Dos palabras: obligación moral.
Hace mucho tiempo que pienso en la renovación de la Iglesia. "La Iglesia Católica se debe renovar" es una frase que se escucha desde hace más de quinientos años. Pero no voy a caer en el discurso facilón de contertulios de Antena3. La renovación no debe ser ni de conceptos ni de dogmas. Y por supuesto, nada de ‘abrir el debate’ sobre el sacerdocio femenino ni sobre el uso de preservativos, ni esas zarandajas que a los ateístas militantes y totalitarios tanto les gusta. No. Hablo de la renovación del lenguaje.
Hubo tiempos en los que la Iglesia lograba contactar fenomenalmente con los fieles. Usaba su lenguaje. Hoy en día, cada vez que aparece un obispo en la televisión me echo las manos a la cabeza. No solo ese lenguaje teológico academicista, sino la terminología empleada y la imagen deben ser reformadas. Sobre todo la imagen que se transmite. ¿No tiene la Iglesia a ningún portavoz de menos de cuarenta años que no aparente llevar un objeto introducido por el ojete? Perdón por el lenguaje, pero es que ¿por qué no buscan a gente que emplee el lenguaje de la calle (y no me refiero a jergas), que sepa utilizar el lenguaje visual y que tenga el don de la comunicación? Me consta que en España, somos al menos unos dos o tres millones de cristianos católicos (descontando los vagos-BBC y los fariseos nos quedamos en nada). ¿No hay gente capaz en la Iglesia? Gente que de una imagen más joven, atractiva y renovada de la Iglesia. Repito que no estoy diciendo cambiar ni un ápice el mensaje. Un cambio de imagen pública suele ser malinterpretado en ese sentido así que quiero dejar ese punto claro.
Cuando leo el discurso de Sarkozy en Bercy, me digo “caray, ése es el mensaje. Lo que hay que hacer a continuación es desarrollarlo e incluso tomar los medios de propaganda de los solipsistas que dominan los medios y aplicarlos a nuestro mensaje de Salvación”. Por favor, tampoco me refiero al típico cura-rockero. Eso es más casposo que Cine de Barrio ¡por Dios! Me refiero a gente normal con la que todos nos podamos identificar. No sé, poner a alguien joven que no tenga pinta de pepero, ni de ratón de biblioteca. ¿No hay ninguna modelo veinteañera alta, guapa, inteligente y cristiana que no tenga pinta de mojigata y que sea fuerte en la Fe? Porque si lo más parecido a esto que busco es Cristina López Schichin apaga y vámonos. (¡Caray, espero que ella nunca lea esto!). Por ejemplo, la cantante Diana Navarro, que la CEE la nombre embajadora espiritual. O algo así como imagen pública. Aunque sea de una campaña de anuncios.
Vale. Espera. Sé que para nosotros la imagen nos la sopla bastante. Lo que importa es el mensaje. Pero no se trata de profundizar en la Fe o de debatir sobre cuestiones pastorales o teologales, se trata de hacer publicidad. Lisa y llanamente. La Iglesia debe tener los pies en la tierra, debe vivir con los tiempos, utilizar los medios a su alcance. Y sobre todo, competir contra el descreimiento, contra el multiculturalismo, contra el solipsismo, contra el espíritu del 68, contra el apaciguamiento. La Iglesia debe decir claramente y en voz alta que el mensaje de Jesucristo es el único válido, la superioridad moral de la Iglesia en todos los campos es incuestionable, Jesús está aquí y ahora vive en todos y con todos. Pero sobre todo, con los que más sufren, con los desposeídos, con los exiliados, con los hambrientos, con los enfermos, con los perseguidos, con los que desean un mañana mejor, más libre, más justo y más feliz.
El barbas de Pimpinela, con un niño, señalando a un hombre disfrazado de pollo fuera de plano.
Recuperemos el pulso de los tiempos. Seamos nuevamente Iglesia, fuertes, unidos en la Fe. Abandonemos la casposidad y releguemos a los academicistas a las bibliotecas. No necesitamos pastores inteligentes ni excesivamente formados. No necesitamos pitagorines, necesitamos soldados de Dios.
Nada ni nadie nos vencerá si tenemos a Jesucristo resucitado como general en Jefe.
Que se preparen.
Eran otros tiempos, mecachis...
PD: Dije "no inteligentes", pero por ello no quiero dar a entender "no formados". Los soldados deben estar preparados para ser los hijoputas más cabrones del Valle de las Sombras. Para lograr que el propio valle se cague en los pantalones.
5 comentarios:
"¿No hay ninguna modelo veinteañera alta, guapa, inteligente y cristiana que no tenga pinta de mojigata y que sea fuerte en la Fe?"
No.
Pues habrá que crearla.
Empieza buscando novia!
Qué pereza.
¿No pueden venir ella a mi casa?
La sobrinita de Rouco...pero es sabido que en Rioaveso son más bien paletas. Creo que en el seminario se estan haciendo unas cuantas parafilias los soldados de la fe con las fotitos de interwiu (tenia un latinajo genial para esto pero se me ha ido el santo al cielo...o al infierno).
Los geólogos, no le llamamos a eso parafilias, sino plagioclasas.
Gaspar, si me das dinero, te mando una rumana. ;)
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