La primera Teoría de la Relatividad (la Especial) supone una irónica muerte de la física clásica. Einstein no pretendía establecer un nuevo camino del estudio de la física, sino darle sentido a lo que ya había. De hecho, la relatividad que Einstein inició y que otros físicos y matemáticos le dieron forma con el paso del tiempo, explica los fenómenos de la mecánica clásica de Newton, pero los explica de forma más complicada. Es por ello que para las actividades cotidianas como probar un misil intercontinental o enviar una sonda a Júpiter, utilizamos la física que Newton describió hace más de trescientos años.
La física relativística es útil para cuando se viaja a velocidades cercanas a las de la luz, así que es una herramienta válida para estudiar a una escala cósmica los fenómenos del señor universo físico. Sin embargo, cuando vamos a comprar el pan, pues nos da bastante igual, ya que en el momento de recibir la barra de pan no podemos apreciar cómo se estrecha su imagen y aumenta su masa, ya que la velocidad a la que el panadero te da la barra es muy lenta respecto a la velocidad de la luz.
El estudio de la velocidad relativística supone cambiar la naturaleza de las cosas tal como son. La forma que tenemos de percibir el mundo no es tal como creemos que es o tal como nos la cuentan. Desde Newton, no hubo nada que cambiara categóricamente nuestra forma de ver las cosas (y las cosas en sí mismas). Einstein estudia la velocidad afirmando que no existe un modo de ver las cosas, sino que las cosas varían según quién las ve. E incluso va más allá al introducir la velocidad de la luz (c) como una constante inalcanzable.
Supongamos que la flota reptiliana posee la tecnología para disparar un cohete al 60% de la velocidad de la luz. Supongamos también que montan un cohete sobre otro cohete. Disparamos el primero y a continuación el segundo. Bien, la velocidad del segundo cohete, en contra de lo que nos dice la intuición, no llega a alcanzar la velocidad de la luz. Ahora supongamos que los reptilianos logren lanzar sus cohetes a un 99% de c. Repetimos el experimento. El segundo cohete tendrá una velocidad cercana a la de la luz, pero sigue sin alcanzarla.
Es un absoluto al que incluso una civilización de Tipo 3 sólo podrá acercarse asintóticamente. Y tener un absoluto al que enfrentarnos nos iguala a todos y nos empequeñece.
4 comentarios:
¿Los cuerpos ganan masa o la pierden cuando se acercan a la velocidad de la luz? Me imagino que si la ganan, llegará un momento en que para alcanzar la velocidad luz, la masa se haga infinita (¿que es eso?) y según la ecuación más famosa de la historia, para mover una masa infinita hace falta una energia infinita, ergo velocidad inalcanzable... De todas formas, esto no deja de ser un ajuste estadístico para explicar las cosas.
Imagínate una gigantesca tortuga que se mueve a la velocidad de la luz. Un reptoide llamado Aquiles intenta alcanzarla. Cada vez que llega a su posición, la tortuga ha avanzado un poco más, no sólo en el espacio (Aquiles es más rápido que la tortuga pero no llega a cogerla) sino también en el tiempo (no la pilla en el mismo tiempo y espacio porque son diferentes para sujetos distintos...).
La paradoja de Zenón NUNCA la entendí, me parece absurda. Aquiles le puede dar una semana de ventaja a la tortuga y SIEMPRE la adelantará.
Cuando te aproximas a la velocidad de la luz tu masa aumenta y la energía que necesitas para desplazarte es mayor. Es muy interesante ver la función de velocidad: entre un 50% y un 90% de la velocidad de la luz hay menos diferencia que entre un 90% y un 91%. La tasa de cambio cada vez es mayor y a un ritmo exponencial.
Porque dentro de nuestro señor universo, el exponente es 2 (E=mc2)
Para definir la velocidad de la luz en el vacío, primero hay que definir el vacío, sin rozamiento, sin calor, sin espejos, sin entropía y, como dirían los sucesores de Einstein, sin observadores...
El problema es que el señor universo está preñado (eramos pocos y...)
Yo nunca entendí la paradoja de los gemelos, pero me parece chachi desde aquel número de la Muy de los años 80
El vacío no se define, se define lo que no es vacío.
Los efectos cuánticos no afectan a la velocidad de la luz: en un universo cuántico, la velocidad de la luz sigue siendo la velocidad de la luz.
La paradoja de los gemelos se entiende muchísimo mejor que la mierda de la tortuga y Aquiles. Es más, no sólo se entiende, sino que es fácil ver su explicación con las matemáticas.
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