jueves, 29 de octubre de 2009

Una lectura minarquista de "Liberalismo clásico vs. Anarcocapitalismo"

Hoppe

Del libro Property, Freedom and Society, que recopila treinta y cinco artículos dedicados a Hoppe, se habla mucho del escrito por el profesor Huerta de Soto titulado Liberalismo clásico vs. Anarcocapitalismo. Su tesis viene a decir que la defensa del Estado limitado lleva en sí misma la semilla de su destrucción debido a que:
  • El Estado es innecesario
  • El estatismo es teóricamente imposible
  • Dada la naturaleza humana, el Estado, una vez que existe, es imposible que vea limitado su poder.
Ya que es un debate súmamente interesante, recomiendo su lectura. Sobre todo porque si ya nos cuesta mucho decirle a la gente que no necesitamos al Estado para que eduque a los niños, ni construya hospitales, ni haga carreteras. El siguiente paso más dificil todavía es convencerla de que un mercado privado de administración de justicia es factible (justicia, seguridad interior, seguridad exterior y diplomacia; son las cosas que más o menos justifican la existencia del Estado para los liberales no anarcocapitalistas. Claro que como toda sopa, cada uno prefiere sus propios ingredientes).

El Estado es innecesario

Huerta de Soto habla en este punto de que toda actividad humana que satisface el Estado, la iniciativa privada la puede satisfacer. Pone ejemplos claros como los faros ingleses o el control de las cañadas en el Far West. Según el profesor, la gente confunde la necesidad del Estado con la necesidad de los servicios que ofrece el Estado. Este punto me ha gustado. Autopistas, hospitales, seguridad pública, pueden ser ofrecidas por la iniciativa privada a menor coste y de forma más eficiente. Incluso la mayor justificación del Estado que es la de "defender a los indefensos" provoca el efecto contrario de aumentar la cantidad de indefensos. Por indefenso me refiero a alguien que está en la miseria. Aquí podría mencionar a Cuba o a Andalucía.

El Estado, encargado de proveer servicios, falla a propósito en su labor, para crear una demanda de estos servicios que proporciona. Yo pensaba que esto respondía a la propia ineficiencia inherente a la burocracia.

Sobre el sistema legal, en el artículo se afirma que todo sistema legal parte de los derechos naturales de las personas, la intromisión del Estado, poco preocupado en garantizar las leyes de propiedad (porque también es propietario y compite) perjudica los derechos de las personas. La ley parte de la costumbre y evoluciona. Precede y es independiente del Estado, no es necesario pues, un monopolio coercitivo en la aplicación de la justicia.

A continuación no explica cómo funcionaria la adminstración de justicia y seguridad en un ambiente anarcocapitalista, ya que la evolución de la iniciativa individual es impredecible. Las personas somos por naturaleza impredecibles. Este punto es el mayor hándicap del anarquismo de mercado. La justicia, creo, debe ser predecible y partir de un acuerdo universal. O al menos, lo más universal posible. Siempre podrá haber alguien que vaya por libre ¿y si no acepta el estado de las cosas? ¿Se le boicotea? Quizás hasta que ofrezca buenos precios, entonces se acaba el boicot. Dejemos este punto aquí.

El Estatismo es teóricamente imposible

Partiendo de la base de la imposibilidad del socialismo, se llega a la imposibilidad del estatismo. De Soto afirma que para que el Estado funcione correctamente, debe saber en todo momento los anhelos de todas las personas, y los anhelos de mañana también. Esta información es imposible de recopilar, de transmitir y de sacar conclusiones de ella. Lógico. Pero creo que si el Estado no se mete en el mercado y se desvincula de la economía, no le hace falta conocer esta información para funcionar como garante de la seguridad y la justicia. Aparte que aquí pasa por alto que el Estado se autojustifica por la existencia de otros Estados.

Allá donde el Estado es más laxo y deja más libertad, la prosperidad se dispara. Es por eso que dejando toda la libertad del mundo, la prosperidad tendería a infinito. Un razonamiento que presupone y pasa por alto la seguridad que proporciona el Estado.

De Soto finaliza este punto volviendo a mencionar la confusión entorno a lo que proporciona el estado con el Estado mismo. Un engaño que beneficia una posición extendida de defensa del Estado. Una ilusión creada por pocos para vivir a expensas de muchos. Muchos quienes son primero sangrados, después corrompidos y finalmente subvencionados vía impuestos a cambio de favores políticos (votos). Aquí estamos de acuerdo, si se debate Teoría del Estado, es necesario hablar de la forma de Gobierno. Toda forma de Gobierno parte de la injusticia, es decir, siempre va a ser injusta. A no ser que nos gobierne Dios mismo. Pero si convenimos en la impredictibilidad de la naturaleza humana, hay que tragar con que el Gobierno siempre nos va a fallar. Eso sí, tragar armados, con la misma justicia para todos y leyes que partan de la naturaleza. El Gobierno justo es por lo que pelea el liberalismo clásico. Esta pelea no ha acabado todavía.

Jesús Huerta de Soto

La imposibilidad de limitar el poder del Estado debido a la naturaleza humana

Durante toda la historia, el Estado no ha dejado de crecer. Esto se debe a la búsqueda humana de más poder y de poder imponer su corpus doctrinal a los demás. El estado como ídolo que todos adoran se convierte en el medio de una élite que autojustifica su posición social mediante la influencia de los medios, la compra de votos (pensemos en las pensiones), se trata de mantener a la población dócil mediante una ilusión o espejismo. Para De Soto, el fracaso de teóricos y políticos liberales de limitar el poder del Estado demuestra la intrínseca contradicción entre tener un Estado y que este no sea coercitivo.

Hombre, si aceptamos una ley y una justicia comunes, la coerción aparece. ¿Nos impide esto eliminar Bancos Centrales, eliminar la sanidad y la educación públicas, eliminar todo tipo de medidas económicas de reparto de la riqueza, etc? Se puede mantener la coerción a un nivel asumible volviendo a debatir sobre la naturaleza humana. Quizás -reflexión al vuelo- si están en el poder los más poderosos y ricos, su tentación de más poder y más riqueza sea menor. Claro que conociendo el percal tampoco estoy yo muy seguro... Tenemos un invento que es la separación de poderes que se supone que si se aplica, funciona. Deberíamos de experimentarla y ver si funciona.

El Anarcocapitalismo como el único sistema posible de cooperación social compatible con la naturaleza humana

Se vuelve a mencionar la naturaleza humana y su incompatibilidad del Estado. Me viene a la cabeza El señor de las moscas: en el momento en que aparece alguien más fuerte, aparece el Estado. ¿Es lo mejor? ¿Es lo más bueno? Probablemente no.

"El liberalismo ha fracasado en su intento de limitar al Estado". Me gustaría tener un ejemplo, ya que sólo sé que allá donde se aplicaron medidas liberales, la properidad se disparó: Alemania, Singapur, Hong Kong, Corea del Sur,... El liberalismo no sólo no ha fracasado, sino que ha sido la única manera de hacer las cosas que se ha opuesto al socialismo y ha demostrado su eficacia.

A continuación, De Soto describe el anarcocapitalismo como la forma moderna de liberalismo. La cooperación voluntaria sin la coerción estatal aumentará nuestra prosperidad y libertad.

Conclusiones revolucionarias del nuevo paradigma

El mensaje del anarcocapitalismo, cuyo fin es la desaparición del Estado, es revolucionario. Sustituir al Estado por un conjunto interconectado de agencias privadas, organizaciones y asociaciones es la tarea pendiente en este siglo veintiuno. A continuación habla de la utopía anarcocapitalista. Esta revolución es pacífica y parte de la legalidad, como la caída del muro de Berlín o la revolución de terciopelo.

Los cambios políticos se precipitan a una velocidad nunca antes vista (yo diría que en general los cambios de toda índole se producen cada vez más rápido. Existe una teoría de la singularidad relacionada con la disponibilidad energética y de información de la que conviene informarse). Un nuevo capítulo de la historia humana está aún por escribirse. En ese capítulo, el Estado será "un triste recuerdo".

Comentarios sobre la tradición anarquista española

Finaliza el ensayo hablando de la evolución del liberalismo como respuesta al Antiguo Régimen en el resto de ideas políticas. Menciona el artículo la tradición anarquista española y su relevancia y confía en que para llevar a cabo la revolución anarcocapitalista hay que convencer a los anarcocomunistas. Supongo que a los que no fuman porros con demasiada frecuencia.

4 comentarios:

meg dijo...

Lo cierto es que había que dinamitar todas las estructuras y volver a las tradición tribal, con los patriarcas como orientadores de la comunidad, respetados por su experiencia.

Pero me temo que es una utopía incluso para los ácratas.

Enhorabuena por tu blog, Pablo. Hace falta un rincón de reflexión, hondura y análisis en medio de este maremagnum de la red.

Pablo Otero dijo...

No comparto que haya que dinamitar todas las esructuras. El desarrollo teórico del Estado de Derecho, separación de poderes e Imperio de la Ley; son cosas muy válidas. Hace falta ponerlas en práctica.

La tradición tribal con los patriarcas y demás no me parece muy bien. No sé si me estás puteando, si lo haces olé tú, pero no contribuyes al debate ciudadano que debemos plantear sobre el mundo en que queremos vivir.

Mi postura no es radicalmente en contra del anarcocapitalismo, sino que defiendo el liberalismo clásico con un gran respeto al anarquismo de mercado. Es decir, tiene que haber estado. Pero no la farsa que nos venden.

Un saludo! :)

Teseo dijo...

No soy capaz de leer tanto...
pero... como se parece el fulano de la foto a Stephen King

yanmaneee dijo...

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