
Antes de la primera guerra del golfo circulaba en Irak un dinar impreso en Suíza. Esa moneda es conocida como dinar suízo iraquí.
Tras la Operación Tormenta del Desierto, el control de Saddam Hussein sobre el norte de Irak se limitó a razzias esporádicas del ejército. Los kurdos alcanzaron una independencia "de facto". Una independencia que se reflejó en los hábitos de la población de forma hilarante. Sobre todo en la economía. Concretamente en la moneda.
El embargo impuesto por Naciones Unidas cortó la importación de los dinares desde Suíza, así que Saddam, como cualquier otro estúpido con poder sobre el dinero, puso en marcha la imprenta y ¡hala, venga billetes!
Como siempre ocurre cuando se imprimen billetes, estos pierden su valor. A principios de los noventa, ese Irak al que echan de menos los progres, tenía una inflación del 250% anual. Nada en comparación con tener gente muriéndose literalmente de hambre como estaba ocurriendo, pero aquí nos ceñimos al tema monetario.
Bueno, pues resulta que en el norte del país, la gente no decidió usar el nuevo dinar de Saddam, siguió usando el dinar suízo. Paraos a pensar un momento.
- Usaban una moneda no respaldada por ninguna autoridad privada o pública.
- Debido al embargo comercial, la cantidad de esa moneda ERA FIJA. Es decir, ni se imprimían más billetes, ni se reemplazaban los que se degradaban.
Tras la segunda guerra del golfo, el virrey iraquí Paul Bremer III autorizó la emisión oficial de un nuevo dinar iraquí. Según las tasas de cambio con las otras dos monedas, el dinar suízo valía a 7 de julio de 2003 ¡150 veces más que el dinar de Saddam! ¿No es asombroso? ¡Es genial!
Pero ahí no acaba la cosa, como una muestra más de la incompetencia del poder público en cuanto a la economía: el mercado valoraba el dinar suízo a una tasa mayor que la oficial debido a la cantidad de moneda falsa que se mezcló con los dinares de Saddam. En mi opinión, incluso los billetes de Saddam oficiales también eran moneda falsa. ¡Realmente hasta los euros que manejamos tienen un gran porcentaje de falsedad!
La moraleja chavales es: eres un político, ¿qué haces imprimiendo billetes?

1 comentario:
Me he reído mucho con esta entrada.
Eso sí, no sabía nada sobre el tema. Habrá que usar un poco el Internet :)
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