miércoles, 2 de septiembre de 2009

Encontraremos un partido, y si no, lo construiremos

"Music is OK", yo soy de esos

Mucho se ha hablado este verano sobre el Partido de la Libertad Individual (P-Lib). Como todo proyecto político liberal, surgen las consabidas dudas que tocan la cuestión de si un proyecto así debe existir, si hace más daño que bien al liberalismo español o si tiene legitimidad para arrogarse la palabra "liberal" que como sabemos, es la palabra más cara del mundo y cuyo uso está restringido a gente listísima.

Hay dos formas de criticar maliciosamente la creación de un proyecto político liberal: desde el purismo onanista liberal, o bien desde el socialismo.

El primer grupo aduce razones semánticas y políticas. Viene a decir que no se trata de un proyecto liberal, sino anarcocapitalista. También están los bienintencionados, cuyas ansias de ser reconocidos en Internet como intelectuales de salón, menoscaban la causa liberal al sacar citas célebres, sofismas, sentencias y tediosas declaraciones ideológicas pretendidamente cargadas de razón.

El segundo grupo aduce dos razones: primera: les gustan las carreteras; segunda, ven una amenaza "dividir el voto de derechas". Ambas afirmaciones son fáciles de replicar: se trata de un partido liberal, no anarquista de mercado, pero aún siendo anarquista de mercado, está teóricamente demostrado que alguien construiría y repararía las carreteras. Sobre la segunda frase: el liberalismo no se sitúa en el segmento izquierda-derecha, punto. Segmento, por cierto, lo suficientemente criticado como para ser actualmente inútil (sólo justificado por economía del lenguaje).

Parece que detrás de este partido están un tal Juan Pina y su señora, Roxana Nicula. El primero, fue "vicepresidente de un organismo político mundial" y ha publicado una novela en la que parte de la acción transcurre en Rumanía, país de origen de Roxana, traductora e intérprete. El desconocimiento concede bula, por lo tanto, nada que decir.

Por último está mi opinión personal. Como mis amables y ociosos lectores sabrán, las opiniones no sirven para llegar a la Verdad, pero están en la naturaleza y si no quieres seguir leyendo, no sigas.

"Cariño: o las gallinas o yo". "Me quedo con las gallinas"

En la declaración política del partido hay cosas que me chirrían y que el partido no logra explicar bien. El tema del aborto, por ejemplo. Defienden una ley de plazos y la decisión total en manos de la mujer obviando la vida del bebé. Yo eso lo veo regulero. Pero incluso lo puedo pasar por alto ya que la perspectiva del partido no es llegar a ningún sitio a corto o medio plazo. También el tono anticlerical -iba a decir reformista pero os perderíais- de ciertas partes del discurso que toman del objetivismo. Señores: se trata de separar Iglesia y Estado, no de atacar a la Iglesia y propugnar el laicismo. Es que eso no es liberal en absoluto, defendamos la libertad individual, sí, pero no le digamos a la gente lo que es mejor para ella o a los padres cómo educar a sus hijos.

Ah, que se me olvidaba, volviendo al tema del principio: ¿debe haber partidos liberales? Soy liberal, y por tanto no me autoconcedo el poder de censurar proyectos de otras personas que emprenden libremente. Ya he dado mi opinión y con eso es suficiente. No emprendería una campaña de acoso y derribo contra un proyecto con el que no comparto algunas cosas y sí muchas otras.

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