Puede que tenga algo de "espíritu de contradicción", pero mientras todo el mundo habla de los corrputos del PSOE y del PP, a mi me sigue preocupando más un tal Victor García Hidalgo, coleguita de Rubalcaba, ex-director general de la policía, secretario de organización del PSOE en Álava y al que ofrecieron un puestecito en el consejo de Caja Vital (por cumplimiento del deber más allá de la ley, supongo. El puesto lo tuvo que rechazar después).
En un bar se va a producir un ingreso de dinero para ETA, la policía lo sabe y va a intervenir. Alguien, presuntamente a instancias del ministerio del Interior, avisa a un etarra para hacer una espantada. "¡Agua, que van para allá!".
Antes de conocer ningún tipo de resolución, y tan solo por asumir responsabilidades políticas, del ministro del Interior para a abajo, deberían dimitir todos.
Es decir, robar y reirse de la gente está mal, sí. Eso todos lo sabemos y esperamos que paguen con dinero y deshonra. Pero colaborar con una banda terrorista, y además, desde puestos de responsabilidad antiterrorista, a mi -llamadme loco- me escalda mucho más, qué queréis que os diga.
Y encima, el juez que descubrió el pastel, al que le faltó tiempo para pasar la patata caliente a otro juez, está hoy en el banquillo acusado de prevaricar.
Este país apesta.
1 comentario:
Los faisanes son Dodos grandes. No se que tiene que ver con la corrupcion politica y judicial o con ETA.
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