¡Albricias! Por fin se dan los primeros pasos en firme para que los transexuales puedan ser operados de genitoplastia por la Seguridad Social en toda España. ¡Por fin! Ya era hora de que estos ciudadan@s accedieran a sus derechos sanitarios en pie de igualdad. Ni los fachas, ni los creyentes (¿creer en algo que no se ve? ¡ja!), ni el mentiroso de Acebes pueden hacer nada por impedir que la igualdad de derechos y el avance de la democracia con los nuevos derechos (¡nuevos!, ¡guay!) siga su camino por gloriosas sendas de victoria.
Bueno, amigos, una vez superada esta deuda histórica con los tansexuales de España es hora de ampliar nuevos derechos y seguir profundizando en la igualdad. Veamos... libro de lo extraño... página 56... ¡ja, lo encontré! ¡Camaradas, pongan sus grabadoras a funcionar!
Se llama Desorden de Identidad de la Integridad Corporal, más conocido por sus siglas en inglés: BIID. Cito traducido de la wikipedia inglesa:
El desorden de identidad de la integridad corporal es el deseo abrumador de amputar a unos o más miembros sanos u otras partes del cuerpo. Quienes lo padecen llegan a amputarse sus propios miembros.
Y es hora de que Zapatero no les falle y comiencen los pasos para conseguir que la Seguridad Social proceda a amputar miembros a aquella gente que no se siente a gusto con ellos. Si los transexuales, sus camaradas, pueden, ¿por qué los BIID no? Igualdad de derechos. ¿No recuerdas Zapatero aquel "no nos falles"? Pues eso, no falles a quienes están mal de la puta cabeza como para automutilarse. Abre la veda para todos, ¡viva el progrerío! ¡Viva el todovale! ¡Viva la Democracia Avanzada!
5 comentarios:
¿Deseos de amputar partes del cuerpo? Juas. Me recuerda a la novela "Limbo", aquella que escribiera el guardaespaldas de Trotsky sobre una sociedad que se amputaban los brazos y las piernas para "no poseer nada que pudiera causar daño a los otros" :D
No obstante, creo que no se ha enfocado bien. Hará no mucho tuve oportunidad de ver un debate en Telemadrid con un profesor de la Universidad Complutense que hablaba sobre el trasfondo biológico de cuestiones tales como la homosexualidad o la transexualidad. Es más, hace no mucho ha aparecido un estudio con gusanos en esos mismos preceptos y al parecer la carga biológica de la orientación sexual es bastante determinante (aunque no lo suficiente como para poder afirmarlo en seres humanos, cónstese).
Creo que se hablaba en tales casos de disforia de género (término progre pero cuyo tecnicismo no recuerdo). Sea como sea, es un tema que, a pesar de que estamos en sus más vivos comienzos (no sabemos nada, como tantas otras cosas pero creemos que sí) y no deja de resultar interesante.
Partiendo de la base de que sé que no te gustaría pagar con tus impuestos una operación de cambio de sexo (debida a la disforia de género), planteo si "vale todo".
Eso son otras cuestiones compañero. Y la verdad, si bien a priori mi respuesta claramente es no (pero no al cambio de sexo, sino a cualquier cuestión que se financie de forma no consentida con mis contribuciones y que se destine a un colectivo con aspiraciones concretas y que no resulten "fundamentales", aunque esto tiene su discusión), no creas que no considere que deba discutirse.
Lo que sí está claro es que dentro de lo que consideramos nuestro sistema sanitario, estas medidas no tienen fundamento alguno y son sólo una arbitrariedad más cometida contra los ciudadanos -en este caso en su faceta de contribuyentes-. ¿Por qué he de financiar una preferencia de una persona si no entra dentro de los contratos de mi seguro sanitario estatal, es decir, si no sirven para una cuestión de prevención o restablecimiento de la salud?
Otra cuestión es plantearse si esa "disforía de género" tiene verdaderas consecuencias sociales basadas en términos de imposibilidad de elección biológica, y que, dado tal caso, las personas puedan plantearse resarcer esa incongruencia, ya se sabe, por no ser cuestiones derivadas de la libre elección.
Pero está claro que eso es algo que no sabemos, por ahora. Así que tienen dos opciones: 1) Dejarse de tabúes estúpidos e investigar, que parece que hablar de esas cuestiones está mal visto siempre que no se sigan los parámetros de su "dogma", 2) Ser consecuentes con nuestro nivel y situación actual y no usar el dinero de los contribuyentes como les plazca. A mi nadie me paga los trajes y quizá pudiera causarme un perjuicio social no ir vestido a la última moda.
Pero, espera, ¿estamos hablando de pedirles sensatez?
Pues prefiero eso a que con mi pasta se sigan pagando aviones o un channel a la leti, la verdad.
Hola Pablo:
Vengo de la bitácora de Galaicum y me permito invadir tu casa.
Soy lo que tú llamarías un gay, y lo que yo llamaría dos maricón.
Creo que ese tipo de operaciones no las debería pagar la seguridad social como tampoco nos paga una atención psiquiátrica en condiciones o las operaciones dentales, aunque debería.
Ahora bien que tildes de enfermos mentales a los que se quieren operar es un poco fuerte. Seguro que yo también soy un enfermo desde tu punto de visto por, siendo hombre, gustarme, con perdón, las pollas y no lo otro.
No te discuto que tanto la TS como la homosexualidad se apartan de la "normalidad", pero NO somos enfermos, somos diferentes. Simplemente.
Sigue con tu página electrónica tan interesante. Y veo que el tema maricón/bollero te preocupa. Ahora me acabo de dar cuenta que pones una foto de dos tortis dándose el morro. Muy bien, me encanta que apoyes la diferencia.
Un abrazo.
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