jueves, 22 de noviembre de 2012

Calma chicha en corruptolandia

En abril, Montoro presenta el plan antifraude por el que los españoles tienen que informar del dinero que guardan en el extranjero. En noviembre, en plena campaña electoral (o lo que sea que hacen) catalana, surge una noticia que implica a Artur Mas con una trama de robo de dinero, debido a que aparecen cuentas en Suiza. Siete meses.


Como siempre pasa con estas cosas, nadie se preocupa por el informe policial original. El foco de atención está en los teatreros que ponen caras compungidas y de sorpresa. El lamentable espectáculo que está ofreciendo la oposición en Cataluña solo es comparable a la patética defensa del tipo «gato panza arriba» de la que hacen gala Mas y su famiglia.

La implicación de Mas en el asunto, por lo que se sabe, está cogida por los pelos. Dicen que del dinero que cobraba su padre como testaferro, una parte iba a él. Creo que Artur Mas es el menos implicado en esta trama y sería una pena focalizar la atención en él y su mentón. Lo interesante es la trama de enriquecimiento ilícito que toca a la familia Pujol y riega por aspersión a la cúpula de CDC.


E incluso más interesante es la mención, en esta trama, de un tal Arturo Fasana. Este señor no es sólo que esté relacionado con la trama Gürtel (caso de corrupción que no se investiga mucho porque toca a PP y PSOE en todo el país), es que ya desde la época de «los Albertos» aparece en los sumarios judiciales. Es decir, nos remontamos a hace veinte años. Una larga historia de empresas que son dueñas de empresas para defraudar a Hacienda. Larga historia basada en un éxito económico que hunde sus raíces en el fango del latrocinio y la mentira.


Una de las cosas que reveló un poquito la trama Gürtel, es que el tal Fasana organizaba la ingeniería financiera de muchas grandes fortunas (se habla de 54 lombrices con 15.000 millones de euros evaporados). Recibía el dinero en el Credit Suisse de Suiza y de ahí lo hacía desaparecer en otros bancos o en paraísos fiscales como Liechtenstein (que por cierto, se menciona en el caso Palau-Millet-Pujol-Mas).

Como no hay datos -y no va a haber datos- sólo nos queda dejar volar la imaginación. Yo me imagino a gente muy bien avenida, que sólo se insulta en las portadas de los periódicos, pero que luego quedan para jugar al dominó e ir a espectáculos sórdidos. Los entretenimientos de la pequeña burguesía les saben a poco y buscan ir más allá.

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2 comentarios:

Enrique dijo...

Hombre, aunque a Mas pueda tocarle de refilón y la investigación de El Mundo sea oportunista, está claro que todo esto le hace merecer la misma confianza para ejercer un puesto de responsabilidad que a Maradona.

Recordemos que Camps llega a dimitir y ser juzgado por tres trajes. Que es lo que ocurre y debería ser habitual en democracias normales. Es posible que Camps no hiciese ningún favor al "bigotes" (cosa que dudo, pero bueno), pero lo que está claro es que tenía con él una relación sospechosa que no debe ser permitida en su cargo. Y, por tanto, debía dimitir (por las buenas ó por las malas).

Ya se sabe, la mujer del cesar no sólo debe ser honesta sino parecerlo.

Pablo Otero dijo...

No digo que Mas sea la pobre víctima de una persecución. Digo que la forma en que se lleva este caso me parece lamentable.