Que los editores de L'Osservatore Romano llegaron a un acuerdo con La Razón y en Intereconomía andan un poco mosqueados. El Grupo Intereconomía -del que Sopena siempre dice que lo dirige un exdiputado del PP o algo así. Vale, pesado, ya nos hemos enterado-, tiene un periódico -La Gaceta- que parece ser que es la misma imagen de las virtudes teologales y que se merece, por haber sido buenos, la distribución en exclusiva del diario vaticano.
Mientras vemos cómo Intereconomía entra en el maravilloso mundo de las expectativas no alcanzadas, se nos plantea la siguiente cuestión: ¿debe la Iglesia Católica realizar acuerdos comerciales sólo con quienes pasen un examen de Virtud y Moral (católicas)?
El tema del debate es ése. Sabemos que una gran minoría de clérigos no aprobarían ese examen, ¿juzgamos a toda la Iglesia por los actos de unos pocos? No. Los editores de La Razón editan revistas como Playboy -cabría preguntarnos si esta revista atenta contra los principios fundamentales de la Iglesia. Yo no lo sé, nunca la he leído-, ¿por hacer eso dejan de ser "aptos" según los "criterios" católicos, incluso haciendo algún movimiento ético como retirar los anuncios de las lumis? Lo dudo. Además ¿vale todo con tal de criticar? ¿Se puede defender a la Iglesia aun al precio de empuercarla?
Qué queréis que os diga. A mi me parece que flaco favor se le hace a la Iglesia sacándola a primera plana de la mano de putas, delitos o cochinadas. La Iglesia es algo más que decir que no están bien ciertos comportamientos. Es algo más que un señor con voz aflautada diceindo que la coyunda sólo debe realizarse dentro del matrimonio. Es algo más.
No me gustaría dejar este post sin enviar un mensaje de esperanza al Grupo Intereconomía: no os preocupéis por no haber sido elegidos. Aunque perdáis de ganar (coste de oportunidad), realmente L'Osservatore hace bien en irse con quienes venden más periódicos, ¿o acaso no queréis que el mensaje apostólico llegue a más y a más gente? Ése es mi mensaje de esperanza. Ahora, podéis dar gracias porque he escrito todo el post sin mencionar el evangelio de Lucas, capítulo 6, versículos 41 y 42.
Ah, y sin mencionar el toro de Wall Street que lleváis en el logo. Que también lo vuestro es de traca.
Ah, y sin mencionar las declaraciones de un contertulio del programa de fútbol diciéndole a una chica que se fuera a fregar. Detalle que fue gracioso, ojo, pero hablamos de una empresa que quiere establecer el patrón de la ética católica.
Que en todas partes cuecen habas, señores, y sostener la balanza de los justos es algo que no está reservado a los hombres.
5 comentarios:
No lo entiendo, no entiendo la manía de Intereconomía de meterse en estos fregaos... ¿Que se le adelanta La Razón? Pues que hubieran sido más vivos.
Punto, no hay más que hablar. No sé qué normas se creen que rigen el mundo de la comunicación, pero yo que lo vivo día a día te puedo asegurar que (y no sé si eso es bueno o malo, pero es como es) no existen.
Pablo, un saludo y Feliz Navidad.
Feliz Navidad Eduardo.
Brevemente:
1) Sopena es Traque. No metas al abuelo de la familia Monster en esto.
2) Toda la prensa y cuando digo toda me refiero a TODA, vive de la prostitucion. Incluida la italiana.
3) Nunca entendi lo de la viga y la pelusa, ¿como se dice pelusilla en arameo?
4) ¿Mujeres que sepan de futbol? Otra vez, Sarita Carbonero.
5) Feliz Navidad. Pero Januka mola mas porque son ocho dias.
Diría quee sto es un asunto entre empresas del mundo de la comunicación. La corporación de medios de Planeta es un conglomerado que trata de contentar a su señor allá por donde medra.
En Intereconomía han hecho demasiada leña con este asunto, pero es cierto que en un medio de comunicación lo normal es que su publicidad sea consecuente con su línea editorial. Es decir, si EL PAís decide no informar de boxeo, que no anuncie veladas en el Roxy. Así, si La Razón (y todos los demás) están contra la trata de esclavos, que no incluyan según qué anuncios.
Es curioso como los medios-basura más potentes del reino, Público o La Noria, han hecho bandera de la lucha contra los anuncios marranos en la prensa. Tela.
Populismo, manejo de la masa... todo se orienta hacia un mismo fin: pasta gansa.
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