lunes, 30 de julio de 2012

Reforma electoral de Feijoo, Príncipe de Salina

El PP de Galicia quiere reducir el número de diputados autonómicos de 75 a 61 para ahorrar en estos tiempos de crisis. Ese es el titular. Ahora bien, en el PP para vender esta reforma regresiva, dicen que los seis millones de ahorro se dedicarán a guarderías y centros de día. Así que nada de ahorro. Curiosamente, al usar ese dinero en esas partidas, el PP dice que quien se oponga a la reducción, realmente se opone a ayudar a los niños y los ancianos. Todo un alarde de política tercermundista caciquil, amigos.


Antes de seguir me gustaría dejar caer una pregunta: ¿cómo es posible que 14 cargos nos cuesten seis millones de euros? ¿Nos salen a 430.000 euros por diputado? Eso no me lo han explicado. En fin.

La reducción de diputados se hace manteniendo los 40 fijos y pasando los proporcionales de 35 a 21. Hasta ahora se asignaban 10 diputados por provincia y el resto en función de la población. Con la reforma, la cantidad de diputados que se reparten en función de la población se reduce de tal forma que se intensifica la injusticia de que los que viven en las provincias más pobladas vean reducida su representatividad. Curiosamente es en las provincias menos pobladas donde el PP saca sus mejores resultados.


Provincia Población Diputados actuales Diputados reforma Pob/dip actual Pob/dip reforma
Coruña 1.145.488 24 19 47.729 60.289
Lugo 355.195 15 13 23.681 27.323
Pontevedra 963.511 22 17 43.797 56.679
Ourense 335.642 14 12 23.975 27.971
TOTAL 2.799.836 75 61 37.333 45.899


Eh, pero quien acuse de algo al PP gallego es que no le importan nada los niños y los ancianos. Que así el PP refuerce su hegemonía es anecdótico. El portavoz de los peperos en el Parlamento gallego dijo que esto no restaba pluralidad porque la gente seguiría votando. Que este fulano ignore que los sistemas electorales responden a motivaciones políticas y que por sí solos alteren la representatividad y la formación de mayorías parece no importar.

La patética respuesta de la oposición

PSOE y BNG se han manifestado en contra de esta reforma. Naturalmente, los del Bloque sacaron una alternativa que les beneficia a ellos directamente y en el PSOE, sólo saben que están en contra, pero todavía están decidiendo el color de las servilletas del desayuno de trabajo en el que sacarán una decisión no vinculante sobre el preámbulo de la cuestión a debatir en otra reunión donde el de Palas se ponga de acuerdo con el de Carballiño y así, juntos, puedan abrir nuevas comisiones que se reúnan en sesiones consultivas que...

Este es el nivelón de la política galaica. La Xunta acusando a todo el mundo de meterse con los ancianos y la oposición criticando una reforma electoral, proponiendo a su vez otra que les beneficia a ellos.

El problema de las reformas electorales es que jamás gustarán a nadie, así que lo suyo es tocar estas cosas lo menos posible y, en caso de tocarlas, hacerlo procurando poner de acuerdo a la mayor cantidad posible de gente (he de decir que la mitad del electorado apoya al PP, así que es evidente que tienen mucho que decir). Pero si como aquí, la excusa es ahorrar, yo me pregunto si antes de reformar la Ley Electoral, no se puede ahorrar de quitar de otras partidas: salarios de sus señorías, les quitas 1.000 euros al mes y ahorras un millón de euros, subvenciones a los tres partidos políticos gallegos, lo bajas a cero y ahorras otros dos millones. Mira, Feijoo, te acabo de regalar 250 plazas de guardería y 300 de centros de día. Y no te cobro ni un duro. Y ya que hablamos de propuestas, ¿qué tal sustituir el agujero negro de la Cidade da Cultura por un programa espacial? Es gasto público igual y encima tendríamos cohetes. Los cohetes molan.

Feijoo, príncipe de Salina

Se trata de "cambiar todo para que nada cambie". Usar una crisis terrible para variar el entramado institucional, confundiendo a la gente al identificar la representación política con despilfarro de chiringuito. ¿Hablamos de los chiringuitos provinciales y de las grandes ciudades? Jamás. El Gobierno ha tomado la decisión política de mantener las estructuras autonómicas y municipales y vaciarlas de contenido (se pretende que pasen a ser delegaciones gestoras) y sin embargo, aumentar la importancia de las administraciones provinciales (dependientes de un estado central desproporcionado, abúlico y mórbidamente obeso). El ahorro neto es cero. Incluso la poca austeridad que se aplica, se hace a regañadientes con el país completamente arrasado (en serio, no entiendo cómo no hay ruedas de prensa del gobierno todos los días). No sé hasta cuándo van a usar la excusa de la crisis para impregnar todas las instituciones con su chapapote ideológico. De momento, en las encuestas PP y PSOE lo están haciendo bien, perdiendo apoyos, pero me temo que el precio a pagar lo estamos viendo en el aumento de apoyo popular a posiciones extremas abiertamente antidemocráticas.


1 comentario:

Teseo dijo...

Pues no es tan mala idea. 61 es un número muy bonito. También podían reducir los ayuntamientos y cargarse las diputaciones, de paso.

Apoyo completamente el programa espacial gallego. Ya está bien de tirar el dinero en payasadas!