miércoles, 5 de septiembre de 2012

Se tocarán las pensiones

Para medir los límites de audición se comienza por una frecuencia muy baja y se va ascendiendo. En cierta ocasión hice una prueba y mis límites se marcaron entre los 18Hz y los 20kHz. A frecuencias bajas, el sonido es un murmullo sordo, lejano, de fondo. No me refiero a que tenga poco volumen, el efecto lejano se debe al límite auditivo que viene de fábrica. Con esto quiero llamar la atención sobre la existencia de ruidos que no escuchamos.

La Seguridad Social es -con permiso de los intereses de la deuda- el agujero negro de la economía nacional. Lo es porque es un sistema de reparto por el que los receptores dependen de los aportadores concurrentes. Es un ruido sordo que no atiende a razones. La demografía no va a variar para dar gusto a quienes hace treinta años diseñaron el actual sistema español. No entro en que es un sistema poco ético porque un pensionista no recibe lo que él aportó. Me quedo con las matemáticas: no se destruye más empleo que en años precedentes, pero sí se piden más nuevas altas de las prestaciones que en años precedentes. ¿Cómo es posible esto? Pues por un fenómeno del que no se habla tanto como a mi me gustaría: envejecemos. De memoria, no sé si España es después de Japón el país más viejo del mundo. El caso es que es de los más viejos y no tiene una economía de altísimo valor añadido como esos pequeños amarillos: aquí hay bares y peluquerías.

La locura, de Hugo van der Goes (1440-1482).
En la coyuntura actual, cuando la gran losa que nos pesa es el pago de intereses de la deuda, sólo nos falta que también se nos dispare el gasto en prestaciones. Con esto en la cabeza, sabiendo lo que iba a pasar, el gobierno aprobó una pequeña reforma por la que la prestación por desempleo pasará a ser del 50% de la base de cotización en lugar del 60% a partir del sexto mes de percepción. Brindis al Sol del tamaño de la catedral de Santiago. Otro tipo de trucos que se emplean son: extender el cálculo a más años o a toda la vida laboral, retrasar la edad de jubilación, etc. Todo esto no se hace por capricho: de momento hay más personas con expectativas de percibir pensión pública que perceptores, por lo tanto, el coste de cambiar el sistema sigue siendo muy alto en términos políticos. La clase política, sin diferencias, continuará tratando de hacer sobrevivir este sistema mediante el empeoramiento constante de la cantidad y duración de las percepciones. Algunos lo llaman Estado del Bienestar, otros, estafa sofisticada.

El baile de los esqueletos, Michael Wolgemut (1434-1519).
Solamente es realista que esto cambie, cuando la clase política (en las propuestas de los programas, etc) tenga incentivos para cambiarlo. Esto es, cuando se reduzca la cantidad de personas con expectativas de cobrar una pensión para la que ya han contribuido. Empiezo a pensar que ir a un modelo mixto o un modelo en que convivan dos sistemas de pensiones, privado y público, no puede ser factible. Ignoro si hay métodos originales de introducir el sistema de capitalización individual, pero en el momento en que la gente que accede al mercado laboral, deja de contribuir a la SS, la SS quebraría de forma inmediata. Tan solo un gobierno valiente podría dedicar todos los recursos disponibles y vender el Museo del Prado para continuar pagando pensiones. Cosa extraña pues la esperanza de vida nos dice que se perciben pensiones durante veinte o treinta años. Ignoro si existe un método para que la indefectible desaparición (no por capricho, sino por matemáticas) del actual sistema de reparto de la Seguridad Social, se pueda producir sin un gran trauma que nos ahorre ver a gente muerta por la calle.

Y si queréis más ruido inaudible, ahí está el freno de la economía china y la deuda pública estadounidense superando los 16 billones de dólares. Espero que alguien que tome decisiones tenga estas cosas apuntadas en un post-it por algún lado. Ah, y lo del petróleo: importamos 55.000 millones anuales de petróleo. Todo apuntado.


3 comentarios:

Elentir dijo...

Un apunte: los 16 trillones de dólares son "billones" según el sistema europeo, es decir, un 16 seguido de 12 ceros.

Sobre el tema de las pensiones, los más empeñados en conservar el sistema actual son los mismos que promueven políticas antinatalistas que lo condenan a muerte. Será por eso que ahora dan tanto la gaita con la legalización de la eutanasia: cuantos más ancianos eutanasiados, menos pensiones que hay que pagar, claro. Es la solución final estilo Montes.

Pablo Otero dijo...

Corregido, gracias.

No sé de políticas que fomenten la natalidad, pero al menos, que no se pongan trabas.

Teseo dijo...

Primero hay que quitar el derecho a votar a los pensionistas. Después elimiar las pensiones.