Enemigas del Estado
En la España de Zapatero, en esta España desconocida, más conocida por eufemismos no hirientes para minorías nacionalitatarias como Estepaís o Estado Español. La Iglesia debe ser perseguida y relegada al ostracismo político. En el cerebrín de un psico-progre no cabe que un cristiano pueda opinar de política, mucho menos si es en contra del gobierno rojeras, muchísimo menos si se da la circunstancia de que el ciudadano es sacerdote católico.
Y todo por expresar lo obvio. Sin duda lo que más teme un totalitario es que seamos libres para expresar lo evidente, que A es A y que 2+2=4.
La Conferencia Episcopal ha expresado en un multitudinario acto por la Familia Cristiana en Madrid, el disconformismo de la Iglesia con la mal llamada política social del gobierno de los socialistas, comunistas, ecolojetas, feminazis y separatistas. En concreto hay varios puntos con los que obviamente un cristiano no puede estar de acuerdo. Mucho menos un católico:
- Divorcio exprés.
- "Matrimonio" gay.
- Educación para la Ciudadanía.
- Reapertura del debate del aborto.
Pues bien, la Iglesia en un alarde de obviedad le puso la zanahoria al PSOE y este picó de cabeza. Las encuestas ya sitúan al PP a 2,5 puntos del PSOE en situación de empate técnico. Mientras que los votantes populares son con seis puntos más fieles a su partido que los socialistas al suyo. Para más referencias, vean la encuesta de Sigma-2 para El Mundo.
4 comentarios:
Una cosa es que opine un cura, un obispo o lo que se quiera, como ciudadano; otra muy distinta es que lo haga como representante católico, ya que como tal no tiene nada que decir respecto al gobierno de un país, sea caso del Vaticano que es el suyo.
Entiendo el "no estar de acuerdo", pero por muy cristiano que pueda uno ser, no puede pretenderse la supresión de cuestiones tan básicas como lo son el divorcio o las posibilidades de "matrimonio" entre parejas homosexuales.
Sobre el último punto, sí entiendo que pueda existir malestar entre colectivos cristianos por el hecho de que se emplee la denominación de un sacramento en un rito que, hoy por hoy, no deja de ser más que civil. Con el apelativo de "unión civil" o "unión conyugal", se hubieran ahorrado muchos problemas. Otra cosa es la intención de tocar las narices que tuvieran los otros, pero ese es un problema aparte.
No pueden pretender lanzar un mensaje de que todo lo mencionado habría de estar prohíbido. ¡Es de locos!
Caso aparte es la asignatura de Educación para la Ciudadanía. Sí, debería estar prohíbida. Pero esa, y otras tantas cuestiones que se cuelan en la educación. ¿Nadie ha oído hablar de Cambio Climático©?
No entiendo por qué "como ciudadano" y "como representante católico" son cosas distintas.
Se buscan eufemismos se busca la quinta pierna al gato, pero cuando no se tiene razón, no se tiene. Y ZP y Pepín se han comportado como lo que son.
Imagino que lo que ha querido decir es que una cosa es hablar por ti mismo o representante de una asociación concreta, y otra distinta hablar como representante de una confesión religiosa.
Tiene sus matices, pero es una cuestión de sensibilidades más que de sustancias.
Y con eso y con todo, si aplicamos el razonamiento de "cuando no se tiene razón, no se tiene", no habrá nada que decir con respecto a mis palabras, ¿no?
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