miércoles, 30 de enero de 2008

Liberal y a favor de la acción colectiva

Los antiliberales suelen ladear la cabeza cuando les hablo de la ética de la libertad, enarcar las cejas cuando con una buena retórica les vengo a decir "dejadme en paz" y hasta sonreir cuando lo único que quiero es hablar de mi libro.

El caso es que muchas conversaciones suelen acabar con la pregunta "¿y qué ocurre con la gente que no puede valerse por sí misma?, ¿con los huérfanos?, ¿con los súper-incompetentes?, ¿los dejarías tirados en la cuneta?". Tras una larga bocanada de humo de mi pipa teórica y balancearme en mi mecedora teórica les digo:

"No, claro que no".

Ser liberal no niega ni impide la acción colectiva, ni muchísimo menos la acción colectiva voluntaria (de hecho la voluntaria es la única acción válida, sin coerción). Esto es: yo o yo y más personas, podemos tomar la decisión de ayudar a quien necesita que le echen una mano. Es más, los cristianos no tenemos otra opción. Si actuamos conforme a una ética de la libertad incluso prescindiendo de la ética cristiana, no tenemos por qué aguantar a una enorme mano jugando al Black&White con los desfavorecidos-no-voluntarios. La acción gubernativa es innecesaria y hasta molesta en la aplicación de medidas solidarias.

Así que dejad de tocarme las narices.

3 comentarios:

Unknown dijo...

es curioso lo de la libertad de elección y "los cristianos tenemos que".

yo me considero moralmente obligado (por eso estudio lo que estudio, y probablemente me dedique a lo que me dedique), pero no porque haya un "consenso", o "religion", o "estado".

que coño.

Gaspar Duarte dijo...

¿Entonces por qué te sientes moralmente obligado?

:D

Pablo Otero dijo...

A partir de ahora podré decir: "liberal y cristiano, como Halfang", ¿te das cuenta? Libremente llegamos por caminos distintos a las mismas conclusiones. Estas conclusiones nos atan, nos obligan, dentro de nuestra capacidad de elección a actuar de un modo u otro.

Es lo que tiene ser un ser humano. Y no un parásito.