jueves, 13 de octubre de 2011

Libertad de horarios comerciales en Madrid

El mensaje de esperanza de Esperanza es "dejad que comercien". La Comunidad de Madrid dejará a las tiendas de hasta 750 metros cuadrados (antes tenían libertad horaria los comercios de hasta 300) que abran todos los días del año las 24 horas del día. Vamos, que pongan el horario que su proyecto de negocio y el comportamiento de sus clientes les marquen.

Las tiendas más grandes podrán tener plena libertad horaria en caso de dedicarse a la venta de "muebles, artículos de decoración del hogar y bricolaje, artículos deportivos, juguetes, vehículos y materiales de construcción".

Y no solo eso, sino que además, dejarán abrir el negocio a la petición de licencia de obra. Así, "bastaría con adjuntar una declaración responsable a la solicitud de licencia municipal de construcción y de edificación, en la que el interesado declare, bajo su responsabilidad, que cumple con los requisitos establecidos en la normativa vigente", según dice Púbico, perdón, Público.

Está claro que estas son el tipo de medidas que siempre se necesitan y quedan muchas más. Pero es una gran noticia.

Yo soy incapaz de comprender que las tiendas se ciñan al horario de oficina (con lo que sus clientes acaban siendo turistas). La gente que llega de trabajar a las ocho o nueve de la tarde a casa, se da cuenta que no puede comprar nunca salvo el sábado. Si el mercado empieza a establecer horarios de cierre a las once o doce de la noche, el saldo sólo puede ser positivo (también pueden abrir más tarde para compensar horas). Pero bueno, esto solo son elucubraciones, ya veremos cómo el lento cambio acabará por cambiar costumbres.

¿Esclavizados?

Se quejan algunos comerciantes que ampliar su horario significaría tener menos tiempo libre, el caso es que nadie les obliga a ampliar horario. Por otro lado, en algunos casos podrían contratar a dependientes (aquí vemos que para ser una medida completamente efectiva, la libertad de horarios debe verse acompañada con la libertad de contrato, competencia que carece el gobierno regional).

Otra de las quejas que esgrimen los consumidores de helados de yogur es que "esto se va a llenar de chinos". Si esto se llena de chinos, bienvenido sea, porque redundará en beneficio del consumidor y yo no tengo por qué hacerle ningún favor a nadie. La ley será de aplicación para españoles, chinos y marcianos. Si se llena de chinos será porque trabajan más, quizás sea momento de volver a hablar de la libertad de contratación, del salario mínimo y de preguntarnos por qué Pekín no se llena de tabernas y sidrerías (o lo que beban esos neocomunistas).

-Tú quieres que la gente trabaje como chinos.
-Yo quiero que la gente trabaje y que se le deje trabajar. Nos afanamos tanto en proteger al trabajador que las leyes hasta le protegen de trabajar.

1 comentario:

Epiro dijo...

Ah, el temor, siempre el temor, que si los chinos, que si no hay días libres que disfrutar...

Para empezar, los chinos también cierran negocios si tienen mala suerte o son malos comerciantes (sí, porque también hay chinos que no son buenos comerciantes, que he oído gansadas sobre esto estúpidas y racistas a pares) y otra es, como bien dices, que no es obligatorio. Ahí está la clave, es una de las marcas de Esperanza, que hace políticas no prohibitivas ni obligatorias, y es algo tan distinto de las otras administraciones de España (de un color u otro) que es rechazada de pleno cualquier propuesta suya.