Pues bien, en ATTAC España se hacen eco de un estudio paracientífico que relaciona -sesenta años después, otra vez- poder adquisitivo e inteligencia.
Habéis leído bien.
En principio, el estudio evidencia los efectos de las infecciones parasitarias en el cerebro humano. Si se limitara a eso, no habría problema: existen evidencias de patologías cerebrales provocadas por infecciones parasitarias que conllevan desastrosas consecuencias médicas. La malaria, por ejemplo.
Lo dramático es que a continuación, el "estudio" empieza a mear fuera del tiesto:
Así, los países donde el nivel de inteligencia es menor son, precisamente, aquéllos en los que la proporción de personas que padecen enfermedades infecciosas es mayor y, viceversa, los países en los que las infecciones son menos frecuentes presentan unos niveles de inteligencia mayores.
La razón, según los autores, es clara: una sociedad formada por individuos más inteligentes no sólo es probable que generen una mayor cantidad de producto, sino que también mostrará unos niveles de sensibilidad mayor de cara a crear un sistema de educación y salud pública, lo que supone el acceso generalizado a información sobre prevención e higiene, aspectos fundamentales para evitar este tipo de enfermedades.
El silogismo es de traca:
1.- Los listos están más sensibilizados para ¡crear hospitales públicos!
2.- Tener hospitales públicos asegura una mayor información sobre higiene.
3.- Más información sobre higiene evita las infecciones.
4.- Evitar las infecciones genera inteligencia.
Conclusión: donde hay sistemas de salud públicos hay más inteligencia, y donde hay más inteligencia hay sistemas de salud públicos.
En serio, los tres colegas que firman el estudio de marras y los amigos de ATTAC, deberían salir de casa, ver ese mundo que dicen defender, aplicar un criterio científico formulándose la pregunta: ¿qué funciona para crear prosperidad? ¿cuáles son las mejores condiciones para que germinen la seguridad, la educación, la salubridad...? El viejo y vomitivo mantra que relaciona desarrollo y latitud está más bien desfasado. Tampoco estaría mal que alguien les explicara a estos listos, que aquí, en España, hace no tanto tiempo la gente también se moría de paludismo a puñados. Y Londres era una ponzoña.
Verá Ud.:
ResponderEliminarEstos tíos de attac viven de la bazofia que venden y saben que venden bazofia.
El ejemplo que Ud. nos pone es un caso más entre mil.
El caso es que de eso viven y, dado que lo hacen muy bien, no hay más remedio que concluir que no son tontos. Se dan cuenta perfectamente de que recurriendo a la falsedad (y a lo que haga falta) es como obtienen beneficios.
¿No le parece a Ud. un tanto ingenuo su alegato final? ¿Piensa Ud. que va a convencer de algo a alguno de sus "clientes"?
¿Que salgan a ver el mundo? ¡qué bueno! lo conocen perfectamente. De ese conocimiento viven. La risa que les puede dar si alguno de ellos llega a leerle a Ud.
Atáqueles de otra manera, que de esta me parece que no hará más que darles munición.
Saludos y gracias por permitirme comentar en su blog.
No creo que todos sean tontos: la gente se mueve por el interés en su trabajo y ese es su trabajo. Necesitan crear demanda para vender su producto. Pero como se trata de una estafa, lo que hago es decir "mira, eso es una estafa".
ResponderEliminarEn este sentido ATTAC es como la bruja Lola o el agua imantada. Igual que todos estos ecodesarrollistas, ecofeministas, altermundistas y suficientistas.
No, no pretendo convencer a nadie. Y no, tampoco pretendo atacar en cierto sentido.
Saludos y gracias a ti por comentar.
¿Que hay de aquello de la necesidad hace al órgano... el dolor es un gran maestro... en el agua clara no viven peces, etc.?
ResponderEliminar¿Y aquella canción de La leyenda de la ciudad sin nombre que decia eso de que las mejores cosas del mundo son las cochinas?