Vaya por delante que las subvenciones públicas al consumo (o la devolución de parte de un impuesto al consumo) me parecen muy mal. Yo establecería prioridades: material escolar, pañales, alquiler para mayores y familias numerosas, eso bien. El caso es que en Madrid a partir de ahora devuelven parte del impuesto de matriculación en la compra de nuevos vehículos. La movida es que Zap Zápater, transformó ese impuesto que iba en función de la potencia para pasar a contabilizarlo en función de los residuos de CO2.
Vemos que le ha salido el tiro ecológico por la culata. ¿No sabía que los reinos de Taifas son los encargados de recolectar para el Estado ese impuesto? Es que ahora no pueden enfadarse ni pedir papas a Esperanza Aguirre: ellos diseñaron así ese impuesto ecológico. Ahora os lo tragáis. Las CCAA pueden hacer lo que les venga en gana. ¿Os dais cuenta ahora?
Pero algo más gracioso ocurre con esta medida: los ecolojetas protestan. Juas. Y encima fíjense ustedes a una de sus plañideras el razonamiento brutal que hace:
¿Por qué un ciudadano que decide usar el transporte público tiene que subvencionar a un devorador de gasolina con la crisis ambiental que viene?
Ejem... (lo ponen a huevo).
¿Por qué un ciudadano que decide usar la sanidad privada tiene que subvencionar el servicio público sanitario que no utiliza?
¿Por qué un ciudadano que asiste a una universidad privada tiene que subvencionar a las universidades públicas?
¿Por qué el "devorador de gasolina" (sic) tiene que subvencionar al transporte público?
¿Por qué quien tiene contratada seguridad privada tiene que subvencionar a la policía?
¿Por qué tenemos todos que pagar la televisión pública si no la vemos?
¿Por qué tenemos que pagar los sueldos de representantes políticos de partidos que no votamos?
¿Por qué los domingos por el fútbol me abandonas?
Por cierto lo de "crisis ambiental que viene" no tiene precio. Que viene, que viene, uh uh, que viene, que viene.
4 comentarios:
A mi me da igual el tamaño y la potencia mientras tenga una buena carrocería.
Es más, da igual el tamaño, la potencia, el diseño, el consumo, etc.
Que cada cual compre el coche que le de la gana.
Estoy totalmente de acuerdo con usted Don Pablo. ¿A la señorita que está descansando en el coche no le pasa nada malo, verdad?. Ay, como son estos Sandías.
Yo creo que no. Se la ve muy sana y muy bien.
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