martes, 5 de mayo de 2009

70 minutos para huir (1988)

70 minutos para huir (Miracle Mile) parte de una premisa, un flash, que cada vez que lo repienso, me vuelve a gustar.

Es la típica historia "chico conoce chica", muy ñoña, y esa ñoñería se extiende durante los ochenta minutos de película. Incluso la ñoñería aparece en personajes secundarios, etc. Pero la importante es la otra historia.

El protagonista, Harry (Anthony Edwards, conocido por su papel en Urgencias o en Top Gun), queda con su recién conocida novia Julie (Mare Winningham, muy televisiva, también actuó en Urgencias, entre otras muchas series), a una hora concreta en una cafetería. En el piso de Harry se va la luz, y la alarma no le despierta. Va a la cafetería y llega absurdamente tarde.

Los personajes de la cafetería ya te dan una pista de lo bizarro que son los mundos que no conocemos.

Bien, pues se pone a esperar a su chica cuando de pronto, el teléfono de una cabina suena. Contesta. Quien ha llamado es una persona que se ha equivocado de número. Tras la breve pero intensa conversación,... tienes que ver la película.

Algo que particularmente me gusta de la cinta es que pese a que la cámara no deja de centrarse exclusivamente en Harry. La situación de fondo, según pasan los minutos va volviendose cada vez más caótica. En una época donde todavía no existía el Facebook, las noticias ya corrían como la pólvora. Hacia el final del filme, las calles de la ciudad se han convertido en Babilonia y casi ni te has dado cuenta.