lunes, 16 de abril de 2012

El turismo es nuestro petróleo

Si por algo nos caracterizamos es por nuestro turismo. Creo que es el único sector en el que destacamos de forma sorprendente. Según la Organización Mundial del Turismo, somos el cuarto país en número de visitantes al año. Y el segundo en ingresos generados por el turismo. Tan solo superados por Estados Unidos, que ingresa el doble, con ocho veces nuestra población.


Aquí sí jugamos en la Champions League. Pero esto a mi me alarma: basta que haya algo que de dinero, para que lo sobreexplotemos y nos lo carguemos. Ya empiezan a verse algunas señales rojas: el corralito, las tasas, las otras tasas... Mucho cuidado con pinchar a la gallina de los huevos de oro.

A la hora de pecar, somos tan estupendos que no sólo pecamos por exceso, sino también por quedarnos cortos: hay muchas voces que protestan por el turismo barato de borrachera al sol. Yo no sé si la gente que protesta por esto, trabaja para otras potencias. Es cierto que el turismo barato deja poco dinero y un montón de externalidades negativas (ahí están nuestros amigos deportistas británicos en Salou), pero reconozcamos que es una forma de obtener ingresos. Una forma que apenas necesita inversión para obtener buenos retornos.

Probablemente el turismo cutre sea el que menos divisas deja en el país. No me preocupa: España tiene la posibilidad de explotar todas las formas imaginables de turismo. No solo tenemos la mejor meteorología del mundo, sino que también tenemos el mejor patrimonio artístico, el mejor patrimonio natural y los mejores productos del campo y del mar. Más aún: estamos en una posición periférica bastante poco periférica: somos puerta de entrada a Europa desde dos continentes. Esto lo relaciono con la explotación del turismo de negocios, congresos internacionales, ferias y similares.

Me pregunto si la afición inglesa de vestirse de mujer está relacionada con el comportamiento histórico de sus marinos en la Armada de Su Graciosa Majestad.
Insistamos en ello: el turismo es nuestro petróleo. El turismo supone -cito de memoria- más del 10% de nuestro PIB, el turismo internacional, más del 5%. ¿Estamos aprovechando estos recursos para mejorar la oferta, aumentarla, explotar más zonas del país? Mejor aún: ¿empleamos estos recursos en reinvertir para ser competitivos en otros sectores? Conociendo la actitud de nuestro empresario cincuentón medio, lo dudo mucho. Me basta con ver cuáles han sido los últimos movimientos de los dieciocho mil gobiernos que tenemos en España: tasas aquí y allá. Hace poco leí la noticia de que la UEFA se quejaba de que Ucrania elevaba sus precios hoteleros ante el previsible aumento de visitas con motivo de la Eurocopa. Comportamiento gañán donde lo haya.

Es el problema que tienen todas las gallinas de los huevos de oro: provocan un aumento del ansia viva. Espero que la inmediatez por captar recursos que nos den un respiro, no sentencie a muerte a la gallina. 


5 comentarios:

Teseo dijo...

En la cosa del turismo hay que saber venderlo mejor, como los gabachos con el monte Saint Michel, que es como el Castillo de Santa Cruz pero en francés.

Y no digamos nada de la costumbres de los anglos de explotar cualquier cosa: visita la casa de Shakespeare (mola más la casa de condesa de Pardo Bazán)... el campo de batalla de Gettysburg (una batallita comparada con Numancia, Bailen, Doniños o Belchite).

Otro problema de España es crear bienes y servicios, en un país de 40 millones de habitantes, para más de 50 millones de turistas (eso Francia, China y USA lo tienen más fácil). Y cobrarles un precio justo y no abusivo para que en sus próximas vacaciones no escapen a Grecia o a Rusia.

Y si además aparece petroleo en Canarias, gas natural en Extrema dura, diamantes en Burgos y oro en Corcoesto, pues mejor.

Pablo Otero dijo...

Probablemente los franceses sí se vendan mejor. Los anglos lo dudo.

Crear bienes y servicios para 50 millones de turistas no es un problema, es una oportunidad.

George Orwell 67 dijo...

Pues se lo cargarán... Si le han secado las ubres a la vaca y siguen como yonkis chupando y exprimiéndolas... Su voracidad no conoce límites...

Pablo Otero dijo...

Esperemos que no. :(

Teseo dijo...

Los franceses (y los americanos) se venden mejor que los españoles. Los anglos son capaces de sacar dinero de debajo de las piedras (y cobrar por mear, por respirar...)