jueves, 19 de junio de 2008

La edad de plata del Gran Gobierno

Soy una persona de gustos sencillos: una partida al póker de vez en cuando, una buena película de tarde para pasar el tiempo, la posibilidad de caminar armado e impuestos bajos. No es mucho lo que pido. Pero hay gente a la que no le gusta que a mi me guste eso. Yo no me meto con ellos, pero ellos gastan sus energías en hacerme cambiar. Pretenden primero convencerme en que sea como ellos, como no me convencen, tratan de llegar al poder político, al que le hemos concedido durante mucho tiempo capacidad normativa sobre nuestras vidas en aras de la convivencia, y entonces hacen leyes para obligarme a parecerme a ellos.

No a hacerme mejor persona o más inteligente o más sana. Sino como ellos.

Aparentemente el gran Gobierno nos coloca grandes impuestos en el tabaco y en el alcohol para que no fumemos o bebamos, porque es mejor no hacerlo. Mejor para nosotros. De paso recaudan para hacer operaciones de cambio de sexo, pero ese es otro tema.

Se dedican a construir colegios (¿bajo qué criterio?) para alfabetizar a la población. No se quedan ahí y siguiendo el espíritu de "de la cuna a la tumba", hacen universidades. Oiga, ¿quién le ha dicho que yo quiero una universidad para todos? ¿Por qué es bueno formar a todos por igual o mejor: dar las posibilidades a todos de formarse por igual? Mucha gente no ha estudiado y es feliz. Es más, los mayores conocimientos de la historia se los debemos a gente que nunca fue a la universidad.

Pero esta gente de la que hablo tiene un ideal: persona sana y formada. Creen que así debemos ser todos. Algo tan sencillo es que cada uno sea como quiera ser. Hace falta alguien que les diga a esos animales inhumanos: "déjame en paz, sé tú como tú quieras ser, pero yo eligiré mi propia vida. No me 'perfecciones' según tu criterio". Pero no acaba ahí la cosa amigos, también por medio de campañas institucionales, tratan de convencernos de lo que debemos comer, del deporte que debemos hacer, de cómo tenemos que conducir, etc. Incluso de cuándo apagar nuestros aparatos eléctricos de la corriente que nosotros pagamos.

Si te paras un momento a pensar, por culpa de los idiotas que se creen con el derecho a decidir cómo debe ser tu vida y te moldean por ley, no estás siendo como se suponía que debías ser.

Vivimos en un estado de alerta constante, una alucinación inducida por gente que se acabó creyendo sus propias chorradas. Nos están machacando, nos están aplastando.

Hoy por hoy es un acto de heroísmo darle la espalda a cualquier campaña, acto o promoción gubernativa. Hoy como nunca vivimos en la época del Gran Gobierno. Y lo hacen a nuestras costas.

Si repasamos cualquier libro de historia publicado hace más de veinte años (para curarnos en salud) existe una relación directa entre el tamaño del Gobierno y la falta de decisión de las personas sobre sus vidas. Es una ecuación de un grado sencillísima: existe una capacidad total de decisión sobre tu vida. Cuanta más le cedas a factores externos menos te queda a ti. Me centro en el Gobierno porque es el único agente externo que tenemos obligado (porque él mismo dice que es obligado, fíjate la locura), otros como familia, amigos, trabajo o iglesia, son voluntarios. Por lo que no son hostiles. Resulta muy curioso que el Gobierno que es el único agente hostil (salvo un atracador esporádico que compite con el Gobierno una noche oscura en un callejón), trate de competir con los centros comerciales y con la iglesia acusándolos de influir neativamente sobre tu vida. Encima de devorador, rapaz, inhumano, bestial y esclavista, el Gobierno es mentiroso.

Ríete de Bill Gates, creo que el gran Gobierno reúne todas las características para ser Satanás. Una conclusión a la que es inevitable llegar si te paras a pensar.

Por último, quiero que te quedes con una frase: la propaganda es a la democracia lo que la violencia es a una dictadura.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lejos,en el momento del Crepusculo
De todos en cualquier clima,
Dragones y Aguilas Agrifadas y monstruos espantosos,
Nacidos d Agua, Aire, Tierra y Fuego,
O abrigados como la Piton, por el barro
Y el lodo del antiguo diluvio de Deucalion,
Se arrastran y se retuercen y rabian, A lo largo del anochecer la tradicion y el romance envejecen.
Yo tAMBIEM QUIERO LLEVAR una Lugger en en la cintura pero Skynet y Rubalcabra no me dejan.
Ah! Y la democracia mato a Socrates asi que no puede ser buena. Tambiem Bias dejo escrito en el Templo de Delfos que "la mayoria es mala"...
Y las droga son nuestras amigas, especialmente el cafe. bebida de patriotas.

Y no entiendo porque las drogas son malas