A mediados del V, el emperador Mayoriano —oficial veterano, compañero del magister militum Ricimero, es más, coronado por éste—, emprende una serie de campañas militares que puso los huevos de corbata a todo líder bárbaro conocido. Ah, y sin pisar jamás Roma.

Mayoriano, Roma vincit

Cuando en una tienda de campaña, el estado mayor del ejército del norte que vigilaba los movimientos de Avito (general galorromano autoproclamado emperador) nombra emperador a Mayoriano, éste en lugar de irse a Rávena a pasarlo pipa, decide tomar la iniciativa en batalla. Yo me lo imagino como una especie de general Patton, repartiendo collejas en el campamento y poniendo a andar a tropas bisoñas y quejicas.


Que si hay noticias de vándalos desembarcando en la Campania, allá va a empujarlos al mar. Crea dos armadas, una para el Adriático y otra para el Tirreno. Sube a la Galia y marca unos cuantos goles a Teodorico: hace que le devuelva Hispania y los mete en vereda en su territorio de la Septimania. Después les baja los humos a los burgundios, en Dalmacia convence al dictador Marcelino de jurarle lealtad o en caso contrario enseñarle una mano llena de dedos. En Lugo manda callar un poquito a los suevos, en Zaragoza organiza un adventus (un triunfo), después baja a Cartagena y manda construir una nueva armada para ir a por los vándalos de Cartago...


A ver, Mayoriano acabó mal (su ex-compi Ricimero le cortó la cabeza), pero lo que demuestra su impresionante historia es que esa decadencia romana de la que tanto oímos hablar responde más a la fantasía que a la realidad. No podía existir una superioridad militar de las tribus (nationis) germanas, cuando un general más o menos competente se las podía cargar a todas a la vez. Además, no hablamos de un emperador únicamente preocupado por la cuestión militar, Mayoriano emprendió reformas legales y económicas que comprenden multitud de temas: herencias, adulterio, derecho ciudadano a portar armas, reforma municipal, fraude fiscal, corrupción, obras públicas...

Ojo, que hablamos de circa 460. ¿Cuándo te dijeron en el cole que se había caído el Imperio Romano de Occidente? Pues eso.

Roma cayó pero no cayó


Es cierto que a principios del siglo VI, por mucho que un rey de Italia se llamara a sí mismo emperador, no era emperador de verdad. Roma perdió la unidad política y es en esta pérdida de unidad política cuando comienza la Edad Media. Aunque aquí habría que aclarar algo: en el siglo VI Constantinopla retoma el control de buena parte de Occidente. Después de este impass, tarda poco en surgir un poder político tendiente a la unidad romana: ahí está la dinastía merovingia y lo que sería el reino de los francos que acabaría dando lugar al imperio carolingio.

El caso es que de lo universal se pasa a lo particular. Aquellos viejos patricios que cobraban rentas en sus villas, dejan la ciudad y van personalmente a vivir a sus villas (deja de haber un fisco al que pagar impuestos). Aquella Legión Extranjera romana pasa a ser la única autoridad en muchos lugares de Europa y bajo el mando de un dux, en un mundo empequeñecido, poco tarda la gente en hacer hereditarios los oficios. En este caso, también el oficio de dux.

Así aparecen caudillos, reyezuelos, jefes y demás. Los textos conciliares —probablemente los mejores documentados—, nos hablan de la preocupación de las autoridades por unificar ritos de la liturgia cristiana en tota latinitas. También nos llega la idea de una gens latina. Hablo de aportes o ideas que apuntan a la pervivencia de una cierta idea de Roma o del Imperio. Cimientos sobre los que se va construyendo Iglesia, depositaria del conocimiento clásico y foco de creación de nuevo conocimiento.


El reino de los francos —de los Pirineos hasta la frontera del Imperio de Oriente— pasa a identificarse con la idea de Cristiandad. Es más, hasta vive sus propios problemas con los bárbaros en los limes: ahí están los daneses y suecos tocándoles la moral. El caso es que aún sin estar dentro del imperio, la igualdad del rito romano y el intercambio entre monasterios, va creando el poso de pertenencia a la Cristiandad y a Occidente. Los cristianos que no siguen el rito romano, no acaban de ser cristianos y los paganos que viven en occidente, tampoco es que sean muy occidentales. Se trata de buscar una unidad dentro de un mundo dividido. Se trata del descubrimiento de las parejas de pagano/bárbaro y cristiano/civilizado. Este conflicto fundamental es el que tienen los normandos al enfrentarse a los anglosajones y el que tienen los españoles al enfrentarse al moro. Hechos que marcan el fin de la etapa formativa de los reinos que comúnmente entendemos como medievales y por lo tanto el adiós a la alta edad media.

Más:

miércoles, 17 de abril de 2013

El gobierno venezolano no existe

El detalle que me sorprende del socialismo venezolano, es la insistencia retórica. Como aquellos revolucionarios franceses que se dedicaban a ajustar cuentas por las calles y ponerle nombres pomposos a las cosas, esta versión chafardera y cutre de la robolución, se me antoja excesivamente empalagosa.

Caracas de noche. Las segundas reservas de petróleo y tienen cortes de luz.
Los delincuentes estos, que lo primero que hacen al llegar al poder es robarse el petróleo y asesinar a la libertad de prensa (siguiendo postulados neodictatoriales, por supuesto, tienen que dejar la sensación de libertad de prensa), no les basta con amedrentar a medio país, no les basta con no resolver ni uno solo de los problemas de orden público que impiden el desarrollo del país, no les basta con crear programas de televisión con fuerte contenido partidista para consumo rápido de la masa ignorante; sino que no contentos con todo eso, hacen sufrir a la gente con su retórica y sus modos.

Ponerle un nombre pomposo a una oficina pública no va a hacer que esa oficina funcione mejor. Sacar muchas banderas a la calle, enfundarte esa bandera, agitar la constitución (hecha a medida de tus intereses partidistas) como si fuera el libro rojo de Mao... todo eso ya se hizo antes en otras partes. Por ejemplo, la profusión de banderas era típica de los revolucionarios franceses ¿tuvo eso algún efecto en el país? No. Hasta que cien años más tarde se aprobaron leyes educativas y de transportes, Francia distaba de ser un estado homogéneo. Sobre el libro rojo no voy a hablar porque ya sabemos cómo acabó la cosa.

Colectivo La Piedrita. Ya sabemos qué significa ser guardián de la revolución: la impunidad para robar, violar, secuestrar y asesinar.
Hasta tal punto llega esa aspiración revolucionaria, que le cambian el nombre al país: «República Bolivariana» o «Estado Plurinacional» son chorradas para cualquier persona con dos dedos de frente, pero son chorradas muy peligrosas porque crean una imagen distinta a la real. Hacen ver como que hay algún cambio respecto al pasado. Pero no lo hay (¿cuál sigue siendo el problema principal de Venezuela? ¿se ha empezado a resolver ese problema?). Se entra así en una contradicción, en una especie de estado de percepción alterada. Se comienza a vivir en una fantasía.

Operadores ideológicos

Existen una serie de cosas que voy a llamar operadores ideológicos. Son aquellas cosas que  resultan difíciles de definir, pero que están ahí e influyen en el comportamiento del individuo, en su percepción de la realidad. Son las cosas que enmarcan la realidad del público. Y las llamo «ideológicas», porque tienen ese fin revolucionario de prometer un futuro de prosperidad a la masa (estos revolucionarios... siempre pendientes de prometer el futuro y pasar del presente).

La forma de tratar a sus presos, define a los gobiernos.
Es como cuando Artur Mas crea con el dinero de los extremeños el Consejo Nacional de Transición. Si no le pone el adjetivo «nacional», revienta. La gente tiene muy poco tiempo para chupar como una esponja el mensaje ideológico que le transmiten, con lo que para el revolucionario la espectacularidad de la comunicación se convierte en un elemento crucial de su estrategia. No es casualidad que la primera campaña electoral dirigida por publicistas fuera la de Ike Eisenhower: su público ya era una clase media establecida con mucho tiempo para disfrutar de su propio ocio, con lo que el mensaje ya tenía que responder a ese cambio de paradigma.

Bien, pues el socialismo panamericano de Chávez, Evo y demás, hace uso insistente de la comunicación para activar ciertos operadores ideológicos. Cuando crean Telesur imitando los canales de noticias yanquis están tratando de competir en su liga. Cuando el Gorila regala un petróleo que no es suyo a otros países del Caribe, está por una parte haciendo política, creando lazos de dependencia y por otra enviando un mensaje. El problema de esto es que detrás del mensaje está el vacío absoluto.

Pueden poner sobre papel una gran cantidad de logros sociales como las clínicas y luego te encuentras con que en esas clínicas son los propios médicos los que tienen que comprar el material con su escaso sueldo. Venezuela cuenta con 32 ministerios, Estados Unidos con 15. La constitución de los Estados Unidos tiene siete artículos y la constitución de Hugo Chávez 350. Claro, lo que los socialistas venezolanos pretenden es dar la apariencia de que existe un estado en el que el pueblo puede confiar y del que sentirse partícipe. Esta es la gran contradicción: los diseños sobre papel no transforman la realidad, la materia prima del Estado, la gente, sigue siendo la misma. Caracas es una de las ciudades más caras del mundo y el crimen organizado que domina el país vende los logros de la redistribución de los ingresos petroleros. Se trata de reforzar las ideas a los ya convencidos (convencidos mientras dure el reparto del botín), ya que ¿qué redistribución eficaz puede haber cuando el tipo de cambio oficial de la moneda es una fantasía?

Este es el gobierno de Venezuela.
La propaganda socialista que obligatoriamente deben emitir todos los canales de televisión (bajo amenaza de cierre) no habla de cómo se han disparado las importaciones de productos refinados del petróleo desde Estados Unidos. Lo que cuentan es que se regala petróleo como muestra de la generosidad internacionalista, etc. También está el tema del etanol: Venezuela con unas condiciones climáticas idóneas para el cultivo de caña de azúcar, está importando etanol de Brasil porque sus «proyectos piloto» no acaban de arrancar. Claro, ves todo esto y te preguntas a dónde irá a parar toda la plata que se están robando. Una parte ya sabemos a dónde va, ¿pero la otra?

Pseudocubazuela

Y así llegamos a un control del país que no es ningún control. La amenaza constante de la banda criminal del Palacio de Miraflores contra el pueblo venezolano no está respaldada por unas instituciones fuertes que puedan llevar a cabo políticas transformadoras. Por mucha propaganda que emitan, el estado venezolano son dos tipos en una pick up armados con revólveres esperándote en la esquina. Toda la fanfarria neodictatorial, toda esa imitación de la dictadura criminal cubana tiene poco recorrido cuando el tipo que dice ser presidente agarra un micrófono y grita que no reconoce al presidente de una de las regiones. ¿De dónde han sacado a ese tipo?

Aparecen cédulas de identidad duplicadas, aparecen papeletas tiradas en una cuneta, hay gente que llega a votar y en el sistema consta como que ya votó. ¿Y el propio gobierno se niega a una inspección de estos casos? Eso no es un gobierno, es una banda. ¿Qué grado de respetabilidad se merece un grupo de hampones y flipados del tardocomunismo que justifican y apoyan la acción no ya de la dictadura cubana, sino de tipos en motos armados con fusiles de asalto? Es que en Cuba precisamente, no hay competencia en el crimen. La Habana nunca permitiría a tipos en moto disparando a sus opositores si no son miembros de las fuerzas represivas ordenadas por el propio gobierno. En Cubazuela sí lo permiten, ¿por qué? Porque su gobierno es un mito.

Y un gobierno que es un mito, no es un gobierno.

Videos:


En este video, la República Bolivariana de Venezuela es un gordo con polo naranja y gafas de sol. No hay más.


Notad cómo sacan el cartel de Capriles del salpicadero. Una democracia normal.


Como las plagas de langosta, llegan en grupos motorizados, disparan contra las viviendas y se van.


Son una banda armada, no hay nada más.


Cuando la policía no está de tu lado, ¿a quién llamas?


En fin, esperemos que algún día llegue la paz a Venezuela y para siempre termine la impunidad de los cuerpos represivos.