miércoles, 29 de octubre de 2008
¿Cómo se pueden gastar dos millones de euros en un despacho?
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Entiendo que el presidente de la Xunta, el socialista Touriño, se haya gastado medio millón de euros en un coche. Al fin y al cabo Galicia es una hiperpotencia y el coche presidencial debe representar ese lujo y saber vivir de los gallegos, porque como todo el mundo sabe, en nuestra tierra atamos los perros con longanizas.
Lo que ya me empieza a mosquear es que se haya gastado 320.000.000 pesetas en reformar su despacho. Dos millones de euros del erario público de una comunidad tan rica como Galicia y en una coyuntura económica tan boyante y fastuosa como la actual, no significan nada para un hombre de costumbres sencillas y del pueblo como Touriño.
Lo que yo me pregunto es ¿cómo se ha podido gastar ese dinero? Es un insulto para los gallegos que sólo se haya gastado dos millones. ¿Por qué no diez o veinte?
Quiero decir, ¿cuánto habrá costado el despacho de Bill Gates en Microsoft? ¿Cuánto vale el Despacho Oval? ¿Por qué pararnos en dos millones y no tirar la casa por la ventana? ¡Basta de estoicismo, señor presidente!
Si yo fuera el representante de la empresa que a dedo eligió para reformar su despacho, le pondría alfombras persas (una encima de otra), paredes de roble rojo de Canadá. Cabezas de elefante africano colgando de las paredes, cristalería de Murano, luz generada por un tokamak desde el sótano de San Caetano, un satélite propio para poder tener una buena conexión a internet y poder leer el Marca sin esperas mientras me bajo porno de la red. Retretes japoneses estereofónicos y olorosos, un par de videowalls para ver los partidos de la Champions como Dios manda, a Ferrán Adriá para prepararme el aperitivo y a los Stones para tocarme música en directo cada vez que quiera por si se me hace pesado abrir el Winamp.
No sé si os vais oliendo ya la ironía.
Touriño, que la reforma de tu despacho ¡COSTÓ MÁS QUE BEBETO! ¿Me entiendes?
Es que ya me imagino a Touriño llegando a su despacho (cuando se acuerda que tiene uno) a las 11 o 12 de la mañana:
-Paco, el desayuno.
-Por supuesto señor, ¿huevos de Dodo para desayunar, señor?
-Claro, como siempre.
Para a continuación acercarse a la pared de su despacho formada por piel humana viva para acariciarla mientras susurra:
-Cthulhu ftang!
Entiendo que el presidente de la Xunta, el socialista Touriño, se haya gastado medio millón de euros en un coche. Al fin y al cabo Galicia es una hiperpotencia y el coche presidencial debe representar ese lujo y saber vivir de los gallegos, porque como todo el mundo sabe, en nuestra tierra atamos los perros con longanizas.
Lo que ya me empieza a mosquear es que se haya gastado 320.000.000 pesetas en reformar su despacho. Dos millones de euros del erario público de una comunidad tan rica como Galicia y en una coyuntura económica tan boyante y fastuosa como la actual, no significan nada para un hombre de costumbres sencillas y del pueblo como Touriño.
Lo que yo me pregunto es ¿cómo se ha podido gastar ese dinero? Es un insulto para los gallegos que sólo se haya gastado dos millones. ¿Por qué no diez o veinte?
Quiero decir, ¿cuánto habrá costado el despacho de Bill Gates en Microsoft? ¿Cuánto vale el Despacho Oval? ¿Por qué pararnos en dos millones y no tirar la casa por la ventana? ¡Basta de estoicismo, señor presidente!
Si yo fuera el representante de la empresa que a dedo eligió para reformar su despacho, le pondría alfombras persas (una encima de otra), paredes de roble rojo de Canadá. Cabezas de elefante africano colgando de las paredes, cristalería de Murano, luz generada por un tokamak desde el sótano de San Caetano, un satélite propio para poder tener una buena conexión a internet y poder leer el Marca sin esperas mientras me bajo porno de la red. Retretes japoneses estereofónicos y olorosos, un par de videowalls para ver los partidos de la Champions como Dios manda, a Ferrán Adriá para prepararme el aperitivo y a los Stones para tocarme música en directo cada vez que quiera por si se me hace pesado abrir el Winamp.
No sé si os vais oliendo ya la ironía.
Touriño, que la reforma de tu despacho ¡COSTÓ MÁS QUE BEBETO! ¿Me entiendes?
Es que ya me imagino a Touriño llegando a su despacho (cuando se acuerda que tiene uno) a las 11 o 12 de la mañana:
-Paco, el desayuno.
-Por supuesto señor, ¿huevos de Dodo para desayunar, señor?
-Claro, como siempre.
Para a continuación acercarse a la pared de su despacho formada por piel humana viva para acariciarla mientras susurra:
-Cthulhu ftang!
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3 comentarios:
Y nos quejamos los manchegos porque se acusó al presidente provincial De Lara de haber gastado 12000 euros en un sillón... Me solidarizo con vosotros, que tenéis que sufrir a una de las clases políticas más garrulas de España. Un saludo.
Menudo sillón!
oh vamos, mi mujer desayuna ostras cada día!
Also, debería haber sido "the shoggoth on the roof" (linky: http://www.cthulhulives.org/shoggoth/)
hell yeah.
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