miércoles, 4 de marzo de 2009

Wir sind das Volk!


Ayer estábamos al borde del abismo, hoy hemos dado un paso adelante.

La última ocurrencia del Gran Gobierno es obligar a los usuarios de tarjeta móvil de prepago a identificarse. Nos obligan a punta de pistola -bueno, nos amenazan con quitarnos el número-si no damos gratis nuestros datos personales a una tienda, el operador de móvil y el gobierno. Bastante totalitaria me parece la obligación de llevar una documentación encima (por la que pagas. Estás obligado y pagas.), como para que ahora se carguen estos delincuentes el único rincón de anonimato que nos quedaba.

A partir de noviembre de 2009, toda persona con un móvil encendido comprado en España podrá ser localizada en cualquier momento. En principio, en cualquier lugar del mundo.

En Finlandia acaban de aprobar una ley que permite a las empresas leer el correo electrónico de sus empleados. En España, me imagino que el año que viene el Gobierno aprobará algo similar. No tienen otra cosa que hacer. O no saben hacer otra cosa.

Ya con Facebook, en las últimas semanas hubo cierta polémica al cambiar esta red social su política de condiciones de uso, por la cual, se apropiaba de cualquier contenido personal que un usuario dejara en esa red. El activismo en internet contra esta medida, hizo recular a la mayor red social del mundo.



Internet es terreno abonado para los amigos de los datos ajenos. El usuario de infantería apenas tiene el conocimiento de que puede cifrar sus correos y navegar con anonimato. Los listos se aprovechan del rampante analfabetismo tecnológico.

La gente no se da cuenta de que cosas como un correo electrónico en activo o un historial de búsqueda, se compran con dinero contante y sonante. Hay un mercado de datos ahí fuera. La gente lo ignora.

Imaginaos... ponedle precio a la información que localiza a cualquier persona. Veo perfectamente factible crear un mercado nuevo. En el que se compre y se venda la información del usuario de un móvil prepago. Pero lamentablemente jamás veremos ese mercado. Jamás tendremos esa oportunidad.



¿Quién es el Ministerio del Interior para adjudicarse la propiedad de nuestra localización y regalársela a empresas privadas? Ya bastante grave es que el ministerio tenga esa información, pero regalarla sin que el usuario pueda decidir nada en el proceso... me parece aberrante. Somos propietarios de saber el lugar en el que nos encontramos. Somos propietarios de nuestras conversaciones privadas. Estas informaciones, sin una orden judicial que lea nuestro abogado, no nos deben ser arrebatadas. Por que no hay diferencia entre que nos arrebaten esto y que entren en nuestra casa y se lleven el televisor, nuestros ahorros y nuestra dignidad. Alguien tiene que parar esto. Alguien tiene que dar un golpe en la mesa y dejar claro a quienes tienen licencia para delinquir y a sus amigos que todo tiene un limite.

Y ojo, mira que soy muy prosistema (creo que ya lo dije en alguna ocasión) y creo que la policía, por ejemplo, cuando no actúa como instrumento político de una banda de criminales, es un servicio que se merece el máximo respeto. Pero hay normas y leyes que aplastan tanto nuestros derechos más básicos, que ser consciente de ello a veces te deja sin aliento.

¿Dónde quedó aquel "Wir sind das Volk"?

Esta vichichoise de verborrea se está volviendo muy verbosa.

5 comentarios:

Teseo dijo...

Esta me la apunto ¡Analfabetismo tecnológico!

Teseo dijo...

Voy a roerte los pantalones

No a todo dijo...

We believe that freedom and security go together (0:47).

Unknown dijo...

creo que también copiaron la propuesta del gobierno británico.

malditos ingleses >:3

Pablo Otero dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.